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a quien mas quiero. por yaii

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Notas del capitulo:

a los que no saben... umm Shion es la q aparec en una de las peliculas de naruto, y le pide matrimonio xD~...

LEmoN...

 

El rubio fue lo más rápido que pudo a su casa, agradeciendo que solo se encontrara la servidumbre, llego hasta su cuarto y se despojo de su ropa entro a su closet tomo unos jeans azul aqua skinny, se puso unos Vans blancos con diseño de cráneos negros luego una correa negra y una camisa blanca y se la remango a 3/4. Se vio en el espejo y salió de la casa, esta vez tomo uno de los carros de la casa, el tenia licencia de menor, pero trataba lo menos posible de depender de los Namikaze. Tomo uno de los que más usaba Deidara, un Mercedes benz clase-E coupe amg, blanco.

Apenas llego al edificio indicado, se parqueo y llego hasta la recepción. Donde una joven se le quedo viendo como lo hacía cada vez que el joven iba, pero hoy se veía más guapo.

-Disculpe, sabe donde podría encontrar al Sr. Itachi- pregunto decentemente.

-sí, suba hasta el piso 15, cuando salga del ascensor a su derecha al fondo- indico algo extrañada ya que el chico parecía que conociese muy bien las instalaciones porque le veía ir mucho.

-Gracias- hizo lo que le indicaron y no noto que cuando salió de ascensor unos segundos después un rubio entro en el que estaba justo al lado. Se fijo que no había nadie en el puesto de secretaria de aquella oficina, donde la puerta llevaba una placa dorada “Vice-presidente” se sorprendió, pero decidió tocar y le invitaron a pasar.

-paso algo?- pregunto sin despegar la vista de la laptop, al no recibir respuesta de la que pensó seria su asistente levanto la vista encontrándose a un apuesto oji-azul.

-e-es solo q-que se me olvido…- dijo nervioso. Y el otro se levanto de su asiento.

-que se te olvido?- pregunto curioso.

-c-cantar… ayer n-no cante- se sentía como tonto, pero no tenía una mejor excusa que dar, ya que simplemente quería verlo.

-ya comiste?- pregunto de repente y el otro negó.

-perfecto, vamos- el rubio le halo un poco la leva y el otro volteo antes de salir. –aquí no es el mejor lugar para nada- dijo algo serio. –vamos-

-lo siento…- apenas saliendo se toparon con un hombre que emanaba autoridad y algo de brusquedad, de pelo marrón.

-voy saliendo, no volveré por hoy- hablo el de pelo largo.

-Itachi… tienes responsabilidades aquí-

-lo sé, y las de hoy las he terminado, si me disculpa me retiro- el mayor le miro severamente y se retiro. Y los dos más jóvenes se fueron, por su lado.

-era tu jefe?- quiso saber.

-sí, es el presidente- salieron del local –dame un segundo que llame al chofer-

-no te preocupes, vamos en mi carro- dijo el menor guiando al otro.

-que te gustaría comer?- entraron en el auto y comenzaron a andar.

-Ramen- dijo con una sonrisa.

-perfecto, conoces el restaurante Ichiraku?- pregunto.

-Claro!, es el mejor dattebayo- el menor condujo hasta dicho lugar.

Se sentaron en una mesa uno frente al otro. El rubio no vaciló en enredar sus piernas con las del mayor, quien no hizo nada al respecto, su rostro tampoco cambio. Al mayor le sonó el celular.

-si?, ah cierto… no, los paso a buscar yo, haz lo que tengas que hacer, perfecto, Konan ya hablamos de eso, está bien, adiós- el rubio le miro interrogante. –lo siento, era mi esposa, recordándome que debo buscar a mis hijos- dijo sincero, el rubio sintió que le apretaron el corazón, bajo la vista, pero no hizo más que ponerle más fuerza al contacto de sus piernas

-y-ya veo… a qué hora salen?- pregunto.

-en unas 2 horas- hablo mirando el menú.

-te parece si te llevo a buscarlos?- le miro esperanzado y el otro asintió. –cuantos años tienes?- pregunto curioso.

-21- contesto.

-no eres muy joven para tener esposa e hijos?- pregunto incrédulo y luego reparo. –l-lo siento, no tienes que contestarme…-

-no me importa… la verdad lo soy, apenas nos graduamos del colegio y nos casamos porque se embarazo, tenemos 2 hijos, uno de 3 y una de 2 años- dijo dándole su orden seguido por el rubio a la camarera.

