El despertador lo levanto, se sintió algo desorientado, pero de inmediato recordó que se encontraba en su nuevo cuarto, se estiro pesadamente, se dio un baño y desayuno ramen instantáneo, antes de partir al colegio tomando un autobús.
-Naruto, me trajiste los papeles?- pregunto el de ojos perla al llegar junto al menor.
-aww, se me quedaron en casa!- respondió.
-puedo pasar por ellos más tarde- dijo sin problema.
-e-es que ya me he mudado...- dijo algo sonrojado.
-mejor, así conozco donde vivirás- dijo tranquilo.
-no creo que sea buena idea- dijo desviando la vista.
-Naruto, seré tu tutor, y eso supone que yo velare por ti durante un año!- dijo obvio.
-tutor?- pregunto Sasuke llegando junto a ambos sentándose en su lugar.
-b-bueno, recuerdas lo que comente ayer en la cena... Pues Neji será mi tutor- explico.
-salieron juntos?- pregunto curioso el mayor.
-p-pues nos encontramos por casualidad y cenamos con nuestros hermanos mayores- dijo el kitsune por su lado Sasuke parecía molesto.
-paso algo en específico?- pregunto al verle la mano al azabache vendada.
-no no no- dijo el menor moviendo los brazos. -nada- sonrió nervioso poniéndose al descubierto. El timbre de empezar las clases sonó, por lo que el mayor se retiro a su respectivo salón.
-Sasuke, estuve pensando que debería tomar un intensivo para no tener que coger el año que viene 4to de media y pasar seguido a la uni...- dijo en un susurro. - que crees?, te me unes?- propuso.
-si así lo quieres, no me importaría- fue su corta respuesta sin mirarle a la cara.
-llevas el día entero sin verme a la cara y literalmente ignorándome... Si tienes algún problema dímelo en la cara- dijo dándole al pupitre un fuerte golpe, provocando que este por fin le mirase.
-no me pasa nada, que seas un Dobe no es mi culpa- respondió sin despegar la vista de los hermosos ojos zafiro.
-estas molesto por lo que te confesé ayer- el mayor abrió un poco más los ojos, pero volvió a la normalidad. -si fuese con otra persona y no el, estaría bien?, entiendo que es algo extraño, pero-
-no es eso- le interrumpió. -solo me sorprendió un poco- no mintió, solo no dijo su versión completa.
-entonces aprobarías que tuviese una relación con él?- pregunto con una hermosa sonrisa, Sasuke suspiro pesadamente. Y asintió. -Gracias!- le abrazo. -es muy importante para mí- dijo sincero sin darse cuenta de que la mirada del otro se apagaba, tanto que ni alejo el contacto como de costumbre.
-nii-san- le llamaron. -vas a volver verdad?, solo bromeabas al llevarte tus cosas- dijo con una linda sonrisa.
-claro... Que no!- dijo sonriendo igual de lindo. Esta frunció el ceño.
-es que no te importo?- quiso saber.
-al contrario, porque me importas temo hacerte daño- se paro tomando su mochila. -no se hable más del tema!- salió del salón junto al Uchiha, se despidieron y el rubio se fue con el Hyuuga.
-así que aquí vives?- pregunto entrando al apartamento.
-dame un momento- pidió y se dirigió al cuarto en busca de unos documentos.
Neji daba una vuelta por el apartamento, hasta que se topo con una foto de dos pequeños y un mayor, levanto la ceja al percatarse de quien se trataba.
-aquí tienes- dijo una voz llegando tras de él.
-entonces estás viviendo con el hermano de Sasuke- no pregunto solo afirmaba.
-no realmente- dijo algo nervioso. –el me ofreció quedarme aquí ya que no utiliza el lugar-
-Naruto… eres un libro abierto, hasta una hormiga podría darse cuenta que no dices la verdad- dijo soltando un suspiro. –Pero si no quieres contarme no hay problema- le puso una mano en la cabeza. –Siempre que quieras te escuchare- tomo los documentos y el menor le paro antes de salir.
-no le digas a nadie… que vivo en un apartamento que solía utilizar Itachi- el mayor asintió antes de irse.
