By Your Side
Todo el Staff de SHINee al igual que sólo cuatro integrantes del grupo, se encontraban en una incómoda situación en medio del set de grabación de lo que sería su nuevo video musical ‘Why So Serious’.
– ¿No entienden?, ¡No quiero! – Kibum respondía negativamente algo ya alterado por tener que repetir las mismas palabras en los últimos 10 minutos pasados – ¿Es tan difícil comprender que sin él no pienso grabar ningún video? – concluyó para luego hacer el ademán de retirarse, desapareciendo por una de las tantas puertas que lo conducía directamente hacia la salida principal, no sin antes colocarse sus gafas oscuras que traía en su bolso para después acomodar la gorra azulina que llevaba puesta.
Una vez fuera de aquel local tomó el primer taxi que se le atravesó y le indicó su lugar de destino. Durante el trayecto se la pasó contemplando todos los paisajes a través de la ventana mientras su mente andaba en otro lado, tan sumido en sus pensamientos no se había percatado de que el taxista le pedía su dinero correspondiente por la misma razón de que ya se encontraban a las afueras del lugar acordado. El rubio solo atinó a disculparse a la misma vez que le entregaba el dinero y se disponía a salir del auto.
Kibum a pasos lentos se dedicó a entrar a la clínica de aproximadamente diez pisos de altura. Una vez dentro se acercó a la primera recepción que halló mientras una señora de alrededor cuarenta años de edad le brindaba la información que necesitaba.
– Así que habitación 409 – habló Key calmado a comparación de cómo se encontraba media hora atrás, la señora solo asintió con una sonrisa – Gracias – agradeció y se fue a tomar el ascensor que estaba en el siguiente pasillo a la mano derecha como le habían indicado con anterioridad.
Salió de ahí apenas se abrieron las puertas del ascensor y comenzó a buscar con ansiedad el número que le accedieron minutos antes, ojeando cada una de las placas doradas que las puertas blancas poseían, las cuales indicaban el número de habitación.
Sus ojos brillaron al momento que encontró dicho número. Estaba algo nervioso, para qué negarlo. Suspiró para luego disponerse a tocar la puerta, pero antes de hacerlo, guardó sus gafas, y decidió que mejor era entrar sin tocar para de ésta manera darle una sorpresa al otro.
Tomó la manija plateada girándola levemente. Mientras la puerta se abría, Kibum se iba adentrando a la habitación que una vez divisó por completo le pareció de cierto modo espaciosa. Al lado de donde se hallaba parado había otra puerta la cual suponía que era el cuarto de baño y a su costado un closet mediano. Al frente una ventana algo grandecita con cortinas blancas a medio cerrar, en una esquina del cuarto encontró un sofá-cama de cuero marrón. No terminó de hacer su inspección cuando dirigió su mirada a la camilla y sus ojos felinos hicieron contacto con los de cachorro.
– Jjong – murmuró su nombre al momento que sintió su corazón acelerarse.
– ¿Bummie?, ¿qué sucedió? – interrogó el castaño con cierta confusión – ¿No se supone que en estos instantes deberías estar grabando con los chicos? – cuestionó Jonghyun con curiosidad.
– Acaso, ¿no te alegra verme? – demandó el menor con un toque de desilusión en su tono de voz ignorando por completo las preguntas que el vocalista le había hecho.
– No digas eso, por supuesto que me alegra verte, pero sinceramente no entiendo… – desconcertado por la situación, se inclinó de la camilla para poder sentarse y tener mejor visión de Kibum.
Tres días atrás Jonghyun había tenido una cirugía exitosa en su nariz, debido a un accidente automovilístico que felizmente no tuvo peores consecuencias que sólo una simple fractura de nariz, nada grave. Ahora se encontraba reposando, pues el doctor al término de la cirugía le informó que al quinto día recién sería dado de alta no sin antes retirarle las venditas que llevaba en su nariz.
– No lo haré, no grabaré nada si no estamos los cinco, si no estás tú no tiene sentido – argumentó el rubio acercándose a la camilla y mirar de lleno al mayor.
