Habían bajado del avión y miraban la salida de pasajeros donde el revisor miraba los pasaportes de los inmigrantes.
Seto estaba en el tercer lugar de la cola.
Su compañero de vuelo y Joey mas atrás.
El pelinegro dijo a Joey—Guárdame el lugar. Ya vuelvo--.
Joey le obedeció y el otro fue hasta donde estaba Seto.
Chocó con él y luego le dijo algo.
Joey supuso que se disculpaba pero después vio como Seto seguía al sujeto.
Joey los vio llegar y Seto se sorprendió de verlo ahí.
El otro le dijo a Kaiba—Tome—dándole su pasaporte.—Yo ya no lo necesito—y sonriendo se fue mas atrás en la cola.
--Eto—trató de explicarse el rubio.
--Así que me seguiste—le dijo el castaño.
--No yo…--dijo el otro .
--Terminaste en Estados Unidos por accidente—dijo el de ojos azules levantando una ceja.
--Eto—dijo el de ojos mieles sin saber muy bien como explicar lo que sentía.
Seto volvió a la cola y después de pasada la aduana espero que el rubio traspasara el mostrador de supervisión tras el.
--¿Tienes donde quedarte?—le pregunta.
--No—respondió el ojos mieles.
--Entonces yo sé donde lo harás—respondió el castaño llevándoselo.
Seto tenía un pequeño apartamento dado por su trabajo y ahí llevo al otro.
Joey volteó para decirle algo cuando entro pero entonces le vio acercarse y se le fueron las palabras de la boca.
Los brazos de Seto le rodearon y su boca se apropió de la del otro tan rápida y vorazmente que a Joey se le fue el aliento.
Las manos ansiosas volaron sacándole la ropa sin mas dilación lo llevó a la habitación contigua. El dormitorio.
Recostado en la cama completamente desnudo el cachorro era para Seto la mas adorable y apetecible de las creaciones.
Su fino cabello rubio y sus ojos mieles junto con sus mejillas sonrojadas eran prueba insustituible de que era una hermosa creación.
--Te amo—le susurró.--Y eso jamás cambiará--añadió.
El ojos mieles le miro decidido.
--Si aun me amas todavía tengo la oportunidad de quedarme a tu lado—dijo.
--Si. Pero en donde me falles de nuevo…--aclaró el arqueólogo.
--No te fallaré—dijo Joey tomando con ambas manos la cara del cercano CEO.
--Jamás lo hagas—le contestó el castaño antes de besarle de nuevo.
Lo llevo contra el respaldo de la cama y beso sin control los entreabiertos labios.
Se hicieron el amor de maneras insospechadas pero con mucho cariño.
Porque hicieron el amor.
El verdadero amor.
Seto despertó a la mañana siguiente y buscó a su lado al rubio sin encontrarle.
Se levantó de un salto y fue en su busca.
Estaba en la cocina.
Le preparaba el desayuno.
--¿Qué rayos haces?—preguntó.
--Tu desayuno--contesto simplemente el otro.
--No era necesario—dijo algo sorprendido el castaño.
--No pero quería hacerlo. Llevo 5 años sin preparártelo y lo extrañaba—dijo Joey.
Seto miro el desayuno y se alegró.
Fueron a la cama y despacio lo comieron.
--¿Qué planeas hacer en Nueva York? ¿O es que planeas otra expedición?—preguntó Wheeler preocupado.
Seto negó con la cabeza.
--Me han ofrecido el liderazgo del área de Arqueología del Museo de Historia Natural—le informó. Es un puesto estable. Ya no viajaré mas—le informó.
--Pero… ¿Por qué hiciste eso? A ti te gusta inspeccionar—dijo el rubio asombrado.
--Pero mas permanecer a tu lado—dijo el castaño y el otro lo miro sin entender. Iba a rechazarlo después de llegar pero cambié de opinión—añadió.
--Pero…--dijo el ojos de miel.
--Ahora me dedicaré a inspeccionar solo tu cuerpo—le dijo el castaño mientras colocaba la bandeja a un lado.