-los debes amar- dijo con algo de dolor.

-a mis hijos… claro, aunque ellos existen por el amor que le tengo a mi hermano- dijo mas para sí.

-que quieres decir con eso?- dijo dudoso el menor.

-no te preocupes, digamos que yo y Konan estamos juntos por conveniencia- dijo viendo un poco de angustia en los ojos del otro. –No la amo- aclaro.

-n-no es como si me interese- dijo el rubio soltando el agarre de sus piernas y privando en interesante.

-te quedaras conmigo esta noche?- pregunto el mayor poniendo su mano sobre la del otro, derritiéndose en ese instante. –me dejaras hacerte el amor bajo la luz de la luna?- el rubio se puso rojo como un tomate (se fundió Naru-chan xD).

-e-es eso lo único que te interesa?- pregunto nervioso con la vista baja.

-no… pero no esperes nada de mí- dijo tranquilo mirándolo con ternura.

-cuando dices “nada”, a que te refieres exactamente?- les llevaron los tazones de ramen y las bebidas.

-cuando me refiero a “nada” es a nada- sentencio y el menor sonrío. –eso te hace feliz?-

-me alegra que pongas los puntos claros- no es que estaba conforme, pero si iban a ser amantes, o lo que sea, prefería estar preparado para las cosas. El rubio entendió ese “nada” como amor. –aun así… puedes esperar “mucho” de mi- no pregunto solo lo dejo claro.

-eres raro- dijo comiendo elegantemente. –Pero eso me gusta- el rubio sonrío abiertamente ante tales palabras. Provocando cosas en el otro que escondió.

Terminaron de comer y se dirigieron a la escuela inicial a buscar a los menores, ambos se apearon del carro. Entraron y esperaron bajo un gran árbol.

-No tienes que ir a buscarlos?- pregunto el rubio.

-ellos vendrán, ya verás- le sonrío al tiempo que la campana sonó. Unos minutos pasaron y se veía a todos tipos de niños jugando y siendo recogidos por sus tutores. Dos cabecitas se asomaron por una pared. El rubio los noto. – Ves- le miro de reojo, para pasar a agacharse y extender sus brazos abiertos hacia delante.

-Oto-san!!- gritaron dos pequeños corriendo hacia el mayor, abrasándolo y siendo cargado por el mismo.  El que más grande tenía el pelo negro y ojos azules, mientras que la niña tenía el pelo azul y los ojos negros, ambos blancos pálidos y de grandes ojos.

-como les fue?- pregunto animado.

-bien, hoy la Sensei me enseno a multiplicar- dijo el menor.

-sí que eres inteligente- le felicito.

-sip, mi hermano va muchooo mas avanzado- dijo la menor moviendo sus manitas.

-que tal tu pequeña?- quiso saber.

-m-me estoy esforzando- sonrió.

-hoy un amigo nos acompaña- dijo enseñándoles al rubio quien se sonrojo.

-h-hola dattebayo- saludo.

-zorrito- dijo la chica.

-parece un zorrito- acompaño el otro. Y así le terminaron apodando.

Itachi le guio en el camino hasta llegar a un restaurante, el mayor hizo una llamada, y unos instantes después una belleza salió del establecimiento, pelo azul por los hombros, una rosa blanca lo adornaba, un abrigo blanco por arriba de las rodillas, y zapatillas de tacón, ojos igualmente azules, “un ángel” pensó el rubio.

-Konan, te los traje- los niños se apearon con la ayuda del “zorrito” llegando a donde la mujer y tomándole de la mano.

-Gracias, había quedado con Yahiko y se me paso que hoy me tocaba- dijo seca.

-no hay problema, entonces, adiós- Naruto se quedo analizándolos, ambos eran muy fríos y serios por lo que veía.

-Itachi- le llamo.

-mándale saludos de mi parte- no volteo, solo se despidió con la mano, entraron al carro y partieron.

-es muy hermosa- dijo sincero.

-lo es… que te gustaría hacer?- Itachi cambio el tema.

-vamos a la playa- el otro rio pero no se negó. En eso le suena el celular al menor. –mochi mochi?... ah sí, no lo sé, creo que no volveré esta noche, de acuerdo, arigato Aniki- cerro.

-tienes hermanos?- pregunto.