El de ojos de cachorro se sintió conmovido por sus palabras. Lo cierto era que apenas lo vió cruzar por la puerta… todo hermoso ante sus ojos, tan brillante como siempre… quiso levantarse, correr y abrazarlo, aspirar el característico dulce aroma que sólo Kibum poseía, pero sabía internamente que si ejecutaba tal acto todo se complicaría, ya que esto solamente se vería normal al momento de realizar el tan conocido fanservice, así que se abstuvo a hacerlo para evitar generar confusiones.
– Bum~ creo que ésta vez no será posible – comentó entristecido.
– ¿Por qué?, podemos hablar con la empresa para que logren aplazarlo por un tiempo y… – no terminó de hablar por el motivo de que el otro lo terminó interrumpiendo.
– No, sabes que no se podrá ¿para qué insistir? – dijo Jonghyun para luego proseguir – Bummie… tendré que estar al menos dos meses sin hacer esfuerzo alguno, el médico me lo comunicó antes de que llegaras – se lamentó el castaño.
Key no se esperaba esto. No se lo imaginaba. No lograba procesarlo. Eso quería decir que ¿estarían sin él tanto en el video y en las promociones del álbum? Era demasiado.
– ¡No puede ser! – contestó alzando un poco la voz dejando caer su bolso a un lado y sacándose el gorro para lanzarlo a quién sabe dónde – No, Jjong… no – sus ojos felinos comenzaron a aguarse de brillantes lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento.
Al mayor su corazón se le rompió al ver al rubio apunto de querer llorar. No lo pensó dos veces y se paró de la camilla a la altura del otro para atraerlo en un abrazo. En realidad a él también le dolía no ser parte de ésta etapa, pero tenía que ser realista. No podía hacer nada. Lo hecho estaba hecho y sólo debía de dedicarse de lleno a su salud para lograr recuperarse al 100% lo más antes posible.
Kibum no aguantó más y soltó las lágrimas acumuladas en sus ojos mientras escondía su rostro en el cuello del castaño a la vez que se dejaba abrazar por él.
– Tienes que hacerlo Kibum, hazlo por mí – le susurró en su oído sintiendo como el menor temblaba un poquito, tal acción que le hizo sonreír al castaño – Trataré de recuperarme lo más pronto posible para reintegrarme con ustedes y recuperar el tiempo perdido – anunció por último para luego tomar el rostro bañado en lágrimas de Key y empezar a secarlos con sus pulgares – No llores Bum, verás que el tiempo pasa volando, ahora regálame una sonrisa – le pidió mientras que con su mano derecha acariciaba una de sus mejillas.
Un rubor se asomó por las mejillas del rubio que comenzaron a arder ante los toques de Jjong. Perdido ante la mirada de cachorro del mayor sólo atino a asentir y a tratar de darle una de sus mejores sonrisas.
Jonghyun al ver tan indefenso y vulnerable al que llamaban ‘la diva de SHINee’ en momentos como éstos se le hacía la persona más tierna y adorable que haya podido apreciar en toda su vida.
No aguantaba los impulsos de querer besarlo… sus labios bonitos acorazonados lo hipnotizaban, lo incitaban a querer probarlos.
Hasta el día de hoy no había tenido la valentía de poder confesarle lo que sentía. A veces lograba percibir que Kibum se le insinuaba, pero… y si ¿se estaba confundiendo? , o ¿solo eran ideas suyas?, temía a arriesgarse.
Pero en ésta ocasión, simplemente, ya no podía más. Tomó nuevamente sus mejillas adquiriendo suficiente coraje ante la mirada de confusión de su compañero que aún seguía con los ojos brillosos.
– Kibum… perdóname – se disculpó de antemano.
– ¿Qué suce... – Key llegó a la conclusión de que había sido interrumpido de la manera más dulce que haya podido existir en el planeta al segundo que sintió los labios de Jonghyun estamparse contra los suyos. Al principio se quedó estático por la acción repentina del otro pero microsegundos después todo su cuerpo se relajó y cerró los ojos para corresponder y disfrutar de esa sensación que ansiaba desde hace tiempo. Sus manos tímidamente fueron subiendo hasta quedar encima de los hombros del mayor.
El castaño por su parte, sintió como fuegos artificiales en su interior al ver que era correspondido sin objeción alguna. Con más confianza tomó a Kibum de la cintura para atraerlo más hacia su cuerpo al mismo tiempo que el de mirada felina enrollaba sus brazos en su cuello.
