Pronto besos suaves recorrían su cuello y los suspiros prolongados que salían de su boca empañaban las vitrinas, las manos del español lo sostenían contra la barra de la cocina mientras que las suyas viajaban por la inexplorada superficie del abdomen moreno, era increíble lo bien que se sentían aquellas caricias, aquellos besos transmitían la entrega y la ternura que Shura llevaba dentro desde hacía tanto con el único propósito de demostrarle su amor.
Porque sí, era mor lo que sentía cada vez que los labios acanelados besaban su piel o cuando los dedos largos y ásperos recorrían su espalda y llegaban al inicio de sus glúteos, un calorcillo le lleno en el momento en que Shura poco a poco se recargaba en su cuerpo, no solo era el calor del momento o pasión desenfrenada, Shaka se sentía amado. Como hacía mucho no lo hacía. Como cuando hacía el amor con Saga…
La polera que se puso después del baño se encontraba ahora sobre el suelo marmoleado y poco faltaba para que la camisa del español siguiera el mismo destino, sus manos trazaban líneas amorfas a lo largo de su espalda y la boca que hacía poco estaba en su clavícula ahora se apropiaba de sus exhalaciones mientras que una mano perdida sostenía su nuca para ejercer más presión en el beso.
Tenía tanto tiempo que no se sentía de aquella forma, no era lujuria ni tampoco solo deseo, podía sentirlo, el amor tras los besos de Shura. Puro y verdadero amor, anhelo y deseo pero sobre todo amor. Y la culpa se apodero de Shaka. Culpa porque mientras el español lo besaba, él pensaba en Saga y le era inevitable compararlos a ambos, recordar que los dedos de Saga eran más gruesos y sus carisias más marcadas, sus abrazos más fuertes, y que el cuerpo de el español no provocaba lo mismo en el suyo.
Y mientras la pasión los envolvía, la entrega del pelinegro no era suficiente para arrancar la huella que su primo dejara, el miedo de que aquel momento fuese tan solo un nuevo error y que al final también saliera lastimado se arraigo en Shaka y lo termino todo antes de empezar.
El oxigeno se termino y sus labios tuvieron que separarse, los brazos de rubio cayeron y Shura descubrió la verdad tras ese acto, recargando su frente en la de Shaka tomo sus mejillas aun con la respiración agitada, con manos temblorosas y la voz entrecortada susurro un “te amo” que se instalo entre ellos como una pesada carga.
Un último beso y la historia de amor finalizo.
Shura salió de la cocina con la certeza de que jamás tendría aquello que tanto añoraba, el amor de Saga había condenado a Shaka a una soledad que solo podía ser remplazada por él, por su primo. Los había condenado a ellos a la soledad. Saberlo dolía como el mismísimo infierno pero no cambiaba en absoluto sus sentimientos amaba a Shaka y tenía el mal presentimiento de que siempre lo haría, tomo la sudadera que dejo botada en el sofá cuando hablaba con Seiya y salió del departamento.
Recorrió las calles sin tener en cuenta a donde se dirigía, iría a lamerse la herida causada por el rechazo.
En el departamento Shaka seguía recargado en la barra, su respiración era agitada y un dolorcillo empezaba a pincharle el pecho, se sentía mal sabiendo que era el causante del dolor de Shura pero las cosas eran así, no podía cambiar sus sentimientos, ya lo había intentado y de nada le había servido, estaba condenado a ese maldito amor por Saga que lo ataba a una ancla tan pesada que a cada segundo lo hundía él en inmenso mar de amargura y soledad en el que naufragaba desde hacía años.
El timbre del departamento sonó y él se encamino hacía la sala para ver de quién se trataba, sus ojos se agrandaron con sorpresa cuando por el pacillo apareció Shion ¿Qué diablos hacia el abogado de los géminis ahí, y como había obtenido su actual dirección?