Ya era jueves y no sabía nada del Uchiha mayor, no tenía su número para llamarlo, y no se lo quería pedir a Sasuke, porque aunque este dio su consentimiento en esa “retorcida” relación, notaba que cada vez que hablaba de su hermano el ambiente se ponía pesado y por eso trataba de evitarlo. Ya quería que fuese la hora de salida, porque rayos Ibuki-sensei tenía ese día las 2 últimas horas?, era algo que se preguntaban la mayoría.
-POR FIN!- gritaron varios al sonar la campana. Sasuke y Naruto salían juntos del aula, al llegar a las afueras del instituto vio una jeppeta audi roja parada enfrente, el rubio se adelanto feliz corriendo, abriendo la puerta del copiloto.
-Itachi!- dijo algo sofocado. El mayor le sonrío.
-nos vamos?- pregunto.
-no vienes por Sasuke?- dijo algo confundido.
-no, he venido por ti- el rubio se sonrojó y se monto.
-maldición…-El azabache menor había visto todo aquello apretando los puños de la rabia.
-así que estas rabioso porque te han “quitado” lo tuyo- dijeron burlón a su lado. –Si necesitas desquitarte lo que llevas dentro con alguien, estaría dispuesto- el oji-negro se sorprendió que esa persona se le ofreciese tan abiertamente, lo tomo del brazo arrastrándolo con él.
Naruto estaba muy feliz, le hacía falta el olor del perfume del azabache cerca de él, se dirigieron a una zona cultural para comer, antes de apearse del auto el rubio paso al lado del conductor sentándose sobre las piernas del mayor.
-me has abandonado demasiado- beso al mayor con toda la pasión que tenia acumulada, agradeciendo que los vidrios del auto sean imposibles de ver hacia adentro. Le encantaba la forma tan sencilla de sus lenguas conjugar tan bien y sin esfuerzo.
-lo siento…- dijo apenas y se separaron un poco. –Seré siempre tuyo de jueves a sábado- le beso un poco más. –El único tiempo que no te daré de esos días serán el del trabajo- prometió sin decirlo.
-lo espero ansioso- se alejo con flojera y se dispusieron a comer.
-que tal todo en el colegio?- quiso saber el oji-negro.
-bien, sabes… Sasuke nos dio su consentimiento- dijo feliz, y el otro dibujo algo parecido a lo mismo pero sintiéndose fatal. – también estuvimos hablando de planes del futuro y pues, vamos a entrar a la misma universidad… sabes, cuando pequeños éramos inseparables- dijo recordando alegre. –fuimos compañeros de cuarto durante algunos 5 años y luego aunque no de cuarto, estudie 2 años más en el internado, pero no como interno,,, umm, me doy a entender?- pregunto pensativo a lo cual al otro le acordó algo.
*********FLASH BACK********
-Aniki…- la voz de un niño se dejo escuchar por el auricular.
-que pasa Sasuke?- pregunto preocupado.
-creo que me gusta mi compañero de cuarto- confeso temeroso.
-es normal que te guste un amigo- dijo más tranquilo.
-pero él me gusta como ningún otro… me siento extraño y me gustaría tocarlo- dijo rojo como un tomatito el mayor suspiro.
-solo tienes 10 años, no creo que sea algo anormal- dijo tranquilo. –pero no es algo que lo debas comentar con nadie mas-
-como digas Aniki…- dijo poco convencido.
******** END FLASH BACK********
-eras el compañero de cuarto de Sasuke del internado?!-
-sí, no sabias?- sonrió.
-desde hace tanto…- dijo para si algo turbado.
-si… desde hace tanto nos conocemos… de verdad me sorprendiste, no me esperaba que me fueses a buscar, si te quieres juntar conmigo, me dices y quedamos en un sitio, así te ahorras el trabajo de desviarte- decía mientras comía y guardaba su número en el celular del mayor. –pasa algo?- quiso saber al verlo extraño.
-no- retomo bocado. – Estas muy dinámico hoy- rio. –Espero que esta noche estés igual- le pico un ojo haciendo que el de enfrente sintiese un hormigueo.
-te estaré esperando- dijo con una pequeña sonrisa.
-le pedí a Aoi que fuese todos los días a limpiarte y cocinar, todo bien con ella?- quiso saber.
-sí, nos llevamos muy bien, y cocina delicioso… pero, no tienes porque hacer todo eso por mí, me las podría ingeniar solo- dijo apenado.
-no lo hago por ti- dijo sarcástico. –sino por el bien del escondite secreto y sus integrantes- rio.
