*****************************a quien más quiero. *******************************
-SORPRESA!!!- gritaron un grupo de personas al Naruto entrar a la casa de su amigo Lee.
Ya era 9 de octubre, pero faltaban 3 horas para que sea día 10. Había pasado casi un año, Naruto y Sasuke pudieron entrar en agosto en la universidad, el azabache escogió Administración de Empresas y el rubio ingeniería. Allí se encontraban todos sus amigos asiéndole una sorpresa, los que entraron ese año con ellos, y con los que se hubiese graduado, también más personas que conoció en el transcurso de los meses.
-jajaja, Arigato mina ttebayo- comenzó a saludar, mientras recibía regalos.
-te recomiendo que no abras el regalo de Sai delante de nadie- le dijo Gaara de lo más campante.
-jaja- le cayó una gota. –gracias… por cierto, y Sasuke?- pregunto viendo a todos lados. –Tampoco he visto a Neji-
-deben estar revolcándose- dijo mas para sí.
-qué?!- pregunto chockeado el menor.
-que deben estar emborrachándose- dijo como si fuese el otro que escucho mal.
-ah,, jaj-aja…- se rasco la nuca. –Los buscare- dejo lo que sostenía donde estaban otros presentes. Como último recurso fue al patio luego de buscarlo entre las personas. –SASUKE-TEMEEEE!!!- grito.
-Usuratonkachi- le llamo, estaba junto a Neji.
-les estaba buscando-Los abrazo. –porque están aquí?- pregunto curioso.
-sabes que no soy muy de fiestas… y pues Neji me acompaño- el menor hizo un puchero.
-desde cuando se llevan tan bien?-
-nunca nos llevamos mal- fue la respuesta del mayor.
-nee nee!, que me vas a regalar Sasuke?- pregunto emocionado.
-un beso- dijo simplemente.
-¿un beso?- el azabache le halo del mentón y le dio un suave beso en los labios, prácticamente un rose. –bakaaa!, quiero un regalo de verdad- actuó como si nada y a él eso no le afectaba, pero al azabache si, saber que no causaba ni un sonrojo le frustraba.
-era broma- se acerco mas al peli-largo recargando su mentón en la cabeza de este, ya que estaba sentado en una banca. –No tengo ningún regalo para ti- mintió.
-que hay de ti?- le pregunto a Neji.
-es un regalo compartido con el de Hinata, lo dice la carta-
-ummm… ya veo, debe ser emocionante compartir ese tipo de cosas con tu prometida- rio. – Pero aun no me creo que no me tengas un regalo Sasuke...- le miro algo triste.
-Neji- le llamo su novia, este se paro alejándose de los dos menores y entrando a la fiesta.
-que quieres que te regale?- pregunto el de ojos negros.
-ettoo… eso es algo que debe salir de ti- dijo mirándolo.
-lo sé- atrajo al rubio hacia sí, pasando sus manos por el cuello del más bajo. –Estaba buscando la oportunidad para dártelo, espero que te guste- le beso la frente y se alejo. – Felicidades- el menor se quedo unos momentos en el aire hasta que se fijo que el azabache le había puesto un collar, con un colgante de una esmeralda en forma de un prisma recto.
-es precioso- dijo analizándola y para cuando levanto la vista se encontraba solo.
La noche paso algo rápida entre bailes y bebidas, todos celebrando, Sasuke no volvió a aparecer por entre la gente, y el rubio no tuvo tiempo para pensar más que para pasarla bien. Era sábado por la noche, y lógico que le hubiese gustado pasar la noche con Itachi, que debería estar en el apartamento esperándole y eso le daba algo de ansiedad, ya pasada las 2 de la mañana el rubio si acaso podría mantenerse en pie, por lo tanto Shino y Kiba se ofrecieron a llevarle y Neji le hizo el favor de darles la dirección, Aburame lo llevaba cargado a caballito. Al llegar a la torre y subir al piso indicado trataban de pedirle a Naruto la clave para abrir la puerta.
-Naruto… te tengo que acostar- le decía el mayor. –Abre la casa-
-emh ocho… no uno…- trataba de pensar.
-Bakaaa!, es que no puedes pensar un poco más?- preguntaba Kiba que llevaba barias bolsas con regalos dentro.
-e-el timbr-bre…- dijo bajándose de la espalda de Shino y este toco la resonancia.
-que no vive solo?- pregunto Inozuka y el azabache se limito a levantar y bajar los hombros.
