-entonces… que paso?- hablo repentinamente el que se encontraba más concentrado en lo suyo ya que el otro actuaba extraño.
-d-de que ¿?- respondió haciéndose el torpe.
-desde anoche que llegaste estas muy raro, es por el chico aquel ¿?- pregunto tranquilamente mientras le daba pinceladas a un pequeñito maniquí.
-bueno- soltó un suspiro al tiempo que apoyaba su cabeza de la mesa donde trabajaban. –es que creo que le pegue muy fuerte-
-umm- asintió para que el otro continuase.
-y pues… ES QUE ES UN IDIOTA COMO SE ATREVE. Y PARA COLMO EL SUSTO QUE ME DA, ¿QUIEN DEMONIOS SE CREE ?!- se exalto al recordar lo que paso. –DEMENTE, ESTUPIDO, INSO…- continúo soltando insultos que a Sasori no le interesaba así que le puso el maniquí adelante provocando que el rubio saltase.
-jajajaja- rio como pocas veces. –No es mejor desahogarte con una “copia”- siguió riendo poniendo el muñeco que acababa de terminar enfrente. –es tuyo-
-NO LO QUIERO!, además… no solo recreas a personas muertas ¿?- el otro asintió. –entonces… se la estas deseando ¿?- quiso saber.
-al contrario- negó con la cabeza. – creo que esta vez sí- el menor alzo una ceja sin entender y este simplemente se retiro.
Como con miedo el oji-azul se acerco al pedazo de madera tan bien hecho de su casi acosador.
-eres más lindo así… jum- dijo tomándolo. –En verdad Sasori tiene un don… a pesar de que es tan diminuto y un figurilla… se ve tan real- comenzó a moverlo.
*~+~*
-EEYYYYYYYYYYYYY!!!- gritaron a lo lejos. –NARUTO!!!!- le llamaron y este que estaba sentado se paro. –VEN A JUGAR EN MI EQUIPO- pidió Inozuka Kiba, este se lo encontró extraño ya que nunca habían interactuado. Y ya que no estaba haciendo nada se unió a todos en el campo de soccer.
-¿seguro que lo quieres ha él?- preguntaron los del otro equipo.
-siempre es bueno probar a nuevos- dijo con una sonrisa volteando a ver al rubio ahora. –sabes jugar?-
-defensiva- respondió lo que más le gustaba.
-bien, entonces comencemos- todos se posicionaron, el rubio noto que en el otro equipo se encontraba Sasuke y su banda de idiotas.
-son muy buenos ¿?- le pregunto al que se encontraba a su lado, Rock Lee.
-si lo son Naruto-kun- le sonrió. –Pero estamos muy igualados- dijo sin mentir.
-Jee… pues eso cambiara- le aseguro y el otro le mostro el pulgar hacia arriba.
-a esto es a lo que llamamos la primavera de la juventud!!! Wooooow!!!- al otro le cayó una gota en la sien y el juego comenzó.
Todos estaban sorprendidos de lo bien que jugaba el Uzumaki, entre risas la pasaban muy bien y de alguna manera se conocían, el rubio llevaba mucho tiempo deseando eso, por fin estaba haciendo amigos, o eso esperaba. Al financiar ganando el equipo de Kiba esta vez, fueron conversando hasta los vestuarios.
-no es para tanto- decía el rubio apenado.
-pero que dices, en el momento que menos lo esperábamos hacías algo- comentaba Lee.
-si te gustaba tanto jugar tuviste que decirlo antes- dijo Shino.
-se dieron cuenta?!- hablo Kiba quitándose el t-shirt. –este juego fue más refrescante y avivado que de costumbre- se quito los zapatos y todos hacían lo mismo incluso el rubio.
-espero que juegues siempre con nosotros- dijo Chouji.
-porque no te unes al equipo y entrenas en las tardes con nosotros- quiso saber Shikamaru que aunque fuese del otro equipo eran compañeros.
-lo siento… pero tengo muchas obligaciones en las tardes- se disculpo. Se amarro la toalla en la cadera antes de quitarse la ropa interior, y no tardo para sentir un escalofrió, estaba como frisado, sentía que le observaban intensamente, como maquinado volteo el rostro encontrándose a una lasciva mirada oscura que pareciese lamerle, morderle, sus bellos se le erizaban, casi sentía las manos del contrario recorrerle su bronceado cuerpo, frisado por lo extraño que pasaba su mano se resbalo cerrando con fuerza la puerta de metal del locker, provocando que los que aun no estaban en las bañeras voltearan y el despabilara y aunque el rostro de Sasuke estuviese inexpresivo, juraría que le sonreía, y como si no fuese con él la cosa volteo dejando al rubio aireado.