Sasuke besaba con deseo los labios del contrario, se dejaría llevar por ese cuerpo provocativo, a fin de cuentas no estaría mal tener un secreto amigo sexual, a ambos les convenía que nadie supiese nada, y no necesitaban amor, solo placer.
-ahh, e-en un lugar como este- decía excitado el ofrecido.
-está bien… nada pasara- se encontraban en un motel disimulado en un sitio poco concurrido con personas que los podrían conocer.
-eso espero, ah- gimió.
Sasuke le mordió un pezón bajo hasta la entre pierna de este luego de lubricarse los dedos con lo que le ofrecía aquel lugar y metió sus dedos en el ano que estaba frente a él, dilatándolo primero con 2 y luego con tres dedos, se protegió y entro de una estocada callando el gemido de dolor del otro con un fugaz pero profundo beso. Comenzó a moverse suavemente sintiéndose más que bien, el otro parecía disfrutarlo poco a poco también, dejando que su profunda voz saliera suave y deliciosa, para los oídos del otro.
-s-Sasuke… mmm- cruzo sus piernas alrededor del azabache, igual sus brazos, enderezándose y comenzando el mismo a embestirse con un poco de la ayuda del anteriormente nombrado.
-no sabía que podías llegar a ser tan sexy- le dijo con una sonrisa de lado, viendo la cara de excitación en el otro y el ligero sonrojo.
-aahhh- arqueo su espalda al pene del otro tocar aquel punto que no hacía más que volverlo loco. El oji-negro comenzó a dar más fuerte allí, al tiempo que masturbaba el miembro del que estaba sobre él. Luego de unas estocadas más se vinieron. –Me daré un baño primero- dijo parándose al tiempo que sacaba lo que lo irrumpía.
- pensaba que eras heterosexual- dijo al otro antes de salir del lugar.
-soy bisexual, pero no dejaría a cualquiera ver este lado mío, siéntete agraciado- el Uchiha simplemente le ignoro y separaron sus caminos.
Ya estaba cayendo el sol y el rubio de graciosas marquitas se encontraba en su casa terminando los deberes de la escuela mientras esperaba ansioso la llegada del mayor. Alrededor de las 6:30 escucho la puerta ser abierta.
-Bienvenido a casa- le saludo al llegar corriendo junto al otro. –te quieres asear?- pregunto mientras el otro se despojaba de su ropa.
-Aoi dejo la cena hecha?- pregunto.
-sí, la calentare mientras- se retiro a la cocina y el mayor a lo suyo. Cuando ya término fue al cuarto encontrándose al otro en bóxers y secándose el pelo con la toalla. –t-te peleaste con alguien?- pregunto turbado al ver uno que otro moretón en el cuerpo del mayor.
-no… no es nada- se puso la camisa de la piyama el menor se le acerco y lo ayudo a abotonarse, luego le dio un rápido beso.
-me podrías decir?- pregunto viéndole a los ojos con ganas de que el mayor le confiara todo.
-es por la enfermedad- dijo casi en un murmullo desviando la mirada. – mis células se van deteriorando por lo tanto mis órganos vitales poco a poco irán fallando, uno de los efectos es que de vez en cuando me salen moretones en la piel, y que me estoy quedando ciego- el rubio escuchaba atento, se sentía fatal.
-tiene cura?- pregunto.
-no…- contesto algo seco.
-quien más lo sabe?- quiso saber.
-nadie más lo sabe aparte de ti- el menor asintió.
-vamos a cenar- le tomo de la mano llevándolo hasta la mesa y cambiando el tema completamente.
-entonces Deidara también es adoptado?- pregunto siguiendo la conversación mientras reposaban la cena.
-realmente Minato es su tío, sus padres no querían a Dei, no sé exactamente que paso, pero termino siendo acogido por papa- el mayor sonrió.
-sigues llamándole así?-
-es una costumbre, y no me molesta, igual me siento con mi Aniki… pero las cosas son un poco diferentes con Shion y su madre… aunque eso ya no importa-
-entonces, te decidiste que estudiar?-
-creo que artes culinarias- dijo pensativo. –O tal vez ingeniería-
-son 2 cosas totalmente diferentes-
-lo sé… quizás tome los 2… también he pensado en diseño de ropa- dijo con una sonrisa.