La puerta a los pocos minutos se abrió y con ella dejando ver a un adormilado azabache de pelo largo y ojos rojos, sus marcadas ojeras le daban un toque sensual y para rematar solo se encontraba en pantalones de dormir; se paso la mano por el pelo.
-si?- pregunto a no oír nadie hablar, aunque sabía que había gente allí.
-ah, disculpe…- dijo Kiba. –nos habremos confundido de lugar?- pregunto algo bajito a Shino.
-Itachiiii- el rubio se recargo del cuello del mayor.
-bebiste mucho?- le pregunto apresándolo con sus brazos.
-s-si estábamos y entonces… mas los s-shots- trataba de decir.
-usted vive con Naruto?- pregunto el de pelo marrón.
-algo así… son amigos?- quiso saber el mas adulto.
-si… esta pasado algo de tragos y por eso lo trajimos, pero supongo que lo podemos dejar con usted- dijo Shino dando la vuelta.
-aquí te dejo esto- dijo dejando las fundas al lado de la puerta y algo sonrojado aun por culpa del mayor.
-adiooooss, graaciaas!!- grito Naruto.
-es demasiado guapo- dijo Kiba apenas se cerraron las puertas del ascensor.
-no te sonrojes al ver a alguien más delante de mi- dijo su pareja algo molesta tomándolo de la cara para pasar a besarle.
-ahh… pero que dices- le cayó nuevamente con un beso. –Si hasta tú le viste con algo de lujuria- le acuso seguro. –Pero te entiendo…- le pico un ojo y se fueron.
-l-lo siento… no me acordaba de la c-clave y…-
-está bien… estoy ciego pero no invalido- entraron al aposento. –necesitas algo?- pregunto.
-iré yo mismo por algo a la cocina, espérame en la habitación- le dio un rápido beso y camino como pudo hasta el sitio indicado.
Tomo jugo y algo rápido de comer para que se le pasara el alcohol, llego hasta la habitación con un vaso de agua, tomo una pastilla para el mal estar y fue al baño a darse una limpieza general pero rápida, ya que estaba sudado y ni se acordaba si en algún momento vomito. Salió con una simple toalla en la cintura y mientras se secaba el pelo más largo, casi completo en los hombros pero con capas.
-Naruto, ven aquí- le llamo y este llego hasta el mayor le puso ambas manos en el rostro y le beso ambos ojos. –mañana estaremos ocupados, que tal si disfrutamos un poco nosotros?-
Tomo las manos que mantenía el menor en su rostro, halándolo con fuerza, quedando el rubio de rodillas en el borde de la cama con el azabache en medio de sus piernas. Un frio tacto subió de sus piernas a sus glúteos quitando la toalla a su paso; al tiempo que le tocaban toda la parte de atrás de su cuerpo desde su nuca hasta donde sus límites llegaban, una cálida lengua saboreaba su pecho.
-e-es este mi regalo?- pregunto incitado.
-no- dijo sin parar su trabajo. –este es mi deber como sirviente- rio al imaginar el sonrojo que debía de tener el rubio. –Satisfacer a su majestad- le lamio un pezón. –y no porque sea hoy su cumpleaños… sino siempre- le mordió un poco antes de succionar.
-s-siempre?- quiso cerciorase.
-no lo dudes- le aseguro.
El oji-azul empujo al mayor hacia atrás, quitándole la única prenda que traía, tomo su miembro en mano antes de engullirlo en su boca para despertarlo completamente, y pues el mayor aprovechando la posición e hizo exactamente lo mismo, formando un perfecto 69, masturbando la virilidad del menor al tiempo que la saboreaba gustoso y metía sin problema alguno dos dedos en la entrada del menor que parecía deseosa y algo dilatada por ella sola, era como si le aspirasen los dedos, sintió al de arriba temblar al este tragarse casi por completo su extremidad haciendo exquisitos movimientos por todo su cuerpo.
-y-ya…- trato de detenerle. El otro saco de su boca el palo pero sin dejar de masturbarlo.
-hazlo en mi boca, quiero sentirte y saborearte completo- dijo con sensual voz al tiempo en comenzaba a succionar fuertemente el glande. El rubio trato de seguir también lo suyo. Sin poder evitar venirse en aquella húmeda cavidad.
Se reincorporo llegando hasta el rostro del mayor que le beso gustoso, saboreando su propia semilla, toqueteaba el cuerpo musculoso del que dominaba el beso, recordando su textura y este otro grabando aquellas carisias que le proporcionaban. El rubio tomo ambas hombrías y los masturbaba a la vez, le encantaba sentir el del otro de esa manera también.
