Capitulo 3
En la escuela Raimon, un establecimiento de educación para jóvenes de secundaria, con sus diversos clubs tanto en el área de deportes como en lo intelectual.
Vamos a lo importante, en la sala de 1 año de secundaria llegaban de a uno los chicos a su clase, un día normal, en un colegio, normal, con jóvenes y adultos normales, pero los chicos en los cuales nos centraremos no son tan normales.
A la entrada de la sala estaban Kyosuke y Kagellama, tomando sus puestos en el salón, dejaron sus cosas y se reunieron con sus respectivos grupos de amigos. Claro que Tsurigi no perdía cuidado hacia Hikaru, debía cuidar a su primo.
La campana sonó, el profesor entro a la sala seguida de un peli-celeste de ojos marrón, sosteniendo los libros de este.
-bien alumnos siéntese que la clase va a empezar-dijo el profesor todos hicieron caso de inmediato la puerta se cerró la clase había comenzado.
El maestro escribía unos ejercicios en el pizarrón, nadie prestaba atención, ese profesor solo escribía y escribía pero todo estaba en el libro de texto, así que unas conversas entre los amigos no estaba nada mal.
-oye, kariya-sempai- susurro un tierno chico de cabello azul-purpura.
-umm?-contesto el nombrado girando la cabeza ligeramente para mirar al que le hablaba.
-¿Qué hacías cargando los libros del profesor?-pregunto pues esa no era la costumbre del peli-celeste.
-eso, veras…-pero no pudo terminar ya que una voz interrumpió la conversa de ambos chicos.
-Hikaru, no hables en la clase- dijo nada más ni nada menos que Tsurugi, no es que a él le importara el orden ni el respeto ante el profesor, si no que su “primo” no debía hablar con ese chico.
-h-hai kyo-kun, gomen- respondio Hikaru girando su cabeza mirando al frente, debía hacer caso a su primo, después de todo el solo le cuidaba, aunque a veces era demasiado.
Kariya al notar lo que Kyosuke había hecho le echo una de esas miradas acecinas, el chico le respondió igual, y así estuvieron echando chispas por los ojos provocando el temor en algunos estudiantes.
Unos pasos se escucharon en el pasillo, un jadeo de alguien, la puerta de la sala se abrió de par en par, dando paso a un peli-rosa de ojos celestes.
-lo siento profesor, se me hiso tarde-dijo entrando y parando en frente del maestro dando una reverencia.
-está bien pero que no se repita-dijo el profesor, el oji-celeste se dirigió a su puesto que quedaba al lado de Tsurugi.
-¿y ahora por qué?- dijo su compañero de puesto, mirando directamente a los ojos del recién llegado.
-las llaves-susurro en modo de respuesta dando una sonrisa.
-oh, ya veo, si serás descuidado-le dijo como si no le importase.
-también me levante tarde, Kazemaru-san no apareció en toda la noche-dijo mientras seguía mirando al peli-azul.
-¿no llego? ¿Se habrá ido a beber?-
-eso temo…-susurro.
-kyo-kun no se habla en clases- dijo Hikaru mirando hacia atrás donde justamente estaba su primo. Tras decir esto se dio vuelta.
Kariya tenía una sonrisa de burla hacia Kyosuke, Kirino se sorprendió, Tsurugi solo le sonrió levemente a Kirino como diciendo “lo siento” y giro su rostro hacia la pizarra.
Y eso fue lo más relevante de las clases.
Las horas pasaron, llego la hora del almuerzo, el cuarteto que da la casualidad son amigos inseparables, Hikaru se lleva muy bien con kariya, Tsurugi protege a Hikaru del peli-celeste, Kirino le grada ver las pequeñas peleas de Tsurugi y kariya por sentarse al lado del peli azul-purpura.
En el tejado de la escuela, estaban los cuatro sentados comiendo como buenos amigos. Aunque Tsurugi y kariya se echaban miradas acecinas de vez en cuando.
