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Del amor al odio y después? por luna de hielo

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Notas del capitulo:

nada que comentar--- ya mejor ni digo nada--- no tengo verguenza 

 

 

- hubo algo más ¿cierto?- pregunto Dita tratando de comprender al rubio- no fue solo la traición de Saga lo que te hizo cambiar, que tus ojos dejaran de brillar de la manera en que lo hicieron se debe a algo más que al abandono de mi primo... ¿Shaka? Shaka ¿quién te hizo daño, quién además de Saga tenía el poder de dañarte así?

El rubio fijo su vista en los ojos de Dita y al peli azul le fue posible ver las dudas en los ojos celestes, el miedo que empezaba a crecer en sus pupilas, pánico, verdadero pánico de tan solo recordar el pasado y en ese momento Dita lo entendió, comprendió que el vacio de la mirada en Shaka no era solo una actuación como lo creyó en un principio, ese agujero negro existía en las profundidades de su ser, que en el alma misma de Shaka existía una mancha negra de tristeza y desesperanza,  que el daño que debieron infringirle tenía que ser mucho peor que una simple traición... pero ¿qué? ¿Qué sería tan grave para vaciar la seguridad de Shaka, quien podría instalar tanto horror en su ser para que esas pupilas una vez confiadas reflejaran miedo?

- Shaka? Shaka  Shaka- tuvo que sacudir al rubio para que este volviera en sí, cuando sus ojos mostraron estabilidad Afrodita sabía que era el momento de llevarlo a casa, en el estado en que el rubio se encontraba no era seguro que estuviera fuera de la protección que Aioria le brindaba, él sabía bien que si algo sucedía no sería capaz de contenerlo  así que mejor lo dejaría en manos más capaces y eso se disponía a hacer cuando una figura conocida entro por la puerta.

 

Inmediatamente Dita se interpuso en el camino de Ángelo, no sabía que hacía ahí pero tampoco permitiría que interfiriera en sus planes, su decisión ya la había tomado esa misma tarde solicitaría el trámite de divorcio a su abogado.

-¿Qué haces aquí?- dijo viendo desconfiado a Death

- Oh  vamos cariño déjame pasar y ver a tu amante- dijo Death de una forma lujuriosa  refiriéndose a Shaka- ah Dita sin tan solo lo hubieras dicho bien podríamos haber hecho un trió, ummmm créeme que lo hubiese disfrutado tanto como tú, mi pequeña mariposa,  ahora entiendo porque me tenias tan descuidado, se que teniendo semejante cuerpo para complacerme yo también me hubiese olvidado de ti, pero ese eres tú, el egoísta Afrodita que no está dispuesto a compartir sus conquistas.

- ya basta Ángelo, deja de decir estupideces, no tienes nada que hacer aquí y más te vale que te hagas a un lado si no quieres meterte en problemas- su futuro ex había pasado la raya al insinuar que era amante de Shaka y más aun al ser capaz de proponerle semejante cosa. Quería castrarlo ahí mismo.

- ah ¿sí?- pregunto irónico el italiano- y con quién? si se puede saber serían los problemas, tú no puedes hacerme nada Dita, mi fuerza supera la tuya... el dominio es de los más fuertes ¿entiendes? - Death había agarrado con fuerza el brazo del sueco y lo torcía sin ninguna consideración, como fue que ese hombre pudo pasar atreves de la escolta que siempre lo vigilaba  aun Shaka no lo sabía pero no iba a dejar que el idiota ese maltratara más al peli turquesa, se paró de la mesa en donde habían estado sentados y con fuerza tomo la mano con la que el italiano sometía a su aun esposo, la piel suave del rubio toco la áspera mano del otro, algo que Shaka no pudo explicar recorrió su cuerpo, un escalofrió le helo el alma e hizo que las alarmas en su mente se encendieran. Por instinto trato de alejarse pero Ángelo no se lo permitió, el italiano giro su rostro y recorrió con los ojos el brazo pálido que sujetaba su agarre y le impedía seguir torciendo el brazo de su esposo.

