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What goes around..comes around por JRokku

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Notas del capitulo:

Sólo diré gracias a mis lectores fantasmas, más en especial a shizuka_faryeriu  por ser mi único RW y siempre estar alentandome.. Capítulo dedicado a ti mi querida escritora c: 

Chapter II

 

La cita había concluido en sexo, eso era lo que él buscaba y eso era lo que la chica le ofreció. Entonces.. ¿Qué era lo que ahora atormentaba la mente de este semental en potencia al cual conocemos con el apodo de “Reita”? Estaba tendido en aquella cama de hotel, la misma que minutos antes rechinaba insistentemente debido a las arremetidas que daba contra el cuerpo de la mujerzuela que le prestó servicios esa noche.

¿Había quedado insatisfecho? ¿Es que acaso su rendimiento había bajado? No, no noo, claro que no, definitivamente él no era el del problema, de seguro la chica no era tan buena en la cama, por eso ese sentimiento de vacío e insatisfacción ¿no? Pues bien, la loca idea de que eso jamás le sucedió cuando lo hacía con Uruha llegó a su mente, provocándole más de un escalofrío y obviamente alterando al mayor de sobremanera.


¿Es que acaso se había vuelto gay?! ¡Claro que no! … Pero.. el tener sexo con un hombre, en más de una ocasión.. ¿No te convierte en eso?..  puede que sí.. ¡Pero no! Lo del rubio fue por pura necesidad, nada más que eso, pura necesidad. 


Molesto consigo mismo se levantó de la cama,
se dio una ducha rápida, se vistió y abandonó el lugar eso un torbellino..


¿Qué mierda era lo que le pasaba? Eso ni él lo sabía.


-Esto no está bien Reita.. ¡no está bien! –



~+~+~

 

Tan sólo bastó escuchar aquellas palabras tan dulces provenientes del mayor para que Uruha sintiera como todo el peso y la tensión que traía consigo se esfumara de forma inmediata.


-¿Quieres algo de beber? -  preguntó Aoi mientras caminaba junto a Uruha hacia la sala.


-Claro, lo que sea estará bien. – respondió sin más y el dueño de casa de perdió tras la puerta de la cocina.


Eso era lo que buscaba, la tranquilidad y el sentimiento de bienestar que experimentaba en ese mismo momento; no sabía si era el lugar o la compañía del pelinegro lo que le hacía poder respirar de forma pasiva, hasta el punto de sentirse como en su propia casa. Había cerrado los ojos de forma momentánea más se aprontó a abrirlos cuando sintió la presencia de alguien más en el lugar.


-¿Tienes sueño? – indagó Aoi sentándose a un lado del castaño al tiempo en que le entregaba una lata de cerveza que fue recibida de forma inmediata.


-Algo.. – murmuró. –..pero más que nada estoy cansado. –


-¿Cansado? – inquirió arqueando una ceja, viendo como su interlocutor asentía. –¿De qué? -


-Cansado de todo Yuu, de lo patético y débil que soy cuando se trata te él.. – y ahí estaba Reita tras sus palabras. -..de la situación en sí, de no poder dejar de lado lo que siento y.. –


-Y darte una nueva oportunidad.. – finalizó Aoi haciendo que Uruha tan sólo asintiera de forma leve.


El verlo así.. ver al castaño sufrir silenciosamente era algo que no podía soportar y no quería dejar pasar. Desde aquel día en que le brindó su apoyo incondicional, desde ese mismo momento el sufrimiento de Uruha pasó a ser también su sufrimiento, y no había remedio en ello, así era y así iba a ser hacia el futuro, porque tan grande es el amor que siente por el otro que no le importaría arrancarse el corazón si de ello dependiese la felicidad de Uruha.


Dejó su lata sobre la mesa y con la delicadeza que lo caracteriza tomó con ambas manos una de las extremidades del contrario, brindándole una reconfortante sonrisa.


-Vamos, se fuerte ¿okey? Recuerda que no estás sólo, yo no te voy a dejar sólo.. – negó haciendo que Uruha sonriese.


-Arigato Yuu.. hontoni, domo arigatou.. – y así, en cuestión de segundos, Aoi sintió los peculiares labios del castaño sobre los suyos, más no tuvo mucho tiempo para reaccionar o siquiera razonar lo que estaba sucediendo cuando volvió a sentir la distancia que antes reinaba entre ellos, y ver a un Uruha más que sonrojado y contrariado casi al otro extremo del sillón en donde se encontraban. – Y-Yo..  lo siento. – murmuró el boca de patito sin saber claramente el “por qué” de su actuar.


Bien, eso era algo que Aoi no esperaba.. Un beso.. ¡Uruha le había besado! Demonios, esto era más que maravilloso, ¡Era como de ensueño! Pero haber, eso significa que lo hizo por algo ¿no? Algún sentimiento de por medio tuvo que haber tenido el más alto para hacerlo ¿verdad? O… quizás fue sólo algo del momento, una forma de retribuir el apoyo que el mayor le había brindado desde un principio, quizás.. sólo fue un impulso y ya, nada más que un impulso.