-se podría decir que dos, uno mayor y una menor- dijo. –y tú?, solo tienes uno?-

-sí, es un baka… pero es a quien más atesoro, aunque él no lo sepa… es un testarudo-

-porque no se lo dices- le miro de reojo pues estaba manejando. –que lo quieres-

-no solemos ser expresivos en mi familia… prefiero que el piense lo que quiera- dijo viendo por la ventana.

-con tus hijos eres más vivaz- dijo el otro con una sonrisa.

-no quiero que crezcan como lo hemos hecho yo y mi hermano, te habrás dado cuenta que mi esposa es igual, aunque con los niños somos diferentes porque entendemos lo que es la soledad- hablaba sin despegar la vista del paisaje, ya se podía ver el mar ya que solo quedaba a 1 hora y 20 minutos de la ciudad adónde iban.

-ya estamos llegando- entro por una callecita hecha de caliche, parqueo el auto. –Hay que caminar un poco- Itachi le siguió los pasos pasando por unos matorrales y llegando finalmente a la playa, parecía más una pequeña bahía virgen, solo estaban ellos, ni siquiera pareciese que fuese antes “invadida” por personas. –este sitio me lo enseño un amigo, es bello-

-el amigo o la playa?- pregunto burlón.

-la playa!!- dijo rápidamente. –Aunque no es que Gaara se vea mal- dijo pensativo.

-y a que vinieron?- curioseo.

-pues a pasar el rato- el rubio se sentó cerca de la orilla. –el no confía en muchos, pero conmigo es de las pocas personas con quien se puede desahogar, así que me enseño su “escondite”- el azabache copio el acto, pero posicionándose tras el rubio con cada una de sus piernas a un extremo del mismo.

-pareces que tienes una chispa para que confíen en ti- pensando en que el mismo se abría con el joven aun siendo literalmente un extraño más de lo que con nadie. –Lo que no hiciste ayer… hazlo hoy- le hablo en el oído, provocando que el otro se pusiese nervioso.

-q-que te gustaría que cantase?- quiso saber.

-ummm, Sinfonías del silencio- el rubio se apoyo del pecho del mayor luego de aclararse la garganta.

Dejo mis cartas sobre la mesa
Dejo en tus labios la intención
Dejo esta inútil, vaga y triste evocación al viento
Sumando páginas a la intuición voy cediendo

Quiero llevarte ahí donde yacen las sombras
Perdidos tu y yo beso a beso

Cantaba mientras miraba el mar que estaba algo agresivo, sintió como apoyaron una cabeza sobre la suya y le tomaban de la mano.

Quiero escuchar las sinfonías del silencio
Perdidos tú y yo beso a beso

Baja la noche entre las calles, cambian de color las miradas
Ya las campanadas de la Catedral no suenan a las seis como siempre
¿No te es suficiente con escucharme?
Quiero tatuarte hasta en mis venas

Estaban cómodos, era como olvidarse de todo lo demás, querían estar así, ambos… el cielo se estaba oscureciendo y se escuchaban truenos, pero le restaron importancia.

Quiero llevarte ahí donde yacen las sombras
Perdidos tu y yo beso a beso

Quiero escuchar las sinfonías del silencio
Perdidos tú y yo beso a beso.
(sinfonias del silencio - Bocatabu)

-no has pensado dedicarte a cantar?- pregunto Itachi al otro terminar.

-cuando viene a ser sobre cantar me da un miedo escénico horrible- dijo el rubio algo mareado nada mas de imaginarlo.

-pues delante de mi cantas sin problemas- dijo sorprendido.

-e-es que por alguna razón contigo es diferente…- dijo apenado.

-me besas?- pregunto de repente. El rubio volteo dudoso, y el mayor rio al verle la cara. –tienes miedo?- pregunto y el otro negó con la cabeza antes de bajarla.

-e-es que eres demasiado directo… tan extraño- levanto la vista y con ambas manos toco el rostro del mayor, su frente, cejas, ojos, pestañas, nariz, buches, labios, la barbilla, unas cuantas veces, como si estuviese moldeándolos y no quisiera echar a perder tan perfecto trabajo. El peli-negro se mantenía con los ojos cerrados, incluso luego de que el otro alejara el tacto.

