Pasaron dos días más antes de que dieran a Emi totalmente de alta, justamente aquella tarde sería la última que pasaran en el Hospital, lo que si era cierto es que la temperatura que tenía la niña había sido controlada desde la noche en la que Shaka hubiese caído de nuevo en el infierno. Aquella mañana en la que Shura vio llegar a Shaka junto con Afrodita supo inmediatamente que algo grabe había ocurrido, lo peor de todo es que por la cara de preocupación que mostraba Dita y la mirada indiferente y fría de Shaka, las cosas no presagiaban nada bueno.
Fueron dos días en los que Shura y Dita compartieron miradas preocupadas para con el rubio, al principio Shura no entendía que era lo que estaba pasando pero después de que llegaran y que Shaka se instalara directamente en la habitación de la niña él y Dita tuvieron una larga charla, el peli turquesa le comento lo que sucedió entre Shaka y su primo, o mejor dicho, solo le dijo las deducciones a las que había llegado, ya que el rubio una vez más calmo no había dicho nada, solo se encerró en su esfera de indiferencia y había tratado fríamente al mayor.
No mentía cuando decía que estaba preocupado sobre todo por el golpe que Shaka traía en la mejilla izquierda, su primo nunca antes había tratado de esa forma al rubio, por lo menos nunca antes habían llegado a los puños porque si en algo conocía bien a ambos, es que, quien fuera que soltara el primer golpe había recibido otro en compensación. Ya una vez había visto a Shaka con esta actitud, sabía bien que no era más que una pose de defensa ya que era la misma que utilizo durante los primeros cuatro meses de embarazo, no lo molestaría sobre eso y estaría ahí para cuando el oji-azul quisiera desahogarse.
Había tratado de conversar con Shaka el tiempo que los médicos le pedían desalojar la habitación de la niña pero solo recibía monosílabos de respuesta. Y apenas daban la orden de dejar pasar visitas desaparecía en la habitación de la niña para no salir hasta el día siguiente, en esos momentos Shaka acababa de entrar a ver a la niña que había despertado, el también entro junto a Dita pero después de la hora de visitas las enfermeras les pidieron que desalojaran la habitación y así él y su primo salieron dejando a Shaka contemplar el sueño de Emi.
Llevaba media hora contemplando el parque que se encontraba frente al hospital, no sabía porque tenía el presentimiento de que las cosas estaban a punto de empeorar… un escalofrió recorrió su espina dorsal cuando un destello lila atrajo su atención. Se trataba de Mu y su primo Kanon, no entendía que hacían ahí pero si sabía que su presencia no sería nada bien recibida por Shaka, no como las cosas estaban.
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A penas Shura y Dita salieron de la habitación Shaka dejo su pose indiferente y sonrió a la carita dormida de Emi, ya no dejaría que nada interfiriese en su vida, había perdido toda esperanza de que Saga recapacitara y aunque lo hiciera esta vez él no cedería, estaba cansado de que jugara con él, de que cogiera su corazón y lo hiciera pedacitos. Todo tenía un límite y Shaka había llegado al suyo hacía dos días.
El amor no era así, si Saga de verdad lo amara nunca habría dudado de él, habría esperado una explicación suya, si Saga en realidad lo hubiese amado nunca habría hecho lo que hizo aquella mañana, el amor no usaba de la forma en que él lo había hecho con su persona, amar no significa perder la dignidad, el verdadero amor nunca te humillaba de la forma en que lo había hecho con él, Saga nunca lo había amado, no de la misma manera ni con la misma intensidad que él lo amaba y darse cuenta de eso le partía el alma. Quería convencerse de que no era culpable de las deficiencias de Saga, que no fue culpa suya el que nunca lo amara. Pero no podía, por más que lo intentaba, su autoestima ya estaba seriamente dañada por todos aquellos años de humillaciones y desprecios.
Por eso claudicaba harto de un amor así, prefería no amar y dedicarle todo su amor a Emi, sacaría a Saga de su pecho eso ya lo había decidido. Se iría, regresaría a Grecia y olvidaría todo lo relevante a los Géminis, volvería bajo las alas su ángel protector, pediría perdón a Aioros y viviría con su familia. Su hija sería feliz allí donde podría jugar a todas horas sin necesidad de preocuparse por él frío como lo hiciera él al lado de Aioria y conocería a sus tíos, a aquellos que estaba seguro si la querrían. Era tiempo de volver al nido, donde curaría sus heridas y tal vez un día volvería a amar pero por lo pronto lo único que importaba era poner a Emi fuera de todo problema, renunciaría a la herencia de Aspros y rompería lazos con todo. Shura tendría que entender sino también quedaría en el pasado, estaba harto de ser él quien daba el brazo a torcer y estaba seguro que cuando Shura se enterara de quien realmente era, comprendería que ninguno de los dos necesitaba la absurda herencia de los Géminis.
