Caminaba por la calle, habia un dia nublado y corria mucho viento, era un dia perfecto para pensar en todo lo que habia pasado; me sentia tonto, un perfecto idiota por haber caido en los brazos de alguien que no conocia y peor aún...enamorarme de alguien que nunca sintio nada por mi.
_________________
Eran las tres de la tarde y aún seguiamos acostados, habiamos pasado todo la mañana durmiendo abrazados, yo sobre su pecho,abrasandolo fuerte, y él con la mano en mi cabeza y la otra rodeando mi cuerpo.
-Uh..es muy tarde..mis padres me retaran.
-Me gustaria que te quedaras por siempre.
Me encantaba que demostrara sus sentimientos hacia mí de una forma tan sencilla y tierna.
-Encerio? -no logre evitar sonrojarme-.
Él se acomoda y toma mi cara con sus dos manos, quedando frente a mí, creo que disfrutaba de mi rostro ruborizado, me miró por un rato, esbozó una sonrisa, y dijo: Te quiero pequeño.
Despues de decir esto, me dio un suave y dulce beso, luego me abrazo y me presiono sobre su pecho; lograba sentir los latidos de su corazón en mi ser y me sentia inexplicablemente feliz, solo queria que se congelara el tiempo para estar por siempre junto a él sin despegarme de su alma.
Ya se hacia tarde y tenia que irme o tal vez nunca más me darian permiso para dormir en otra lugar.
-Me tengo que ir- dije con un poco de tristeza-
-Te entiendo y quiero que vuelvas a quedarte conmigo a si que es mejor que te vayas.
Nos levantamos y él me fue a dejar hasta la parada del bus, durante todo el camino no pronuncie ninguna palabra, creo que era tanta la emoción y felicidad que no podia articular palabras. Solo hablé cuando el bus se acercaba y tenia que despedirme.
-Chao – extendí mi mano -
-Chao (con su mano me desordena el cabello)
-Oh -de nuevo lo habia echo, solo lo mire y le sonrei-
No podia parar de pensar en él no sabia lo que pasaba pero no logre borrar la sonrisa de mi cara durante todo el viaje, me sentia como nunca me habia sentido antes, aunque todavia mis sentimientos se revolvian y no sabía que sentir; era algo nuevo, como algo que te cosquillea el pecho y no te deja de hacer sentir feliz, es algo muy raro.
Ya me encontraba en mi casa, al llegar, mi mamá me regaño un poco porque habia llegado un poco más tarde de lo que habiamos acordado, pero no se enojó tanto como esperaba. Después de saludar a mi papás, y mis abuelos, que estaban de visita, me dirigí a mi pieza, lo primero fue tenderme en mi cama y pensar en todo lo que habia pasado: nuestro primer beso, nuestro primer abrazo, nuestras primeras caricias, nuestros primer "te quiero", awww todo fue tan lindo. Algo dentro de mí decia que necesitaba a Alfonso en ese mismo segundo conmigo.
Encendi mi notebook para ver si me habia dejado algun mensaje en facebook, pero no habia nada; fue algo raro, pense que se habia olvidado y le escribi yo primero.
-Ya llege a mi casa :))
-Que bueno... te quiero.
-Yo también
-Ya quiero que sea lunes para verte otra vez, no aguanto mas sin tí.
Todos los sentimientos que demostraba hacia mi hacian que me sintiera bien y que cada vez sintiera algo mas grande por él, cada mensaje de afecto hacia mí, me alegraba, incluso me sonrojaba pensar lo importante que era para él y la preocupación que demostraba por mi.
Bajé muy rapido las escaleras ya que mi mamá me llamaba para almorzar, siempre es un tanto incomodo compartir con muchas personas en la mesa pero esta vez era distinto, las palabras me salian solas, era el que mas hablaba, creo que se me notaba lo alegre que estaba y por tanto eso era algo muy raro para todos.
