Dóna-li a la vida
de
Manu Guix.
Mai no es massa tard per intentar recuperar
aquell tren que passa de llarg
Només es qüestió de desitjar-ho
Sempre hi ets a temps d’anar a recuperar-lo
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Nunca es demasiado tarde para intentar recuperar
Aquel tren que pasa de largo
Solo es cuestión de desearlo
Siempre estas a tiempo de ir a recuperarlo
Iba a la escuela tranquilamente, pensando en cosas no muy importantes, hasta que de repente en mi mente apareció uno de mis compañeros del equipo de fútbol. Era un chico bastante lindo, de ojos negros. No sabía porque me había venido a la mente. La verdad es que hacía tiempo que no hablábamos, ciertamente estábamos en el mismo club pero no teníamos mucho tiempo para poder hablar. Siempre pensando en nuevas técnicas para los siguientes partidos.
Antes si hablábamos después de los entrenamientos, ya que no eran tan agotadores pero ahora que estábamos en un nivel superior siempre estábamos demasiado cansados para eso. Y la verdad, lo echaba de menos. No me había dado cuenta hasta ahora pero no hablar con él me empezaba a hacer sentir mal. Solo verlo de lejos, alguna cruzada de miradas y un intercambio de sonrisas no era suficiente para mí. Y ya llevaba demasiado sin poder hablar con él. Intentaría hacerlo después del entrenamiento por cansado que estuviera.
—Handa —escuché su voz llamarme, por lo que me giré apresurado.
—Hola. ¿Qué haces aquí?
—Vine para verte.
—¿Para verme?
—Sí. Hace mucho que no hablamos y me apetecía, así que en vez de ir directamente a la escuela decidí pasar por tu casa pero tu madre me dijo que ya te habías ido así que empecé a correr para atraparte.
—Si me hubieras llamado, te hubiera esperado —dije tranquilamente.
—Se me olvidó —dijo sonriendo de una manera que me sonrojó un poco.
—No pasa nada —dije devolviéndosela— Vamos juntos lo que queda de camino.
Fuimos charlando durante el resto del camino lo que me alegró mucho. Hacía tanto que creía que era ya imposible volver a hablar con él como hacíamos antes. En ese momento, en ese camino hasta la escuela fue cuando me di cuenta de lo mucho que le quería. Me di cuenta de que estaba enamorado del peli-naranja con gorrito de colores. Eso me hizo pensar que el estar separados este tiempo había sido bueno para notar mis sentimientos pero también malo porque ahora no sabía qué hacer. Nuestra relación estaba un poco fría por el tiempo que había pasado.
—“¿Puede que sea muy tarde para decírselo? No lo creo… Supongo que si vino a buscarme por algo sería… pero claro que esto no implica que me quiera… puede que solo me vea como un amigo con el que hacía tiempo que no hablaba y ya está…” —suspiré al pensar tal cosa.
—¿Te pasa algo? —preguntó preocupado.
—No, estoy bien.
Dicho esto seguimos con nuestra pequeña charla hasta que llegamos a clase. Este día había empezado bastante bien pero no tenía claro como acabaría. Casi nunca mis días iban bien, no se podía decir que fuera una persona a la que la suerte y las cosas positivas me favorecieran mucho, por lo que no quería confiarme por este buen comienzo.
Mai no es massa tard per conservar aquella amistat
que has tingut sempre al costat
que t’ha donat bones idees
I que la seva llum t’allunya les tenebres
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Nunca es demasiado tarde para conservar esa amistad
Que has tenido siempre al lado
Que te ha dado buenas ideas
Y que su luz ilumina las tinieblas
Las clases fueron realmente aburridas, por lo que tuve mucho tiempo para pensar en los nuevos sentimientos que había descubierto. Como era que no me había dado cuenta de eso o porque justo me daba cuenta ahora. Eran cosas que no entendía. Tampoco sabía porque justo me había enamorado de él, pero era claro que lo había hecho. Todo eso me tenía la mente ocupada. Quería entender que pasaba por mi mente. Porque ese lindo peli-naranja estaba siempre en mi mente por poco que fuese, aunque en estos momentos la ocupaba toda. Pero pensar estas cosas solo hacía que tuviera más miedos en mi mente. No solo el miedo a no ser lo suficientemente bueno y fuerte para formar parte del Raymon si no también el miedo a que Matsuno no me quisiera como yo a él.
