Ahora cierra los ojos e imagina.

Imagina que estás dentro de esa iglesia a la que tus padres te obligan a ir todos los domingos desde que tienes memoria. De pie, en el altar, vistes un traje caro de color negro que, cariño mío, te sienta de maravilla; tu cabello está mucho más corto y fue peinado para la ocasión, no hay ni un mísero vello en tu rostro porque tu madre se ha encargado de ello a la perfección. Te ves impecable, Choi Min Ho, te ves impecable para ella; porque la esperas con su deslumbrante vestido blanco, inmaculado, aquel que representa la pureza que tu pequeña zorrita perdió hace muchísimo tiempo.

Choi Min Ho es, probablemente, el hombre más correcto de la universidad. Criado por una familia donde los principos católicos han sido arraigados desde hace varias décadas, considera que existen muchísimas situaciones en las que pecar está de más. Algún día contraerá nupcias con una hermosa mujer que lo acompañará hasta la muerte, tendrá una gran familia junto a ella y serán muy felices cumpliendo la palabra de Dios.

A Lu Han, toda esa sarta de tonterías le produce náuseas. Él es todo lo opuesto a Choi, vive al límite y tiene una extraña perspectiva de lo que es el bien y el mal. Ha experimentado una vida llena de vicios desde mucho antes de comenzar la universiad y no se arrepiente de ello, todo lo contrario. 

En esta ocasión, cuando el blanco y el negro se juntan, no debería dar como resultado un nuevo color. Porque ambos son demasiado distintos para volverse uno y, por ende, su convivencia solo puede acarrear tragedias, solo puede traer pecados.

Pero a Lu Han no le gustan las tragedias. Si tuviese que elegir sobre qué hacer su próximo ensayo de Argumentación, daba por hecho que escogería escribir acerca de pecados. 

Escribamos pecados, no tragedias. 

Pareja principal: 

• HoHan/LuHo (Minho y Luhan).