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K.O. por pettymint99

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Notas del fanfic:

Para l@s que no lo saben K.O. significa "knock out" (fuera de combate).

Notas del capitulo:

Hello, hello!

De nuevo yo aquí trayéndoles otro fic, (yupii~), esto es a lo que me refería con "sorpresa" en mi otro fic. Aunque creo que a nadie le causó curiosidad saber a qué era lo que me refería...

Espero que les guste, desde hace días que tenía en la cabeza este fic y por fin pude escribir el primer capítulo.

Creo que es todo...

Disfrútenlo~

Golpe directo

­-¡Por aquí, estoy libre! – Gritó con el rostro un poco serio, cuando le pasaron la pelota y la tocó con su pie sus ojos se iluminaron de una manera muy especial y una gran sonrisa apareció en su rostro. Yo estaba sentado al filo de la butaca, a punto de caerme pero no me importaba, ahora sólo podía verlo a él. Comenzó a correr hacia la portería esquivando a todos los del equipo contrario y con la decisión brillando en los ojos.

-Vamos, vamos… - Susurré emocionado al ver que estaba a tan sólo unos cuantos metros de poder anotar un gol. Su pierna se flexionó, relamió sus labios y finalmente pateó la pelota tan fuerte como pudo. Segundos de tención se vivieron en toda la cancha, nadie se atrevía si quiera a respirar y yo no podía parar de morderme el labio. Por favor, que consiguiera meter un… - ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOL! ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! – Grité emocionado festejando. Me levanté de donde estaba sentado y comencé a saltar festejando el gol - ¡Eres el mejor! – Grité, al segundo siguiente me callé al darme cuenta de la situación.

Soy de primer grado y les soy indiferente a la mayoría de las personas.

Estaba festejando el gol de Choi Minho, el alumno más atlético y popular de toda la universidad.

Soy un chico.

Estoy en la porra del equipo contrario.

Había festejado su derrota.

¡Oh, demonios!

Me senté fingiendo que no había sucedido nada, las miradas de los demás estaban sobre mí y sé que más tarde lo pagaré. El partido estaba siendo llevado a cabo en nuestra universidad pero, por azares del destino, terminé en la porra del equipo contrario. Sonreí nerviosamente mirando a todas partes para después regresar mi atención al juego. Me quedé de piedra.

Los ojos de Choi Minho estaban dirigidos hacia donde me encontraba yo. ¿Me estaba viendo? ¡¿Choi Minho me estaba viendo?! Una pequeña sonrisa se extendió lentamente por sus labios mientras cerraba los ojos y movía su mano en señal de saludo. Los colores subieron por mi rostro de una manera sorprendente. ¡Me había visto! ¡¿Qué hago?! Sin pensarlo dos veces me dejé caer para ocultarme entre las demás personas intentando desaparecer el sonrojo que tenía en este momento.

Idiota, idiota.

Me reproché cerrando fuertemente los ojos deseando que la tierra me tragase y me escupiera hasta el otro lado del mundo. Ahora pensaría que soy un chico raro. No puedo creer lo indiscreto que soy.

***

Estuve escondido todo lo que restó del partido, no me atreví ni a asomar un ojo, estaba realmente avergonzado. Suspiré enderezándome, supe al instante que eso había sido un gran error.

-¿Quién te crees que eres para venir a festejar en la porra de otro equipo? – Me preguntó un grandulón de complexión robusta con cara de pocos amigos y cruzando sus brazos. Miré alrededor, no sólo era él, había como diez chicos más dispuestos a darme mi merecido junto con unas cuantas chicas que me miraban con lástima y burla. Tragué duro.

- Y-yo… n-no… fue… - Tartamudeé sintiéndome idiota – Es que… - Piensa Taemin, piensa - ¡Mira, es Messi! – Grité apuntando a un lado detrás de él, de inmediato todos voltearon y yo eché a correr como loco. Qué suerte que soy bailarín y tengo gran resistencia en las piernas, por alguna extraña y estúpida razón entré a la cancha decidiendo que esa era la mejor alternativa para huir. Cuando volteé los demás ya venían detrás de mí.

Corrí sacando fuerzas de algún lugar oculto y llegué hasta los vestidores de algunos de los equipos. Entré apresurado llamando la atención de varios, me sonrojé al verlos sin playera o sin algo más. Detuve mi andar al llegar a un enorme bote donde habían toallas sucias, era tan grande que si me quedaba a un lado servía para taparme completamente. Controlé mi respiración y recé porque no vinieran a buscarme aquí o seguramente me delatarían.

Por favor, por favor, por favor que no me maten.

Supliqué mentalmente y cerrando los ojos, unos pasos se escucharon, supe que era mi fin al analizar que seguramente los del equipo ahora estuvieran en las duchas, ¿me dejarían decir mis últimas palabras? Respiré hondo. Sólo me quedaba afrontar las cosas como un hombre.

