Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

COMO PERRO Y GATO por desire nemesis

[Reviews - 78]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Despertó sintiéndose raro y al abrir sus mieles ojos descubrió el porqué. A su lado no yacía nadie. Sus cabellos castaños no estaban presentes y una grave inquietud le cerró la garganta.

 

¿A dónde habría ido Seto?

 

Se paró y empezó a vestirse cuando las escenas de la mañana anterior se le vinieron a la mente y una idea muy angustiante se apoderó de su mente.

 

Seto estaba furioso por su mano amputada y ya conocía el sentido vengativo del Neko. De por sí era más que inexplicable que no se le hubiera ocurrido antes que el otro deseara revancha.

 

¿Qué has hecho?—preguntó a la nada y después de un momento apuró sus movimientos. No podía darse el lujo de volver a perderle.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Escalando sobre la pared por la que entrara la primera vez a la compañía de Ilusiones se hallaba el muy afamado ladrón. Le era más dificultoso que entonces pues ahora carecía de uno de sus apoyos pero igual se las arreglaba ya que el Neko era un hombre de muchos recursos.

 

Llegó al lugar que pretendía, la zona de oficinas en donde buscaría al tal Tony y de él conseguiría el nombre de su jefe. Prendió una PC y comenzó a buscar en la nómina a un Anthony, la empresa tenía treinta trabajadores con tal nombre. Le llevó alrededor de media hora dar con el que buscaba. Era el segundo al mando en seguridad y Seto apostaba lo que sea a que sabía quien era el primero.

 

Revisó y según la ficha aún se encontraban en las instalaciones. Seto sonrió y sacó el arma que había conseguido de un vendedor de las calles después que su contacto le diera un nombre y una dirección para encontrarlo.

 

“Y oye, ten cuidado con lo que vas a hacer” fue lo último que le dijo la voz.

 

Despacio se deslizó por los pasillos luego de haber ubicado en un mapa la ubicación de la oficina de esos dos. Dentro hablaban con cierta inquietud y Kaiba se propuso saber que era lo que discutían.

 

Tú no sabes nada—indicó el jefe.

 

¡Aha!—dijo el otro como hablando con un deficiente mental.

 

Esto es para los que saben como yo—indicó Craig.

 

Si, jefe—dijo el otro.

 

Hablando de otra cosa. El viernes nos toca el bono que nos prometió el jefe máximo por recuperar el prototipo—exclamó Michael.

 

Si. ¿Qué harás con la plata jefe?—preguntó Tony.

 

El otro día vi un auto que me gustó. Se llama Kombat y creo que va conmigo—dijo el jefe.

 

¿De lujo?—preguntó Anthony.

 

Algo así, es un 4x4 pero es mejor que el Hummer—dijo el jefe de seguridad.

 

Pues si no presta atención perderá hasta las medias. ¿Cuántas?—preguntó Tony.

 

Dos—respondió Craig.

 

¡Jeje! Esto se llama ganar con estilo—dijo el otro riendo y Seto adivinó que estaban jugando cartas y hablando de lo que harían con su recompensa por quitarle su mano.

 

Oí que el fulano ese se recuperó. ¿Piensa ir por él jefe?—preguntó el subordinado.

 

No. Conozco a esas ratas. No puede ir a la policía, lo único que podría hacer es venir aquí y no lo hará. Es un gilipollas con un nombre. ¡Nada más!—dijo Craig haciendo que la sangre del nombrado hirviera por lo que apretando en su mano el arma entró dando un gran empujón a la puerta y apuntando adelante. Él jamás había usado un arma en sus trabajos pero ahora había necesidad de ello y no le temblaría el pulso a la hora de deshacerse de esos tipejos.

 

Miró el lugar en que solo estaba el jefe de Tony parado en medio de la sala. Un clic muy fuerte sonó en su oído y un pedazo de metal muy frío se apoyó en su espalda.

 

Me preguntaba cuanto más tardarías en entrar—dijo el jefe de seguridad de Ilusiones prendiendo un cigarro—Me estaba aburriendo de charlar con Tony sobre autos y bonos aunque es cierto lo que dije. Debo admitir que tienes los cojones necesarios para un tipo de tu calibre, lástima que no tienes la sangre muy fría. ¿Cierto? De tu amigo me ocuparé luego. No creo que el tenga mucha influencia ahora—dijo el sonriente Michael y luego ordenó a Tony--¡Quítale esa arma!—lo cual el otro hizo.

