Debía controlar mis impulsos, por mucho que me gustase debería enfocarme así que decidí ignorar el hecho de que Red estuviera en boxers y concentrarme en la batalla. Al final logre derrotar a Pika, pero al ver a Red tratando de quitarse el boxer, lo detuve. Quería ser yo quien se lo quitase, en la cama, abrazado a él, sentir su piel y su calor. No iba a permitir que esta oportunidad se me escapara. Esta noche haría a Red mío, le pediría matrimonio. Pero al estar tanto tiempo distanciados, mis instintos contenidos tomaron control de mí y agotaron toda mi energía, finalmente caí profundamente dormido, con Red a mi lado. En la mañana, al despertar, no pude encontrar a Red, había perdido una gran oportunidad para pedirle matrimonio, Gold tuvo que ser muy valiente para pedirle a Silver casarse con él de una manera tan sencilla… eso o no pensó las cosas detenidamente para variar. Lo que me recordó el regalo que les había hecho, así que llame a Isla Canela y a Ciudad Vermilion para comprar los boletos necesarios, con entrega inmediata vía pidgey. Mientras esperaba los boletos, me dedique a escribir un cartel informativo, así los retadores sabrían que estaría fuera un tiempo. Al salir a colocarlo, me encontré con los chicos que colaboran conmigo en el gimnasio así que les informé que me tomaría una semana de vacaciones. Cuando llegaron los boletos, un grupo de entrenadores apareció, esperando retarme. Les informe que no podría luchar contra ellos hasta la próxima semana y como compensación les dije que pokémones usaría en la batalla, aun así se fueron decepcionados.
Me empezaba a dar hambre, y según nuestro acuerdo, Red debería hacerse cargo de los quehaceres de la casa, y como hace tiempo que estoy sólo, la casa está bastante descuidada. De hecho, la refrigeradora sólo gastaba electricidad pues hace tiempo no había nada dentro, quizás por eso Red se está tardando tanto. Sea como sea, ya tenía planeada la semana con él. Estaríamos muy ocupados durante 6 días y el séptimo día, lo llevaría a paseas, por aquella vereda donde me declaro su amor y allí en la puesta de sol… le pediré matrimonio.
A todo esto, era necesario sorprender a Red. Mientras esperaba decidí tomar una ducha, al salir del baño me tope a Red, sin querer y quizás por el nerviosismo de proponerle matrimonio a Red, mis manos dejaron caer la toalla que me cubría, aun así corrió a mis brazos, me beso y me dijo que estaba muy feliz por lo que leyó en la entrada, que era lo que más amaba en este mundo y que yo lo hacía muy feliz. Mientras me vestía el preparaba el desayudo, al parecer no había entrado a la habitación, los boletos aún seguían allí. Puse todo en un sobre, de color rojo con una cinta verde, aunque era muy temprano para navidad, no pude evitarlo, después de todo él es mi pasión y siempre me ha dicho que soy su esperanza. Al entrar a la cocina, le extendí la mano con el sobre.
Gr: Sabes, Gold y Silver se casaron hace poco.
R:…
Gr: están de luna de miel en Isla Canela, así que quería pedirte que por favor si nos los encontramos no los molestes
R: ….
Gr: después de todo ese es su momento privado.
R: ….
Gr: en fin, el barco zarpa a medio día, así que debemos preparar las maletas.
R: …..
Gr: sé que con los pokémones llegaremos rápido pero quisiera ir a Pueblo Lavender.
R: ….
Gr: y bueno, ir caminando desde allí hasta Vermilion sería muy romántico
R: …..
Gr: ni siquiera estas escuchando verdad
Típico de Red, pero esta vez me las iba a descobrar, así que le pellizqué ese hermoso traserito que tiene. Y como era de esperarse, volvió a la realidad, le dije que tenía que hacer las maletas para irnos, y por su respuesta supe que no escucho lo de la caminata, eso me puso algo triste y más molesto todavía. Así que empecé a tratarlo como un objeto, sé que le molesta mucho que sólo piense en sexo, pero en parte él tiene la culpa. Al final, creo que me pase con la broma, ya que me exalte un poco y le dije cosas desagradables a Red. Su carita había perdido esa hermosa sonrisa que tanto me gusta ver, el brillo en aquellos ojos rojos como un bello ocaso. No se sí es porque sea despistado o tal vez soy un buen actor, pero se tomó muy a pecho mi bromita, tanto que entro al baño conmigo, cosa que me encanta, sentir su piel junto a mí y el agua entre nosotros. Estuvo a punto de arruinar ese hermoso momento con sexo, pero lo detuve, al fin y al cabo, no soy máquina y tenía tanto tiempo para hacer con él todo lo que quisiera, una semana juntos y quién sabe si mi propuesta lo haga pasar menos tiempo entrenando. Cuando empezamos a ser novios me prometió pasar menos tiempo entrenando, aunque sinceramente no fue mucho el cambio, para mí fue importante. Algunas veces me gustaría dejar de ser líder de gimnasio e ir tras Red, pero eso suena un tanto obsesivo.
En fin, todo mi plan está saliendo mejor de lo esperado. En la piscina del crucero, Red mostraba aquella hermosa sonrisa que tanto me gusta:
Gr: Me encanta estar así contigo
R: a mí igual
Gr: me encanta ver la puesta de sol
R: a mí también, y más recostado junto a ti.
Gr: jajaja, no lo entiendes, ¿verdad?
R: ¿entender qué?
Gr: la razón por la que adoro las puestas de sol
R: … la verdad, no tengo ni la menor idea
Gr: jajaja eres tan adorable, amo esa carita cuando estas confundido
R: no me haces gracias, tonto
Gr: vamos, no te enojes
R: te fascina hacerme enfadar, ¿verdad?
Gr: claro que no, es que tú te molestas con tonterías
R: pues para mí no son tonterías, debes entender que no importa lo que se dice, sino quien lo dice
Gr: pues hay algo que quiero decirte
R: … no gracias, estoy muy enfadado
Gr: bueno, si no quieres saber por qué me encanta el atardecer
R: no me importa, es más puedes quedarte a verlo SOLO
Gr: es por ti
R: ¿qué? ¿De qué hablas?
Gr: el atardecer, cuando el cielo se tiñe de escarlata me recuerda tus ojos
R: en serio… eso es muy lindo
Gr: eso crees, pues no es tan lindo como tú, vamos, vuelve a la piscina
R: tengo mucho frio
Gr: déjame calentarte con mi cuerpo
R: … dejemos eso para la noche, ya me dio hambre.
Gr: ok, vamos a cenar, pero arréglate que quiero presumir a los demás pasajeros el trofeo que tengo por novio.
R: Green por Arceus, déjate de tonterías y sal rápido, muero de hambre.