Sin embargo, era un poco incómoda la situación debido a las venditas que llevaba Jonghyun, ya que cada vez que se apegaban más, éstas lograban hacerle cosquillas a Kibum quien no evitó sonreír mediante el beso y a la vez romper el contacto pero manteniendo sus brazos en el mismo lugar.
– Me gustas Jonghyun – el Kim menor afirmó jugando con los cabellos castaños – No tengo nada que perdonarte – bajó la mirada un tanto tímido.
– Sunshine… – apodó Jonghyun al menor – también me gustas – pronunció rozando con las yemas de sus dedos los labios rosados.
Kibum alzó la vista encontrándose nuevamente con los profundos ojos cafés – ¿Sunshine? – sonrío tiernamente preguntando el porqué de ese sobrenombre.
– Es demasiado obvio – manifestó, Key enarcó una ceja haciendo un puchero – Tus cabellos rubios… brillan como el sol de cada mañana o incluso más – opinó tocando sus hebras rubias.
Kibum se ruborizó – Eso sonó muy cursi – apenado desenrolló sus brazos del mayor para cruzarlos sobre su pecho, desviando la mirada.
– De ahora en adelante serás testigo de mis cursilerías, porque… – tomó sus brazos para descruzarlos y juntar sus manos con las suyas entrelazando sus dedos – estamos juntos – afirmó dándole un piquito en los labios.
Los labios del rubio formaron una sonrisa y se arrojó a los brazos fuertes de su ya actualmente pareja que lo recibían gustosamente – Hoy no quiero irme, quiero quedarme contigo hasta mañana que te dan de alta – murmuró contra el cuello del moreno que se tensó un poco al sentir su cálido aliento.
– Tienes que regresar Bum~ recuerda que tienen que grabar el video – mencionó el Kim mayor mientras sobaba la espalda de Key y éste al instante se alejó un poco brusco con la mirada dolida hacia el otro.
– Quieres que me vaya – aseguró afligido.
– Ya hablamos sobre eso, – comentó Jonghyun un tanto serio – Bummie, deberías llamar a los chicos para aclarar el asunto, seguramente se encuentran preocupados – mas que recomendación sonaba como a obligación por el tono en que pronunció dichas palabras.
Internamente Key sabía que Jonghyun estaba en lo cierto, así que bufó y se agachó tomando su bolso que había terminado en aquel piso blanco de losetas.
Ante la atenta mirada del mayor abrió su bolso rebuscando hasta dar con el aparato que al manipularlo se percató que tenía bastantes llamadas perdidas al igual que varios mensajes de texto. Abrió por curiosidad un SMS al azar mientras se sentaba en una esquina de la camilla.
De: Taem~
¡Hyung!, ¿dónde estás?, ¿por qué no contestas?, ¡estamos preocupados! ¡Manager hyung nos dió plazo hasta el día de mañana para terminar de grabar el video!
El de rasgos faciales finos se sintió un poco culpable por haber dejado su celular en modo silencio, ni siquiera se le pasó por la mente el colocarlo en vibrador, de todos modos en esos momentos no se encontraba de ánimos para ojear su celular.
Instantáneamente una idea cruzó por su cabeza al igual que se le dibujaba una sonrisa en los labios.
– Estaremos los cinco en el set de grabación – Kibum aplaudía, Jonghyun pensó que a veces el rubio llegaba a ser tan infantil, aunque le encantaba esa faceta suya, no lo negaba.
Tecleó unas cuantas cosas antes de responder el mensaje, dejándolo como estaba anteriormente para evitar cualquier interrupción. Finalmente guardándolo en su bolso marrón.
Key ante la mirada de cachorro interrogante, le tendió su mano derecha al castaño que sin vacilar la tomó para después sentarse al lado del menor quien terminó de explicarle toda la situación.
– Eres increíble Sunshine – Jonghyun le dedicó una de sus sonrisas matadoras que lograban sacar un suspiro a cualquier persona – Ahora no puedo negarme el que te quedes conmigo – habló coquetamente acercándose peligrosamente al menor.
– De todas formas ya me iba – se paró de su lugar haciendo el ademán de irse.