-tiene 10 minutos!!- aviso el entrenador Gai, el menor apresuro su paso para poder terminar. Tratando de olvidar lo anterior.
*~+~*
Caminaba por los amplios pasillos del lugar llegando a la salida, una chica le detuvo son una sonrisa.
-eres Uchiha Sasuke ¿no?- pregunto segura y este asintió. –Soy Tamao Yoshino- se presento.
-es un placer- dijo con una sonrisa de lado, viéndola detenidamente.
Falda corta de jeans, blusa manga larga pero de corte V roja que le dejaba bien marcados sus atributos, su largo pelo rubio suelto, el delineador negro de los ojos le hacían ver más re saltones sus ojos azul cielo, las zapatillas bajitas que se ajustaban a su tobillo le quedaban a la perfección. Se fijo que tenía una linda sonrisa gracias al brillo labial que le hacía lucir más sus rojos labios.
-necesitas algo?- quiso saber al esta no decir nada más y ambos quedarse callados.
-solo me pareciste interesante- le sonrió picara. –ojala tengamos más oportunidades para… relacionarnos- este ante esto la tomo repentinamente de la mano y comenzaron a caminar quedando toda la escuela viéndolos y a amontonarse para chismear, la chica se limito a sujetarse bien de la mano contraria y caminar con la cabeza en alto y triunfal sonriendo, hablando con el chico animadamente.
-si apenas es su primer día y ya están así es cuestión de tiempo- hablo alguien del grupo.
-¿para qué?- pregunto desinteresado pero sin entender el Uzumaki que veía la escena junto a todos.
-para que algo mas pase entre ellos- respondieron.
-Sasuke se tira a todas- hablo Kiba, el rubio sintió como si algo le golpease en el interior, su mirada por un momento se torno opaca, pero ver a su mejor amigo a lo lejos se le olvido todo lo demás.
-chicos… nos vemos luego- dijo apenas comenzó a correr, pasándole por al lado a la parejita que literalmente le hacían una pasarela para que anduviesen.
-Naru- le sonrió su amigo abriéndole la puerta del deportivo este le beso la mejilla inocentemente antes de entrar. Pero el pelirrojo en cambio camino hasta un azabache que al llegar a él se limito a quedársele viendo.
-Eres Sabaku no Gaara ¿cierto?- pregunto la chica con alegría y este ni la miro y mucho menos respondió.
-no te vuelvas a acercar a él- dijo amenazante y con una mirada que le borro la sonrisa a la chica y que sorprendió al chico de lo sádica y deseosa que parecía.
-y si lo hago, que?- quiso saber altanero. El otro puso un semblante mas serio aun y cuando comenzó a levantar la mano le detuvieron desde atrás.
-vámonos- dijo con una sonrisa el rubio que aunque no lo pareciese le estaba implementando una fuerza increíble al agarre para que al otro no se le ocurriera hacer nada. –No bromees así- le aconsejo. –mira que la chica se asusto- lo comenzó a halar. –Disculpa- le dijo a esta antes de entrar al auto y irse.
-de quien hablaba ¿?- pregunto esta refiriéndose a quien menciono el pelirrojo.
-ni idea- mintió fuera de sí, sin convencerla.
*~+~*
-te dije que dejaras las cosas así!!, que pretendías hacer?!- le reprendía el menor furioso.
-no me disculpare- respondió el pelirrojo y el otro soltó un suspiro.
-solo ten en cuenta el lugar por favor… -pidió. –Quiero que conozcas a alguien- le dijo de repente.
-a quien ¿?- curioseo.
-es mi superior- contesto.
*~+~*
-Deidara- le llamo una voz conocida y este volteo. –podemos hablar ¿?- pregunto.
-paso algo con mi hermano ¿?- quiso saber.
-no… el está bien. Solo… es que quisiera hablar sobre nosotros- dijo esperanzado y el menor negó.