-ah…- respingo un poco cuando le mordieron los labios. Aquella boca era una perdición.
-hay algo que desees en particular?- pregunto separando sus labios y uniendo sus frentes.
-umnh… ah- trataba de pensar. –e-este no e-es el momento pa-para que lo preguntes… ah- aparte de que estaban en pleno proceso de sexo todavía no estaba completamente sobrio. –a-aunque lo hay- mordió el lóbulo de la oreja del mayor. –hay algo que quiero que me digas…- le dijo sensual.
El mayor rio internamente pero dio a ver que le restaba importancia a lo escuchado, el rubio dejo las fricciones para pasar a ponerle la protección al mayor. Le ayudo un poco a posicionarse y le penetraron en forma de misionero. De una sola estocada, sacando unas lagrimas del menor por el repentino impacto; pero ya estaba hecho para ello, y no se lo encontraba del todo molesto esa primera intromisión, después de todo “todo dolor tiene su placer”, o así lo hacía ver.
-uhng- abrazo al mayor mientras este se movía, escuchando en su oído los gemidos ahogados de placer.
-aaah- el mayor sabia como satisfacerle y cuál era el punto correcto, provocando que el menor se viniese normalmente el doble de veces que este.
Sentía aquella virilidad salir y entrar de él, era simplemente exquisito, y mas como su cuerpo reclamaba el del otro, succionándolo de aquella manera, le necesitaba, necesitaba de aquella persona tanto que le aterraba.
-haa, aAh- tomo en mano el trasero del mayor para ponerle mas presión a las penetradas, aprovechándose para tocarlas y masajearlas.
El sudor no tardo en hacerse presente en ambos cuerpos al ejercitarse de aquella manera, y para el de ojos rojos eso no era más que un salado pero adictivo néctar, así que no dejaba de lengüetear la piel del Uzumaki. Las respiraciones agitadas, el placer, la pasión, esa entrega… ellos lo sabían, podían sentirlo, aquel amor los rodeaba, tentándolos a asfixiarlos, pero por ellos estaba bien, aun cuando no lo habían dicho en palabras, ellos lo sabían y por ello, eran felices.
-umm- se devoraban la boca, pero sin hacerse daño, se gozaban uno del otro. –m-me voy a venir- dijo masturbando al menor. Quien le miraba enamorado, aun se mantenían en la misma posición, el pelo del mayor hacia una cortina a cada lado de su cara.
-h-hazlo… Aah- se vino en su pecho, y el mayor le siguió quedando tumbado sobre el cuerpo que le abrazaba sin intención de dejarlo ir.
-en una hora estaremos saliendo… no te duermas- le dijo antes de besarlo.
-eeeeh, tan temprano? Porque dattebayo?- pregunto ya que eran las 4 y algo de la madrugada.
-porque antes de juntarnos con la familia te debo de dar tu regalo- dijo para comenzar a besar aquel pecho.
-p-pero yo solo Ah- le succionaban los pezones ya parados. – Digo q-que solo tenias q-que ponerte un m-moño de regalo- dijo con su pene ya súper reaccionando nuevamente.
-jaja- rio un poco. –Que forma tan poco común de decirle a alguien que le quieres- se burlo sin mala intención.
-q-q-q-quien ah d-dicho eso ttebayo?- pregunto rojo como un tomate. –No p-p-pongas palabras en mi b-boca- dijo avergonzado. Y el mayor reía feliz.
-si si, entonces ya que no eres sincero… hare que lo digas… y pues por el momento- dijo en un susurro. –Puedo poner otra cosa en ella- le erizo la piel al menor que no puso objeción alguna cuando le besaron tan arrebatadoramente.
Le llevaban el alma en aquel beso, sentía como el mayor comenzaba a moverse nuevamente dentro del, su hombría se endurecía cada vez más, el menor no podía evitar gemir y masturbarse en frenesí en medio de un beso el mayor sonrió y se alejo de Naruto saliendo de él.
-q-que?- quiso saber.
-que quieres?- pregunto sentándose en la orilla de la cama.
-c-como que que?!, termina ttebayo!!-
-dime qué quieres?- el menor se paro algo “molesto” y dándole le espalda a Itachi comenzó a auto penetrarse.
-aAh… HAa, mmm- empezó un vaivén apoyando las manos de los muslos del mayor.