- Buenas tardes Shaka-
- ¿Qué haces aquí Shion?- pregunto el rubio cruzando los brazos
- Vengo a entregar una demanda de mis cliente Shaka- dijo como si nada el hombre mayor- si firmas aquí no ahorraríamos el mal rato y yo podría irme a casa
- Yo no firmo nada Shion, si quieres hablar tendrás que esperar a mi abogado- por el rabillo del ojo vio la cabecilla de su hija asomarse a la sala y rápidamente correr hacia el desconocido, Shion se hinco para quedar a la altura de la pequeña y tomo el libro que Emi le tendía, Shaka sintió el impulso de apartar al peli verde pero eso asustaría a la pequeña y acababa de tener un mal día como para volver a pasar por eso
- Emi, cariño que te he dicho sobre interrumpir la conversación de los mayores, ve a jugar con Callum corre- ordeno y la pequeña tomo el libro que le había prestado a Shion y salió de la habitación
- Es sorprendente su parecido con Saga- esas palabras dejaron frio al oji azul- en realidad me sorprende como es que se dio cuenta hasta ese momento que es el padre de la niña, ese chiquillo necesita lentes
- Emi no se parece a Saga, y en caso de que lo hiciera eso no es de su incumbencia
- Oh claro que si se parecen y perdóname que te lo diga, pero conozco a los gemelos desde que eran niños de brazos y la pequeña tiene los ojos de los Géminis, si conocieras a Milo te darías cuanta de que son idénticos: grandes, profundos y azules; además también tiene la nariz de Saga y algunas de sus manías como el fruncir el seño como muestra de inconformidad
- … siéntete cómodo Shion, mi abogado no tarda en llegar- Shaka salió de la estancia rumbo a donde su hija se encontraba, algo en lo que dijo aquel hombre le dio un mal presentimiento ¿a qué venía el afán del abogado de resaltar el parecido de su hija con Saga? ¿Por qué ahora? ¿Qué estaba planeando ese hombre?
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Termino de empacar su ropa en la maletas y sin poder evitarlo miro alrededor, reprimió la lagrimas que intentaban salir desde hace horas cuando abandono el departamento de Seiya después de que Aioria lo interrogara y amenazara si no le contaba la verdad, tenía la impresión de que el primo de Shaka lo odiaba, aquel estremecimiento que sintió la primera vez que lo vio se estaba volviendo en desagrado mutuo. Se seco las lágrimas y coloco la máscara de indiferencia una vez más para salir de aquella casa de locos para siempre. Bajo con la esperanza de que sus primos no se encontraran en el vestíbulo, lo logro pero los gritos dentro del despacho le dijeron que algo iba mal. La curiosidad innata de piscis lo hizo asomar la cabeza dentro del despacho de su abuelo justo para ver como Kanon golpeaba a Saga a la altura de las costillas, Dita entro corriendo para separar a Kanon, lo empujo y se interpuso en el camino del mayor que ya estaba listo para devolver el golpe.
- no puedes dejara a mi madre dentro de ese lugar- el grito de Kanon atravesó los tímpanos del peli celeste
- ya te he dicho que pienso pagar la fianza- respondió Saga un poco más calmo- pero el juez no la ha otorgado y mientras no lo haga yo no puedo hacer nada para sacarla de ese sitio.
- de que están hablando?-
- Mi madre está encerrada en el ministerio público, la acusan de intento de homicidio y bien sabemos quién lo está haciendo- Kanon hablaba con una amargura que para Dita era algo sorprendente, el gemelo mayor siempre había sido un tanto sarcástico pero de los dos hermanos era el que más abierto y agradable se mostraba a diferencia de Saga que siempre había sido un tanto más reservado- y este imbécil lo único que hace es hablarle por teléfono a Shion para que se ocupe del asunto porque él maldito no puede ir personalmente por estar llorándole a un paria aprovechado
- RETRACTATE- grito un furioso Saga que jalo a Afrodita para hacerlo a un lado, una punzada aguda subió del brazo hasta el rostro de Dita, un pequeño gemido salió de sus labios pero fue lo suficientemente audible como para detener la lucha entre los dos hombres.
Kanon atravesó la distancia que lo separaba de su primo, al ser Dita el pequeño de la casa siempre habían tratado de cuidar lo más posible a su delicado primo y que en ese momento se quejara tan fácilmente de la brusquedad de Saga le dijo que algo no iba para nada bien, la mirada culpable en los ojos del peli celeste se lo confirmaron. Con cuidado de no presionar demasiado, bajo el saco de marca despejando el área del hombro, apretó los diente al ver el enorme morete que resaltaba de la piel blanca, tomando el cuello de la camisa de seda rasgo la prenda lo suficiente para encontrarse otros moretones en el abdomen y sobre todo en los brazos
- ¿Quién te hizo esto?- hablo con la mandíbula apretada- fue el imbécil de tu marido cierto?