-bastante sorpresa ya me lleve al saber que mi Ototo era uno de tus empleados… pero lo siento Kimimaro, lo de “nosotros” ya fue, no voy a hacernos esto, no hay nada que hablar- dijo tranquilamente.
-yo nunca quise…- callo al otro sonreír.
-lo sé…- se acerco al mayor y lo abrazo. Subió la mirada y acaricio el rostro del hombre que tanto amo en su adolescencia. – lo de nosotros nunca volverá a ser lo que fue… yo ya no estoy enamorado de ti-
-no quiero escuchar eso- suplico débil mirando al otro.
-aun eres especial… después de todo pasamos muchas cosas y de verdad te ame-
-intentémoslo- sugirió y el otro soltó una risita irónica.
-hasta hace 8 meses que lo queríamos seguir intentando, pero ya no más-
-hay alguien mas ¿?- pregunto.
-ese no es el problema-
-Deidara!!- le gritaron alejándolo del otro de un Jalón. –NO ME SEAS INFIEL!!!- reprimió recibiendo un puñetazo por parte del rubio.
-¿Quién te es infiel imbécil?- soltó molesto. –no me andes interrumpiendo y quejándote que no somos nada!- dejo claro.
-es por el ¿?- pregunto el mayor de todos.
-No…- le detuvo por la manga al otro voltear, bajo la cabeza. –no quiero que sigamos así… prefiero recordarlo como algo especial- dijo notablemente dolido. –Eres muy importante-
-entiendo…- se soltó del agarre y luego de mirar al azabache con odio salió del lugar.
-quien es él?- pregunto Itachi.
-eso no te importa- respondió.
-claro que sí!!- dijo agarrándole la mano. –te lo dije ¿no?, te quiero para mí- dijo con el seño fruncido.
-no soy un objeto-
-eso lo sé, podrías amarme ¿?- pidió.
-no volveré a amar- aseguro viendo la puerta por donde salió el otro.
-hare que me ames!- y antes de que el rubio pudiese decir algo lo habían cargado como saco de papa.
-déjame!!, Baka!!- el azabache le sugirió tranquilizarse. Y como si pasease apropósito con el rubio en el hombro camino por toda la universidad hasta entrarlo al auto. –que crees que haces ¿?-
-parecías muy calmado en el campus- dijo burlón.
-claro que me hice el desmayado!!, no me gusta que se metan en mis problemas!-
-soy un problema para ti ¿?- pregunto algo animado.
-porque pareces feliz ¿?- dijo con una ceja levantada. Y el otro mientras arrancaba le mostro una hermosa sonrisa que lo dejo plasmado.
-ser algo es mejor que nada… voy progresando- dijo volteando al frente.
-…dios- susurro el rubio recostándose del cristal viendo las cosas pasar. –y hoy ¿?-
-qué?- quiso saber.
-te puedo demandar por secuestro- advirtió y eso solo hizo que el otro riera.
-está bien… jaja… pero primeros iremos a un picnic al campo- dijo tranquilamente.
-CAMPO?!- grito. –ESO ESTA MUY LEJOS!- estaba histérico. –EN QUE PENSABAS?!!-
-ya sabes… -se aclaro la garganta y oculto un leve sonrojo que no paso por desapercibido del rubio que se avergonzó bastante ante ello. –En que no escaparas- termino por decir provocando que el otro hundiera disimuladamente su cara entre sus piernas tratando de tranquilizar su corazón.
En otro lugar un poco más tarde el rubio se encontraba en una extraña situación ya que Sai se encontraba apricionando a Gaara de la pared viéndolo a los ojos, desde que llegaron que estaban así, y de eso pasaban uno 5 minutos.
-etto… S-Sai…- trato de intervenir. – Creo que Gaara no se siente bien- quiso alejarlos un poco pero lo único que consiguió fue que el azabache se llevara a su amigo al baño. Todo se lo encontraba muy extraño, pero conocía al Sabaku No, si no hubiese querido eso lo hubiera detenido. Se rasco la cabeza algo problemático y volvió al trabajo.
