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Del amor al odio y después? por luna de hielo

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Notas del capitulo:

ammm este capi. ta dividido porque no termine de pasrlo a la compu y tengo sueño, por lo mismo no se si esta corregido, lo siento espero que no les importe, ya despues lo edito bien 

Eran cerca de las once de la noche y las personas ahí reunidas no avanzaban nada en su discusión ni podían llegar a una decisión, todo por un solo motivo o más bien a una persona que no estaba de acuerdo con la misión de rescate.

La terquedad de su hermano estaba cansando al muy paciente Aioros que medio entendía su postura pero no la compartía, en esos momentos todos los integrantes de su familia se encontraban discutiendo  el cómo proceder  con la ayuda hacia Shaka ya que en base a la llamada “anónima” que recibieron y al informe que les dio Aldebarán (que al momento de la llamada se encontraba en Londres) la situación para su primo no era nada fácil y no ayudaba el hecho de que el terco de Aioria se negara a viajar a Inglaterra para defender legalmente a Shaka.

-         No  no y no Aioros no voy a viajar hasta Inglaterra solo para socorrer a una persona que dejo claro que no quería nada de esta familia

-         El hecho es  que no te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando Aioria

-         Que!!!! No tengo tres años Aioros me niego totalmente a representar a Shaka en cualquier cosa, si él no ha tenido la decencia de llamar porque yo tendría que ayudarlo? Se largó, acaso no lo recuerdan, se fue sin decir nada y nos dejó a nosotros solucionando el desacuerdo con  Wyvern, pagamos millones…

-         yo hubiese hecho lo mismo y tú también Aioria y no te atrevas a negarlo- esta vez fue Seiya el que hablo, ya estaba cansado de la terquedad de Aioria cuando todos sabían que si a alguien le preocupaba Shaka ese era a él- si no quieres ir a ver  qué es lo que está pasando con Shaka entonces no entiendo que es lo que estás haciendo aquí, ni porque estás haciendo tanto drama, simplemente  vete y déjanos llegar a un acuerdo

-         Por qué tengo que ir yo?- dijo Aioria después de sentirse amedrentado por las palabras de Seiya, ese niño sí que sabía dónde pegarle

-         Porque tú eres el abogado de la Familia y si Shaka está en problemas necesitara un abogado, además de que  si él confía en alguien de los aquí presentes ese eres tú

-         Si claro confía tanto en mí que ni siquiera me dijo que se largaba

-         Hermano sé que esto es difícil para todos y en especial para ti, pero Shaka te necesita, nos necesita y no puedes negar que el vendría si se tratara de vos.

-         Después de esto quiero mis vacaciones- dijo Aioria antes de salir de la oficina de su hermano, derrotado tras las últimas palabras de Aioros y Seiya, tenían razón pues si hubo a alguien a quien le dolió la partida de Shaka ese era él. Desde chicos fueron los inseparables primos y amigos, no se podía hacer cuenta de Aioria sin Shaka y viceversa, estaban pegados, iban a todos lados juntos, comían del mismo plato y leían los mismos libros, Shaka y él más que primos eran como hermanos, por eso le dolió que no confiara en él al salir de Grecia, que se marchara con el tal Mu y no con él, para Aioria eso era como una traición y eso todos lo sabían.

Después de todo Seiya tenía razón, si hubiese sido él quien tendría que casarse con ese rubio desabrido también hubiese huido, sobre todo porque en ese tiempo su hermana estaba montado en su macho y no aceptaba excusas. Pero Shaka se fue sin siquiera decirle y en cambio si se lo dijo al sin cejas y no solo eso sino que huyo con él. Eso era lo que Aioria no podía perdonarle a Shaka, no sin antes obtener una respuesta al porque lo hizo, eso y una buena trompada.

 

Mientras tanto una gran sonrisa surgió en la cara de los que se quedaron dentro de la oficina al fin estarían todos juntos de nuevo y no había poder humano que pudiese separarlos nuevamente. Todos sabían que lo duro era convencer a Aioria de ese viaje una vez que este entrara en razón  se haría cargo del bienestar de Shaka, ahí sí que los Géminis temblaran porque no sabían con quien se habían metido,  mejor dicho, no tenían ni la más remota idea de con que león se habían metido, Aioria era un abogado de temer  y ellos estarían allí para apoyar al rubio en lo que hiciera falta, no desampararían a Shaka y su niña.

 

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Se le partía la cabeza, no quería ni moverse de la migraña que amenazaba con tirarlo todo el día en la cama, no lo  entendía, hace cuanto que no tomaba, hace bastante tiempo según podía recordar, lo había dejado por que la última vez casi moría en un accidente de auto y se llevaba de pilón a su hermano  sin deberla ni temerla, lo dejo no porque quisiera volver a la maldita realidad de saber que en su vida ya no estaba Shaka, sino porque no podía hundir con él a su hermano en ese infierno. Kanon no lo merecía.