Unos pequeños golpes lo sacaron de sus pensamientos, segundos después el medico de Emi entraba a la habitación con semblante serio.
-pasa algo Doctor?-
- Me gustaría hablar un momento con usted, por favor acompáñeme a mi consultorio.
Shaka un tanto preocupado siguió al joven médico hasta su consultorio, cuando entraron en el pudo percatarse de la presencia de otro hombre un poco mayor a ambos, tendría unos 34 años, de piel blanca como la nieve y cabellos castaño claros, era muy atractivo pero al igual que el otro médico su semblante era serio.
-Sr. Virgo le presento al jefe de pediatría el Doctor Siegfried de Bubhe, él y yo estamos algo preocupados por la “enfermedad” que trajo a su hija al hospital
-“Enfermedad”- pregunto Shaka, que querían decir aquellas comillas que había hecho el peli- negro con las manos
- Dígame Shaka, usted está al corriente con las alergias de la infante
- Si claro, es alérgica a la fresa y a la nuez, porque lo pregunta.
- Seré claro, su hija llego aquí con una temperatura muy alta, creyendo que fue provocada por un alimento en descomposición le practicamos un lavado estomacal y analizamos algunas muestras para saber que exactamente había causado la enfermedad, el caso es que encontramos estos dos alimentos que acaba de mencionar y un alto contenido de narcotizantes suficiente para dejar inconsciente a un adulto sano por un día… El caso es que si hubiesen tardado un poco más en traer a la niña, le estaría dando el pésame.
Shaka no podía creer lo que estaba escuchando, alguien había tratado de dañar a Emi? O mejor dicho alguien quería dañarlo a él.
- Pero dijeron que era anemia y un fuerte virus
- Y lo son, pero el virus no hubiese atacado tan fuerte si sus defensas no estuviesen tan bajas por la alergia y la anemia claro está, pero hablar del narcótico es otra cosa, si no le dijimos esto antes era porque no estábamos seguros y el laboratorio tuvo algunos problemas con los exámenes clínicos. Pero quiero que entienda la gravedad de la situación… podría tratarse de intento de…
- Si, lo entiendo, gracias Doctor.
- Tenga cuidado, alguien hizo esto le recomiendo que averigüe lo más pronto posible de quien se trata, si no cuenta con las posibilidades de contratar un abogado el hospital tienen uno en servicio para estos casos -
Shaka solo asintió con la cabeza y salió del consultorio, su cabeza a mil por hora especulaba quien había sido el causante, tan perdido en sus razonamientos estaba que no se dio cuenta cuando llego a la habitación de su hija sino hasta que una voz se lo aclaro todo. Ya no necesitaba averiguar el causante de todo esto o los causantes, ahora lo tenía claro. La rabia fue ganando terreno y supo que esto no debía quedar así, no podía quedar así, no cuando hablaban de la salud de su hija, no cuando ellos ya le habían hecho el suficiente daño.
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Shura no estaba muy convencido de dejar a aquellos dos solos como lo había pedido Kanon, en realidad ni él ni Afrodita estaban convencidos de que dejarlos entrar a la habitación de Emi hubiese sido una buena idea. Y es que no tenía ni idea de cómo reaccionaría Shaka si llegaba a verlos dentro, el no confiaba en el peli-lavanda y por algo debía ser, el hecho era que se sentía muy incómodo en esa situación.
- Es idéntica a Shaka no te parece Kanon, tan hermosa, parece un angelito- dijo Mu acariciando suavemente la mejilla de la bebe, ellos no habían podido tener hijos aun.
- No creo que Shaka sea precisamente un angelito, amor, más bien diría que…
- Cuidado con lo que dices- le advirtió Shura al gemelo menor
- Ya, ya, no pasa nada si te relajas sabes- Shura no estaba tan seguro de eso, la última vez que se relajó mira donde estaban ahora.