-¿Creíste que escaparías? – Escuché la voz del grandulón. No, nunca creí que eso fuera posible – Hay que enseñarle a respetar a los otros equipos – Pero no quiero que me enseñen nada… Responder mentalmente a las amenazas es algo que hago frecuentemente. Al parecer sólo suponían que yo estaba aquí pues su voz había sonado un poco lejana.

- ¿Sucede algo? – Una voz profunda se escuchó detrás de mí. Abrí los ojos de golpe, esa era la voz de Minho. No sé qué sería mejor, que me golpearan para salvarme de parecer idiota ante Minho o que me ayudara a salvar mi vida para que se diera cuenta que soy un cobarde. Grandes opciones, pequeños logros.

- No es contigo Choi, danos al pequeñín – Dijo otro de los que acompañaban al grandulón. Me encogí más y esperé a que me golpearan.

- ¿Pequeñín? ¿De qué hablan? – El tono de confusión en su voz había sido muy realista – Aquí no hay nadie – Afirmó arrojando la toalla que traía en la mano sobre mi cabeza para que me cubriera casi por completo.

- Lo vimos entrar aquí – Insistieron.

- No hay nadie aquí – Dijo no aceptando réplica, oí que le decían algo más – Si se refieren al chico que festejó en su porra durante el partido, lo vi corriendo hacia los baños – Parece que aceptaron lo que les había dicho Minho pues sus pasos se escucharon alejarse - ¿Estás bien? – No respondí, no podía ni abrir la boca de los nervios que estaba sintiendo en este momento - ¿Hola? ¿Te golpearon en la cabeza? – Tímidamente alcé la cabeza y me encontré con sus enormes ojos color café obscuro, me perdí totalmente en ellos y sentí que un nuevo sonrojo aparecía. Desvié la mirada al darme cuenta que él también me estaba mirando.

- N-no, gra-gracias por tu ayuda… -

Genial Taemin, anda, tartamudea en este momento que no hay problema alguno.

Me regañé sarcásticamente deseando tener el poder de los avestruces, aunque, estaba seguro, lo único que conseguiría sería un fuerte golpe en el rostro ya que el piso era de duro y frío concreto.

- ¿No piensas pararte? – Preguntó mirando desinteresadamente hacia su casillero y jalando un poco la puerta de este, al parecer estaba atorado.

- S-sí –

- ¿Así qué… soy el mejor? – Lo miré sorprendido cuando escuché que decía eso – Eso fue lo que gritaste cuando metí el gol. ¿En qué estabas pensando? No festejar cuando estás en la porra contraria es lo principal para sobrevivir – Me regañó levemente aunque pude notar cierto tono divertido en su voz.

- Es sólo que… quería festejar que habías metido un gol – Confesé bajando la cabeza y sintiéndome muy estúpido.

- Me he dado cuenta de eso, en cada partido tú eres el que más grita y durante los entrenamientos también –

- ¡¿Me has visto?! – Grité alterado parándome de donde había estado encogido momentos atrás. Lo que sucedió no lo tengo muy claro. Cuando me levanté, justo en ese momento, Minho había abierto por completo la puerta de su casillero de manera un poco brusca; mi cabeza golpeó fuertemente con la esquina de la puerta y ahora estaba tumbado en el suelo mirando estrellitas. No sé cómo fue que me mantuve consciente los segundos que duré. Sólo alcancé a escuchar a Minho decir:

- ¡Lo siento! ¡No te muevas, iré por ayuda! ¿Vienes con alguien? Bueno, eso no importa, vengo enseguida – Su manera de hablar fue tan atolondrada que me causó mucha gracia. Mi vista en estos momentos no era la mejor, todo me parecía muy borroso, pero sí alcancé a distinguir sus ojos que me miraban preocupados. Sus manos se habían estirado hacia mí, estaban a punto de tocarme, pero de inmediato las apartó.

Por todo esto me fue inevitable recordar cómo fue que nos conocimos, había sido hace tan solo unos meses atrás y la situación había sido muy similar a esta. Sentí una sonrisa aparecer en mis labios y después todo se volvió negro.

*FLASHBACK*

Creo que me he perdido.

Pensé caminando por los pasillos de la universidad mientras apretaba fuertemente los libros que traía en mis brazos a la altura de mi pecho. Era mi primer día aquí y, obviamente, no sabía dónde me encontraba. Siempre he sido despistado pero no esperaba perderme el primer día de clases. Suspiré nervioso, creo que me había alejado demasiado de donde me tocaba a mí tomar clases.

Ah, ¿por qué no me fui con Kai?

Me interrogué mentalmente recargándome en una fría pared y dejándome caer lentamente cerrando los ojos. Ahora tendría que esperar a que ocurriera un milagro y la única persona que conozco en el mundo pasara por aquí.

Escuché mucha bulla cerca de donde yo estaba, abrí los ojos de golpe al oír pasos acercándose. Me sorprendí al ver que unos chicos uniformados pasaban, seguramente pertenecían al equipo de futbol de la universidad. Todos ellos muy grandes y musculosos. La intimidación llegó a mí, por ahí corría el rumor de que los mayores torturaban a los menores si los llegaban a ver cerca de “sus terrenos”.

