Resumen: Y allí estaba, alta, refinada en cada uno de sus gustos, vestida de pies a cabeza con ropa de diseñador, no había un solo cabello fuera de lugar, no había una sola arruga en la presuntuosa capa de bruja que tenia, ese cabello rubio largo hasta la cintura llena de pequeños diamantes que formaban una refinada moña platina, su maquillaje era sumamente natural que reflejaba la belleza de sus ojos azul claro, sus uñas largas finamente pintadas, su bolso de Paris, su porte y sobre todo esa careta de indiferencia con todo el mundo como si infra valorara a los demás con una sola mirada.

Si Narcisa Malfoy estuviera viva hubiera estado orgullosa de esa mujer, de la mujer que escogió su hijo, rubia, altanera, hermosa, fría, calculadora, sin algún sentimiento de por medio que no fuera ese pequeño rubio que tenia sujeto de sus elegantes manos, era perfecta para Draco Malfoy, en cada una de sus facciones se veía la elegancia, el porte, la clase, toda una heredera de los Malfoy, toda una excelente esposa, ella era Asthoria Malfoy.