- Es tan linda que podría robármela- dijo el peli-lila con una sonrisa, la misma que se desvaneció al escuchar un portazo a sus espaldas, volteo a ver de quien se trataba y palideció, la expresión de Shaka daba verdaderamente miedo.
-¿Qué es lo que están haciendo aquí? … aléjate de ella- ordeno el rubio.
Un silencio incomodo lleno la habitación mientras Shura veía sorprendido a Shaka que esta vez no mostraba una actitud fría sino estaba completamente fuera de sí, la ira se podía ver en sus ojos, era increíble ver como esos preciosos ojos azules se oscurecían por la rabia que mostraban, era inaudito verlo en semejante estado, nunca antes lo vio de esa forma, no tenía ni idea de que era lo que le puso así pero estaba seguro de que pronto lo descubriría.
- ¿Qué es lo que tú haces aquí?- dijo mirando fijamente a Mu quien se veía bastante incomodo- saca tu usado culo de esta habitación en este instante- todos vieron sorprendidos como Shaka empujaba hasta la puerta a Mu que no hacía nada por defenderse ni siquiera Kanon reacciono a tiempo para defender a su esposo de la furia que consumía a Shaka.
- ¿Qué crees que estás haciendo Virgo?- pregunto enfadado Kanon al llegar al lado de Mu, Shura y Dita solo miraban desde la puerta atentos a la situación por si fuera necesario intervenir- ¿a esto es a lo que querías venir Mu, a que este idiota te tratara de esta forma?, Aun no entiendo porque te sigues preocupando por semejante puta.
- O no!!! Kanon – dijo burlonamente Shaka- si de los aquí presentes hay alguien que sabe mover el culo, si alguien aquí es una puta ese no soy yo, o es que Mu no te ha contado quien es en realidad!- ironía pura, y sarcasmo hiriente fueron las palabras que Mu sabía muy bien que lo condenarían, trato de convencer a Shaka con una mirada suplicante pero el rubio estaba que lleno de enojo y rabia por las noticias del médico, el solo imaginarse que pudo haber perdido a su hija por la culpa de esa familia lo cegaba, tenías ganas de destruir algo o a alguien y para mala suerte del peli-lila, él era quien más cerca se encontraba.
- No voy a permitir que insultes de esa forma a mi esposo, él es un hombre bueno y decente
- Decente jajajaja, discúlpame Kanon pero no creo que hablemos del mismo hombre, yo solo veo traición en esos ojos que muestran falsa ternura, tal vez, tu conociste una cara de la moneda, una buena y gentil, pero conmigo mostro la otra, ¿sabes quién es tu esposo Kanon? ¿sabes cuál es su nombre real?, no verdad, no lo sabes - sonrió sínicamente – pues bien, te presento a MU D’aries- dijo señalándolo- uno de los hombres que trabaja para la Familia Wyvern, amante de Aiacos Garuda primo y mano derecha de Radamanthys Wyvern mi ex prometido, enviado por su amante a vigilarme mientras estaba en Grecia, me sugirió escapar para librarme del matrimonio pero lo único que buscaba era alejarme de la protección de mi familia, no es cierto Mu?
Con cada palabra dicha por Shaka el silencio consumía a los demás con diferentes sentimientos, Shura y Dita no entendían ni “J” de lo que estaba hablando el oji-azul, por su parte Kanon miraba confundido de Shaka a Mu tratando de entender que era todo aquello, le desconcertaba que Mu no tratara de defenderse ante las calumnias de Shaka, porque eso eran, puras y viles calumnias, al menos así lo creía el gemelo menor. Por su parte Mu más que ofendido estaba sorprendido, sorprendido porque no sabía cómo era que Shaka sabía todo aquello. No pensaba en nada más que en la forma en que lo había descubierto pero sobre todo ¿desde cuándo lo sabía?
- L o sabías- dijo en un susurro el ariano
- CLARO que lo sabía Mu- dijo Shaka esta vez dolido- siempre lo supe, el para quien trabajabas y cual era tu misión, debías hacerte mi amigo y ganar mi confianza para que en el momento adecuado me sacaras de Grecia y así le sería más fácil a Wyvern obligarme a casarme con él, algo así era el plan no?- silencio, lo que había empezado como una discusión entre Kanon y Shaka termino siendo un monologo donde solo Shaka y Mu entendían al cien lo que se decía, Kanon solo escuchaba esperando a que Mu desmintiera todo lo dicho, pero al contrario las palabras de hace un momento solo lo confirmaban.