-Oh! Vis, has cambiado, la ultima vez solo nos dirigiste la palabra una vez y mira ahora, no paras de hablar. -dijo mi abuela-
-Ah! Si, debe ser por las pastillas que comenze a tomar hace poco -dije un poco confundido-
-Pastillas? Que pastillas tomas Vis – dijo mi abuelo
-Emh – se me habia olvidado que mis abuelos no sabian lo del tratamiento psiclogico y tampoco los queria preocupar mas por mi- Naa! era broma, solo estoy feliz porque...nose – me rei un poco para tratar de que no sospecharan-
Mi padres se habian puesto un poco incomodos con el tema, asi que lo cambié y seguimos comiendo.
Miraba el techo de mi pieza, un tanto confundido por todo lo que pasaba y lo bien que me habia hecho conocer a Alfonso, creia incluso que al fin podria terminar el tratamiento mostrando lo feliz que estaba.
*Que feliz fue mi pequeña infancia, nos divertiamos mucho con mis pocos amigos, esto fue solo hasta 4to año de primaria..luego mis amigos se volvieron en contra mia y se sumaban a las burlas del curso por ser como era: el niño timido y callado que no se atreve a enfrentar a nadie.
Practicamente toda mi infancia sufri con las burlas, pero me mantuve fuerte siempre, aunque aveces ya no podia más pero yo me mostraba como siempre en mi casa, para que no se preocuparan.
Al fin terminaba la primaria, fue uno de los dias mas felices de mi niñez; me ponia nervioso pensar en que en el nuevo colegio no conoseria a nadie y seria el nuevo del curso.
El primer dia de secundaria llegó, practicamente todos se conocian y yo era el nuevo; pero todo era distinto, eran alegres, sociables y me incluyeron rapidamente al curso aceptando mi forma de ser. Pero al sentirme feliz con ellos, comenzé a recordar como me sentia anteriormente en mi antiguo curso, esto me deprimia cada vez más y pensaba como pude soportar tanto sin sentirme alegre como lo estaba ahora; de un día para otro estos pensamientos hicieron que fuera cayendo cada vez mas profundo hasta no querer ir más al colegio y no querer hablar con nadie; fue cuando mis padres me obligaron ir al psicologo, luego al siquiatra, porque me dijieron que lo mejor para relajarme y mantenerme tranquilo eran unos calmantes y antidepresivos que me recetaron.
Recordaba y recordaba... estos problemas ahora verdaderamente eran parte del pasado, ya no más, me sentia como nunca antes me habia sentido en mi vida..muy muy muy feliz. Solo queria que fuera lunes para poder verlo,abrazarlo y sentirlo junto a mi como tanto me habia gustado.Alfonso hacia que todos mis problemas no me importaran, porque solo me importaba él.
Ya eran las siete de la mañana, nunca antes me habia levantado con mas ganas de ir al colegio, esta vez si tenia un motivo por el cual ir: verlo a él. Me vestí rapidamente y bajé las escaleras corriendo muy emocionado, entré al baño, me arregle un poco y sali a toda prisa de mi casa para tomar el bus; mis padres notaron el cambio en mí, se mostraron muy asombrados con las ganas que iba, yo solo les dije muy feliz: es que no se que me pasa.
Me baje del bus, frente al colegio y camine hasta la entrada, durante todo el trayecto mis pensamientos nuevamente se revolvian en mi cabeza, tal vez no me gustaba tanto, pero si me hacia sentir feliz, quizas solo me gustaba como me trataba, quizas solo era una atraccion absurda por sus perfectas facciones, quizás no valia la pena continuar, pero algo si estaba seguro: sentia algo esecial y magico por esta persona. No lo conocia muy bien solo habiamos hablado unas veces y no sabia lo que verdaderamente él sentia hacia mi; tambien pensé en que era peligroso que mis compañeros y amigos sospecharan que pasaba algo entre nosotros, nos podian molestar o incluso hacer la vida imposible, no sabria como reaccionarian todos y no estaba seguro de querer que todos supieran lo nuestro.
