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La canción de los árboles por lizerg_chan

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Notas del capitulo:

 

 

Siento la demora, espero les guste nn

 

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimoto-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión

Parejas: SasuxNaru.

Advertencia: Este es AU (Universo alterno) Contiene Yaoi, Tragedia, Lemon.

Beta: Usarechan

 

Aclaraciones:

 

Hadas Holdas: (también conocidas como werre en Alemania) favorecen con su ayuda a los hogares de las personas que ellas opinan que se lo merecen. Son leales y laboriosas.

 

Los duendes: Los duendes son, sin duda, los seres mágicos más representativos del elemento tierra. La palabra duende, proviene del vocablo árabe 'duar' que significa 'el que habita' y hace referencia a un pequeño ser cuyo interés es realizar travesuras en los hogares. Se le atribuye a los duendes conocimientos de tesoros mágicos y conjuros.

La tradición afirma que los duendes son totalmente impredecibles. A veces algo tímido y silencioso. Sin embargo, cuando buscan molestar a los humanos pueden ser ruidosos y, según cuentan las leyendas, jugar bromas muy pesadas.

En general, los duendes son seres divertidos y benévolos, aunque hay varias excepciones...

Duendes de los espacios verdes: Algunos duendes prefieren jardines, granjas, campos o bosques. En estos casos, se les atribuye la misión de cuidar de plantas y animales.

 

 

 

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Capitulo 3.- ¿Enamorado?

 

 

El pobre rubio estaba apunto de un paro cardiaco, ¿Acaso el encierro lo había vuelto loco?

La pequeña hada miró al rubio y luego al azabache; quien tenía una expresión molesta en el rostro.

 

El hada se sintió apenada y temerosa; no era bueno hacer enojar al azabache, podrías terminar en muy malas condiciones.

 

-Lo siento mucho, Sasuke -se disculpó escondiéndose detrás de Naruto.

-¡¿Tú puedes verla?! -Naruto casi gritó sin poder salir de su asombro aunque algo más tranquilo.

-Por supuesto que Sasuke puede vernos -aseguró Sora, aun escondida de las miradas asesinas del azabache.

-La pregunta es: ¿Cómo es que tú puedes vernos? -habló un hada holda.

-Dyfde -habló Sora colocándose al lado de la holda. Ella le sonrío a su amiga, para luego dirigir su atención al rubio.

 

Era un hada de hogar, medía cerca de treinta centímetros, lucia un traje de cuerpo completo acampanado en las mangas y borde de las piernas color blanco y teñido en las orillas de estas en azul claro, además tenía un bordado de una rosa azul en la pierna izquierda, sus ojos eran dorados, al igual que su cabello, que le llegaba a la cintura; sus dos pares de alas eran traslucidas y emitía pequeños destellos de brillo color blanco.

 

-Dime cariño... -aquel apelativo hizo que el rubio se sonrojara y el azabache frunciera el ceño -¿Alguna vez sufriste algún accidente o suceso traumático? -Naruto asintió, confundido por la pregunta. Cuando tenía diez años había tenido un accidente que casi le cuesta la vida; esas marcas en sus mejillas eran consecuencia de ese día.

 

-Eso lo explica -dijo Dyfde con voz calmada -. Cuando un humano sufre algún evento traumático o estuvo apunto de morir; en ocasiones son capaces de vernos -aclaró al notar la confusión del rubio.

-¿Tú también sufriste algún accidente? -le preguntó Naruto a Sasuke, ocasionando que todas las hadas soltaran una risita.

-Sasuke no es un humano -habló Hana entre risitas -. Él es el espíritu de este olmo.

 

Naruto estaba experimentando su segundo intento de infarto, ¿Es que acaso todos ellos eran productos de su imaginación?

 

No pasó mucho tiempo antes de que Naruto se olvidara del pequeño detalle y se hiciera amigo de las hadas. Hablaron, rieron y jugaron; por un momento el rubio se olvidó de todo: su enfermedad, sus padres, todo, solo existían Sasuke y sus nuevas amigas. Pasaba de la media noche cuando el ama de llaves lo llamó para que entrara.

-Nos veremos la próxima luna llena Naruto -dijeron las hadas para después darle un besito al rubio.

 

Naruto no entendía eso; pero no tuvo tiempo de preguntar, pues el ama de llaves ya había ido por el.

 

-Pobrecillo -habló Dyfde en tono melancólico -. Tener que sufrir el abandono de sus padres y encima tener que vivir con la angustia de saber que su vida disminuye con cada respiro.