Por otro lado, Uruha se debatía mentalmente en el mismo punto que Aoi.. ¿Qué le había impulsado a besarlo?! El sentimiento de gratitud según su subconsciente, el cariño decía su corazón…  más lo cierto era, que el castaño creía había sido un error; y no porque a él no le haya gustado, sino porque Uruha tenía conocimiento de los sentimientos que despertaba en el contrario, por lo que le incomoda el hecho de que ello pudiese formar malos entendidos entre ellos. Desde que supo que Aoi estaba enamorado de él, decidió tomar distancia para no contribuir a la confusión del otro guitarrista, porque él, precisamente él, no sería como el idiota de Reita, jamás llegaría al punto de querer utilizar al pelinegro y aprovecharse de lo que sentía sólo por el bienestar propio, definitivamente no podría hacerlo.


-Mejor.. mejor me voy. – El castaño a paso rápido intentó abandonar el lugar pero la mano del guitarrista le detuvo en seco.


-Uru, no te vayas.. – murmuró -..por favor.. – Uruha le miró por unos momentos, sabía que si Aoi continuaba así no iba a ser capaz de declinar a lo que podría aprontarse a ocurrir, intentó zafarse del agarre para poder huir pero le fue inútil, al parecer el mayor esta vez no iba a tranzar.


-No Yuu, déjame ir.. –


-Uru por favor.. quédate tan sólo esta noche conmigo.. no pido más.. – le miró suplicante.


-iie.. - negó al borde de las lágrimas. A estas alturas del partido ya no sabía por qué se sentía tan mal; si por la situación en sí, o porque realmente le estaba doliendo rechazar a la única persona que había demostrado sincero amor hacia su persona. -..no me pidas que te utilice de forma tan vil. –sentenció, formándosele un nudo en la garganta.


-Pero no lo veré de esa forma, Uru por favor.. – Aoi ya estaba sollozando, tomó el rostro del más alto y sin tapujo alguno comenzó a besar sus labios insistentemente.


-Y-Yuu onegai.. – ambos sollozaban más el mayor se negaba a escuchar, quería tener a Uruha siquiera una vez en su vida, quería oírle decir su nombre entre jadeos, con dulzura, con pasión.. quería sentirse querido de una forma diferente a la que se quiere a un amigo, quería que su Uruha le viera esa noche como hombre.


Continuó besando los labios del más alto y éste poco a poco fue cediendo ante el contacto, las  manos de ambos, inquietas, se deslizaban por sobre sus ropas, el ósculo se iba haciendo cada vez más apasionado y prolongado mientras con torpeza se dirigían hacia la habitación del pelinegro. Al llegar a ésta, se vieron obligados a romper el contacto ya que la falta de oxígeno se hizo presente en sus pulmones, más no fue impedimento para que sus labios se volvieran a unir mientras ambos se despojaban de sus prendas mutuamente.


Mientras todo esto sucedía, la mente de Uruha al parecer no quería dejarlo en paz, los recuerdos que tanto lo marcaron, aquellas remembranzas que tanto quería olvidar le estaban atormentando ahora. Las noches de pasión que vivió con Reita, recordó cómo éste le trataba en el acto, sintió sus besos, las manos del rubio sobre sí, todo, todo le llevaba a aquellos momentos y ahora no quería volver a caer. Abrió los ojos encontrándose -para su sorpresa- directamente con la mirada profunda de quien por esa noche sería su amante.


-No quiero que pienses me estás utilizando.. – susurró de forma suave el mayor. -..créeme que lo que menos siento y pienso de ti es que lo haces.. – acarició con delicadeza la mejilla, dejando un corto beso sobre la frente del castaño. Seguido de eso se acomodó entre las piernas del aludido y con lentitud irrumpió en su interior.


-a-aah.. –


Y ahí estaba el punto diferente, si antes Uruha se mortificaba evocando situaciones del pasado ahora veía que sólo era una muy mala jugada de su subconsciente. Aoi le hacía sentir distinto, le hacía experimentar sensaciones distintas, completamente diferentes a las que alguna vez Reita le hizo sentir. El pelinegro le trataba con delicadeza, como si de un cristal se tratase, sus embestidas, sus besos, los susurros, todo, todo era completamente diferente y hermoso.


-aah..Uru.. – Jadeaba mientras arremetía contra el cuerpo ajeno. 



Minutos más tarde..

Las ventanas estaban completamente empañadas, a través de ellas el brillo de la luna intentaba colarse en aquella habitación que fue testigo del encuentro de ambos,  las miradas de ternura, deseo, amor, era todo lo que se podía apreciar entre ellos que, yacían casi inertes luego del acto sexual.


-Te amo.. – susurró el mayor, anhelando escuchar una respuesta del castaño, más sólo vio una sonrisa aflorar en el rostro de su interlocutor; el mismo que en ese preciso momento se acurrucaba entre sus brazos y ahora se disponía a dormir.

 



Te Amo… 

Notas finales:

Bien, juzguen ustedes, el sigueinte cap es el último. 

 

Ja ne!


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