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COMO PERRO Y GATO por desire nemesis

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Seto preparó el desayuno como estaba acostumbrado. Hizo café, jugo de naranja y biscochos recien hechos por él mismo por supuesto.

 

Frotándose los ojos el rubio salió del dormitorio medio dormido pero se despertó del todo al oler el inconfundible aroma de los biscochos recién hechos.

 

Viendo las placas ya lavadas presumió que el otro los había hecho por si mismo y exclamó--¡Veo que has vuelto a tus antiguas mañas!—

 

Es que otra vez tengo razones para hacerlo—respondió el otro logrando que el policía se pusiera muy colorado y con los ojos bastante abiertos, después puso cara de disgusto aunque no estaba disgustado y se sentó a la mesa frente al castaño.

 

No digas cosas tan ridículas—dijo Joseph.

 

No es ridículo, es la verdad—respondió Kaiba con una sonrisa que logró cohibir más al melado.

 

Después de un rato de comer en silencio y estudiarlo calladamente Joey le preguntó--¿Qué vamos a hacer?—

 

¿Con qué?—preguntó el azulino haciéndose el ignorante.

 

¡No te hagas! ¡Sabes muy bien de lo que hablo!—dijo Wheeler levantando temperatura--¿Qué haremos con esos tipos que te persiguen? Ya los oíste. No solo quieren recuperar el dichoso chip sino que quieren matarte—

 

¡Tranquilízate! Ya pensaré en algo. Además no creo que eso deba preocuparte. Después de todo… ¿No eras tú el que decía que me querías muerto? Ellos harán el trabajo sucio por ti. ¿De que te quejas?—preguntó Seto con mirada displicente.

 

¡Sigues con eso! Después de to…--dijo Joseph molesto.

 

Que te dejes arrastrar a la cama no me garantiza que ya no me quieras muerto—dijo el azulino comiendo un bollo.

 

Te viene bien ese apodo. Eres tan desconfiado como un gato. ¡Bien! ¡Me iré! ¡Cuídate solo! A ver que bien te va—explotó Joey y se dirigió a la puerta pero el otro lo alcanzó y lo detuvo.

 

Solo estaba jugando contigo aunque de verdad me irió que dijeras aquellas cosas—dijo Kaiba con su penetrante mirada fija en él.

 

¡Te lo merecías!—dijo el otro sacudiéndose sus manos de encima--¡Tú me violaste! ¿Qué rayos crees que mereces? ¿Un premio?—

 

Yo no lo veo así. Es cierto que me salí de control pero tú disfrutaste de cada una de las cosas que hicimos como las disfrutaste hace rato—dijo el ojos azules.

 

Eso no tiene nada que ver—dijo indignado el melado—Cuando tú me hiciste aquello yo no podía decidir sobre nada. Me usaste como un juguete y las personas no somos juguetes. Que te quede claro que eso fue un maltrato. La peor humillación que podías inflingirme. Fue tu venganza. ¿No es cierto? ¡Por el anillo!—

 

Si, tienes razón, pero yo no planeaba llegar tan lejos—le contestó el azulado y acercándose de nuevo al otro sin apartar sus zafiros de las mieles añadió—Es que estar cerca de ti me trastorna. Tú bien lo sabes—después unió sus labios a los del otro sin resistencia alguna por parte del policía.

 

El rubio no entendía porque ese hombre que debía ser su enemigo era en todos los aspectos su debilidad.

 

¿Por qué es tan importante ese chip?—preguntó el ojos mieles una vez retornaron a la mesa.

 

Es una especie de prototipo hecho para los militares—le explicó el ojos azules.

 

¿Y sabes que hace?—preguntó Joey.

 

Seto debía decidir si le confiaba todo o no al otro. Joseph era muy astuto pero no era posible que se hubiera dado cuenta que su hazaña del otro día fuera consecuencia del dichoso aparato. Era muy futurista esa idea.

 

Pero lo que más preocupaba al castaño en verdad era que si involucraba demasiado al otro este se vería implicado en las consecuencias de sus actos.

 

No. Y no me interesa. Ya yo no lo tengo y no puedo devolvérselos ni hacerles saber quien lo tiene pues no sé quien es mi contratante—dijo el ojos azules.

 

¿Dices que tú trabajas para alguien más?—preguntó sorprendido el policía. Jamás creyó que el ladrón hiciera cosas por encargo.

 

¡Solo por esta cosa! No es mi jefe ni nada así, por eso no puedo decirles nada de él—informó el azulado.