 

Sasuke miró al hada algo confundido. Sabía que Naruto estaba enfermo, pues la lechuza se lo había explicado; lo que no se esperaba era lo que el hada doméstica le había dicho. Que crueles eran los humanos.

 

El viento sopló jugando con las hojas del olmo; llevando consigo las voces de otros árboles que se combinaban en una hermosa canción.

 

Sasuke había desaparecido nuevamente; por alguna razón se sentía extraño, quería ver a Naruto nuevamente, estar con él, besarlo, amarlo... ¿Amarlo? No. Él era un espíritu de la naturaleza, era imposible que él pudiera tener esa clase de sentimientos.

 

 

Había pasado una semana desde aquel día; aunque Naruto ya no había vuelto a ver a las hadas, si veía a Sasuke; con él solía pasar la mayor parte del tiempo y solo regresaba a la casa cuando llegaba su médico o era hora de dormir.

 

-¿Por qué esa cara larga? -le preguntó la lechuza al azabache, sin embargo él no le respondió, tan solo se dedicó a observar el hogar del rubio -. Ya debe de estar dormido -mencionó el ave al darse cuenta -. Cuéntame lo que te sucede...

-Nada... -dijo secamente, desapareciendo pocos segundos después, dejando al ave muy preocupada.

-Sabes que puedes contarme lo que sea, Sasuke -dijo antes de emprender el vuelo para ir a cazar.

 

Aunque la lechuza era sabia; Sasuke estaba seguro que no podría ayudarlo, pues no lo entendería. Ella pertenecía a los cielos y era libre de ir a donde quisiera, en cambio él estaba condenado a permanecer en un mismo lugar; ni siquiera era capaz de tocar al rubio sin traspasarlo. Era un simple espíritu condenado a estar solo.

 

-Sasuke, Sasuke -lo llamó un pequeño ser, vestido de verde, de gran nariz y orejas puntiagudas, poseía además una larga barba blanca y arrugas, llevaba consigo una pequeña lámpara y un pico -. Sé que me estas escuchando árbol engreído e insensible, aparece de una vez que no tengo toda la bendita noche.

 

Enojado por no recibir respuesta; el duende tomó su pico para con el, golpear el tronco -sin lastimarlo realmente -, para llamar la atención de este.

 

-¿Qué? -gruñó el azabache con molestia.

 

El duende regañó al espíritu; diciéndole que apenas era un joven de cien años y ya se comportaba como un anciano gruñón y cascarrabias. Sasuke refunfuñó molesto, dedicándole una mirada de absoluto odio.

 

-Guarda tus miraditas "matadoras" para otro -dijo el duende con molestia -. Anda, terminemos de una maldita vez para que pueda irme y tú puedas regresar a "tontolandia".

 

Sasuke tenía ganas de decirle algunas cuantas maldiciones a ese molesto duende, pero sabía que solo sería una pérdida de tiempo.

 

El duende se llamaba Beld; era de los pocos que conocían a Sasuke desde su nacimiento. Su trabajo consistía en cuidar de las plantas y animales.

 

-¿Qué es lo que te sucede, retoño? -le preguntó Beld sin descuidar su labor. Sasuke gruñó molesto ante el apelativo -¿Es por ese humano? -el azabache lo miró sorprendido, aunque sin demostrarlo, ¿Cómo demonios lo sabía? -. Sora me lo dijo.

 

El espíritu gruñó nuevamente; cuando viera a esa hada bocona la estrangularía. Beld dejó de hacer su trabajo; se recargó en su pico a modo de bastón.

 

-Así que... ¿Te gusta? -le preguntó con cierto tono pícaro.

-No digas tonterías -gruñó ligeramente sonrojado -. Yo no soy un estúpido humano, no puedo tener sentimientos.

-En eso te equivocas, retoño -dijo el duende en tono serio -. Todos los seres: humanos, plantas, animales y seres mágicos; poseen sentimientos y pueden enamorarse -sonrió paternalmente -. Incluso pueden surgir sentimientos hacía otros seres. Así como hay hadas que se enamoran y casan con mortales; también puede suceder que un espíritu de un árbol y un humano se enamoren.

 

Sasuke no pronunció palabra alguna; estaba confundido, muy confundido. Poco a poco se fue sumergiendo en sus pensamientos, tratando de analizar lo que sentía, ¿En realidad podría estar enamorado?

 

-Vendré a visitarte pronto, pequeño retoño -dijo el duende una vez terminó su labor -. Presiento que me necesitarás más adelante -mencionó, aun sabiendo que Sasuke no lo estaba escuchando.

 

 

Continuará...

 

 

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Lizerg-chan: Hola!!! Espero les gustara el capitulo n-n


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