—“¿Qué debería hacer si fuera así?”
Otra pregunta más que añadir a las que ya tenía. ¿Le gustaría yo? ¿Me querría? Y si fuera así ¿Querría ser mi novio? ¿Qué implica ser novio? Nunca he tenido ninguno ni ninguna. No sabía cómo debería de portarme pero aprendería sobre la marcha, no podía ser tan difícil, aunque a lo mejor debería de aprender un poco antes, leer algunas historias de amor.
Pero y si no fuera así ¿Me odiaría? ¿Le daría asco por ser gay? ¿Me evitaría? Nuestra amistad se rompería entonces… Yo no quería que eso pasara, quería al menos poder seguir siendo su amigo. Pero entonces ¿Qué debía hacer? Se lo decía o no. Quería decírselo, pero no me atrevía. No quería romper nuestra amistad por eso, pero había la pequeña posibilidad de que me amara. Aunque era muy pequeña. La falta de confianza en mí mismo hacia que no pudiera pensar en ser correspondido.
—“¿Qué podría haber visto él en mi? No tengo nada de bueno…” —pensé suspirando, dejando caer la cabeza encima de la mesa.
Con esta pregunta me puse a pensar que podía tener de bueno mi carácter, para poder enamorar al lindo peli-naranja. Pero por más que pensaba no encontraba nada. Esto me frustró sobremanera. ¿Es que no tenía nada de nada? Ni una sola cosa, por pequeña o cutre que fuera…
—“¿Cómo voy a tener esperanza pensando así?”
Pensa que avui tot just comença
Diria la defensa del teu tribunal
I crida, que a mi sempre m’inspira
quan veig que treus les coses que a dins et fan mal
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Piensa que hoy solo empieza
Diría la defensa de tu tribunal
Y grita, que a mí siempre me inspira
Cuando veo que sacas las cosas que a dentro te hacen mal
Las clases acabaron. Estaba cansado de tanto pensar en Matsuno y yo. Nunca en mi vida había pensado en algo tan profundamente y durante tanto tiempo, pero era un tema que realmente me preocupaba. El peli-naranja se acercó a mí sonriéndome. Le devolví la sonrisa. Me fijé en esos ojos negros, me parecían hermosos y brillantes.
—¿Te pasa algo? —me preguntó con un tono de voz un poco preocupado.
—No, no me pasa nada.
—Creo que esto es un deja vû.
—Podría ser —dije sonriendo un poco.
—¿Vamos al entrenamiento?
—Claro.
Caminamos por los pasillos en silencio. El uno junto al otro. No era un silencio incómodo, al menos para mí. Yo estaba muy a gusto, con solo tenerlo a mi lado después de tanto tiempo de no pasar tiempo solos, si es que se le puede decir estar solo a estar en un pasillo lleno de gente. Echaba de menos estar con él así, por tonto que parezca, ya que no nos estábamos diciendo nada.
—Echaba de menos, hablar contigo —me dijo de repente lo que me sorprendió.
—Yo también. Des de que empezamos con estos duros entrenamientos lo máximo que nos hemos dicho es: “Handa tuya” o “Aquí Handa” o “Buena Matsuno” y cosas por el estilo.
—Es cierto. Hace casi un mes que no teníamos tiempo para estar juntos así.
—Sí.
Escuchar que él me echaba de menos hacía que tuviera más ánimos y confianza pero no me quería confiar.
Ara es el moment en que tot sembla diferent
i en realitat es igual
Perquè al final no hi passa res
Però no s’ha de perdre el interès.
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Ahora es el momento en que todo parece distinto
Y en verdad es igual
Porque al final no pasa nada
Pero no se tiene que perder el interés.