- No fue Death- respondió Dita, sabía que dadas las circunstancias tendría que contarles la verdad aunque esta no fuera muy alentadora- no del todo… hay… hay algo que debo decirles
- Habla ya, Afrodita¡¡¡
- Puede esto suene un tanto descabellado y para ustedes será como traición pero yo no sacaría a Pandora de ese lugar, tal vez es la única forma en la que vuestra madre siga viva-
- Qué diablos estás diciendo?- el susurro de Kanon fue tan amenazador que Dita retrocedió por puro instinto, acercándose el gemelo que lo observaba fríamente continuo su argumento
- Lo que pasa es…es que… yo sí creo que Pandora intentara deshacerse no sólo de la niña, mi postura no se basa en corazonadas Saga, yo sé que tu madre es capaz de eso y mucho más, ella y Ángelo no son las personas que pensábamos que eran, que han hecho cosas horribles. Pandora no intento deshacerse de la niña… la pequeña no era la que debía de comerse aquel plato de fruta, ese estaba dirigido a Shaka y su fruta favorita estaba inyectada con sedantes, una gran cantidad de ellos, fue una suerte que a Emi no le guste el kiwi porque si la niña hubiese probado un solo bocado…
- Mientes- grito Saga, él se negaba a creer que su madre pudiese llagar a tanto
- No lo hago- respondió firme- no miento y lo saben, muy dentro de ustedes lo saben y sabes una cosa Saga, no es lo único que ha hecho…
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Aioros llego a Grecia consiente de todo, de los planes de Radamanthys y también de los de Géminis, no le había bastado con la información que obtuvo de su hermano, el mismo utilizo sus contactos para investigar más a fondo, resulto que el alemán llevaba en Inglaterra casi el mismo tiempo que Shaka y estaba instalado en la casa de campo de la familia Géminis sin que los hermanos estuviesen enterados, al parecer Pandora ya no era necesaria y el rubio la había quitado de en medio.
Esa maldita arpía estaba vigilando a su primo mientras estaba en la mansión e informaba a Radamanthys sobre lo que hacía o dejaba de hacer, además estaba el hecho que el esposo del tal Afrodita era uno de los hombres de Radamanthys y había estado viajando constantemente a Alemania durante el tiempo en que Shaka estuvo desaparecido. Tenía un mal presentimiento sobre aquello, por eso era de suma importancia tener una charla privada con él, sin la presencia de Aioria o Seiya porque conociendo el temperamento de sus hermanos solo harían más difíciles las cosas para todos.
Pero sobre todo tenía que llegar y sacar a todo el mundo de ese apartamento, seguramente para ese momento Wyvern ya estaría enterado de la dirección y podría causarles problemas.
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Aioria encontró a su hermano seguido de Aldebarán y otro de sus hombres, una vez juntos ingresaron a unas de las salas privadas del aeropuerto para preparar un plan con el cual quitarse a Wyvern de encima de una vez por todas.
- Era hora de que llegaras Aioros
- A mí también me da gusto verte hermano- respondió irónico el mayor
- Como sea… ¿Cómo está tu esposa?
- Marín se encuentra bien, gracias por preguntar- suspiro- ahora ¿podríamos centrarnos en este asunto?
- Claro, es lo que realmente importa- Aioros observo a su hermano mientras Aioria se sentaba en uno de los sofás, le dolía la indiferencia con la que lo venía tratando desde que se caso con Marín pero sabía que tarde o temprano su hermano superaría lo que no era otra cosa más que un golpe a su ego, sólo rogaba porque ese momento llegara pronto porque su hijo ya venía en camino y deseaba más que nada poder compartir esa felicidad con todo mundo sin preocuparse por la reacción de Aioria.
- ¿Dónde está Seiya?-
- Se quedo en el departamento al cuidado de Shaka-respondió Aldebarán
- Entonces empecemos de una buena vez, como dijo Aioria en este momento Shaka es lo más importante, he investigado en donde se encuentra hospedado Wyvern en estos momentos, para mí no es sorpresa saber que está instalado en la casa de Campo de Pandora prácticamente desde que Shaka volvió a Londres, lo acompañan Aiacos y Minos además de un grupo de hombre armados. Siempre lo ha tenido vigilado incluso en nuestras propias narices, Mu, Pandora, y Ángelo los tras han cumplido con la tarea de cuidar de que no se meta con otros hombres, obviamente han fracasado.
- Dinos algo nuevo, algo que de verdad sirva para quitárnoslos de una buena vez y para siempre- exigió Aioria
- Pandora ha sido acusada del intento de homicidio de la pequeña Emi… curiosamente la demanda no provino de ninguno de nosotros por lo que supongo que se ha vuelto innecesaria para su sobrino. Tengo hombres vigilando la actividad en la casa y parece ser que el único que deja la propiedad de manera continua es el tal Minos y Aiacos de vez en cuando sale por unos tragos en compañía de Ángelo, esposo por cierto del hombre que dicen se ha hecho amigo de nuestro primo.
- ¿Y de que nos sirve saber todo eso? Hasta ahora no has dicho nada de verdadero valor- gruño nuevamente el castaño abogado comenzando a cansarse de la infructuoso monologo de Aioros
- Saga Géminis planea meter un juicio por la custodia total de Artemis y ahí es donde entras tu hermanito.