- vaya, así que el niño bonito te defiende, jajaja como si eso pudiese detenerme- Death sujeto la muñeca de Shaka con su mano libre y en un acto de poder lamio la palma del rubio,  Shaka reconoció esa acción pero en un esfuerzo por mantener la calma se quiso convencer de que estaba equivocado, aquello no podía ser cierto,  el hombre que tenía en frente no era el mismo que junto a Wyvern lo… lo sometiera a inmensas torturas. Quería creer que Ángelo no sería capaz de aquello, necesitaba creerlo porque de otra forma no podría controlarse y cometería una estupidez ahí mismo.

Dita pudo ver el semblante de Shaka en el momento en que Death lamio su mano, el cambio fue radical, incredulidad, asco, miedo, terror paso por los ojos azulados y también pudo ver la lujuria que desbordaban la pupilas grisáceas de Death, tenía la misma mirada con la que codiciaba algo que antes ya había probado y que ese simple hecho hacia que lo ambicionara más, la misma mirada que le prodigaba a él antes de tener sexo. Shaka intento zafarse del agarre, forcejeo con desesperación sin parar hasta que una fuerza ajena a ellos tres separo al italiano, solo pudo ver cómo era que el guarda espaldas sometía al italiano frente la pared.

Ángelo era sujetado fuertemente por los guaruras de Shaka, trato de zafarse con violencia sin ningún resultado, los dos hombres lo sostenían con las manos en la espalda y su mejilla tocaba la pared. Enojado consigo mismo por permitir tal espectáculo público con su persona solo pudo canalizar su ira en palabras y terminar de confirmarle a Shaka sus sospechas.

- no recuerdas Shaka?- dijo Ángelo antes de que los mastodontes lo sacaran del café-¿no recuerdas lo bien que lo pasábamos, las tardes en las que yo tomaba tu cuerpo y  tu no hacías más que llorar en silencio? vamos Shaka, no puedes haber olvidado cómo te la metía hasta el fondo mientras tu pequeña bastarda lloraba en su cuna? ahhh, de solo recordar el placer que me dabas se me levanta.

- eres un maldito desgraciado, te voy a matar Death- el grito de Dita altero a Emi que hasta el momento se mantenía quieta sobre la resbaladilla y empezó a llorar sobre todo al ver el forcejeo que cada vez se hacia más grande entre Death y los guarda espaldas

- jajaja ¿quieres matarme Afrodita?- rio Ángelo- si no puedes ni mantenerme las piernas cerradas, no eres como Shaka que lucho hasta el último momento por no ser penetrado por Radamanthys a pesar de que Aiacos y yo lo sosteníamos... Ay Dita si tan solo hubiese visto la forma tan rica en la que retorcía y esa mirada fiera con la que nos veía... ¿cuanto tiempo fue el que fuiste su juguete? y sabes una cosa Amore mío- dijo refiriéndose a Shaka-  Rada ya viene... y no podrás escapar de él, por más que Sagitario lo intente no podrá defenderte... aahgggg- se quejo después de haber recibido un puñetazo en el estomago. Dita solo vio como los hombres de Aioria lo subían a un auto donde uno de los hombres también subía y enseguida el auto desaparecía en el tráfico.

 

////

 

 

Saga despertó un día más en aquella habitación, ¿Cuántos días habían pasado desde que él pisara por última  vez   aquellos cuartos? No estaba seguro,  lo único de lo que estaba seguro es  que él nunca  volvería, no sabía cuánto tiempo llevaba sintiendo la fría soledad de las sabanas de algodón, para el eran años, años de soledad y tristeza de no tenerle,  ese agujero negro que la presencia apenas ya perceptible de Shaka instalaba en su ser,  hundía su rostro en la almohada que hace poco sostenía la larga cabellera dorada  y casi era capaz de percibir el aroma a canela y sándalo  que todo él desprendía y entre las sabanas aun  podía sentir el calor de su cuerpo.

Levanto su cabeza sin ganas al escuchar que tocaban la puerta,  pero se negó a contestar al llamado de su hermano que preocupado acudía a aquella ala solitaria de la casa todos los días con tal de confirmar que seguía vivo, ojala no fuera así los golpes seguían sonando cada vez más seguido y sin otra opción tuvo que contestar las mismas preguntas inútiles de siempre que lo único que hacían era verificar que no se había vuelto loco o que por su mente aun no pasaba la idea de suicidarse. Con el sueño espantado gracias a la interrupción de Kanon se sentón en el descansillo de la ventana y recorrió con la vista el desorden  bien aprendido de la recamara, todo en aquel lugar le recordaba a Shaka  y hacía más profunda su tristeza pero como vil masoquista disfrutaba del consuelo que el lugar le brindaba recordando lo estúpido que fue al no confiar en él.