 

¡Pero ellos dijeron que tenían que matarte para quitártelo! ¿A que se referían?—preguntó el ojos mieles de pronto curioso--¿Y ese guante por que lo estás usando?—

 

 

Seto había olvidado que había oído eso—Me quemé en el último trabajo y ahora lo uso para evitar lastimarme más. Sobre lo del chip no lo sé—volvió a mentir—Pero para el caso da lo mismo. Voy a desaparecer por un tiempo hasta que todo quede olvidado y luego de mis vacaciones veré que hago—le dijo después y vio un destello de sorpresa y luego de… ¿tristeza? …en los ojos melados. --¿Te sorprende? ¿Qué pensaste que haría? Ellos me quieren matar y…--se defendió el castaño.

 

¡Nada! ¡Claro que suponía que harías eso!—mintió esta vez el rubio mientras escondía su cara girándola y se levantaba. Era lo más lógico, aún no entendía porque en su mente esa opción no había aparecido, usualmente era más despierto. Quizás era porque…

 

¡Estas mintiendo! ¡Admítelo!—exigió el más alto empujando al otro contra la pared. Sus ojos se encontraron.

 

¿Qué? Pensaste que seguiríamos hasta resolverlo todo como en esas telenovelas baratas que las amas de casa consumen. ¡Despierta Wheeler! Este es el mundo real—le recriminó.

 

¡Lo sé! ¡Rayos! ¿Crees que no lo sé?—preguntó molesto Joey.

 

Pero no te resignas—le retrucó el otro haciendo que el melado se sintiera apenado de si mismo.

 

¿Quieres que te diga una cosa?—dijo el azulado jugando con un mechón de la frente del otro y captando su atención—Yo tampoco quiero resignarme—y sus labios se unieron a los del policía con esa ansiedad que ambos experimentaban al estar tan cerca el uno del otro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Su teléfono sonó media hora más tarde y Joseph contestó.

 

¿Se puede saber a que estás jugando? ¿Al llanero solitario?—preguntó Honda muy molesto pero a pesar de eso con voz muy baja.

 

¿A que te refieres?—preguntó Wheeler a su vez.

 

¡No juegues conmigo! ¡Saltó la perdiz! El jefe está que muerde y es por tu culpa—le dijo su amigo.

 

¡Explícate!—exigió el policía de vacaciones.

 

Saltó lo de tu pequeño viaje a America. Un policía de allá habló para pedir informes tuyos y alegó que le dejaste la copia de un archivo oficial. Sabes que lo que hiciste es una grave falta a los deberes de confidencialidad del cuerpo y creo que estan preparando un juicio en tu contra por ello. Mas vale que vuelvas y pronto y les expliques a los jefes que todo lo hiciste en aras de atrapar a ese bastardo aunque no creo que eso sirva de mucho a menos que te confieses incapaz en cuyo caso tal vez sean clementes, lo cual dudo. Amigo. ¡Metiste la pata y en grande! Has arruinado tu carrera y lo sabes! Solo te queda volver y recoger los pedazos—

 

Lo sé—dijo con tono lúgubre el rubio. Todo por lo que había luchado denodadamente se estaba cayendo a pedazos. Su prestigio, su posición en el cuerpo. Tantos años de lucha en vano. Y lo peor era que no lo consideraba el peor de los males sino que verdaderamente estaba preocupado por el futuro del Neko. El castaño estaba en otra habitación pero entonces, oyendo que hablaba, entró—Gracias por avisar—

 

No me contestes “gracias por avisar”, mueve tu culo y vente aquí de inmediato si no quieres que yo mismo te traiga a las patadas—respondió el otro castaño.

 

¡Adiós!—dijo el ojos mieles.

 

Dirás hasta pronto. Espero verte aquí mañana bien, endiablado loco—le dijo su colega antes de cortar.

 

¿Qué pasa?—preguntó el ojos azules.

 

Debo volver—respondió concisamente Wheeler.

 

¿Problemas?—preguntó Kaiba.

 

Seto ni se podía imaginar por lo que estaba pasando Joey pues no sabía lo que había hecho para partir en su busca y los problemas en que se había metido por ello.

 

Los de siempre. Estoy de vacaciones pero aún así solicitan mi presencia—se quejó desviando la atención del otro del tema trascendental.

 

Es molesto ser el mejor detective de Tokio. ¿No?—se burló Seto sin saber realmente cuan duro lo estaba golpeando.

 

Si—dijo usando todo su talento para la actuación el teniente.

 

¡Bien! Ha llegado la hora de separarnos entonces—dijo algo compungido el ojos azules pero su semblante tampoco lo denotaba y su tono era como de “¿Qué se puede hacer? Era hora. ¿No?”

 

Si—repitió el ojos mieles casi atragantándose con tan corta sílaba.

Notas finales:

espero sus opiniones

^^

los quiero

mata ne


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