—Eres más dulce que mi tarta—suspiro Aldebaran tomando de nuevo ese salvaje cabello y aspirando ese agradable olor que le hacia perder la razón.

—Soy exquisito—sonrió con suficiencia.

— ¿quieres continuar? —inquirió Aldebaran con voz temblante. Esperando que Milo se relajara.

Milo presto atención a esos ojos negros abrasadores por tenerlo a su merced, se estremecía levemente al vislumbrar tener otro orgasmo.

Porque siempre estuve equivocado y no lo quise ver...

Porque yo por ti la vida daba y todo lo que empieza acaba...

Porque nunca tuve más razones para estar sin él.

Porque cuesta tomar decisiones que se que va a doler...

Porque hoy pude entender que a este corazón simpre lo hiciste

inmensamente triste...

Absordido por el dolor, y sin poder más Camus decide dejar atras al unico amor que ha tenido... no puede apostar más su vida a Milo. Sin embargo, esta historia se vuelve un laberinto. Caotico e inesperado.

ACTUALIZADO: CAPITULO 18. La Gran Pelea.