Me habia bajado del bus 20 minutos antes que tocara el timbre para ingresar, pero entre tantos pensamientos no me di cuenta que apenas caminaba, solo miraba el suelo; la hora habia pasado y no faltaba nada para que cerraran, me apresure y pude entrar justo antes que el portero cerrara.
- Vis que haces tan temprano por aqui es un milagro -me dijo-
- Si, creo que tratare de eliminar la flojera que siempre me da en las mañanas.
- Eso es bueno niño, apura que el timbre ya tocó.
Entré rápido al colegio y me dirigi al pasillo en donde estaba mi sala, estaba todo muy lleno y apenas podia distinguir entre tanta gente, mejor me fui a mi casillero a guardar mi mochila, estaba abriendolo cuando por mi costado aparace él : Alfonso. Radiante como siempre, con una sonrisa hermoza y sus ojos brillantes, me saludó.
- Hola (él no dejaba de sonreir)
- Hola! -dije con un tono frio y monótono, despege inmediatamente mi vista de él y entre a la sala lo más rápido posible-
Mi reacción al verlo no fue la mejor, quizás se habia desolucionado de mi, pero pasaban tantas cosas por mi cabeza que no supe que hacer. Durante todo el día haciamos como si no existieramos, pensé que él se habia enojado por mi reaccion y eso extrañamente me preocupaba. No podia soportar sentir ese extraño sentimiento de perdida, quizas me estaba gustando más de lo que creia.... y así era.
Me encontraba solo en el recreo de colacion cuando él llego de sorpresa al igual que la primera vez.
- Hola de nuevo -dijo con voz sexy y una sonrisa radiante en su cara-
- Hola Alfonso -dije un tanto sonrojado y timido-
Noté que él solo me observaba.
- Que.. que tengo -dije sacudiendo mi cabeza-
-Nada solo te miro.
- Pe.. per.. pero noo.
- No te puedo mirar?
- Es que si..pero no, es que ..me intimidaz (dije con tono triste)
- Ven ( se acerco mas a mí y me abrazo dulcemente)
- No..no, aqui no! -dije brusco y empujandolo hacia atras-
Él me miro un tanto extrañado y dijo :ok.
No sabia que pasaba conmigo, mis reacciones hasta mi me asustaban, luego pensé que debia ser por las pastillas que acababa de empezar a tomar, creo que eran efectos secundarios, al igual que mareos y dolor de cabeza y estomago. Alfonso estuvo toda la hora de colación junto a mi, me hacia sentir feliz y se me olvidaban todos mis dolores. Compartio sus canciones favoritas conmigo y mirabamos opening de nuestras series de la infancia.
- Me encanta la canción de ese opening.
- A mi tambien... yo me la sé toda.
- Encerio?! - dije entusiasmado-
Él comenzó a cantarla, su voz es muy hermoza y canta muy bien, aunque cantaba la versión en japonés, pero yo me la imaginaba en español. La canción es hermoza y nos identificaba, creo que me la dedico por la forma en la que cantaba y me miraba al mismo tiempo.
Pasaban las semanas y aveces me sentia bien y otras veces mal..Alfonso cambiaba muy rápido aveces lo necesitaba más que nunca conmigo y él no se acercaba en todo el dia a mí, hablabamos mucho por facebook y él me mostraba sus sentimientos hacia mi solo por este medio, cuando nos juntabamos en los recreos jamás me dijo algo lindo como lo hacia por escrito, esto me hacia dudar cada vez más. Los efectos de las pastillas me mareaban y hacia que me sintiera enfermo, pasaba todo el dia como un zombie..pero cuando Alfonso llegaba en la hora de colacion junto a mi, todos estos males se me pasaban. Tambien en la sala de clases me gustaba observarlo, cada segundo que lo miraba y estaba junto a él hacia que creciera aún más un sentimiento raro hacia él..algo como cariño...o más aún: amor.