 

Seto estaba furioso consigo mismo por dejarse atrapar tan fácil. Debió prever que de alguna manera lo verían y pensar en otro método, por ejemplo esperarlos afuera a que salieran.

 

Pudiste escapar pues te creíamos muerto pero decidiste venir por nosotros y aquí se acaban tus nueve vidas, gatito—le dijo el jefe de seguridad.

 

¡Eso no lo decides tú!—indicó la voz de un cuarto y Craig levantó su mano armada para hacerle frente pero ya era tarde y un disparo impactó en su hombro. Anthony sintió sobre su propia espalda el frío de otro cañón—Baja tu arma—le dijo al esbirro una voz que todos conocían—¿Siempre tendré que sacarte de este tipo de situaciones? ¡Anda! ¡Vámonos de aquí!—dijo el ojos mieles a Kaiba quien ya se levantaba. Pero para su sorpresa el ojos azules le arrancó el arma a Tony y le apuntó entre los ojos—¡Seto, no lo hagas! Esto no tendrá vuelta atrás y tu lo sabes—le gritó.

 

¿Y quien dijo que yo quería que tuviera vuelta atrás? Estos malditos me quitaron la mano y planean matarte—dijo el castaño con mirada airada mientras su mano firme iba apretando de a poco el gatillo.

 

Por más que hagas lo que has planeado sabes que no dejarán de perseguirnos. Ellos no son quienes quieren nuestras cabezas, son sus jefes—dijo el ex policía.

 

Todo lo que siguió fue repentino pero sus resultados no fueron fugaces.

 

Craig había recuperado su arma y la levantó desde el suelo blandiéndola contra la espalda de Seto. Al verlo Joey no tuvo otra opción que disparar de inmediato para evitar que matara al ladrón y debido al fuerte ruido el dedo de este accionó el gatillo sin pensar, los sesos de Tony se esparcieron manchando el rostro del que tenía detrás.

 

Así, en el mismo segundo ambos se convirtieron en asesinos. Como el melado había dicho un acto irreversible. Joseph ya había incurrido en esa acción con anterioridad pero solo en el cumplimiento de su deber y aunque lo había hecho por salvar la vida de un ser humano era un asesinato. Seto jamás había quitado una vida humana.

 

Seto aún estaba en shock por lo acontecido, se dio cuenta al ver su mirada perdida. Arrastrándolo de la mano lo sacó de allí antes de que los guardias acudieran al tiroteo.

 

Las heridas de Seto debían haberle hecho correr más despacio pero la adrenalina y la sensación de irrealidad del asunto habían podido más. Sentían las voces y las corridas de los otros detrás mientras la alarma comenzaba a sonar. Escaparon con lo justo gracias al automóvil que Joey había dejado cerca de la entrada de fuera del perímetro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Seto agarró la taza de café que Wheeler le ofrecía, tomó un sorbo con sus ojos pegados al suelo sin poder creer aún que en verdad lo había hecho, dejó la taza sobre la mesa y de inmediato una voz preocupada que combinaba con la melada mirada preguntó--¿Estás bien?—mientras su mano se posaba sobre la del castaño.

 

¿Cómo supiste que estaría allí?—preguntó a su vez Kaiba.

 

¿Olvidas que soy el hombre que más te conoce?—preguntó ahora el rubio. La mano bajo la suya dio vuelta y arrastró a la otra hacia el cuerpo del ojos azules.

 

Eres el único que me conoce de verdad—dijo Seto antes de que sus labios se posaran sobre los de Joey. Sentía que revivía con ese contacto. Nunca hasta ahora había necesitado a alguien de esa manera y nunca hasta ahora había entendido la razón por la que se había enamorado de ese policía que había jurado matarle. Separó su cara de la del otro y acariciando la dorada cabellera preguntó--¿Por qué fuiste tu solo? Te expusiste demasiado—

 

Sabes lo que siento por ti. Esa es la causa y lo sabes. No hubiera soportado la idea de perderte mucho más—confesó el melado ciñéndolo por el talle.