Durante el entrenamiento me quedé viéndolo un par o tres de veces, pero demasiado fijamente, a mi parecer. Por lo que decidí alejarme un poco del entrenamiento para calmar mi mente. El descubrimiento de la mañana me estaba empezando a afectar demasiado. No podía dejar de pensar en él ni de mirarle. Esto estaba empezando a preocuparme un poco.
—¡¡Uaaa!! Porque soy así de idiota. Al final me evitará por miedo, de tanto observarlo —grité molesto conmigo mismo.
—Bueno, no sé yo si te evitará pero le extrañará —dijo el pequeño Shourinji.
—A lo mejor le tendrías que decir que te gusta. Aun le estas mirando —Añadió Megane.
—No lo estoy mirando.
—¿A quien mira? — preguntó Kabeyama.
—A nadie. A ese árbol. Que tiene un problema seguro. Se le ve diferente.
—Yo lo veo igual —dijo Kabeyama pensativo mirando hacía el árbol que señalaba.
—Claro que es igual. Es una excusa de Handa —dijo sabiamente Megane, poniéndose bien sus gafas.
—Cómo más lo niegues más sufrirás jijijijiji —escuchó de fondo.
— Yuuya Kogure. Cállate —dijo Haruna apareciendo de la nada.
—¿Qué hacéis todos aquí? —grité un poco molesto por tener a tanta gente allí.
—Vinimos a ayudar —dijo Haruna como si fuera obvio.
—¿A ayudar a quien?
—A ti. Nos hemos dado cuenta de cómo miras a Matsuno. Hoy lo miras más que de costumbre —dijo Shourinji.
—¿Qué de costumbre?
—Claro. Lo miras muchas veces en cada entrenamiento pero hoy te pasas —añadió Megane.
—No es cierto.
—Vamos, sabes que sí. Y yo te digo que él te corresponde así que ánimos —se le veía muy entusiasmada a Haruna con el tema.
—Esto… chicos… ¿de verdad lo creéis?
—No, pero era lo que se tenía que decir jijijijiji —dijo de nuevo Kogure.
—Claro que sí. Ve.
Sempre hi ha un motiu pel que desitges estar viu
i et fa seguir caminant.
I quan em dediques un somriure em fas sentir millor
i ens queda tan per viure
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Siempre hay un motivo por el cual desear estar vivo
Y te hace seguir caminando
Y cuando me dedicas una sonrisa me haces sentir mejor
Y nos queda tanto por vivir.
Después de la conversación que había tenido con los chicos cogí un poco más de confianza en mí mismo. Así que al acabar el entrenamiento, me resistí al agotamiento y me dirigí hacia el peli-naranja, el cual hablaba animadamente con Shourinji. Una vez estuve cerca de él le llamé. Él se giró y me sonrió. Esto me dio más ánimos, se le veía muy lindo sonriendo.
—¿Puedo acompañarte hasta tu casa? —le pregunté un poco inseguro.
—Claro —dijo radiante de felicidad, lo que me gustó.
Así fuimos hacía su casa mientras hablábamos animadamente sobre el entrenamiento y lo mucho que habíamos estado juntos ese día. Hasta ahora había sido un día realmente bueno en comparación a los anteriores. Aunque no había pasado nada de especial, en verdad. Solo había vuelto a los momentos que tenía con Matsuno hacía un poco más de un mes. Pero solo con eso era el ser más feliz de la tierra.
—Esto… Matsuno, quería decirte algo…
—Dime —dijo un poco curioso, pero con un poco de ¿esperanza?... sí creo que era eso, pero ¿esperanza de qué? No entendía, pero eso no me iba a echar atrás.
—Yo… Durante este mes me di cuenta de que me faltaba algo… y cada vez que pensaba en ello aparecías tú a mi mente. Pero no entendía muy bien el porqué… Hasta que esta mañana viniste corriendo para ir juntos a la escuela. Allí me di cuenta del porqué. Eso era lo que quería decirte —dicho esto cogí aire para armarme de valor— Yo te quiero, más bien, te amo. Me pasé el día entero pensando en esto. Aunque me da miedo que me rechaces y hasta me odies, tenía que decírtelo.
—¿Lo dices de verdad? —preguntó él, muy ¿contento? Eso parecía pero no quería hacerme ilusiones.