En otro lado de inazuma town, más bien en la mansión Kiyama, estaban un pelo-rojo y otro peli-rojo mandándose miradas acecinas, mientras que un peli-verde estaba en la cocina.
Así como lo oyen, Nagumo se quedo a almorzar con ellos por petición de midorikawa y hiroto no se pudo negar a su esposo. Claro que el almuerzo estaba algo tenso.
-bien el postre está listo-dijo el come-helados, con una bandeja y en ella tres pocillos de un exquisito postre de Helado, con helado, revuelto con helado y un pequeño toque de suculento Helado. Si, se nota que lo preparo midorikawa.
-gracias mi vida- dijo hiroto recalcando lo de “MI vida”
-valla, así que no sabes preparar otra cosa que no sea helado- dijo Nagumo mirando a mido, ignorando a hiroto.
-cállate Haru-kun-ahora mido le miro molesto. Sirvió los platos con el postre, el ambiente ahora esa frio y tenso, pero midorikawa ni cuenta se daba.
Más tarde en la casa de kazemaru; en chico peli-celeste estaba bajando de la moto de su acompañante, saco las llaves de su casa y procedió a entrar en ella, invitando a Fudou a pasar. Al entrar en su hogar vio el gran desorden que había dentro, los cojines del sillón en cualquier parte, los muebles fuera de su lugar con sus cosas en otros lados, y en la televisión una nota escrita con puño y letra del causante de tal desastre en la casa de kazemaru; Kirino.
El ex-defensa se acerco para leer la nota, cuando termino procedió a arrugarla, maldiciendo mentalmente al pobre chico. Akio miraba la reacción del oji-almendra con diversión.
Al cabo de unas horas kazemaru termino de ordenar la casa, y fudou regresaba del supermercado con las cosas para hacer la comida, no pregunten como se ofreció a comprar.
-ya llegue-dijo Akio de mala manera, no sabía ni el cómo había accedido a comprar las cosas para el peli-azulado.
-gracias de verdad Fudou-dijo kazemaru tomando las bolsas que traía el castaño en sus manos.
-si como sea, ya me voy-giro para poder salir de la casa.
-¡espera!, ¿me podrías hacer un favor más?-
-ahora que…-suspiro fudou, ¿estaba tan de buen humor como para hacer estas cosas sin recibir nada a cambio?
En casa de midorikawa y hiroto, ambos estaban en el umbral de la puerta de su hogar, mido se despedía de Nagumo. Hiro solo le miraba con cierto recelo.
-espero que vengas a visitarnos algún día Haru-kun-el peli-verde estaba frente al chico, el cual estaba sobre su moto-a kariya le haría ilusión ver una moto como la tuya-
-claro, si tu marido no presenta inconveniente-dijo haruya mirando desafiante al chico.
-claro que no le importara, ¿cierto hiroto?-comento midorikawa mirando a su marido.
-por dios no, que venga más-respondió hiro forzando una sonrisa.
-¿vez?, por cierto ¿que hora es?- pregunto mido mirando a hiroto este vio su reloj, ya eran las 15:15.
-por dios ¡Kariya!, ya va a salir de la escuela, debemos ir a buscarlo- se altero hiroto.
-¡sale en 5 minutos, no llegaremos a tiempo!-dijo mido alterado su pequeño estaría en el colegio desprotegido.
-en moto es más rápido-dijo Nagumo tratando de calmar la situación.
-¡si!, ¡hiroto iré en moto a buscar a kariya regresaremos caminando!-dijo y con esto mido subió a la moto aferrándose a la cintura de haruya el cual encendió el motor y partió a la escuela del pequeño kariya.
-¡midorikawa!-grito hiroto al ver a su marido salir en la moto del otro peli-rojo.
Por ahí pasaba una viejecita, la vecina chismosa que sabe hasta lo que comiste ayer, vio la escena.
-no se preocupe, si el de verdad lo ama regresara-dijo la anciana creyéndose que mido había dejado a hiroto.
-eh?-“dijo” hiroto por el comentario de la viejesita- ansiana entrometida-pensó mientras esta se iba caminando a paso de abuela.