Apenas dos habitaciones: una bodega y un armario de cosas sin sentido que su abuelo se empeñaba en guardar, eso eran aquellas habitaciones antes de la llegada de Shaka y su hija, lugares fríos y alejados de todo el lujo de la casa, el ala este  era donde se encontraban los cuartos  de la servidumbre, o donde la familia almacenaba aquello que ya no necesitaba o quería en sus casas pero que tampoco estaban dispuestos a tirar, una gran bodega eso era lo que era ese lado de la mansión y Saga había dejado que su madre instalara a Shaka en aquellas condiciones. Es más Pandora le había dejado los cuartos más pequeños y húmedos, la misma ama de llaves tenía una sala más grande que eso. Saber eso desde siempre y no hacer nada para evitarlo era una vergüenza para Saga y un recordatorio constante de la basura que era.

Y sin embargo, a pesar de las decadencias Shaka había vuelto aquellos cuartos en un verdadero hogar, aquellas sencillas y angostas habitaciones desprendían más calidez a su alma que la casa entera, ese lugar era su refugio, un sitio en el que podía pretender ser parte de la vida de su hija e imaginarla jugar con cada uno de los juguetes regados en la recamara y la sala o simplemente corretear con la intensión de escapar de su padre para impedir que este la bañara, negarse y hacer berrinche con tal de que Shaka no interrumpiera su juego por un absurdo baño para al final terminar disfrutándolo más que revolcarse en el jardín de enfrente ¿ cuántas veces no había observado desde el lado opuesto de los jardines como Shaka jugaba con la niña? ¿Cuantas veces no había envidiado a su hija por la atención que esta recibía de su padre? La había culpado de quitarle el amor de Shaka y la había depreciado por eso.  Sin poder entender que aquel angelito era también parte de su ser, que era sangre, su hija.

Artemis, la pequeña Emi fue capaz de romper con el estricto orden que Shaka se empeñaba en mantener y que aun él no había podido mermar, el amor paterno supero el gusto por el orden de las cosas y sus prioridades  pasaron a segundo término.  Lo importante era su hija  y su dedicación se mostraba en la ropa bien planchada de la pequeña, en la gran multitud de vestidos tipo princesa que guardaba en los armarios y cómodas, lazos, moños y flores de tela de todo tipo que Saga recordaba  en el cabello de la niña, que siempre  iba bien vestida a pesar de las manchas de tierra  y lodo, porque si, a Emi le encantaba jugar en la tierra y llenarse las bolsitas con flores y piedras y ¿Cómo lo sabía?  Lo sabía por la enorme cantidad de fotos que encontró en el armario que claramente pertenecía a Shaka, sus cosas estaban meticulosamente desordenadas, había juguetes entre las camisas claras,  huellas de zapatitos en los pantalones deportivos, pero lo que más le sorprendió encontrar fue una mantita  y una almohadita encima de la playeras.

¿Y él que tenía? A él por idiota solo le quedaba el vacío de todos los momentos importantes reflejados en fotografías, imaginar  cómo sería el despertar de su hija al lado de su papi, si lo molestaría para que despertara o simplemente se bajaba de la cama y empezaba a juagar con alguno de sus juguetes,  intuir el lugar en donde Emi veía nevar por primera vez y sonreír ante la sorpresa en su carita tal como Shaka lo habría hecho. Así era tantos recuerdos y el no pertenecía a ninguno de ellos, no estuvo en su nacimiento, ni cuando empezó a gatear, tampoco cuando dijo su primera palabra, se perdió los primeros años de su vida y no había otro culpable más que él. 

Miro lo foto que tenía encima del buró, en ella su hija dormía entre la ropa del rubio y empezó a llorar nuevamente con el amor que aquella imagen le transmitía, más de cien fotografías y de todas esa era su favorita.