Lentamente y casi temblando me levanté de donde estaba sentado rogando porque para ellos también mi presencia les fuera completamente indiferente. Soy un chico muy común por lo que paso desapercibido fácilmente además que no tengo un buen sentido de la moda… oh, vamos, mi apariencia es de un niño ñoño.

-En un momento voy rana – Di un brinco al escuchar una voz más cerca que las demás – Oh, pero si es una linda chica – Creo que me puse pálido cuando me tocó el hombro, seguramente me había confundido con una chica como todos los demás hacían - ¿Estás perdida? ¿No encuentras la preparatoria? - ¡Pero si, por lo menos, soy dos años menor que él! De un momento a otro sentí su mano aferrarse levemente a mi hombro y girarme para quedar cara a cara. Se trataba de un chico un poco bajito de estatura, cabello café al igual que sus ojos y una sonrisa deslumbrante. Se veía muy simpático - ¡¿Eres un chico?! – Gritó luego de analizarme por varios segundos, específicamente cuando se detuvo en mi pecho y comprendió todo – De verdad lo siento, de espaldas y de frente pareces una mujer pero, viéndote de cerca, eres un hombre. Lamento la confusión, amigo. ¿Qué haces aquí? No deberías de estar en la universidad, seguramente te equivocaste de plantel – Dijo dudoso mirándome a los ojos.

- N-no. S-soy nuevo, acabo de entrar a la universidad… y me perdí – Admití avergonzado bajando la mirada.

- Te ves muy joven – Noté sorpresa en su voz – Has de haber caminado mucho, estás cerca de la facultad de medicina – Dijo mirando hacia un edificio – Mucho gusto, soy Kim Jonghyun y pertenezco a la facultad de medicina – Se inclinó un poco y sonrío otro poco.

- S-soy Lee Taemin. G-gusto en conocerte – También me incliné e intenté sonreírle.

- No te pongas nervioso, no muerdo – Comenzó a reírse – Te llevaré a donde sea que te toque estudiar, sólo espera a que mi amigo salga para poder avisarles a los demás que por hoy no jugaré – Avisó pasando uno de sus brazos por mis hombros, al instante me tensé – Eres muy tímido, relájate –

- S-sí – Respondí bajando la mirada y avanzando junto con él.

- ¡Hey, Minho! – Gritó y yo me encogí. Estábamos muy cerca de los demás y eso, francamente, me asustaba. Lo siguiente que sentí fue un fuerte golpe en mi rostro, alcancé a oler plástico y tierra, deduje que lo que me había golpeado había sido un balón. Luego perdí la consciencia.

***

-Eres un idiota Minho, mira que maltratar a un pequeño inocente – Distinguí la voz de Jonghyun, me dolía demasiado el rostro. ¿Dónde estaba?

- No fue mi culpa, se desvió el balón. ¿Para qué lo llevas enfrente de donde estábamos jugando? – La otra voz no me pareció conocida. Era muy varonil pero al mismo tiempo tierna. No sé cómo describirla, me gustó mucho y deseé oírla un poco más.

– Creo que está despertando – Oí a la otra voz decir. Forcé mis ojos a abrirse y, al hacerlo, me encontré con algo que me dejó sin palabras.

Era un chico de cabeza pequeña, cabello negro, nariz recta, labios que se veían esponjosos, piel canela y unos impresionantes ojos cafés obscuros. Cuando abrí los ojos nuestros rostros estaban sumamente cerca, esto provocó un fuerte sonrojo en mi rostro y que mi corazón comenzara a latir locamente.

-Me alegra que hayas despertado – Dijo con una sonrisa muy grande. Yo no supe qué hacer… creo que volví a caer desmayado por eso…

*END FLASHBACK*

Luego de ese incidente quedé… enamorado de Minho, lo sé, es una completa locura. Nunca he sentido esto por ninguna otra persona, no tengo experiencia en estas cosas, gracias a eso me convertí en una especie de acosador. Pero, claro, no tengo esperanzas con él pues es el capitán del equipo de futbol, su promedio es brillante y tiene una linda novia.

¿Cómo podría yo siquiera imaginar estar con él?

A pesar de tener todo en contra no podía evitar querer acercarme más a él ya que, las únicas veces en las que hemos estado cerca, yo había terminado con un golpe directo al corazón.

Notas finales:

La frase de hasta el último me da risa XD En serio no estoy hecha para hacer cosas románticas.

¿Qué tal? ¿Les gustó? ¿Muy tonto? ¿Muy cursi? ¿Muy exagerado?

Quería probar en otra área que no fuera tan dramática y por eso este fic será romántico mezclado con un poco de comedia. Espero que les haya gustado el primer capítulo.

La verdad no sé cuándo será la próxima actualización, espero que el lunes, porque mi máxima prioridad es y seguirá siendo "True lies" ^.^

Dejénme sus comentarios de amor/odio en los reviews por favor.

Nos leemos en la próxima actualización  de "K.O." o, si siguen "True lies", nos leemos el viernes.

Bye bye!!


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