- Pero no contaban con que antes de salir yo dejara como mi apoderado legal a Aioros, entonces tu misión se convirtió en evitar que me casara con otro, no?, por eso tu insistencia en que Saga no era adecuado para mí, por eso trataste por todos los medios de separarnos y lo lograste, bravo lo lograste Mu- la voz de Shaka poco a poco se fue apagando, se notaba que aquello le dolía pero en ningún momento aparto la mirada del que todos creyeran era su mejor amigo. Las lágrimas corrían sin parar por el rostro del peli-lila, no podía negar todo lo que era dicho por el rubio, como tampoco podía negar el dolor que demostraban sus palabras, el mismo dolor que inundaba sus ojos, y es que ese era el remordimiento que tanto acosaba al ariano, porque a pesar de todo el si llego a querer a Shaka como un amigo y si en el momento se arrepintió, la culpa aumentaba al pasar los años y ver que ni su cuñado ni Shaka podían ser felices con otras personas.
- Pero también fallaste, fallaste al enamorarte de Kanon, al apartarme de tu vista y dejar que quedara encinta… fallaste al confiarte en la supuesta aberración que sentíamos el uno por el otro, así como yo me equivoque al confiar en ti, ingenuamente pensé que al enamorarte de Kanon dejarías todo a un lado, pensé que aquella vez que te encontré desnudo y llorando en el departamento era porque habías renunciado y Aiacos se había enojado, pensé que aquella noche te violo como castigo, pero cuantas veces Mu, cuantas veces te revolcaste con él aun estando con Kanon, creí ingenuamente que te sincerarías con tu esposo y nos librarías a ambos de sus amenazas y de ese infierno, te deje entrar a mi corazón… pero tú me pagaste robando esos dichosos documentos y mostrándole a Saga fotos falsas de mi con otros hombres, me traicionaste, M-E- D-E-S-T-R-O-Z-A-S-T-E.
- Shaka…
- Porque siempre lo supe, siempre supe que fuiste tú el que lo invento todo, y sabes… sabes cuál es la ironía de todo esto?... que aquella noche, aquella última noche en la que Saga me tomo a la fuerza, fue la única… la única en la que no usamos protección, tu intento de separarnos dio resultado pero también tuvo consecuencias, una hermosa consecuencia que ahora también tratan de quitarme.
Mu trato de acercarse a Shaka para abrazarlo, reconocía sus faltas, aceptaba la culpa del sufrimiento de su amigo y quería consolarlo pero Shaka no se lo permitió, empujándolo de su cuerpo, sentencio todo con unas últimas palabras.
- Tu error, el error de todos ustedes malditos cobardes, es haber creído que yo era un idiota que no se daría cuanta de nada y su sentencia Mu, su sentencia fue haberle hecho daño a mi hija- Shaka ya había cerrado su corazón y hablaba de manera fría y amenazante- trataron de debilitarme pero no fui yo quien comió esa fruta y por ello pagaran, los destruiré y no quedara nada de la mierda que son. Puedes decirle a Wyvern que si tanto me quiere ya me ha encontrado.
-Mientes- aquello fue dicho por Kanon que no podía creer todo lo dicho por Shaka, un sinfín de emociones taladraban su corazón y al no querer creer en ese sentimiento que inundaba su pecho volcó el dolor y decepción en Shaka convirtiéndolos en enojo- MIENTES- grito Kanon lanzando un puñetazo al rubio demasiado rápido para que cualquiera de los ahí presentes pudiese detenerlos. Parecía que los gemelos querían encargarse que las dos mejillas del rubio tomaran el mismo color pero no contaban con que no eran los únicos que habían escuchado aquella conversación y cuando el puño del peli-azul estaba a punto de impactar al rubio una poderosa mano morena impidió el impacto.
- Yo lo pensaría dos veces, antes de intentarlo de nuevo-
Shaka reconocería aquella voz hasta en el mismísimo infierno, volteo rápidamente para confirmar sus sospechas, encontrándose con Aioria, Seiya y Aldebarán a sus espaldas, este último era él que sostenía aun el puño de Kanon.
- Hemos llegado- dijo Aioria con voz firme provocando una gran sonrisa en el rostro del rubio que inmediatamente le abrazo.