 Cuanto tiempo había pasado no estaba seguro pero por la poca luz del sol podría decir que eran cerca de las seis, su celular timbró pero él nuevamente no contesto, quería estar solo y nutrirse de lo único que el amor de su vida había dejado en aquella casa, nutrirse de recuerdos, vivir de ellos y no permitiría que nadie, ni siquiera su madre invadiera su santuario.

Un mensaje entro:

         Kanon_

                            Tu divorcio esta hecho… felicidades hermano. Ya eres un hombre libre

 

Soltero. Saga de Géminis era nuevamente soltero,  pero ya de que servía, si ya había perdido a Shaka. Y Shaka era su todo. Ahora no tenía nada…  luchar  por su hija era su balsa en aquel océano de soledad y amargura que lo rodeaba. Pero que tan bueno era luchar por ello, tratar de quitarle a la niña, solo lo lastimaría más y terminaría odiándolo irremediablemente. ¿O no? Tal vez si ganaba la custodia tendría a Shaka de nuevo en su vida, porque si de algo estaba seguro es que el rubio no abandonaría nunca a su hija y así él tendría otra oportunidad de recuperar su amor. La esperanza que ese pensamiento trajo a su pecho hizo que se levantara y saliera del letargo en el que él mismo se había sumergido, tenía una oportunidad de tenerlos de vuelta con él, Saga quería creer que aun podían ser una familia, la familia que siempre debieron ser y lucharía por que su deseo se convirtiera en realidad. Un solo camino quedaba y aunque no fuese el más sensato el lucharía, ganaría la custodia de la niña y en dos semanas Emi estaría bajo su techo, a Shaka no le quedaría otra opción más que ir con él. 

 

 

&&&&&

Aioria veía incrédulamente a Shura, no podía creer lo que Aldebarán le estaba informando, como podía ser cierto que Shura sabía que Pandora Heinstein era la tía de Radamanthys de Wyvern y no les haya dicho nada, como pudo el equivocarse de esa forma con aquel hombre.

- eso es cierto Shura ¿sabías que pandora era la tía de ese hombre? ¿Sabías que eran familia?- exploto Aioria tomando al español de la chaqueta y empujándolo contra la puerta- Contesta maldita sea¡¡¡

- No... si, es decir, yo no sabía que Pandora era familiar de Radamanthys, si lo hubiese sabido yo mismo le hubiese enfrentado créeme que no único que yo quiero es que todos los que le hicieron daño a Shaka paguen así sea mi propia familia, lo único que sabía es que el apellido de soltera Pandora era Heinstein Wyvern pero jamás, ni en mi más loco sueño se me ocurrió que ella estuviera metida en todo esto, o siquiera vinculada con ese hombre lo juró- respondió el español también sorprendido por lo recién descubierto.

- Maldita sea... maldita, maldita sea- no dejaba de gritar el abogado preocupando a Aldebarán y Seiya, y es que en pocos segundos Aioria había comprendido absolutamente todo, el juego de los Wyvern, cada movimiento -

- Aioria ya Cálmate!- pidió el castaño menor

- Maldita sea Seiya- exclamo el mayor- es que acaso no te das cuenta- pregunto angustiado el Leo- esos malditos desgraciados tenían todo malditamente calculado, la salida de Shaka de Grecia, su llegada a Inglaterra, el supuesto robo, todo, todo lo planearon esos malditos y nosotros como estúpidos caímos en su juego

Seiya seguía sin entender de todo lo que su hermano mayor decía pero sabía bien que para que precisamente él se encontrara en ese estado era para preocuparse. Sin en cambio Aldebarán comprendía el enojo de Aioria ya que cuando el se había enterado por casualidad del segundo apellido de Pandora Géminis había llegado a la misma conclusión, ellos solo fueron sido piezas de ajedrez en un juego muy bien planeado, sus enemigos habían calculado todas las posibilidades y actuado en respuesta a la variable y ellos no fueron más que simple peones en el juego del estúpido de Wyvern.

- Comprenderás Aioria de que ahora más que nunca necesitamos de la ayuda y guía de tu hermano- dijo el grandote fijando su vista en los otros tres- es hora de que Aioros tome las riendas del juego, Aioros debe venir a Inglaterra.

 


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