Sintió algo húmedo rozar sus labios, así que simplemente abrió la boca dando paso a aquel musculo bucal, con el cual jugo, paso sus piernas sobre las del rubio pegándolo más a él, quien paso sus brazos por el cuello del más alto dejándose dominar completamente. Unas frías gotas comenzaron a chocar contra ambos cuerpos. Su labio inferior era mordido, para el mismo pasar luego a succionar la lengua del mayor, los besos no eran como los de hace un día, mostraban coordinación y más confianza esta vez.

-ah, estamos empapados…-dijo el azabache al tocar la espalda del menor y notar lo mojados que estaban.

-vamos a otro lugar- le volvió a besar. –Si no pescaremos un resfriado… además, q-quiero más- unos labios lo callaron.

-que quieres?- pregunto deseoso. Luego de morder suavemente el tostadito cuello.

-ha, t-todo!- el azabache al escuchar esto se paro inmediatamente de la arena, ayudando al otro.

-que no se diga más- le cogió las llaves del auto a Naruto y condujo devuelta a la ciudad, llegando a una torre.

-aquí vives?- pregunto horrorizado el menor, porque estaba consciente de que el otro le seria infiel a su mujer, pero no apoyaría eso si es en una casa de familia.

-no, este apartamento es mi espacio personal, o mi “escondite” secreto si así quieres llamarlo- el menor soltó un suspiro.

-ya veo…- subieron al ascensor hasta el 8vo piso. Era un piso por apartamento. Abrió la puerta de la casa con una clave. –no crees que es mucho espacio para ser solo un sitio de pasa tiempo?- pregunto con algo de lógica.

-que te parece vivir aquí para que no esté solo y yo venga más?- pregunto repentinamente mientras prendía las luces, y el aire central.

-n-no bromees así… - dijo con el corazón estúpidamente esperanzado.

-que tal darnos un baño caliente?-

-y-yo iré primero…- dijo avergonzado y el otro rio. Le tomo de la mano y lo guio a la ultima puerta luego de pasar por un living, estudio, y más puertas cerradas.

-este es el cuarto principal, úsalo a tu antojo, encontraras todo lo que necesitas aquí, que no te de pena usar mi ropa- le dio un rápido beso en la mejilla y salió al otro cuarto para el también asearse.

El rubio entro al baño y se despojo de la húmeda ropa, rebusco en los cajones encontrando en uno de ellos una enema, lo miro dudoso, si iban a hacer “todo” hoy, no quería que fuese desagradable, se quedo unos instantes más viéndolo, lo más inteligente seria usarlo, abrió la cajita y saco el contenido, respiro profundamente mientras se echaba hacia delante y se penetraba por primera vez con algo, exprimió el agua, que de una vez tenía ganas de sacar pero debía durar un tiempo con el adentro. Vio su reloj de mano y se sentó rápidamente en el excusado. Terminado todo el asunto (xD) el rubio se entro a la tina que ya rebosaba de agua caliente. Se limpio cada parte lo más que pudo, al terminar se puso una bata de baño y cuando salió se encontró al azabache de igual manera sobre la gran cama.

-te tomaste tu tiempo- dijo riendo.

-baka- respondió desviando la mirada avergonzado. El oji-negro golpeo suavemente la cama.

-querías “todo” no?, ven aquí- dijo con una sonrisa de lado, por alguna razón ese acto le recordó a su mejor amigo Sasuke, pero ese pensamiento se esfumo al este llegar a dicho lugar y ser acorralado por el mayor. –eres virgen?- pregunto al ver al otro temblando.

-solo he tenido sexo con chicas- confeso.

-así que seré tu primer hombre?- pregunto feliz. Y el otro asintió. –También serás el mío- dijo sincero como siempre lo era con el oji-azul.

Se acerco a los tiernos labios que estaban ahora bajo el besándolos con pasión, aun cuando no se quería apartar de ellos le era inevitable, quería devorar al rubio, así que entre besos bajo al cuello donde dejo varias marcas de besos y mordidas, escuchar los pequeños quejidos de gusto del otro le encantaba, le desato la prenda haciendo temblar un poco al de abajo, le lamio amabas tetillas parándolas en el instante, jugó con ellas un poco mientras bajaba a besar el vientre del rubio, quien trato de tapar su excitación pero sus manos fueron retirada sin dejarle opción.

-n-no me veas…- dijo con claro nerviosismo, ya que el cuarto no se encontraba a oscuras.

