Capítulo VII: El enemigo al asecho.
Los tres se encontraban ya lejos de ese lugar, se vieron en la obligación de cuidar del moreno, ya que este estaba como loco, gritaba y lloraba, como si no hubiera mañana, simplemente estaba en el suelo, abrazando sus piernas meciéndose desquiciadamente.
-Daion…-Llamo Hisoka, empezando a temer de que al menor algo realmente malo pudiera pasarle…-¿Esta bien?
El moreno alzo la cabeza, con los ojos llenos de lágrimas, pero solo afirmo con la cabeza.
-No debiste decirle a Chikara que ese chico es tu novio…-Dijo de la nada el castaño, al parecer se había dado cuenta de los sentimientos de Daion hacia el moreno mayor.
-Era necesario…-Susurro.-…solo así, Chikara estará a salvo.-Eso se le escapo, la mirada interrogante de los otros dos, le resultaron como sal en las heridas-…es que Akuma, no es muy paciente y es muy agresivo, ya saben…un amigo sobreprotector.
-A mi ese chico me pareció que quería de todo contigo menos una amistad…-Comento un poco molesto el rubio, estaba empezando a sentir algo parecido al dolor y a la decepción mezclado con deseo de proteger y convicción.
Daion no quiso discutir con ellos y se marchó más triste que cuando era un humano y su familia misma le tenía miedo.
-¿Crees que este bien?-Pregunto Hijiri mirando por donde el menor se había ido.
-Más le vale estar bien…-Respondió aliviado del peso de las emociones de Daion.
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-Dígame doctor…-El peliplateado volteo al pelirrojo que se probaba varias prendas muy elegantes.-… ¿Cuál de estos trajes será el que le gustara más a Dai-chan?
El mayor solo ladea la cabeza, molesto, tener a ese demonio en el mismo lugar que el pequeño shinigami era no solo un reto si no un martirio.
-¿Cuántas veces debo decirte que no estás aquí para solo follar?...eso es solo un pequeño premio a comparación de lo que conseguirás si logras apartar de mi camino al molesto chico.
El menor hiso un puchero, se colocó de nuevo el uniforme y se sentó enfrente del doctor.
-Ya me estoy encargando de eso…
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Los gemelos entraron a la clase, pero Hisoka estaba tan distraído que no se dio cuenta de que en su lugar había un papelito que decía:
“Te espero en el baño de chicos a las 3:30 p.m.” y lo tiro debajo de la silla de su hermano, el cual, creyéndolo suyo; pues Hijiri no era un chico que pasara desapercibido, era tan bello como el rubio, leyó, salió con la excusa de ir al baño, bueno, no era del todo una excusa ya que si iba a ir a ese lugar, la hora estaba cerca.
Se asomó cuidadosamente, todo estaba sumido en la más secreta oscuridad, como esa cuando los amantes buscan las sombras para entregarse a su pasión, entro completamente mirando su reloj que marcaba la hora indicada.
-Hola…-Su voz se escuchó en toda la habitación, pero sin ninguna respuesta.
Aburrido que alguien al fin se dignara a aparecer decidió irse, pensando en una broma de muy mal gusto, al girar el pomo de la puerta, noto que esta estaba cerrada, empezó a forzar la puerta consiguiendo únicamente que lo lanzaran al piso.
La oscuridad del lugar no le dejaba ver nada, pero ello no le impedía notar que estaba en peligro.
Un par de manos frías y duras, por no decir cadavéricas, sujetaron con fuerza sus muñecas, mientras una voz de ultratumba repetía desquiciadamente:
-Serás de él…serás de él…serás de él…
Logro zafarse golpeando a lo que fuera que lo mantenía prisionero, se arrastró hasta la puerta y comenzó a golpearla con los puños pidiendo ayuda a gritos.
