PROV: Ian
Estaba acostado en mi cama, podía escuchar a mi madre gritar afuera de la casa, discutia con la madre de Romeo, como todos los días, pero yo no me iba a mover de la cama, estába abrazando su ropa, la ropa de Romeo, la habia dejado aqui hace unas horas antes de que llegara mi madre.
Mi Romeo me había hecho el amor; simplemente lo nesesitaba cerca de tan solo recordar lo que me había hecho me sentía tan feliz, completo, de mi boca aun ahora salian leves gemidos, tome su ropa, respiré profundamente llenandome de su exquisito aroma, baje mis manos a mi miembro y comencé a masejearlo lentamente.
-ahh..Rom...mmmeo..nnhhh...-gemia levemente...
2 años antes...
Estaba en las canchas de gimnasia.
- Vamos niñita, ¿es todo lo que puedes hacer?- recibí otro golpe de su parte, ya tenia unos moretones en mis ojos, casí del mismo morado que los moretones, mi cabello blanco, la piel blanca de mi rostro tenia manchas de sangre, mis labios rosas estaban adornados por el carmin de la sangre que embullia de ellos, mi nariz, estaba rota, tambien escapaba este liquido carmesí a chorros, mi cuarpo estaba fallandome, me habia estrellado a la pared varias veces haciendo que mi cabeza me doliera de una manera extraña, con ese ultimo golpe caí al suelo, ya no habia nadie en la escuela, solo el y yo- Ja, eres muy debil... pareces una muñeca- decía mientras pateaba mi estomago cruelmente, escupia sangre, pero solo era la de mi boca por suerte no venia de adentro de mi estomago, finalmente escupio a mi cara y se fue sin mas que decir.
Cuando estube seguro de que ya no habia nadie ahi, me puse a llorar, realmente odiaba que me hiciera eso, lo odiaba y lo peor era que yo no tenia la culpa, era culpa de nuestros tatara abuelos que me odiara, si, nuestras familias eran enemigas, yo no tenia la culpa de que ellos hayan tenido problemas en el pasado, como pude me levante, realmente me sentía muy mal, regrese a casa cojeando, dar pasos bien me dolia mucho.
Entre a casa y como siempre estaba mi gatito esperandome, mamá nunca estaba al igual que papá, de hecho ellos casí no me prestaban atención, en ese momento papá estaba de viaje y mamá regresaria hasta el día siguiente, me acosté en mi cama, por suerte ese día no tenia tarea, tenia un poco de miedo, ya que aquel chico Romeo, el que me golpeo vivia justo enfrente de mi casa, a veces cuando no estaban en casa mis padres iba y me hacia cosas asquerosas, me humillaba, no se de donde sacaba artefactos sexuales y los ocupaba con migo, vibradores, condones, lubricantes y finalmente todo terminaba en un coito con el, era horrible, con el paso del tiempo me fuí acostumbrando, pero, aún asi me aterraba la idea de que ese día fuera, no queria verle la cara de nuevo y mucho menos que me volviera a humillar, me levante y fui al baño, mi nariz espues de todo no estaba rota, solo estaba inflamada, me limpié y me bañé, tenia sangre en too el pecho, toqué mis moretones de mi cara, vaya que dolian.
Escuche que tocaban la puerta, tuve miedo, me asomé por la ventana y ahi estaba, mi miedo se había hecho realidad, estaba parado en la puerta de la entrada, suspire.
-¿Qué quieres?- le grité desde la ventana, el solo sonrió sadicamente y abrio la puerta, inmediatamente corri a cerrar la puerta de mi cuarto con seguro.
_Vamos Princesa no te escondas, entre mas pronto te encuentré, mas pronto acabaremos.- decia desde afuera de mi habitación, era muy rapido- Anda abré.
- "Que mas me queda, no puedo hacer nada, mis padres no estan y no hay nadie que pueda ayudarme, ademas me da verüenza que alguien sepa de esto..."- Abrí la puerta resignado.
- Que lindo de tu parte..- me dijo tomandome de la barbilla y besandome, por alguna razón ya no me desagradaba su toque, pero tampoco me agradaba, me llevo hasta la cama, me quito la ropa lentamente, como si fuese un trofeo o algó así, metio 2 dedos a mi boca mientras lamia mi miembro con desesperación, despues con su lengua mojó mi entrada, haciendome gemir, mi cuerpo respondía traicioneramente ante su toque, subió y besmo mis labios mientras con su mano no mojada apretaba fuertemente mis pezones, jadeaba, en ese instante metió los 2 dedos a mi entrada y comenzó a moverlos.-
-AAAAA- gemí de dolor y...¿de placer?, definitivamente era un gemido de placer puro, tapé mi boca.
- ¿Así que te gusta, no princesa?- decia burlonamente. Puso mis piernas sobre sus hombros y comenzo a introducir su pene en mi entrada; pequeñas lagrimas se asomaban de mis ojos mientras intentaba no gritar, me dolía, cuando entró por completo esperó. ¿Qué le pasaba?, regularmente era brusco y me penetraba a muerte y despiadadamente.
- ¿Puedo moverme?- Dijo escondiendo su mirada entre su cabello castaño, y eso que estaba en sus mejillas era un rubor, que extraño
- S...si...- dijé automaticamente.
Comenzo con un leve movimiento, profundo y delirante, gemia como animal en celo para mis adentros, realmente me estaba gustando... me sentía al mismo tiempo enfermo por estar pensando en eso, miré mi entrada y vi su enorme miembro como salía y entraba, jadeaba y sin pensarlo mi miembro estaba despierto, estaba completamente erecto, el lo tomó entre sus manos y comenzo a frotarlo al ritmo de sus estocadas, no pude resistirlo mas y comence a gemir sonoramente, el me miro y si eso era, una sonrisa en su rostro, se detuvo y me beso, tan tiernamente que sentía que mi alma se iba en ese beso, comenzo a moverse ya un poco mas brusco, jadeaba era delisioso, me sentía en el mismo eden, comenzo a moverse aun más rapido, haciendo que comenzara a perder la cordura.
- Ian....- susurraba mi nombre, me respiraba en el cuello y mordia mi oreja levemente.
- Romeo... ahhhh...mmmm- me saboreba sus besos, sus caricias.
¿Lo estaba disfrutando? Entonces esto ya no era una violación, ¿qué era?, se movio mas rapido y tocó mi prostata, haciendo que la poca cordura que me quedaba la perdiera, gemia descotroladamente su nombre, respiraba rapido, sentía cosas que no sabia que existian.
- Me vengo... me vengooo...- decia
- Corramonos juntos- y asi fue, terminamos al mismo tiempo, fue desquisiante el orgamo.
Salió de mi, mientras yo regularizaba mi respiración, me miró y me susurro algo en el oido... me quedé congelado, el se acomodo el pantalón y salió de la habitación.
Un tiempo despues me quede recordando lo que me dijó y caí en cuenta que se habia enamorado de mi. Sus palabras resonaban en mi cabeza, las palabras "te amo" habian caido de sus labios hacia a mi, era hermoso, pero...
Se había enamorado de su enemigo.