-quieres que apagues las luces?- el menor asintió y este las apago con un control que tenía cerca. –así esta mejor?-

-sí. Ah- el tacto de las frías manos del mayor al separarle las piernas le hizo estremecer.

Itachi paso sus largos dedos por el miembro del menor, depositando algunos besos allí, el otro se mantenía con los ojos cerrados, agarrando las sabanas con fuerza y limitándose a sentir, algo cálido se apodero de su hombría que fue succionada deliciosamente, tomo la cabellera azabache para imponer un ritmo, soltando el pelo sin querer en el transcurso.

-ahHan, i-Itachi… ha, y-ya…- el mayor  detuvo las succionadas ante esto y paso a masturbarlo viniéndose el otro en su mano.

El rubio se reincorporo acorralando esta vez al otro, no quería ser el único que recibiera ese tipo de trato, le desato la única prenda,  se acerco a besarlo, con lujuria y deseo, lamio todo el bien formado cuerpo con cuidado de no marcarlo, hasta llegar al pene del mayor, definitivamente era una brusquedad a su parecer.

-no tienes porque hacerlo- le dijo el mayor con una risita al ver como el otro lo tocaba a ver si era real.  Escucho un reproche y luego como una boca lo engullía y una lengua jugaba con él. El rubio sintió unas frías manos sobre su cabeza haciéndolo tragar más de aquella extensión de piel. –relaja tu garganta y trata de tragarlo con cuidado- le dijo la grabe voz, ya que notaba sus dificultades, y el oji-azul así lo hizo, sorprendiéndose el mismo de lo mucho que podía caber en su boca. –ah, umm… y-ya está bien, no t-te fuerces- el rubio no se detuvo y paso a masturbarlo a la vez que jugaba con la punta del palo, hace un rato había saboreado el pre-semen del mayor, así que no tardaría en llegar, -ahh- la semilla paro en el rostro del menor.

-me pasas un pañuelo?- pregunto algo avergonzado, al mayor solo le recorrió una gota por la sien antes de pasarle algunos clínex. De paso tomo un lubricante que pidió en la farmacia en lo que el rubio estaba en el baño, se lo unto en los dedos.

- podrías voltearte- pidió el mayor, poniendo más nervioso al otro que hizo lo pedido poniéndose en 4.

Acaricio la entrada del menor antes de introducir su dedo índice derecho suavemente, el rubio respingo un poco, pero no hace mucho se había puesto un enema que fue más brusco, entraba y sacaba el dedo, para pasar a meter un segundo y comenzar hacer movimiento de tijeras, era verdaderamente incomodo para el menor, pero trataba de no darle mucha mente, un tercer dedo se hizo presente ensanchando y dilatando lo suficiente aquella sensible parte, el rubio soltó un pequeño gemido, ya era un poco más placentero.

-estás listo?- pregunto el mayor.

-s-si- respondió entrecortado, el azabache se puso un condón.

Tomo por la cadera al que se encontraba ofreciéndole su ya no tan virgen parte,  con otra mano tomo su pene y lo comenzó a penetrar pasivamente, para que el otro se vaya acostumbrando a tal intromisión. Apretado y caliente se sentía mas que bien.

-no te pude hacer el amor bajo la luna- estaba cayendo un diluvio. –p-pero hay otras formas de sentirte cerca de ella- saco casi por completo su virilidad y penetro un poco fuerte sacando un gemido de ambos labios, y unas lagrimas de unos azulejos ojos.

El azabache se pego al cuerpo que reposaba sobre la cama aferrándose de las sabanas y se mantenía arrodillado con el trasero al aire. Besando su nuca y pellizcando los pezones el vaivén de las embestidas se hicieron presente junto a los gemidos de placer. El rubio sentía las finas hebras del pelo del mayor chocas contra su cuerpo.

-AAAH… j-justo,, ah ahí- pidió el zorrito y fue complacido, el mayor tomo el pene del rubio masturbándolo a la vez que lo profanaba. Arqueo su espalda al venirse apretando el palo del otro provocando que lo siguiera en el acto.

El azabache lo volteo sin salir de él aun tomo las piernas del otro con sus brazos, y mientras lo besaba desesperadamente comenzó a moverse nuevamente, sintiendo el rubio como el miembro del mayor se ponía cada vez más duro y grande por cada embestida, lo atrajo hacia él, gimiendo de placer en su oído, llego hasta los labios del mayor besándolo mientras lo abrazaba.