Se llevó el brazo a los ojos  intentando tapar el reyo de luz que traspasaba la ventana y que justo caía en su rostro, maldijo al querer darse la vuelta y sentir un peso extra en su costado izquierdo, gimió quedito, no de placer sino de cansancio, no podía creer que Sorrento aprovechara su borrachera para metérsele en la cama, parecía que su esposo no tenía dignidad, cuantas veces necesitaba decirle que lo que sentía por él era solo atracción física ya ni eso.

Casado de todo, trato de levantarse sin despertar al otro, no le apetecía discutir con  un dolor de cabeza asomándose, Sorrento se movió acercándose más a su cuerpo y pasándole su mano por el pecho, fastidiado volteo a verle con ganas de gritarle que le soltara pero apenas sus ojos se posaron en esa cabellera larga y dorada desparramada en el lecho, su pecho se contrajo y un sinfín de imágenes de la noche pasada se desfilaron en su mente.  Él bebiendo en el despacho de su abuelo, parado frente a la cama de Shaka, ellos besándose de forma desesperada, Shaka encima de él  cabalgándolo como antaño, como solo él sabía hacerlo con pasión y amor, Saga penetrándolo desesperadamente tratando de llegar al clímax  y aquellas últimas palabras. Maldijo de solo recordarlas.

Miro en rededor tratando de reconocer su habitación, creyendo tontamente que solo se trataba de un mal sueño, de esos que antes lo asechaban para burlarse de lo que había perdido, pero no reconoció aquella estancia, los muebles y el color de los muros no eran los de la habitación  de su departamento ni siquiera los de la mansión, aquel lugar no era su refugio y temió que todo fuera real.

Un suspiro salió de los labios de aquel que descansaba en su pecho, Saga no se movió en un intento de que el sueño no fuese perturbado y de que la costumbre de levantarse tarde no hubiese sido modificada por cuidar de un niño, rogaba con los ojos fuertemente cerrados que aquel ángel no se despertara, quería volver a dormir para así no tener que enfrentar la realidad.

-Saga- aquel susurro  de voz adormilada dejo caer la realidad como si de un yunque se tratara, ya no había vuelta atrás, el peso de sus actos actuó en su contra, el dolor de los años pasados nublo su mente, el placer de la noche pasada luchando con los recuerdos dolorosos de su separación, odio y amor combatiendo dentro su pecho en  una lucha a muerte, solo un vencedor, las palabras brotando de sus recuerdos y una sola frase que se repetía cual disco rayado te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo te amo, frente a él una mirada ilusionada tras aquellas palabras que desnudaban su corazón, y se odio, se odio mil veces por permitir que su corazón mandase sobre su cabeza, lo odio a él por llevarlo a eso,  se dio asco a sí mismo por permitir que todo llegara a esas instancias, pero se odio aún más por lo que haría, porque sabía que aquellos los condenaría a ambos, que los arrastraría nuevamente a una profunda amargura y aun sabiéndolo, aun siendo consciente de que después de esto no habría marcha atrás, razón se dejó guiar por el orgullo, la rabia y el odio cavando la tumba de la que fuera su última oportunidad.

Sintió el recorrido de una suave mano por su pecho, aquel roce de pieles le produjo una arcada, ¿cómo pudo dejar que el alcohol lo dominara? ¿Cómo es que había llegado al punto de serle infiel a su esposo? Era cierto que no lo amaba pero juro que jamás haría a otro lo que Shaka le hizo a él. De un solo manotazo alejo el brazo invasor de su cuerpo, se levantó y con furia ciega comenzó a vestirse sin tomar en cuenta al otro.

 

 

Shaka sintió inmediatamente el cambio producido en Saga y lo conocía tan bien que tenía una clara idea de lo que se avecinaba, observaba callado los intentos de Saga por vestirse rápidamente mientras aferraba las sabanas a su cuerpo desnudo tratando de proteger no solo su desnudes son que también su corazón, Dios sabía que  no había buscado aquello, que en ningún momento espero volver a compartir su cama con él y que no era culpable de nada de lo ocurrido la noche anterior.

-Saga- volvió a susurrar Shaka esta vez con voz entrecortada, la actitud que había tomado Saga empezaba a lastimarle, a clavársele en el alma como un daga envenena y no ayudaba el terrible silencio que se instalaba en la habitación, le recordaba aquella noche hacia cuatro años, aquella en la que su hija había sido concebida y también aquella en la que Saga le demostró lo que era capaz de hacer cuando se dejaba llevar por la rabia.

-NO- dijo Saga con la mandíbula apretada- No digas nada, no quiero saber nada de ti- dijo tratando de contener las palabras para no causar más daño, no quería dejar salir su ira porque sabía de sobra el alcance que esta tomaría.