—Yo… siento lo mismo… y-yo t-tambien… t-t-t-te a-mo.
Al escuchar esto me sorprendí. Yo le gustaba al peli-naranja, pero ¿por qué? No tenía nada bueno. Que me podía haber visto para enamorarse de mí… Esto me hizo pensar que a lo mejor no me amaba de verdad. Pero entonces que sentido tenia decir que sí. Tenía que confiar en su palabra. Matsuno no era de los que decía que sí por las buenas, lo conocía lo suficiente para saber eso.
—¿Puedo besarte?
—Claro —dijo cerrando los ojos esperando mi beso.
—No sé si lo hice bien —dije al separarnos.
—Ha estado bien.
—¿De verdad?
—Sí. ¿Me podrías dar otro?
Dicho esto me acerqué a sus labios de nuevo. Me gustaba el tacto tan suave que tenían. Nuestro beso fue solo un choque de labios inocente, pero fue suficiente para ambos al menos en este primer momento.
—Entonces… ¿Quieres ser mi novio?
—Claro que sí —dijo muy contento, lo que me hizo sonreír. Se le veía muy tierno.
Canta segur que no t’espanta
Si de sobte la teva ànima té un so diferent
Creu-me si creus que et falta l’esma
Em tindràs al teu costat per volar entre la gent.
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Canta que seguro no te asusta
Si de repente tu alma suena diferente
Créeme si crees que te falta aliento
Me tendrás a tu lado para volar entre la gente
De camino a casa me puse a pensar en lo ocurrido. Ese día había sido un poco raro y un tanto diferente pero no había estado nada mal. Al contrario, había sido el día más feliz de mi vida. Por una vez en mi vida había conseguido que algo me saliera bien. Y estaba seguro de que al fin llegarían mis tiempos felices. Había esperado 15 años para eso, no era tanto, pero me había parecido una eternidad. Entre mis pensamientos estaban, los de leer algunas historias de amor, para saber sobre el tema. Ya me había declarado y me correspondían pero no quería cagarla justo ahora que venía mi momento feliz y quería dar todo de mí para que la relación fuera bien.
Al llegar a casa mi madre vio un cambio significativo en mí, lo noté por su mirada sorprendida al llegar a casa. Pero al ver que estaba feliz sonrió. La pobre estaba preocupada, últimamente le llegaba deprimido y agotado. Y ella sabía que había perdido las ganas de continuar viviendo. Por lo que verme feliz al fin parecía alegrarla mucho.
—¿Qué pasó de bueno en el día de hoy?
—Recuperé a Matsuno.
—¿Lo recuperaste?
—Sí, yo volvemos a estar unidos. Y más que nunca.
—Me alegro —dijo muy contenta.
—Me corresponde. Él también me ama. Dijo que quería ser mi novio. Aceptó, madre. ¿Sabes lo feliz que me siento?
Ella me miró un poco sorprendida pero no dijo nada, solo me sonrió. Una sonrisa sincera que disipó mis dudas sobre si mi madre aceptaría que fuera gay. Por lo visto lo aceptaba mientras fuera feliz. Y yo lo estaba y mucho. Nunca me había sentido de esta manera. Por una vez no tenía ganas de morir ni de desaparecer del mapa. Y eso era mucho viniendo de mí.
Dóna-li a la vida una oportunitat
que la felicitat casi sempre fa tard però arriba
Si vols que t’estimin has d’aprendre estimar
Així tothom ho farà
I veuràs com el mon canvia
Dóna-li a la vida una oportunitat,
que la felicitat casi sempre fa tard però arriba
Deixa que t’envoltin els amics de veritat
Segur que no et fallaran
I quan siguis feliç respira
OOhhh…
------------------------
Dale a la vida una oportunidad
Que la felicidad casi siempre llega tarde pero llega
Si quieres que te quieran tienes que aprender a querer
Así todo el mundo lo hará
Y verás cómo el mundo cambia
Dale a la vida una oportunidad
Que la felicidad casi siempre llega tarde pero llega
Deja que te rodeen los amigos de verdad
Seguro que no te fallaran
I cuando seas feliz respira
OOhhh…
Al día siguiente me levanté sonriendo. No cabía en mí de la felicidad que sentía. No estaba acostumbrado a ello y se me hacía muy raro. Lo primero que pensé fue que debía ir por Matsuno a su casa como buen novio que quería ser. En la noche había leído algún que otro yaoi.