*~+~*
Habían pasado 3 semanas desde el cambio del rubio, y todo iba de maravilla, tenía muchos amigos y conocidos, su abuelo se había mejorado y por lo que pudo notar parece que Tsunade había cedido a hablarle ante el miedo de haberlo podido perder, su hermano casi no pasaba tiempo con el pero parecía muy feliz aunque lo negaba rotundamente, su tío había anunciado una bella y exitosa novia y Sasori estaba conforme al comenzar a dar clases de cómo crear marionetas, su mejor amigo le había confesado que Sai fue un amor veraniego que había tenido, pero que al final nunca supieron mas nada del otro ahora estaban saliendo. Y el… pues se concentraba en estudiar, trabajar y pasarla bien con sus compañeros, los insultos habían parado, incluso ya comenzaba a interactuar con el grupo de amigos de Sasuke, pero el azabache estaba muy entretenido con su copia barata mujer, y la pocas veces que cruzaban miradas seguían siendo de burla hacia el menor, algo que en el fondo aunque lo negase, le dolía.
-y que tal esa chica ¿?- pregunto Kiba animado.
-la que se me acerco ayer? Jeje… es algo tímida, pero no está mal- la puerta del aula se abrió, pero todos seguían en lo suyo. –Tal vez es hora de que tenga una novia dattebayo- dijo con una amplia sonrisa que se borro al escuchar el fuerte sonido de la puerta al cerrase, volteo y se encontró con el fruncido entrecejo del Uchiha.
-Sasuke-kun- dijo una rubia llegando a abrazarlo, pero este no alejaba la ¿furiosa? Mirada de los azules ojos. –estas bien?- pregunto al sentirlo más frio de lo normal, y al rubio alejar la mirada este negó y le dio un corto beso en los labios antes de ir a su puesto justo atrás del de antes.
-es cierto que no es el tipo de chica que se ve mucho- contaba Chouji comiendo.
-tenía un lindo pelo- dijo Tenten.
-sí, era de un ondulado perfecto, le iba bien con su india piel- hablo Ino.
-supongo que más tarde la llamare-
-TE DIO EL NUMERO??- preguntaron todos en unisonó sorprendidos.
-jeje- respondió con una risita rascándose la nuca.
-bien bien- entro el profesor de anatomía. –todos a su lugar- dicho esto se dispersaron. –Los que les tocaba exponer- anuncio.
-ey Usuratonkachi- escucho que le llamaban, las luces se encontraban apagadas ya que había un data show.
-que quieres ¿?- pregunto bajito. Sintió la mano del otro en su cuello, provocando que se crispara, pero no podía armar un jaleo o lo notarían.
-de verdad… te gusta esa chica ¿?- le susurro casi en el oído.
-apenas es lunes… no empieces a molestar- evadió notoriamente el tema.
-respóndeme- pidió estirando un poco mas su mano hasta llegar su dedo índice y mayor dentro de la boca del contrario, que tres segundos luego de asimilarlo mordió a los invasores que al sangrar rosaron los labios del rubio antes de alejarse.
-que pretendes ¿?- susurro molesto luego de lamérselo para que el rojo rastro no se quedara.
-y por esta conclusión deducimos que el experimento antes mostrado esta correcto- hablaron.
-excelente!, prendan las luces- pidió el superior, quedando con esto la conversación por finalizada.
*~+~*
En otro lugar un chico de pelo como el sol estaba en una situación algo incomoda ya que varias personas se encontraban reclamándole algo que no sabía cómo responder.
-porque tan de repente ¿?!- pregunto uno.
-al menos no fue solo a mi- dijo una chica algo molesta.
-ya ya…- trato de evadirlos el rubio porque se encontraba en la universidad, y aparte de que ninguno de los hombre y mujeres que le hablaban no estudiaban allí, llamaba un poco la atención lo guapos y revoloteados que estaban.
-¿ya?, terminas conmigo y dices ¿ya?!!- dijo una peli morada molesta. –no fuimos suficiente?!- quiso saber.
-n-no es eso… todos son especiales y lo saben- quería calmarlos.
-si… PERO?!- pregunto un chico de ojos verdes.
-es solo que necesito algo de tiempo para mí-
-es por Kimimaro?, ¿volvieron? Ja, sabes que eso no durara- dijeron y su mirada se torno fría y seria.
-notros no volveremos- dejo claro. –Deberían irse…- dijo volteando.
-entonces es alguien más?- bufo uno. –alguien que es mejor que todos nosotros juntos… te has enamorado?- curioseo con exigencia.
-…no- respondió y varios le abrazaron.