-Aah…- se vinieron por segunda vez en unísono, sus agitadas respiraciones era lo único que se podía escuchar al tratar de ser regularizadas.

-eres bueno para ser tu primera vez con un chico- le felicito Naruto.

-jaja, que sea mi primera vez, no quiere decir que no lo haya hecho anal con chicas, además también soy hombre y sé lo que nos gusta- explico mientras prendía nuevamente las luces. –nee, cuantos años tienes?- pregunto sorprendiendo al otro.

-17- contesto vio como el mayor se tapo los ojos con su ante brazo. –qué?-

-me podrían llevar a la cárcel si supiesen- dijo dramático.

-entonces me debo alegrar que nadie lo sabrá?- pregunto sentándose sobre la pelvis del mayor, retirándole la mano de la cara. Cuando se iba acercando sonó su celular. –Dios!- se paro tomando la bata de antes y poniéndosela, entro al baño y busco en el bolsillo del pantalón.

*LLAMADA*
-no piensas venir?- pregunto al notar que contestaron.
-Neji… b-bueno es que las cosas por aquí se complicaron…- dijo sin saber que exactamente explicar.
-bueno no hay nada que se pueda hacer… estuve pensando, que piensas de Sasuke?- pregunto repentinamente.
-p-pensar?, es antipático con todos, pero yo le conozco desde hace tiempo, es buen amigo-
-no te estaba hablando de ese “tipo”… pero está bien, olvídalo- dijo con un suspiro pesado, Naruto escucho unos fuertes tosidos provenientes de la habitación.
-lo siento, luego te llamo- tranco.
*FIN DE LLAMADA*

-pescaste gripe?- pregunto llegando tras del azabache que se encontraba sentado en una de las orillas de la cama. –e-espera… estas bien?!- pregunto preocupado al verle la mano con sangre. Volvió a toser, el rubio noto que salía de su boca.

-estoy bien, no te preocupes…- se paro y entro al baño, se lavó las mano y la boca. –maldición- le dio un fuerte golpe a la pared. Tomo aire y salió.

-Itachi… porque?- quiso saber el menor.

-un vez soné que era un ser inmortal… te imaginas?- ignoro la pregunta de antes, hablaba mientras caminaba a una de las ventanas. – me pregunto porque nos aferramos a los sueños, alguna  vez te has tirado en para caídas?- volvía a sacar temas incoherentes, se volteo a ver al menor, se fijo en su cara de preocupación y le sonrió dulcemente. –todo está bien- volteo la vista a la ciudad- pero aun así el rubio no le convencía, sabía que había algo mal, y más cuando vio la mirada perdida del más alto… porque sentía que perdía algo?... lo abrazo por la espalda.

-puedo estar contigo más tiempo?- pregunto temeroso.

-si… todo el que podamos- dijo en un susurro. Halo al rubio hacia delante para poder abrazarlo debidamente.

Se miraron a los ojos y se besaron. El mayor lo llevo hasta la cama donde hicieron el amor hasta quedar exhaustos, querían quedarse allí, en ese pequeño mundo que sin darse cuenta estaban construyendo aparte de todo lo demás. El rubio se quedo dormido y no se dio cuenta cuando el otro se separo de él y fue hasta un buro en busca de algo que se metió en la boca sin vacilar, volvió a entrar a la cama y se limito a tomar de la mano al menor.

Cuando el rubio despertó se encontraba completamente solo, se tallo los ojos y estiro, vio una nota sobre la mesita de noche. “Te veías muy tranquilo durmiendo y deseche la idea de despertarte, perdón que te deje solo pero tenía trabajo… Itachi”.

-baka…- nada mas hizo pararse para caer nuevamente a la cama. Gruño por lo bajo, le dolía como nunca su parte trasera junto con la espalda, igual hizo el esfuerzo para pararse bañarse y salir del apartamento dejando todo organizado.

Apenas llego a su casa y se encontró con una enojada rubia. La tomo del brazo hasta llegar a su habitación.

-quien te crees?!- le dijo apenas y cerraron la puerta. –soy tu dueña y debo de ser tu prioridad!- dijo molesta y en tono agresivo.

-Shion… deja de tratarme como a un objeto- dijo este sentándose en la cama. –Cuando vas a entender que aunque soy un “regalo” sigo siendo un humano- recibió una cachetada.

Notas finales:

Dejen su coments pliiiiis =D!

(k), yaii :)


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