Marionnette
By Luna Shinigami
::::::::: Inazuma Eleven :::::::::::
Nota: los personajes de Inazuma Eleven no pertenecen, este fic es sin ánimo de lucro.
Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Luna Shinigami.
Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos. Y tratare de mejorar. Voy a quitar la última advertencia de mis Fic, este Fic no tiene ni una gota de sangre hasta yo estoy sorprendida xd.
Atentamente Luna Shinigami
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Sonaron los grilletes fuertemente, sus muñecas estaban adoloridas, con heridas profundas y algo infectadas.
Escucho pasos y abrió los ojos rojos lentamente, y miro al dueño de su prisión.
-Mi hermoso Yuuto- dijo aquel hombre de cabellos azules y ojos naranja que alguna vez considero su amigo- mi bello Yuuto- se arrodillo a su lado y beso sus labios heridos – cada vez estas más bello- dijo de nuevo hundiendo su lengua con la ajena, saboreando del delicioso elixir de su prisionero.
-Sa… kuma- dice Kidou despacio sintiendo como aquel, que nombro le quitaba la roída bata acariciando su piel blanca por el encierro pero notablemente sucia, con manchas de semen, y heridas abiertas de quemadura de cigarrillo y la fusta.
-shhh guarda silencio- le pidió el del parche, mientras acariciaba su torso y su prominente estómago y sonrió ladeando la cabeza, pasando sus dedos por aquellos pezones planos de los cuales brotaba leche, del pequeño no nato que estaba en su vientre- me gusta cuando callas- le beso mientras acomodaba las piernas de Kidou en el sucio camastro.
-du..ele… por… favor… no- le rogo Kidou, cerrando los ojos, no quería de nuevo, no con Sakuma, no con el lacerante dolor, pero eso enojo al otro jalando sus cabellos castaños con fuerza.
-¡No te niegues!- dijo dementemente- ¡eres mío!- le grito golpeando su rostro con la palma abierta, una y otra vez, hasta reventar su boca y hacer más profundos los moretones físicos que ya tenía – Te amo- le tomo con suavidad el rostro besándolo, contrastando con la violencia que hace poco era víctima Yuuto- te amo, porque me haces lastimarte de esa forma… si yo te amo tanto- susurro- no te niegues a mi Yuuto, no puedes… no puedes porque eres mío, siempre lo has sido-
Abrió despacio las piernas del ex estratega de Raimon, y se hizo espacio entre ellas, bajando aquel pantalón de telas finas y con su miembro enhiesto- mira está dispuesto solo para ti… solo se me para contigo- le aseguro a forma de halago y sosteniendo las caderas ajenas, lo penetro.
El dolor para Yuuto fue lacerante y profundo, sentía como si le atravesaran el cuerpo de tal forma que llegaba al infierno y no salía de él, su ano comenzaba a sangrar de nuevo, algo constante en su nuevo estilo de vida.
Mas Sakuma lejos del dolor que provocaba, solo podía disfrutar de tener a Yuuto para sí, solo para él, solo para él.
Embestía poderosamente hasta que se corrió, causando un gemido agónico en Yuuto – eres único Yuuto- susurro acariciando su rostro, viendo rastros de lágrimas en las mejillas sucias.-No llores- le pidió y viendo que Yuuto no dejaba de llorar salió de él comenzando a golpearlo – ¡NO LLORES! ¡TE ORDENO QUE NO LLORES!-
Una y otra vez descargaba sus manos, sus puños e incluso empezó a dar patadas de tal forma que apenas se escuchaban los quejidos de Yuuto en la vieja y destartalada cama.
Sakuma estaba enloquecido, descargando su ira irracional contra Yuuto, cuando sintió que alguien le agarraba suavemente de la cintura – Shhh detente Sakuma- dijo con una voz aterciopelada- lo vas a lastimar aún más, puede perder otro bebe- le dijo besando el cuello suave de su dulce demente.
-Genda- casi lastimeramente chillo- no me ama... No me ama- se aferró a la camisa del portero, con fuerza, sollozando – No me ama, ¡dile que ame!- le exigió.
-Hablare con él, amor mío, pero si lo golpeas de nuevo perderá un nuevo bebito y tú quieres un bebito ¿Verdad?- le pregunto el de cabellos castaños, acariciando los cabellos de su demente.
Sakuma abrió su ojo y asintió – quiero un bebe de Yuuto y mío- le hablo de manera aniñada – esposo mío, ¿harás que Yuuto me ame?- le pregunto y Genda solo sonrió.
-Si- beso sus labios – anda ve arriba, debes dormir, yo arreglare a Yuuto- le prometió y Sakuma subió, apenas haciendo flotar el kimono rojo que llevaba.
Con delicadeza, el portero se acercó a Yuuto, quitando las cadenas y acomodándolo en el camastro- mira nada mas- susurro trayendo un recipiente con agua y limpiando la cara llena de cardenales de Yuuto y beso la pancita de siete meses del castaño.
-mata.. me- le rogo- déjame.. Morir... no me cures para que... Sakuma me rompa de nuevo- le rogo.
Mas Genda negó varias veces- Sakuma está conmigo porque te tenemos aquí, sin ti Sakuma enloquecería aún más, pero tú tienes la solución en las manos Yuuto- le aseguro, levantándolo del camastro y ayudándole a colocar una nueva bata suave y delicada sobre el cuerpo sucio y abriendo sus piernas para limpiar su ano, que Sakuma siempre lacera- puedes estar aquí por más tiempo, puedes estar encerrado a cal y arena y morir, sí, pero algún día muy lejano, cuando el amor de Sakuma sea tan grande como las ganas de comerte el corazón- le aseguro causando un sollozo quedo en Yuuto- o tienes la opción de ceder Yuuto- cuando termino de sanarle, coloco unas suaves y limpias tangas de hilo, ¡oh! Como le gustaba vérselas puestas, aunque no fueran para el cuerpo de Yuuto, ni fuera precisamente ahora glamoroso.
-¿ceder?- pregunto quedo dejando que Genda volviera a atarlo.
-Yuuto, eres inteligente- le dijo acariciando su cabello – Sakuma te ama y su locura es infinita, pero si cedes, si aceptas su amor, te dejaría salir de este sucio sótano, te dejaría ver a los niños, tendrías una dieta balanceada, una cama y no te tomaría o golpearía- le acaricio su cabello – cede Yuuto, ha pasado mucho tiempo- le aseguro y se levantó – Akio se casó hace un año, no es justo que sigas guardándole una virtud mental o espiritual... piénsalo – se levantó besando sus mejillas.
Salió de la allí, cerrando la entrada de la prisión y subiendo las escaleras, Yuuto lloro de nuevo – Akio- sollozo y solo pudo aceptar que debía sobrevivir, por sus hijos, y tomo una decisión, vivirá, luego de 5 años de secuestro forzoso, Viviría.
-perdóname Akio- dijo cerrando los ojos esperando ver un nuevo día, algo mejor.
Continuara…..
Bueno chic@s los capitulos no serán muy largos sino más o menos de la misma extensión, :P espero que les haya gustado. Este Fic es sin ánimo de lucro y dedicado a Melanie Domenech y Majo Wales.