-y cantar?-
-mi voz solo te pertenece a ti- dijo parándose. –no te lo dije antes… solo tú me puedes escuchar- se dirigió hacia el cuarto el otro le siguió.
Itachi se recostó en la cama, tenía grandes almohadas atrás por lo tanto estaba literalmente sentado, el rubio se sentó sobre el pasando sus manos por el pelo del mayor, enredando sus dedos en el sedoso cabello, que se encontraba suelto. Se acerco al cuello del azabache para morderlo suavemente y lamerlo. Subió hasta la boca y un conflicto entre lenguas tuvo lugar, el mayor le agarraba las nalgas al otro, mientras que el rubio le desabotonaba la camisa. Podía sentir el miembro algo duro bajo el presionándole.
-quítate la ropa- pidió el mayor luego de morderle la mejilla.
El rubio se quito el t-shirt que traía puesto y mientras se movía para quitarse los bóxers largos (no sé si tendrán un nombre en especifico, pero lo que usan normalmente para dormir xD), le retiraba la ropa interior al oji-negro, quedando ambos desnudos, el menor se posiciono como antes, tomo el miembro de ambos en mano masturbándolos a la vez, sentía como le succionaban fuertemente los pezones, mientras le metían en su boca unos dedos.
-Haa- gimió.
Unos fríos y húmedos dedos se colaron en su interior, masajeando todo lo que alcanzasen, poso sus azulejos ojos llenos de excitación y acuosos sobre los de color carbón que parecían haber sido prendidos por la fogosidad que parecían desbordar por el momento. Un beso hizo que se cortara el contacto visual, el menor provoco que el otro sacara los dedos de su recto al moverse quedando entre las piernas del mayor, abrió el preservativo poniéndoselo en la boca y pasar a situárselo en el pene delante del regalándole en el transcurso una fricción con su lengua, le halaron del brazo.
El rubio posiciono sus piernas a cada lado de las del otro, y fue lentamente sentándose sintiendo el palpitante, grueso y largo miembro abriendo paso en su interior, preguntándose aun como podía existir tremenda “arma” (XD), cuando estuvo por completo dentro soltó un gemido satisfactorio, y las penetradas no se hicieron esperar, como si de un baile exótico se tratase el rubio revolvía su cuerpo por el puro placer, los besos, las caricias, se entregaban por completo.
-AAh.. m-mas fuerte!- pedía el uke.
-nhg, eres delicioso- aumento el ritmo notoriamente, mientras marcaba por completo el cuerpo más pequeño.
Ambos tenían el mismo propósito, dejar su huella en el contrario. Querían sentirse de a lleno, en tan poco tiempo… estaban tan enamorados, y con falta de fuerzas para decirlo, el azabache con solo ver al rubio se daba cuenta de que este le quería, es como si rebosase la palabra por cada poro de su piel para respirar… pero él no estaba seguro de que el otro notases sus sentimientos, y lamentablemente el no podía darse el lujo de decirlo, primero porque no era de aquellos que expresan abiertamente todo, y segundo porque con unas simples palabras se podría dañar tanto. Por eso el esperaba con todo su ser que Naruto sepa interpretar lo que él siente de alguna forma.
-ITACHI!, y-ya no aguantoo… m-me vengo!- se corrió en el pecho y mano del mayor y no mucho después este le siguió.
-ah…- suspiro- estas bien?- pregunto. El menor asintió y le ayudo a limpiar su cuerpo.
-estoy bien- tiro la mayoría de las almohadas al piso. –cuando veré a las ardillas?- pregunto acomodándose.
-que ardillas?- pregunto sin saber de que el otro hablara.
-pues a tus hijos… si yo soy un “zorrito” y pues soy más grande que ellos, entonces son ardillitas- puso ojos estrellados. –Son tan lindos y juguetones- el mayor rio.
-no te sentirías incomodo?- quiso saber y el menor negó seguro. –entonces que te pareces si te encargas de irlos a buscar a su colegio de lunes a miércoles?- pregunto.
-pero… esos no son los días que te toca a ti?- pregunto.
-si… pero veras, ya no puedo manejar, así que por mi es mejor que los busques tu que un chofer-
-p-por qué no puedes manejar?- pregunto temeroso. El mayor llevo su mano al rostro del otro acariciándola.