Había hablado muy poco con él en persona, casi ni lo conocia pero sabia que su forma de pensar y razonar eran geniales..eso se convirtio en un problema, me estaba gustando psicologicamente.
Hablabamos mucho por facebook pero la mayoria de las veces discutiamos por cosas sin sentido y yo le seguia el juego y terminabamos enojandonos ambos. Luego de las discuciones sin sentido, me comenzaba a sentir mal y culpable, no me daban ganas de hacer nada y me encerraba. Después de un dia volviamos a hablar y era porque yo me disculpaba con él. Nos juntabamos en el colegio pero, en general, nos veiamos muy poco, yo lo unico que queria es que me invitara a salir para estar solo con él y nadie más.
- Quieres ir a mi casa este viernes?
Al fin escuchaba lo que por mucho tiempo esperaba, pero porque demoro tanto? Habia notado algo raro esos ultimos dias, era un niño llamado Nill, notaba que andaba muy cerca de Alfonso, incluso pensaba que le coquetiaba, pero mas alla de eso veia que Alfonso tambien seguia el juego. Esto me ponia un tanto...celoso? No sabía bien que pensar, asi que fui a hablar con mi amiga Rita.
-- Es que...creo que ellos fueron ..algo.
-- Como algo?
-- Es que creo que ellos fueron pareja hace un tiempo.
-- Quee! Pero como..
Habria sido por eso que estaba tan distante tal vez, ya ni sabia como sentirme ante esta situación, sus actitudes hacian que mi estado de animo cambiaran rápido y aveces no lo entendia,o me arrepentia de haber empezado todo esto, pero de verdad me gustaba mucho y aunque costára tenia que alejarme de él.
-- Vis lo sineto pero es verdad... y como estan ustedes como pareja?
-- Estamos...bien... supongo, aunque me hace dudar de sus sentimientos hacia mí, y tengo miedo de seguir enamorandome aun mas de él.
-- Por eso eras neutro? Tenias miedo a enamorarte?
-- Nose Rita...nose nada!
-- Pues si siges como te veo, que un dia andas bien y otro mal y todo sige igual...pues para mi la solución seria que terminaran lo que alguna vez empezaron.
-- ....... -quede mirando el suelo pensativo y algo triste- pero..es que...
-- Pero Vis!! sera para mejor, ya no puedes seguir asi..de seguro estaras triste por un tiempo pero luego volveras a ser "normal", como eras antes.
-- Bue...bueno..pero es que... en realidad... me enamore de él.
-- OK..pero es un amor malo a si que es mejor terminarlo, ademas aún creo que solo te esta usando.
-- Per..pe..ok,lo haré, me alejare de él -dije algo dudoso-
-- Bien Vis! así se hace.
-- Gracias Rita...chao -me di media vuelta y mis ojos se humedecieron..quizas Rita decia la verdad y estaba siendo un tonto-
Iba camino a casa de Alfonso..un tanto mareado y aturdido por mis pensamientos, sabia que tenia que hacerlo pero una parte de mí no queria.
- Ho..ola -dije simulando una sonrisa-
- Adelante (pone su mano sobre mi cabeza y me sacude el pelo)
Oh..de nuevo.. (me mira con una cara de ternura)
- Ven jugemos un rato LOL - Es que...no quiero..estoy cansado, me quiero acostar.
- Bueno entonces armaré el sillón y me acostare contigo.
Mientras él fue al living, yo me mantuve en silencio y pensativo en el comedor..hasta que me acorde de las pastillas.
-Las pastillas! -dije sin pensar-
-Ah? que dijiste...
-Na..nada.
Comenze a buscar en mi bolso hasta que me acorde que habian quedado en mi casa, justo encima de mi cama.
-Esta listo, ven pequeño.. (dijo con voz sexy y dulce)
-Ya..ya voy..
Esa noche pasarian cosas buenas y malas...inolvidables.