-Deidara- esa voz sí que le tomo desprevenido. –quiénes son?- pregunto mirando a unas 12 personas que estaban viéndole ahora con la baba afuera era de los hombres más bellos que habían visto, que serán algunos 7 y entre ellos estaban el rubio y su ex.
-e-ellos… ahg… amigos jeje- dijo, intentando alejarlos disimuladamente.
-no mientas- hablo alguien que hasta ahora se había mantenido callado. –Somos sus amantes- aclaro encarando al azabache que se limito a alzar una ceja.
-un placer- sonrió. –Uchiha Itachi, futuro novio de Deidara- este palideció y algunos se echaron a reír.
-no seas tonto jajaja, la verdad es que nada es perfecto- siguió riendo. –Ya ves eres guapo, pero muy ingenuo-
-todos han querido aspirar a eso- dijo una chica. –Pero parece que solo Kimimaro puede tener ese lugar- comento.
-¿Kimimaro? Ah… pero si ya lo rechazaron por mi- todos callaron y el rubio llego hasta el molesto.
-no exageres los hecho!, baaaaaaaaaaaka!- le reprimió. –no seas iluso, te he dicho que te rindas-
-ya sabía… es solo otro de nosotros- rio un chico de peli-marrón.
-NO!- grito el rubio pero se cayó la boca al ver que metió un poco la pata. –e-el no es nada- quiso arreglarlo, pero lo único que consiguió fue una sonrisa en el mayor que se posición tras el rubio tapándole la boca mientras lo pegaba con la otra a él.
-lo ven… ustedes pueden ser su juguetes- hablo monocorde. –Pero él es el mío- el rubio frunció el seño desaprobatoriamente. –su mirada me sigue aunque sus pasos se alejen, su piel me desea aunque sus manos me maltraten, sus labios me consienten aunque sus dientes me muerdan… y como todo lo demás su corazón me pertenece aunque su mente no lo apruebe- todos se quedaron como piedra incluyendo al rubio ante tal confesión, su corazón comenzó a latir fuerte y su rostro se torno rojo… casi temblaba, ¿era cierto… y el Uchiha-idiota lo había notado? pensaba. –si lo entendieron… se darán cuenta que no son necesarios… su tiempo solo será para consentir a su dueño. ¿No?- le pregunto al de ojos azules que se soltó rápidamente de él y salió corriendo.
-no puede ser…- dijo uno de los que fue botado.
-…parece que si nos ha ganado- dijo molesta una chica antes de irse como todos los demás dejando a un oji-negro feliz.
*~+~*
-hola ¿Cómo estás?- dijo una chica de tamaño poco más bajo que el promedio, de ojos y pelo marrón y piel algo más clara que mestiza.
-bien gracias y tú?- la saludo con un beso en la mejilla.
-mejor no podría estar- confeso algo nerviosa mientras comenzaban a caminar por el centro comercial.
-me alegro- le sonrió. –no se te hizo inconveniente el venir?- quiso saber.
-no- negó con la cabeza. –de verdad no espere que me llamaras luego de presentarme tan desvergonzadamente- dijo apenada.
-para nada… esa forma de ser tímida pero extrovertida a la vez me gusta- la menor sonrió. –Cuéntame de ti- pidió y así comenzaron una larga conversación.
*~+~*
-voy saliendo- grito antes de cerrar la puerta principal de su gran casa. –Hola honey- dijo entrando al azul carro del año.
-um- respondió y esta le dio un apasionado beso para luego acomodarse en su lugar sacar un espejo y pintarse nuevamente los labios de rosa.
-adonde me llevaras ¿?- quiso saber.
-de que tienes ganas?- pregunto.
-estaría bien un restaurante francés- dijo tomando sus dos celulares de los que estaban más a la moda y comenzando a hablar por mensajes con mas personas. El azabache se limito a acelerar para llegar al lugar indicado.
-podrías dejar esas cosas a un lado- dijo algo incomodo ya que esta solo se lo pasaba con los celulares.
-pero mira qué lindo- dijo enseñándole como en una página había publicado lo que estaba haciendo, y que estaba con su novio. Este frunció el seño.
-no me digas que lo publicas todo…- esta sonrió. –No lo vuelvas hacer- advirtió y esta le ignoro.
*~+~*
-eeeh, eso es muy extraño ttebayo- dijo sincero y esta se apeno.
-es raro… - dijo bajito.
