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COMO PERRO Y GATO por desire nemesis

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¿Y bien?—preguntó el melado.

 

Me iré por supuesto—contestó el azulado.

 

No será vida para ti—dijo el policía.

 

Puedo acostumbrarme—replicó el ex fiscal.

 

Quiero saber algo más—dijo con algo de ansiedad Joey después de haberlo meditado todo ese tiempo. Era duro para su orgullo pero su curiosidad era más fuerte.

 

Esto empieza a parecer un programa de concurso—acotó Seto. Era feliz haciendo que el otro se enfureciera pero no lo logró. En la mente del otro solo cabía una duda.

 

Todo lo que hiciste allá, en el apartamento. Era para burlarte de mí. ¿Cierto?—preguntó el rubio.

 

Cree eso si es lo que prefieres—dijo el castaño dejándolo solo en la bruma de la duda, cuando iba a por la puerta el otro contestó.

 

¡No es eso lo que quiero!—

 

Kaiba volteó un instante antes de que la puerta empezara a emitir un sonido que le era muy familiar y antes de que el otro pudiera replicar lo había agarrado y lo llevó a la otra habitación.

 

Joseph se removía con la mano del otro en la boca, estaba tan nervioso de estar de espaldas a él y tan indefenso, pero después de oír las voces en la otra habitación se quedó quieto para escuchar.

 

¿No se habrán ido mientras subíamos jefe?—preguntó una voz.

 

No lo sé pero debemos revisar esto. Ese tipo de recepción dijo que ambos vinieron aquí. No podemos perderlo después de tenerlo tan cerca. Debemos recuperar ese chip lo antes posible—dijo el jefe de seguridad de Ilusiones Inc.

 

Entonces Seto supo que se trataba de los tipos a los que le había robado que lo seguían. Esto se estaba transformando en una pesadilla. Mientras Wheeler se daba cuenta de lo mismo y casi se pone de su lado hasta que oyó.

 

¿Y como lo separaremos del chip?—preguntó Tony.

 

Tranquilo, si su corazón se detiene el aparato se despega. La ecuación en realidad es muy simple—le dijo Michael Craig a su subordinado que entendió la velada orden.

 

Los ojos de Wheeler se agrandaron. Eso quería decir que querían matar a Kaiba, se sacó la mano del otro de su boca mientras apartaba su arma de la mano del castaño con un rápido movimiento e iba hacia la puerta. Seto haló de él y lo atrajo hacia sí.

 

¡Hay otra forma!—le dijo y llevó al rubio hacia la ventana para abrirla calladamente antes de que los otros entraran.

 

Pero aquí no hay nada de que asirse—exclamó Joseph angustiado.

 

Eso no es nada de lo que preocuparse—aseguró el ojos azules.

 

 

 

 

Para cuando entraron en la habitación no había nadie y se hubieran ido sin alboroto si Craig no se hubiera dado cuenta de que la ventana estaba mal cerrada. La abrió de golpe y mirando para abajo pudo ver a ambos sujetos que escalaban la pared, inmediatamente sacó su arma, no iba a permitir que escaparan.

 

Los disparos comenzaron a llover sobre ellos y el Neko le dijo a Joseph—¡Sostente cariño! Esto va a ser rudo—y de pronto se balanceó contra una ventana y la hizo añicos con sus pies para acabar dentro de las habitaciones de un apartamento vecino.

 

Joey caminó unos pasos rumbo a la puerta cuando se dio cuenta de que el otro no le seguía y volteándose vio que el castaño se agarraba un hombro por el que se extendía una marcha de sangre.

 

Volvió por él y sin reparos puso su hombro bajo la axila del otro para ayudarle a caminar.

 

Parece que alguien pronto hará realidad tu deseo—dijo el ojos azules. Por un segundo Joey se sintió culpable.

 

¡Corramos! No tenemos mucho tiempo!—le dijo y salieron del apartamento ante un espantado anciano que los vio partir para tomar luego el ascensor.

 

Ahora voy a arreglar cuentas con ese idiota del recepcionista—dijo Seto y Joseph no pudo evitar estar de acuerdo.

 

Pero en la recepción no estaba. Con un extraño presentimiento el rubio se asomó detrás del mostrador y vio el cuerpo tirado en el suelo con la cabeza ensangrentada.

 

No creo que puedas hacerle nada—dijo el ojos mieles al otro que entendió de inmediato el porque y ambos se dirigieron a la puerta principal en el mismo instante en que los que les perseguían bajaban del ascensor.

 

Ambos optaron por correr antes de presentar resistencia en tan desprotegida locación mientras que los otros decidieron sacar sus armas y disparar sin reparos.

 

Dieron la vuelta frente al edificio después de salir y se dirigieron calle arriba mientras los transeúntes se apartaban de su camino y sus perseguidores les seguían desde cerca. Al voltear una esquina Joseph vio que un repartidor estaba bajando de su moto aún encendida y vio allí su oportunidad. Apartando al otro del vehículo gritando que era policía se subió e hizo que el otro se subiera tras él.

 

Terminaron corriendo por la calle en una moto robada. –Parece que te has convertido en uno de mis colegas—le dijo el castaño al otro.

 

¡Cállate o te dejaré aquí!—le retrucó el policía.

 

Algo dentro de mí no te cree—le dijo el ojos azules.

 

Pues dile a ese algo que se calle si no quieres terminar en la calle—contestó el melado mientras Seto agarrado tras él sonreía.

 

Vira aquí. Tengo una idea de donde podemos ocultarnos—dijo Kaiba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Era una casa en las afueras de Nueva York, pequeña y acogedora.

 

¿Cómo sabías de esta casa? Creí que no tenías otros escondrijos después de ese—dijo el melado al entrar.

 

Las apariencias engañan. En verdad es de un amigo. No quería inmiscuirle en esto pero por una noche creo que estará bien mientras me organizo—dijo el ex fiscal mientras iba al baño.

 

¡Deja ver esa herida!—dijo el rubio acercándose al otro por la espalda preocupado por la camisa empapada de sangre en el hombro del otro.

 

Seto volteó rapidamente y agarrando sus manos lo empujó hacia la pared.

 

¡No te me acerques así!—le advirtió.

 

¡Suéltame!—le demandó el ojos mieles.

 

No. Te necesito ahora y sé que tú tambíén me estás necesitando—le dijo con sus labios muy cerca el ladrón.

 

¡Al menos deja que te cure primero!—dijo el menor no negando las palabras del otro.

 

¡Que tierno! Te preocupas por mí, pero no lo hagas. Estaré bien. No voy a desangrarme por hacerte el amor—dijo el azulino antes de posar sus labios sobre los de él.

 

Lo llevó hasta el cercano lecho y recostándolo allí depositó besos y caricias en el cuerpo sensible del rubio quien  solo había sido suyo y que creía que jamás volvería a serlo.

 

Pero algo había cambiado en la mente del melado al conocer la historia de los hermanos. Eso no lo disculpaba en absoluto pero eso lo hacía conocerlo mejor y aunque aún estaba resentido por todo lo sucedido una parte de él lo extrañaba tanto.

 

Sus caricias. La calidez de ese cuerpo enjuto pero fuerte y sus besos que lograban que su mente se derritiera.

Notas finales:

espero y les guste este nuevo cap

es corto pero pronto habra mas

espero sus revs

mata ne

^^


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