-Inútil…-Murmuro la voz-… inútil…
Estaba aterrado, quería que Hisoka lo ayudara que hasta Daion lo hiciera, se deslizo en la puerta escuchando como la voz de su atacante se reía y se acurruco abrazándose a si mismo sintiendo después las manos buscar sus pies, cerró los ojos con fuerza y…
-¡Lo tocas cuando esté muerto!-Era el chico de hermosos ojos carmesí, Daion estaba allí. Estaba allí… ¡Estaba allí! Alarmado se levantó y tomo al menor de la mano golpeando la puerta con más fuerza que antes, el chico moreno que hace nada se había convertido en su amigo también corría el riesgo de morir en un baño y ser parte de una absurda cifra.
Pero el menor deshizo el agarre en su mano y encaro al cadáver, este se abalanzo creyendo conseguir un bocado de tan delicioso ser pero un campo de fuerza espiritual le dio la bienvenida mandándolo contra el enorme espejo, Daion no estaba de humor para lidiar con un siervo de Akuma, no quería pelear y mostrarle a Hijiri quien era pero la situación ameritaba una lucha.
El cadáver volvió a arremeter contra Daion pero esta vez el moreno desapareció dejando al castaño indefenso, al cual la sangre se le helo, era una situación demasiado idiota la que estaba viviendo, además de haber caído en la trampa de algún idiota también estaba en peligro y Daion lo había abandonado.
-Rico… rico…-Escuchaba, suspiro con fastidio, maldito papel, cerró los ojos esperando sentir los dientes contaminados del cadáver pero nada paso, al abrirlos de nuevo se encontró con Daion mirándolo divertido sentado en la barra de lavamanos.
-¿Qué sucede contigo Hijiri-sempai?... ¿o me digas que un poco de oscuridad te asusta?
-¿No viste a…? Esa cosa… iba a…
-Creo que no estés despierto del todo, desde que vine aquí no he visto nada…
Miro todo interrogante, el entorno no mostraba señales de violencia, ni siquiera el espejo de los baños estaba roto como vio al moreno romperlo, suspiro y se dio media vuelta dejando a un sonriente Daion allí que al verlo salir tuvo que caer de rodillas en el piso, el baño era un desastre, había matado… otra vez a esa cosa y la sangre se salpico por todos lados, en el suelo había más cristales que agua, tendría que usar el doble de energía para limpiar el desastre.
Se concentró y dejo que su energía realizara el trabajo sucio, de pronto la puerta se abrió de improviso mostrándole la cruel imagen del pasado, el chico que había entrado era el retrato en castaño oscuro de su hermano mayor, sintió que el corazón se le oprimía y que las lágrimas abandonarían sus ojos en cualquier momento, pero se hizo el fuerte, aproximadamente llevaba muerto 16 años, por lo que Date tendría 35 años y ese chico, él tendría como 14 o 13, no sabía a ciencia cierta si ese chico era algún familiar pero el excesivo parecido a su hermano le indicaba que sí, no creía que Date hubiera muerto y reencarnado en muy poco tiempo.
-Asato-kun…-Lamo el castaño-¿Sucede algo?
-No…-Titubeo-… solo me sorprendió tu entrada.-Por suerte el desastre de allí ya estaba solucionado.
Una risita y vio al chico sentarse a su lado.
-Es un baño…-Le recordó-… muchos vienen aquí.
Rio tontamente, ese era un detalle que paso por alto.
-Jejeje…-Se tocó la nuca-… es verdad…
Se sintió extraño hablando con ese chico, pero sentía una tranquilidad inhóspita, como si al fin hablara con Date y este no temiera mirarlo a los ojos.
-¿Y cuál es tu nombre?-Interrogo meneando las piernas intentado controlar el nerviosismo.
-Asato- kun no es bueno con los nombres…-Comento en voz baja-… mi nombre es Honnou Ashi…
Sonrió forzadamente, no necesitaba saber más, el enemigo asechaba a todos, y al parecer las cosas se complicaban mucho.