Capitulo 8: Desengaño.
—¿Crees que funcione bien?—El moreno serpiente recorría con la vista el menudo cuerpo que descansaba sobre una camilla.
—Solo hay una forma de comprobarlo, Orochimaru-sama…—El peligris cayo unos instantes.—…enviémoslo de misión…—Aconsejo.
—No creo que este listo.—Dudoso reviso el estatus de la transferencia de datos de combate en el monitor.
————————————————————————————————————————————
—¿Qué rayos pasa?—Alterado empezó a luchar con sus ataduras.
Le resultaba raro estar en primer lugar junto a Naruto, y ahora de la nada se encontraba de cabeza sobre zombies hambrientos.
—Ya despertaron…—Aviso una potente voz masculina. Del balcón apareció un hombre alto de piel azulada, parecía un tiburón, junto con un individuo con el rostro lleno de piercings, y un hombre con una mascara naranja.
—Que interesante que encontráramos a los Uchiha, con algo propiedad de Kasa…—Comento el joven de cabello naranja.
Ambos morenos no sabia si luchar o permanecer quietos, poco después escucharon como unas voces femeninas se aproximaban, la puerta se abrió con fuerza mostrando a una rubia de cuerpo muy bien proporcionado acompañado de dos mujeres más, una morena y otra rubia pero con uno de los ojos cubiertos por un mechón, se parecía un poco a Deidara.
—¡¿Tsunade—sama?!—Dijeron sorprendidos por la aparición de la rubia.
—¿Qué? ¿Creyeron que me iba a morir así de fácil?—Sonrió con los ojos cerrados.—Kisame, Pein, Tobi bájenlos.
La orden fue consumada pero no de la manera en la que pensaban, los estaban bajando, si, pero directo a los muertos vivientes.
A la rubia una venita se le hizo visible en la frente, mientras las otras dos mujeres retrocedían asustadas escondiéndose detrás de la puerta.
—¡Así no idiotas! ¡No les he dicho que los maten!—Ella misma tomo la soga y halo hasta que tuvo a los hermanos en el balcón, si que era fuerte.
—Lo sentimos mucho, nosotros somos chicos buenos…—Se apresuró a decir el moreno de la mascara.
Con una ademan, hizo que los Uchihas fueran soltados, pidiendo la explicación de que hacían en ese lugar, la sola mención del menor de los Uzumaki, hizo que su bello rostro se desfigurara en una mueca de terror.
—¿Na-Naruto infectado?—Tuvo que apoyarse en la pared para no caerse.
Sasuke solo agacho la cabeza, vio el maletín con la cura a un lado y lo tomo para salir seguido de los otros.
—Debo irme, Naruto necesita la cura ahora mismo…—Salió al patio, con cuidado seguidos de cerca por la comitiva que llevaban, camino al auto noto todo muy tranquilo.—…no bajen la guardia…—Lo dijo justo a tiempo en que a Pain un zombi lo sujetaba del cabello, no se asusto al contrario le sonrió sacando una navaja de entre sus ropas y le corto la garganta, entraron al auto y arranco atropellando cuanto se le pusiera enfrene hasta llega al edificio amurallado que hacia de bodega de Kasa y Sharingan.
Algo andaba mal, y eso lo demostraban las puertas abiertas con los múltiples zombis saliendo y entrando aun con las carnes de los pobres que sin duda había perecido en ese lugar, escucharon el sonido de un motor, era el auto de Deidara que escapaba de una criatura deforme parecida a un perro, Itachi no supo contenerse, busco en el maletero encontrando una 9mm, salió por encima del auto y apunto hábilmente a la cabeza de esa cosa disparando como todo un francotirador.
Los disparos fueron certeros al punto de acabar con esa miserable criatura.
La misma sorpresa se llevo el rubio mayor al ver el lugar donde se suponía curaban a su hermano, lloro y entro en pánico, para pasar a la histeria y la cólera, los cuales le dominaron aun más, arranco el auto atropellando cuanto se le pusiera en frente, parecía otra persona disparando y rebanando cuerpos putrefactos, su cabello dejo de ser amarillo para volverse rojo debido a toda la sangre que salpicaba estaba furioso, tanto los sobrevivientes como el grupo de Sasuke no daba crédito a lo que sus pupilas recibían: El adorable Deidara estaba loco de ira, limpio el área que conducía hacia el laboratorio encontrándolo completamente vacían.
—¡Naruto!—Golpeo la mesa en la que esperaba ver al menor, haciendo que se cayeran muchas jeringas con sangre y liquido de color naranja, el virus sin duda alguna.
—Tranquilo…—Pidió Itachi.—…no todo esta perdido…—La atención del rubio se centro en el rostro del moreno.
—¿Qué?—Sus labios temblaron, Itachi hizo que mirara una enorme pantalla y le dio play al video.
En él se mostraba como los científicos suministraban a Naruto “medicamentos” que le obligaban a retorcerse y gritar presa del dolor, Orochimaru y Kabuto simplemente miraban sonrientes ante el dolor ajeno, pero…había un individuo más, uno que miraba todo con ojos incrédulos y adoloridos, ladeo la cabeza con el ultimo grito de Naruto conteniéndose para no golpear a nadie, se le notaba al empuñar las manos, poco después un grito y sonido de pasos acercarse, un hombre lleno de sangre gritaba:
—¡Entraron!—Siendo seguido muy de cerca por más zombis que se le lanzaron encima, Orochimaru y su ayudante escaparon dejando a los entremeses ser devorados, no sin antes gritar:
—Quiero al chico seguro…—Y escapar por una puerta que se sello después.
Ese mismo sujeto que antes miraba a Naruto con una mezcla de dolor y amor ya no estaba y tampoco el rubio, ambos habían logrado escapar al parecer.