Me vestí rápidamente y después de desayunar fui a buscarlo. Al llegar a su casa llamé al timbre y salió ya preparado aunque un poco extrañado. No le había avisado de que iría a buscarlo. Le sonreí y él hizo lo mismo acercándose a mí, se me hizo muy tierno verlo sonriendo aunque un poco soñoliento. Cuando lo tuve delante le di un tierno beso y le cogí de la mano para ir juntos a la escuela.
Durante el camino lo miré y me percaté de que tenía un lindo sonrojo en sus mejillas que lo hacía adorable a mis ojos. Sin poder evitarlo me acerqué lentamente y le di un besó en la mejilla, eso hizo que se sonrojara más. Sonreí por la reacción. En verdad era tierno mi novio. Mi novio… se sentía bien pensar eso. Al final llegamos y fuimos a nuestra clase. Esta vez pude centrarme más en las clases que el día anterior. Aunque mi mente seguí estando en Matsuno. Me preguntaba si lo había hecho bien o no hasta ahora. A mi parecer todo había estado bien, pero no sabía qué pensaría él. A lo mejor le había molestado algo, aunque no parecía enojado ni molesto en ningún momento. Sonreí. Empezaba a tener confianza en mí mismo, parecía que lo estaba haciendo bien por lo que no tenía porque no creer en mí. Y de todos modos era el primer día de noviazgo y también mi primera pareja. No podía ser perfecto a la primera.
Dóna-li a la vida una oportunitat
que la felicitat casi sempre fa tard però arriba
Si vols que t’estimin has d’aprendre estimar
Així tothom ho farà
I veuràs com el mon canvia
Dóna-li a la vida una oportunitat
que la felicitat casi sempre fa tard però arriba
Deixa que t’envoltin els amics de veritat
Segur que no et fallaran
I quan siguis feliç respira
--------------------------
Dale a la vida una oportunidad
Que la felicidad casi siempre llega tarde pero llega
Si quieres que te quieran tienes que aprender a querer
Así todo el mundo lo hará
Y verás cómo el mundo cambia
Dale a la vida una oportunidad
Que la felicidad casi siempre llega tarde pero llega
Deja que te rodeen los amigos de verdad
Seguro que no te fallaran
I cuando seas feliz respira
A la hora de la comida, comimos juntos, también fuimos juntos al entrenamiento y en el atardecer lo acompañé hasta su casa. De nuevo fuimos cogidos de la mano me gustaba llevarlo de la mano y que todo el mundo se enterara de que era mío. Aunque sonase posesivo así soy yo, y no iba a dejar de serlo. A no ser que Matsuno me lo pidiera. En cuanto llegamos a su casa, lo cogí por la cintura y le di un tierno beso, que fue haciéndose un poco más pasional hasta que lentamente conseguí meter mi lengua en su boca para jugar con la suya. Cuando nos faltó el aire nos separamos. Él estaba más sonrojado que antes. Al acabar el beso bajó la cabeza.
—¿Hice algo mal? —pregunté un poco preocupado.
—N-no.
—¿Seguro?
—Segurísimo.
—Entonces ¿lo hice bien hoy?
—S-sí.
—Me alegro. Eres la primera pareja que tengo y estaba preocupado por hacerlo mal.
—Hoy lo hiciste bien.
—Perfecto. Mañana pasaré a buscarte también. Espérame ¿Vale?
Él asintió y después de darle un beso en la mejilla me fui a mi casa más que feliz. Sí, parecía que al fin había encontrado la felicidad. Una que esperaba que durara mucho tiempo. Yo haría lo posible para que todo fuera bien así que todo iría bien. Había recuperado la esperanza. Al final la vida si merecía la pena vivirla para conseguir algo tan lindo como el amor mi peli-naranja.
FIN