-así que eres de los que van y buscan lo que quieren sin pedirlo, eh?- reía mientras mordía el cuello expuesto. –Pero… eso ya lo sabía- termino por decir.
Tomo los muslos del menor alzando sus piernas al aire y inicio las embestidas nuevamente. No tardaron para llegar al clímax.
-debemos alistarnos- dijo bajando al menor. Y dándole un tierno beso antes de entrar al baño seguido del otro.
Ya era una costumbre bañarse juntos, no porque el mayor no supiese arreglárselas solo, sino porque simplemente querían compartir todo.
-oye… me han dicho que estas hiendo mucho últimamente a Sharingan- comento.
-aah, si, es que voy a la azotea a cantar-
-y porque no me llevas contigo?- quiso saber.
-porque es una sorpresa… cuando esté listo te dejare saber- dijo seguro. –hablando de eso… Itachi, nunca me has cantado-
-en serio?... bueno, entonces más tarde lo hare- le abrazo. –estas duro de nuevo?- pregunto con una risita.
-e-e-es que es inevitable- “eres tan sexy” pensó el rubio. Y dicho eso volvieron a tener una sección de sexo en el baño.
-que me estas poniendo?- quiso saber ya que el menor aprovecha su situación para vestirlo a gusto. (xD)
-unos pantalones blancos, un polo negro y unos tenis- dijo tranquilo.
-tan sport?- el no solía vestirse mucho así, pero al de ojo-azules no le importaba.
-jeje, no te preocupes, te ves guapo como quiera- dijo peinándole.
-me vez como una muñeca o qué?- pregunto soltando un suspiro.
-eres mi amante!, y pues es un gusto para mi consentirte-
-o manipularme?- corrigió aguantando las ganas de reír.
-es posible manillar a Uchiha Itachi?- pregunto curioso mientras le abrazaba por la espalda luego de amarrarle el pelo.
-si eres Uzumaki Naruto si- el mayor volteo su rostro al lado derecho donde estaba apoyada la del menor.
-umm, debería de aprovecharme de ese privilegio?- pregunto dándole uno que otro beso.
-ya lo estás haciendo- aseguro para luego pararse. –nos vamos?-
-sip- le tomo de la mano y salieron, el chofer personal del Uchiha les esperaba. –no vamos en mi auto?- pregunto.
-no, como es una sorpresa, nos llevaran- se montaron y se fueron. Aproximadamente media hora después el auto se detuvo.
-ya llegamos Itachi-sama- aviso en chofer.
-gracias, espéranos aquí- le dijo saliendo del auto junto al rubio que le tomo de la mano nuevamente.
-que es esto?- pregunto al ver una puerta de madera y metal algo extravagante delante de él, miro a los lados y una pared con enredadera (esa matita de hojas que forran paredes,, si saben de que le hablo xD).
-esto es tuyo- dijo Itachi sacando una cajita que fue abierta al instante, dentro había una llave. – abre la puerta- pidió.
-u-um- abrió el candado y luego uno de los lados de la puerta, aun estaba algo oscuro, apenas amanecía. –vamos- agarro al mayor y se introdujo al lugar, caminaba por un túnel natural de arboles, escuchaba pajaritos cantar.
Cuando salieron de allí, un jardín se dejo ver, pero no uno cualquiera, parecía un laberinto en miniatura ya que las plantas que lo decoraban no pasaban de su rodilla, había un estanque que pasaba por todo el lugar con peses de colores, amarillo, naranja, azul, blanco y negro.
Flores de todo tipo, y en todo el lugar solo se encontraba una banca. El rubio miraba todo el lugar maravillado, se podía sentir una paz, el que había hecho ese lugar se tuvo que haber esmerado.
-y esto?- pregunto.
-no te gusta?- quiso saber.
-si… es precioso- dijo casi sin palabras.
-hace mucho lo había diseñado y mandado a hacer… pero cuando estuvo terminado no volví mas- explico.
-porque?- le miro atento.
-el propósito de esto fue tener un sitio el cual pudiera compartir tranquilo con Sasuke… pero al final me fue imposible decirle para venir- dijo con pena.
-porque pones más complicada de la cuenta su relación, estoy seguro que a él le encantara… no tienes porque dármelo a mí- dijo apenado.
-te equivocas… te lo doy a ti, porque sé que ustedes dos sí que lo podrán disfrutar- le sonrió. – se que atesoraras mejor que yo este sitio, y por eso es tuyo- sintió unos brazos apresarlo.