-mi vista cada vez falla mas, así que no puedo arriesgarme- le dio un casto beso. – te puedes quedar con mi jeppeta, no la estaré utilizando… así también vas a tener como moverte- el menor asintió.
-Itachi… yo- no quería preguntar demasiado, no quería ver al otro sufrir más.
-porque no cantas algo antes de dormirnos?- interrumpió, recostándose de lado viendo la cara del rubio.
Hoy la noche es nuestra
Y el universo se simplifica
Mil años luz perdido en tus besos
La ingravidez se hace más densa
En nuestra cápsula de amor
No existe un lugar en mi universo
Cual no lo ocupes tú
No hay mejor placer que contemplarte
Y a cada segundo...
Sus ojos no perdían contacto, el menor llevo su mano al pecho del mayor, sorprendiéndose por lo rápido que corría ese corazón.
Despegar de la realidad
No existe otra fuerza más fuerte que lo impida
Despegar a esa dimensión
Donde nuestros labios colisionan con locura
En nuestra cápsula de amor
El azabache temía olvidar ese angelical rostro, por eso a partir de ese día dormirían con las luces encendidas, para no dejar de verlo ni un momento, pero al menos le consolaba la idea de que esa voz no se alejaría.
No existe un lugar en mi universo
Cual no lo ocupes tú
No hay mejor placer que contemplarte
Y a cada segundo...
Despegar de la realidad
En la cruz de tus brazos sostenerme hasta que muera el sol
Despegar a esa dimensión
Donde nuestros átomos se estremecen de ternura
Tomo la mano que se mantenía sobre su corazón enredando sus dedos con aquellos, frio y caliente, sus temperaturas seguían siendo igual de diferentes, y eso lo hacía al mismo tiempo confortante.
Despegar de la realidad
No existe otra fuerza que se interponga entre nosotros dos
Penetrar en esa dimensión
Donde nuestras almas colisionan con locura
En nuestra cápsula de amor
(Capsula - Bocatabu)
-Itachi… yo- diría lo que el otro no le dejo decir antes.
-lo sé- no lo dejo terminar nuevamente. – y eso es suficiente para mí- cerro sus ojos. “lo sientes también Naruto?... también yo” pensaba el mayor.
-te quiero- igualmente lo dejo escapar de sus labios. Sacando una sonrisa en el oji-negro.
Así Naruto comenzó sus agitados días, iba de lunes a miércoles a recoger a los hijos de su amado, luego de eso de 3 a 6 de la tarde se la pasaba con Sasuke en la casa de Kurenai y Asuma tomado el intensivo para poder pasar a la universidad.
Sasuke seguía amando en secreto a su mejor amigo y continuaba desahogando su deseo sexual con su ahora amigo secreto. Porque parecía que todo lo que suponía es “importante” en su vida era como llevar una aparte de la normal?.
Itachi continuaba sin decirle a nadie lo de su enfermedad, aunque el hecho de que se estaba quedando ciego no lo podía ocultar por siempre, así que sencillamente decidió decir al menos “esa” parte de la historia y organizarse para poder seguir trabajando y llevar todo como hasta el momento sin problemas.
-nee, Naruto-nii san- le llamo una pequeña peli-azul.
-si lizzy?- pregunto viéndole por el retrovisor.
-oto-san nos dijo que sus ojitos están enfermos, yo y oni-chan queremos que nos enseñes un conjuro para que se ponga bueno- pidió con una sonrisita.
-qué tal si vamos a un templo a rezar por él?- pregunto.
-en serio?!- pregunto emocionado Riku.
-sí, vamos a pedir permiso- los niños saltaron de la felicidad mientras el rubio tomaba su celular para llamar a Itachi y preguntarle quien dio su consentimiento.
-que les gustaría comer?- pregunto.
-hamburgués- pidieron en unisonó.
El rubio se paro en el restaurante de comida rápida, comieron cuanto pudieron ya que casi nunca comían en la calle. Salieron de allí y fueron al templo más cercano que conociese el oji-azul, donde le rezaron al buda de la sanación para que Itachi estuviese bien de salud. el mayor no pudo evitar dejar escapar unas lagrimas que fueron limpiadas por los menores que estaban siendo cargados por el.
-Arigato!- dijo el chiquillo.
-eres el mejor zorrito!- dijo la niña.
-y ustedes las ardillitas mas lindas!- hicieron un puchero y el rubio les dio un besito a cada uno.