NO, NO Y NO
I
Aoi suspiró por…ya había perdido la cuenta de veces en lo que iba de tarde. Junto a él, en el sofá las partituras que Uruha había dejado olvidadas y que se supone le debía haber llevado ya horas atrás.
¿Por qué no lo hacía aún?
Su cabeza estaba revuelta en pensamientos para nada bonitos sobre su compañero.
¿Debido a qué?
A ese pequeño incidente ocurrido un mes atrás.
¿Qué incidente?
En el que sin querer vio unos videos para nada santos en su computador.
Si, pornografía.
¿Pero que la hacía diferente como para dejarlo en ese estado?
Era pornografía homosexual.
¿Y cuál fue su primera y precipitada conclusión?
Su compañero de banda, Takashima Kouyou, conocido como Uruha, llamado de vez en cuando Shima; era gay.
Aunque la pregunta más importante era:
¿Por qué aquello lo ponía tan nervioso?
— ¡¡Joder!!
Y sin querer pensar más en ello cogió su chaqueta, las hojas y salió.
~ * ~
Uruha se estiró y se decidió por fin ir a darse un baño. Bajo la ducha meditó lo que había sido su día y sobre las cosas que tenía que hacer.
Una media hora después, salió notando que solo contaba con una toalla verdaderamente pequeña. Como siempre olvidando llevarse alguna más grande.
Iba ya caminó a su habitación batallando porque la toallita cubriera lo suficiente y preguntándose después ¿Para qué si vivía solo?
El timbre sonó.
¿Atender o ir a vestirse?
Volvió a sonar.
Observó por la mirilla que era Aoi.
¿Qué querría?
. . .
Aoi se repitió en el camino a su casa que no debería ser diferente la relación que ya tenían. Ok era gay. Pero ¡Ya! Más nada.
La puerta fue abierta.
— ¡Ah!
— ¡¿Qué?!
El grito de Aoi seguido del de Uruha y las hojas arrojadas a su pecho tuvieron como consecuencia el que soltara la toallita azul.
Aoi observó, por los segundos en que tardó en mandar la orden de su cerebro a sus extremidades de voltearse, el cuerpo esbelto y bien formado de su compañero de cuerdas sin nada más que algunas gotas de agua cubriéndolo.
Y esos segundos se le hicieron bastante largos y la visión demasiado detallada.
Uruha atinó al fin a cerrar la puerta con el rostro ardiendo en carmín.
~ * ~
— ¡Lo siento! –hablaron al mismo tiempo.
Quince minutos después ambos sentados en el pequeño living.
No se habían visto a la cara.
Imposible.
Aoi hasta pensó que era alguna treta para seducirlo o algo así y Uruha que ese definitivamente era el día más vergonzoso de su vida.
— Yo...yo solo vine a traerte las partituras, Kai me dijo que las habías olvidado y…
— Gracias.
— Bueno, yo me voy.
— Sí.
Uruha torpemente se puso en pie y lo acompaño hasta la puerta.
Entre ambos habían recogido las hojas sin intercambiar palabras.
Uruha ni se atrevió a ofrecerle un té o algo. Solo quería que se fuera y poder dejar aquello atrás.
Aoi iba tras él. El moreno observaba el dibujo estampado que sobresalía en la franela que se había puesto.
Un pato.
Y al fin pudo sonreír en lo que iba de día.
Se le acercó para tocar el muñequito y fue en ese momento que Uruha se giró para señalarle la puerta.
¿Dónde estaban?
¿Un dorama de esos de las tardes?
Aoi se fue hacia delante distraído por el muñeco que no notó el pequeño escalón y cayó…en sus brazos. Levantó la vista y se encontró con la ceja arqueada y un rostro que demostrada desentendimiento.
— ¿Estás bien?
“¡Mierda, me está abrazando! ¡Le gusto! ¡Le gusto! ¡Lo sabía!”
Sí Yuu no hubiese estado influenciado por los recientes twitts que había recibido respecto a ese tema tal vez pudiese haber pensado con un poco más de raciocinio. Lógica. O lo que se le asemeje.
— ¡No puede ser Kouyou!
— ¿Eh?
— ¡No soy gay! ¡Lo siento!
Uruha lo miraba como si le hubiese salido una segunda cabeza.
— ¿De qué hablas?
— Tú…Lo eres ¿No? Es decir, yo vi…esa…esos videos en tu laptop la vez que me la prestaste y…
— ¿Qué vide…?
Ah…
Uruha trató de reprimir una risita.
— ¿Qué?
— Akira es un idiota, se la pasa enviándome cosas para molestarme. Esta vez fue un enlace disfrazado a una de esas páginas –explicó
Se sintió como el idiota más grande del mundo. Y ahora fue su rostro el que se tornó rojizo.
Uruha le palmeó un hombro.
— Lo siento Yuu, debí recordar eliminarlos.
— Si…
Aoi caminó hasta la puerta que abrió.
Uruha pensó que siendo ellos las personas más cercanas a él no quería que su relación se basara en una mentira así que…
— Bueno, nos ve-
Uruha bajó el rostro mordiéndose el labio.
— ¿Pasa algo?
— Es…no tengo porque mentir. No soy gay Yuu.
— Eso ya-
— Soy bisexual.
— ¿Ah?
— Por eso Akira me manda de eso también.
Y las locas conjeturas acerca de ser la “obsesión secreta” de su amigo volvieron a asaltarle.
Sí, eso se lo acababa de inventar.
~ * ~
Uruha comenzó a notar la reciente y extraña aptitud que Aoi había adoptado. Se sintió mal al pensar primeramente que ahora su compañero se sentía incómodo con su presencia.
Suspiró.
Cuando el ensayo llegó a su fin decidió acercarse al mayor.
— ¡Oye Aoi! ¿Te gustaría ir a comer y beber algo?
Si le respondía que no era ya definitivo que le incomodaba su presencia ya que sería bastante increíble que Aoi rechazase algo así. Comida y bebidas.
“¡¿Una cita?! Se pateó mentalmente. ¡Joder contigo Shiroyama deja de pensar en tonterías!”
— Bueno yo…
Uruha sonrió triste. Aoi ya no quería ni pasar tiempo con él.
— No te preocupes. –se giró y tomó sus cosas para marcharse.
Esa expresión le removió la conciencia.
— ¡Vamos! –Le pegó suavecito en un hombro- ¡Bye chicos! –se despidió de los demás.
Y Yuu lo vio sonreír.
No. Uruha no iba a intentar nada con él. Debía dejar de pensar en tonterías.
Reita observó cuando Ruki salió después de los guitarristas despidiéndose. En cuanto la puerta se cerró, su oportunidad llegó.
Kai recogió su bolso luego de asegurarse de no haber dejado nada, cuando se giró el bajista ya estaba casi pegado a él y lo siguiente que hizo lo sorprendió un poco.
Akira lo besó.
Y 5 minutos después cuando ya estaban en el sofá con el ambiente más caldeado, Yutaka recordó -al fijarse en la hora- que si no llegaba rápido con Takanori perdería su oportunidad de al fin ponerle las manos encima a ese lindo y redondito trasero.
Si, lo que ahora hacia no era nada profesional.
Quererse tirar a dos de sus compañeros de banda…
Yutaka sonrió con suficiencia cuando Akira aceptó esperar un poco.
Tenía una cita a la cual no pensaba faltar.
CONTINUARA
-Grezz-