- Saga lo que paso anoche-

-Lo que paso anoche fue un error Shaka, un terrible y asqueroso error- dijo el peli azul explotando- no ves que todo está mal? Que no te das cuenta de lo que hicimos? Por Dios me das asco, yo me doy asco, le fui infiel a Sorrento cuando le prometí que nunca lo haría  y no solo eso sino que lo hice con la prostituta de mi primo-

Shaka no lo aguanto más, no iba a permitir que Saga lo siguiera insultando de esa forma, él no lo merecía, él era Shaka de Virgo y ningún Ingles vendría a decirle semejantes cosas. Cansado de escuchar solo insultos se levantó de la cama y con paso seguro le dio alcance a Saga para inmediatamente soltarle un puñetazo, pero no conto con que la furia de Saga fuera tal que le respondiera el golpe mandándolo contra el costado de la cama a causa de la sorpresa.

Dominado por la sorpresa Shaka solo atino a sobarse la mejilla mientras miraba fijamente a Saga que arrepentido por lo que había hecho se acercó para levantar al rubio, el cual al mínimo contacto exploto toda la furia del momento y de los años pasados, la mirada de Shaka se convirtió en hielo y de una manotazo se soltó del agarre. Mirando fijamente al peli azul camino rumbo la puerta con toda su gloria, como si de una reina se tratase sin importarle su desnudez se paró frente a esta y con voz de granito dijo.

-         Esta es la última vez que me insultas Saga, es la última vez que permito que alguien como TU  ponga una sola mano sobre mí, trate de hacer esto por las buenas, de que todo se solucionara no la más fácil posible pero ustedes lo han complicado todo- dijo Shaka haciendo el intento de contenerse para ni gritar- si quieren guerra- sonrió burlonamente-guerra tendrán, y te advierto Saga, no sabes con quien te metiste, AHORA LARGO DE AQUÍ, tu sola presencia me enferma.

 

 

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Afrodita vio salir a su primo del ala este de la casa con el rostro turbado, solo había una  cosa con el poder de dejar así a su primo y solo había alguien en ese lado de la casa, solo le quedaba imaginarse que en el mejor de los casos ellos dos solo hubiesen discutido.

 Se acercó ala recamara de Shaka con la intención de ver como se encontraba y de informarle de la llamada de Shura, pero al entrar a la habitación encontró al rubio hecho bolita en el suelo tratando de cubrir su desnudez mientras pesadas lagrimas corrían por su mejillas, a Dita no le hizo falta explicación de lo sucedido, la desnudez de Shaka y el olor a sexo de la habitación revelaban todo lo que él necesitaba saber, con cuidado cogió la sabana que estaba tirada y con cuidado arropo al hombre que lloraba perdido en sus pensamientos, lo acerco a su pecho tratando de brindarle un consuelo que aunque viniera de él sabía que le haría bien al rubio.

Supo que por la forma en la que lloraba aquello que le dijera Saga después del sexo no era nada bueno, sintió  lastima por Shaka pues él más que nadie sabía lo que era sentirse utilizado y maldijo a Saga y a Death Mask por hacerle eso a ambos. Shaka se pegó al pecho de Dita y lloro como hace tiempo no lo hacía. Lloro por lo que perdió, lloro por su familia y lloro por Emi, pero sobre todo lloro por Saga y mientras lo hacía se juraba que sería la última vez que llorará por él.

-         Llora Shaka, llora todo lo que quieras, saca todo ese dolor de tu alma, límpiala para comenzar de nuevo, deja que tu llanto se lleve la amargura y renuévate porque tu hija te necesita.

-         Emi!!!- ¿cómo había podido olvidarse de su hija?, ¿cómo su capaz de acostarse en semejante momento? ¿qué padre se acostaba con otro hombre cuando su hija se encontraba internada? Maldito Saga

-         Shura llamo, dijo que el virus está por fin  saliendo del sistema de la niña y que solo es cuestión de días para que la den de alta, a eso venía, a por ti para llevarte al hospital, así que ve a bañarte, quítate esa cara de muerto que te cargas y vístete rápido que te espero allá fuera- dijo Dita al tiempo que empujaba a Shaka en el baño y salía de aquella habitación en busca de su primo. Desgraciadamente no lo encontró ya en la mansión y se quedó con las ganas de decirle unas cuantas cositas.

 

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Aioria estaba cansado, habían viajado toda la noche para poder reunirse con Aldebarán al medio día y poder así estar al día con los asuntos legales de Shaka,  también  se enteraron de algo que casualmente su querido hermano Aioros olvido mencionar en su junta exprés, no era Shaka quien se  encontraba internado gravemente sino su hijita de tras años, SU HIJA, por dios como pudo Aioros no decirles que eran tíos.

Si el abogado de la familia no estaba del todo dispuesto a seguir el caso al llegar a Londres, Seiya estaba seguro que después de escuchar cómo había sido tratado Shaka y su hija por esa gentuza, Aioria no dejaría ni un solo peso en las cuentas de aquellos que se atrevieron a menospreciar a su sangre, en especial al tal Saga, ese hombre pagaría y lo haría muy caro. 


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