Lo entro en su cuarto y como la otra vez un escalofrío recorrió la piel del rubio al saberse a su merced.
-¿Qué diablos creías hacer en el apartamento de ese idiota?-le pregunto Seto furioso y Joey se molesto por ese tono de voz.
-Lo que se me da la gana idiota.¿O acaso eres mi mamá?No tengo por que darte explicaciones.Tu no eres nada para mí-le respondió el Joey volteandose para verlo cara a cara y vio como su mirada se ensoimbreció ante lo ultimo.
Seto lo estampó contra la pared.-Creo que se te han olvidado tus lecciones perro-le dijo y Wheeler abrió la boca para protestar pero no llego a decir nada porque unos ansiosos labios se apoderaron de los suyos.Trato de empujarlo pero Kaiba se nego a moverse y se abrazo a él.Extrañamente le había dolido ese “Tu no eres nada para mi” del rubio y quería hacerselo pagar.
Seto lo aproximo a su cuerpo y lo sostuvo contra si mientras se empalagaba con el dulce sabor de esa boca que pedía a gritos ser besada.
Las piernas de Joey no le respondían y su cadera se pego a la del castaño sin que el pudiera evitarlo.
Corriendo un poco el cuello de la remera del otro Kaiba se apodero de su cuello y le susurró –Serás mío.Todo mío-.
Las fuerzas del menor comenzaron a fallarle y la cabeza empezo a darle vueltas.¿Como era posible que dijera eso?Mientras su cuerpo se estremeció y se arqueó para el de ojos azules que recorrió con sus manos la espalda.
-No hagas eso-diijo la voz estremecida del ojos mieles mientras en su entrepierna sentía el rozar de otro instrumento que no era el suyo.Podía sentir la dureza en su carne que estaba demasiado sensible por el mutuo contacto.
Para Kaiba era como una droga sentirlo rogar entre sus brazos.
Lo llevo hasta la cama y con el se recosto en el níveo edredón de plumas y lo oyo gemir.Separo su cara del cuello para verlo abogar por aire con la boca abierta y los ojos cerrados y una expresión de placer que se confundía fácilmente con una de dolor.
Su mano suave recorrio la tela del pantalón del otro donde su miembro palpitaba enfebrecido.
Joey se aferro a el y sin abrir sus ojos le dijo al otro-No me tortures mas.Por favor.Dejame en paz o me volveré loco-.
-Voy a enloquecerte no importa lo que digas-dijo el de ojos azules introduciendo su suave mano entre la piel del chico y su boxer deslizandose sobre la calida piel palpitante y sacandole un grito con ese contacto.-Sé que te gusta-dijo el castaño con una sonrisa con una suave voz en su oído mientras el otro lo invitaba de nuevo a sellar esos labios con sabor a miel que emitieron un gemido ahogado.-Tu cuerpo me lo dice todo el tiempo-añadió y luego su rostro se ensombreció al recordar el rostro de Yami y su pregunta”¿Esta seguro de que es suyo?”
Agarró la barbilla del otro y lo obligo a voltear hacia el-Abre los ojos- le ordenó.
Los ojos de miel se abrieron nublados de placer y deseo y con una infinita fragilidad en ellos que invitaban a protegerlos o a aprovecharse de ese momento de vulnerabilidad pero Seto se resistió a su llamado para preguntaqr-¿Esa persona es Atemu?-
-¿Persona?-preguntó el otro sin entender.
-Tu dijiste que yo no te interesaba que era a otro a quien tu deseabas.¿Hablabas de Atemu?-preguntó Kaiba con una voz cargada de celos.
Joey lo miro directo a los ojos y vió los evidentes celos en esa pregunta.-Yo….no……¿Por qué diablos eres así?Déjame en paz.Mándame a la cárcel si quieres pero no quiero esto-dijo el rubio para confusión del CEO.
Aprovechando ese instante el rubio se liberó de las cadenas que eran los brazos del castaño y se levanto para intentar irse pero el otro lo retuvo con rapidez y lo puso de nuevo sobre la cama.
-¿A que te refieres?-pregunto el ojiazul y admiro la cara de terror del otro.Se preguntaba que le asustó tanto.
El otro volteo el rostro.No quería que el otro lo supiera.
-Contesta-exigió el castaño.
-Sueltame-exigió el rubio y al moverse el otro pudo ver de nuevo esa marca que había dejado en su cuello.¿Acaso era eso de lo que el otro hablaba?¿De esa atracción que les quemaba el cuerpo cada vez que estaban juntos?
Un gemido leve le dio la respuesta.El otro era suyo.Todo suyo y tenía miedo de que el se enterara.
El sabía que lo deseaba pero ahora comprendía que el otro en verdad había jugado con el al decirle aquello.No había otro solo el.Pero sus celos le quemaban el pecho porque al mirar el cuerpo del otro odiaba la idea de que otro lo tocara.
Con las manos deslizo su pantalón hacia abajo y el otro agarrandolo de los hombros abrió grande sus ojos para luego decir-No, no lo hagas…..-pero el posesivo Kaiba no le dejo terminar poniendo su boca sobre la de el y derritiendolo con su calor al abrazarlo mientras su rodilla aplastaba la parte del pantalón que había quedado entre los muslos del otro para luego jalar su cuerpo hasta que esa parte junto con el bóxer quedo entre los tobillos.Luego con su pie termino de expulsar el pantalón de las piernas del otro mientras le decía-¿A que le tienes miedo si tu ya eres mío?-
*Ya lo sabe……no……no quiero…..no quiero que lo sepa porque entonces…..el tendrá el control de todo…..de mi cuerpo…..de mi*pensó el rubio con un temor inundándole el cuerpo.
¿Cuánto deseo puede contener el cuerpo humano y cuando es ya suficiente para rendirse a el?
Seto resbalo su largo cuerpo entre las piernas del rubio y este grito en su boca.
Que placer fue para el CEO dueño de billones a esa edad escuchar el grito ahogado del que ahora haría su amante dentro de su boca.
Despacio lo preparó mientras el otro gemía cada vez que uno de sus intrusos dedos entraba o se movía en su entrada.
*¿Cómo es posible que sienta placer de que me haga esto?*pensó con desesperación Wheeler.
Cuando termino de dilatar la dulce entrada el castaño se entrego a la difícil tarea de desatar su cinturón en esa delicada posición.
Joey sintió su complicación y en un arrebato de pasión separó las manos del castaño de su cinturón.
El de ojos azulinos pensó que lo detendría pero se impresionó al verlo desatar el mismo su cinturón, desabotonar su pantalón y correrle el cierre.
La sensación del metal recorriendo su mas intima parte lo hizo lanzaqr por fin un grito y Joey le miro la cara para ver su expresión.
La cara del castaño expresaba una profunda agonía acompañada de un mas profundo placer lo que lo conmovió y lo beso contadas sus ganas mientras bajaba su pantalón y enredaba sus piernas alrededor de su cintura.
Seto aceptó la invitación y lo hizo suyo sin más.
-Quiero verte desnudo sobre mi cama-le dijo mientras lo desvestía y embestía a la vez y el otro cooperó porque sentía la necesidad de ser del otro de todas las maneras posibles.De demostrarle cuan suyo era aunque eso estuviera mal, aunque no debiera ser.