 

Por un momento tuve la loca idea de que no volvería a verte y desee decirte una cosa aunque creía que jamás tendría la oportunidad. Ahora que la tengo no puedo desperdiciarla—dijo el ladrón ahora completamente recuperado del ostracismo. Lo miró a los ojos por un momento antes de preguntar--¿Quieres saber que es?— El otro levantó una ceja. Joseph no se dignaría a responder semejante pregunta y él lo sabía—Quiero que pases el resto de tu vida conmigo. Sé que no será fácil pero tengo la impresión de que sabremos arreglárnosla. ¿Qué piensas?—

 

¡Que eres un reverendo idiota!—respondió el otro cortando de raíz el momento romántico y levantándose del regazo del castaño para darle la espalda y caminar hacia su habitación. Por un momento Kaiba se lo quedó mirando, luego fue a por él.

 

Mientras el rubio se movía por el dormitorio el Neko le imprecó--¿Qué rayos fue eso?—

 

¡Lo que te mereces!—respondió el otro mientras sacaba un bolso de debajo de la cama y metía una ropa que había sacado del ropero.

 

¿Qué estas haciendo?—preguntó el castaño al darse cuenta de lo que el otro hacía.

 

Es evidente. Mi maleta—respondió secamente Wheeler.

 

¿Me dejas?—preguntó de pronto impactado ante la idea el Neko.

 

¿Eres idiota o que?—preguntó a su vez Joey.

 

¿Por qué sigues diciéndome así?—preguntó algo cabreado el ojos azules.

 

Porque así te portas—respondió Joseph.

 

¡Respóndeme porque tan de pronto te enojaste tanto! No creo haber dicho nada para causarlo y para ser sincero ya me esta enfureciendo esta actitud de ofendido tuya—le replicó el ladrón.

 

No es actitud Kaiba. De veras me has ofendido—respondió Wheeler.

 

¿Cómo?—quiso saber el otro.

 

¡Tú idiota!—dijo acercándosele con mirada furiosa.

 

¡Deja de decirme así!—replicó Seto perdiendo la paciencia pues no le gustaba para nada que lo destrataran.

 

Te atreviste a preguntar semejante idiotez así que eres un idiota—recalcó el otro.

 

¡Wheeler!—gritó furioso Kaiba.

 

Se te ocurrió preguntar si te seguiría por el resto de mi vida. ¿No? Eres un completo idiota—le dijo al castaño que de pronto estaba estático--¿Qué creíste que yo sugería cuando escapé contigo? ¿Cuándo fui a buscarte? Eres…--

 

De pronto el rubio no pudo seguir su diatriba pues sus labios eran presa de otros y unos brazos fuertes lo ceñían a un cuerpo musculoso.

 

¡Dí que me amas!—exigió el ojos azules.

 

¡Idiota!—respondió el melado.

 

¡Di que me amas!—repitió Seto.

 

Te amo—aceptó Joseph y volvió a besarlo.

 

Cuando dejaron de hacerlo el castaño preguntó--¿Para que la maleta?—

 

El otro lo miró extrañado—Debemos irnos. La corporación Ilusiones debe estar buscándonos y ahora ayudados de la policía. Si nos hallaron una vez…--respondió dejando en suspenso lo demás--¡Has la tuya!—dijo después.

 

¿No me la harías tú?—preguntó con voz ronca Kaiba.

 

¡No soy tu mucama!—contestó Wheeler y se dedicó a empacar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No se han tenido más noticias sobre los dos desde entonces. Es de suponer que se fueron a algún lugar como Mexico y viven una vida pacífica con lo que Seto logró acumular.

 

Algunas personas por Cancún han visto a una pareja de gays muy bien parecidos visitar una playa tomados de la mano. Uno castaño, de ojos azules y manco, el otro rubio de ojos melados.

 

 

 

 

 

 

 

¿Serán ellos?

 

 

 

 

 

 

 

 

FIN

Notas finales:

gracias por leer mi fic y por el apoyo

espero este final os guste

acabo de dejar de nuevo mi compu en arreglo

T:T parece que no le queda mucho

estoy feliz de poder daros el final que pretendía

os quiero

ja ne

^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).