-Gracias… cuidare bien de él… de ambos- le abrazo más fuerte.
-habías dicho que no me has escuchado cantar- se separo del menor. –pues escucha bien, que no lo hare una segunda vez- comenzó a caminar, aun cuando solo había ido una vez, se conocía el plano de memoria ya que lo había creado el mismo para que fuese perfecto.
Cuando tú estás conmigo es cuando yo digo
Que valió la pena todo lo que yo he sufrido
No sé si es un sueño aun
O es una realidad
Pero cuando estoy contigo es cuando digo
Que este amor que siento es porque tu lo has merecido
Con decirte amor que otra vez he amanecido
Llorando de felicidad
A tu lado yo siento que estoy viviendo
Nada es como ayer
Abrázame que el tiempo pasa y el nunca perdona
Ha hecho estragos en mi gente como en mi persona
Abrázame que el tiempo es malo
Y muy cruel amigo
Abrázame que el tiempo es oro si tú estás conmigo
Abrázame muy fuerte muy fuerte más fuerte que nunca
Hay abrázame........
Naruto conocía esa canción… y como no si era tan famosa, pero escucharla de esos labios le estremecía el corazón, esa hermosa voz, salía con toque de dolor. No se podía mover de donde estaba, porque creía que sus pies le fallarían y sus ojos le traicionarían.
Hoy que tú estás conmigo
Yo no sé si esta pasado el tiempo o tu lo has detenido
Así quiero estar por siempre
Aprovecho que estas tu conmigo
Te doy gracias por cada momento de mi vivir
Tú cuando mires para el cielo
Por cada estrella que aparezca amor es un te quiero
Abrázame que el tiempo hiere y el cielo es testigo
Que el tiempo es cruel y a nadie quiere por eso te digo
Él lo sabia… sabia que de ese tiempo que hablaba no le quedaba mucho, pero como decirlo?, no lo diría, porque prefería dejarse llevar por una fantasía, porque prefería engañarse y engañarlo, porque la burbuja que mantenían se podría quebrar, no quería verlo sufrir, ya el azabache se había dado cuenta que el otro se mantenía firme como podía cuando estaba con él. Porque Naruto es tan puro que no le haría preocuparse, diciéndole como se sentía al respecto.
Abrázame muy fuerte amor mantenme así a tu lado
Yo quiero agradecerte amor todo lo que me has dado
Quiero corresponderte de una forma u otra a diario
Amor yo nunca del dolor he sido partidario
Pero a mí me toco sufrir cuando confié y creí
En alguien que juro que daba su vida por mi
Abrázame que el tiempo pasa y ese no se detiene
Abrázame muy fuerte amor que el tiempo en contra viene
Abrázame que Dios perdona pero el tiempo a ninguno
Abrázame que no importa saber quién es uno (2x).
-aww, Cantas muy bien, que envidia- dijo entusiasta el menor.
-Naruto…- le nombro y este se cayó. – Te amo - esas palabras retumbaron en los adentros del menor.
Las lágrimas empezaron a caer como cataratas de sus ojos, nunca espero oír esas palabras. Las deseaba tanto, no se lo podía creer, pero estaba seguro que escucho bien, fue corriendo hasta donde se encontraba el mayor y le abrazo hipeando por el llanto.
-yo también!, te amo, te amo Itachi- no lo quería soltar. Se calmo al recibir besos por doquier del mayor. –Soy tan feliz- dijo con una radiante sonrisa.
-yo también… ahora, vámonos que nos esperan- le volvió a besar y se retiraron.
Como de costumbre, se paso ese día con los Uchiha, recibió regalos de cada uno de ellos, aunque se durmió llegada un poco la tarde por el cansancio, cuando despertó ya todos recogían para irse, les agradeció cuando le dejaron en su casa. Estaba que brincaba aun de la felicidad, cuando llego, abrió todos los regalos y leyó las cartas, recogió y luego de un baño caliente se acostó viendo como bobo la foto que estaba en su mesita de noche de él y Itachi dándose un beso.
Se despertó por el molesto sonido del celular, era ya medio día, bostezo y encontró 10 llamadas perdidas de Sasuke. Le devolvió la llamada aun tallándose los ojos.
-que pasa teme?- pregunto ronco.
-Naruto… es que…- el rubio dejo el celular caer al escuchar aquello.
-entiendo- murmuro para si mismo.