-no no no… no me mal entiendas- dijo moviendo sus manos. –No dije que es raro que leas… historias homosexuales- dijo. – Pero no sabía que existiesen-
-entonces… ¿no te molesta?- quiso saber.
-para nada- le sonrió sincero. –Bien parece que llegamos- dijo deteniendo sus pasos en el edificio indicado. –así que aquí vives-
-sip- dijo alejándose un poco del guapo chico. –Gracias por todo- rio feliz.
-espera, Natsumi- le llamo y esta voltio. –cuando te vuelvo a ver?- quiso saber.
-porque no me llamas mañana y cuadramos ¿?- sugirió emocionada.
-bien- se despidió con la mano antes de retirarse al esta entrar.
*~+~*
-que haces aquí ¿?- pregunto Deidara no tan sorprendido al salir de la universidad, eran las 10 de la noche.
-vamos a pasear- propuso y el otro bajo la mirada siguiéndole. No sabía para donde le llevaban si se molesto en preguntar, no se fijaba en detalles, solo estaba algo cansado de tanto pensar. –Ponte cómodo- al escuchar esto y una puerta cerrarse fue que se fijo que se encontraba en un amplio cuarto, decorado con colores fríos, organizada y a su manera bastante elegante.
-…donde estamos- pregunto aun sabiéndolo, el otro le respondió llegando hasta el, se miraron a los ojos y sus labios se juntaron, el rubio sentía la lengua del otro deslizarse por su interior, era como si toda su experiencia se hubiese perdido como si le besaban por primera vez.
No sabía cómo se encontraba recostado en la enorme cama y desnudo, su piel ardía con cada rose, era como estar embriagado, ¿hacia cuanto tiempo no se sentía de aquella manera? Quizás unos años, o tal vez no, realmente eso ya no importaba, su miembro era masajeado mientras su pezón deliciosamente succionado. Quería sentir más… dejarse llevar mucho más.
Escuchar los suaves gemidos salir de los labios del oji-azul lo hacía enloquecer, querría perder la cordura pero debía controlarse, tenía que disfrutar que su amado estaba cediendo, le metió tres dedos en la boca para lubricarlos, y este sin problema los recibió jugando con ellos mientras el azabache bajaba a atender la virilidad del uke que al sentir las la lengua y lo demás saborearle podría haberse venido en ese instante. Se acomodo entre las piernas del menor manteniendo una en el aire, y mientras succionaba adentro un dedo luego de acariciar el anillo comenzando a moverlo, sintiendo la cálida temperatura que le esperaba, un segundo le siguió dilatando en forma de tijera, saco de su boca lo que la mantenía ocupada al sentir el pre semen en su paladar cuando metió un tercero el otro movía sus caderas al compas de sus movimientos.
Sintió que los invasores se alejaban, y que el mayor le levantaba ambas piernas iba a detenerlo pero la repentina penetrada no hizo más que sacar un grito de dolor de sus labios y que un par de lágrimas le salieran, agarro con fuerza la sabana y el de ojos negros espero que se calmara.
-lo siento… pero no me iba a poder d-detener- susurro sincero.
-i-idiota… um,, AH-
Comenzó a moverse suavemente, mientras el rubio gradecía internamente que el pene que le daba placer no fuese más grande porque si no hubiese muerto (xD), todo se fue volviendo blanco y ya el dolor parecía desaparecer, el otro había encontrado su próstata muy rápido, y ya se había venido una vez, se abrazo a su espalda mientras se besaban.
No tardaron en sudar, ¿Cuántas veces se había venido? ¿Hace que tanto no sentía un placer tan seductor y adictivo? Se encontraban cabalgándole, sus largos pelos se pegaban al cuerpo contrario, los ojos claros u oscuros no se alejaban más que para suspirar.
-ung… d-Dei…ah- gemía reponiéndose para abrazarlo y ayudarlo. –y-ya voy- advirtió.
-s-si ah ahh- las embestidas se volvieron más fuertes y rápidas, no tardando en llegar al orgasmo cayendo uno sobre otro.
-eso fue bueno- dijo ya más calmado y con una sonrisa satisfactoria Itachi.
-baaaaaaaaka!- dijo alejándolo de si antes de embrollarse en la cama dándole la espalda.
-Dei- se acerco al oído de este y le murmuro algo.