– ¿Esa es tu manera de castigarme? – Kibum rodó los ojos al oír la melosa voz a sus espaldas, girando en sus talones para chocar con la mirada triste de cachorrito que su pareja le mostraba. Kibum se sintió desfallecer.
– ¡Yah! Eres consciente que con esa mirada no puedo negarme a nada – finalizó frunciendo el ceño y con un puchero en los labios.
Jonghyun soltó una pequeña risita para posteriormente acomodarse en la camilla y recostarse sobre ésta. Felizmente no era tan pequeña, sobrado y cabían dos personas, sobretodo Kibum por ser de contextura delgada.
– Ven aquí – el castaño palpó a un espacio libre a su lado. Key algo dudoso, un tanto avergonzado se dirigió ahí –igual, no pensaba dormir en aquel sofá cama- para primero sentarse y deshacerse de su calzado. Pasaron un par de minutos y seguía en la misma posición. Entonces Jonghyun entendió – No me digas, ¿estás nervioso? – lo empezó a molestar.
– ¡N-no! No digas cosas que no son – negó sin enfrentarlo a la cara pues sabía que sus mejillas estarían coloradas.
Jonghyun amaba sus arranques de diva, en realidad le encantaba todo de él. Se inclinó un poco hasta quedar cerca del oído de Key – De acuerdo, pero ven… recuéstate a mi lado – murmuró al tiempo que colocaba sus manos por encima de los hombros del rubio y lo llevaba consigo a recostarse.
Una vez Kibum terminó echado giró la cabeza para esconderse en el pecho del mayor. Él era de esas personas que pocas veces se encontraba tímido o nervioso, pero con Jonghyun las cosas cambiaban aunque en varias ocasiones trataba de ocultarlo y pasarlo desapercibido. Ésta vez, era imposible.
– Relájate Bummie – trató de calmarlo Jonghyun mientras acariciaba sus rubios cabellos y aspiraba su olor dulzón que estos desprendían.
Key con valentía levantó la mirada para toparse de lleno con los labios sexys de su cachorro. No lo pensó y atrapó sus labios con los suyos, siendo su beso correspondido al instante.
El contacto hizo que se relajara completamente. Sus labios encontrándose por segunda vez en el día de la manera más exquisita que pueda existir le hacían olvidar todo lo acontecido. Kibum aún con las venditas rozándole un poquito su propia nariz no le impedía el querer sentir más de Jonghyun, así que se apegó todo lo que pudo insinuándose al castaño que en un dos por tres captó la indirecta.
Apenas Key abrió la boca en pleno beso, la lengua de Jonghyun se coló en su cavidad bucal explorando todo a su paso, embriagándose del sabor único que el menor poseía, tan dulce… tan adictivo. Sus lenguas se conocieron por primera vez y al choque de éstas Kibum sintió una electricidad recorrer su cuerpo entero.
Al separarse lentamente, mantuvieron contacto visual por varios segundos hasta que Jonghyun comenzó a acariciar la suave mejilla de Kibum mientras que él cerraba los ojos por instinto.
– Jjong… – susurró al sentir las mariposas revolotear en su estómago.
– Eres hermoso – alagó Jonghyun a ese ser al lado suyo que se le hacía por demás precioso – Te amo Kibum – confesó sin dejar de acariciarlo y darle un casto beso en los labios.
Al abrir sus felinos ojos, el castaño notó que estos se hallaban brillosos.
– Te amo Jjong – pronunció acurrucándose en los brazos de Jonghyun – Eres mío y yo soy tuyo – concluyó sintiendo sus ojos cerrarse debido al sueño.
– Por siempre – dijo estrechándolo delicadamente entre sus brazos – ahora descansa que mañana será un largo día – finalizó viendo como su rubio bonito se encontraba profundamente dormido.
Verdaderamente el día siguiente sería largo, pero no se quejaba, no. Apenas el doctor llegaría a primera hora y le quitaría aquellas venditas de su nariz para seguidamente ser dado de alta, y con las mismas dirigirse con Kibum al set de grabación. No sería parte de aquel nuevo video, pero al menos presenciaría la realización de éste. Y todo gracias a su Sunshine.
Jonghyun sonrío ante su último pensamiento y besó sus suaves cabellos rubios antes de acompañarlo en el profundo mundo de los sueños.
Fin.