Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Shin Chan: El visitante del Futuro por Ecto

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Shin-Chan y Shinto dejaron a Nevado en su caseta, y entraron en la residencia de los Nohara por la puerta principal, sigilosamente. El plan era no ser descubiertos por Misae, y dejar al chico que decia ser su hijo en el piso de arriba escondido para intentar curarle el brazo. Pero sería difícil con el agudo oído de su madre en espera de su llegada.
Dejaron en silencio los zapatos de Shinnosuke en la entrada, y el más mayor agarró los suyos con su mano desocupada. El primer paso fue completado con éxito.
Luego, procedieron a subir las escaleras de forma increíblemente sigilosa. Pero una voz infantil llamó la atención de los dos morenos.
- ¿Manito? -Los dos chicos se miraron entre si asustados, girandose para encontrar a una bebé pelirroja con gesto curioso.
- Hima. Shhhh. -Susurró Shin-Chan poniéndose un dedo en los labios. La pequeña infló las mejillas, ofendida.
- Vaya... ¿Esta es la tía Himawari...? -Comentó Shinto, poniendo morritos. -Se parece mucho a... ¡OH! ¡TORI! Después de recordar repentinamente a su hermana pequeña, el supuesto hijo de Shinnosuke se cubrió la boca con ambas manos, deseando no haber llamado la atención de Misae. Pero exactamente eso fue lo que hizo.
- ¿Shinnosuke? ¿Sabes qué hora es?

Los dos morenos corrieron como alma que lleva el diablo al piso de arriba, mientras los pasos de Misae cada vez se hacían más cercanos.
- ¿Shin-Chan? -Su voz sonaba irritada. -¿Se puede saber a dónde vas?
En ese momento justo, sonó la puerta principal. Probablemente se trataba de su padre, que venía del trabajo. El tiempo que empleó ella en abrirle a Hiroshi, lo aprovechó Shin-Chan para esconder a Shinto en el armario del cuarto de invitados.

Shinnosuke bajó la escalera, intentando disimular, pero Misae pegó un grito agudo.
- ¡Waaaah! ¿ESO ES SANGRE? -Señaló al suelo, donde un rastro de manchas rojas subía hasta el cuarto del piso de arriba.
- ¿Eh? -Hiroshi se giró sorprendido. -Anda, pues es verdad.
- ¡Shinnosuke! ¿Te has hecho algo? -Misae procedió a examinar a su hijo, pero no tenía nada mas que algunas manchas en las manos y camiseta, pero ninguna herida.
- ¡BUAAAAA! -La bebé comenzó a llorar, por la tensión y miedo que sus padres reflejaban. Los señores Nohara miraron a sus dos hijos, y luego al cuarto de invitados. Estaban seguros. Shinnosuke había traido algo a casa, y aparentemente herido.
Sus dudas se confirmaron cuando el niño de cinco años salió corriendo, y se puso delante del armario como si asi pudiese evitar que nadie lo abriese.
No tardaron en subir, y seguir el rastro que acababa en la puerta del armario que Shinnosuke custodiaba.
- Aparta. -Ordenó Misae, cruzandose de brazos. Shin-Chan negó fuertemente. -Shinnosuke. -Frunció el ceño su madre, y acercandose como si se tratase de un demonio. El niño se apartó rápidamente, siendo atrapado por su padre, que también sujetaba a Himawari para calmarla.
No tardaron en abrir el armario, revelando a un pequeño adolescente con gesto dolorido, que levantó sus ojos claros hacia los adultos.
- ¡Ah! Abuela... -Comentó, sin soltar su brazo derecho que estaba cubierto de sangre.
- ¿¡Abuela!? -Misae frunció el ceño, ofendida.


Shinto se miró la venda que ahora cubría su brazo derecho. Los calmantes que Hiroshi le había dado empezaban a hacer efecto, y el dolor comenzaba a desaparecer.
- Shinto... -La voz dulce de Misae llamó su atención. La mujer le ofrecía una taza de té caliente, la cual tomó con gusto.
- Asi que estas diciendo que vienes del futuro... No sólo eso, dices que eres el hijo de Shinnosuke. -Soltó Hiroshi, mirando al moreno, que daba un sorbo ansioso al té.
- A-Así es... -Susurró, quemandose un poco la garganta.
- ¿Y hay alguna forma de que puedas demostrarlo?
- Hiroshi... -Le regañó Misae, pero el hombre frunció el ceño.
- ¿Y si es un fraude? ¿O un criminal? -Señaló el brazo del adolescente. -Eso de ahí es una herida de bala, Misae.
El silencio invadió la sala, antes de que el chico despegara los labios, un poco asustado.
- No puedo...
- Yo le creo. -Soltó Shin-Chan, levantándose de pronto. -Ejee. Además se parece un poco a nosotros y todo. -Dijo orgulloso, señalando directamente hacia sus cejas.
- ¡Es verdad! -Asintió Misae, divertida. -También tiene tus ojos, Hiroshi. Fíjate.
El patriarca de los Nohara examinó a su supuesto nieto con desconfianza, el cual acabó por soltar un risita bajamente familiar.
- Ejeee... No me mireis todos así, que me sonrojo. -Susurró posando una mano detrás de su nuca. Misae e Hiroshi se miraron con una pequeña sonrisa nerviosa. Definitivamente ese era descendiente de su hijo.
- En fin, Shinto. ¿Qué haces aquí, entonces? ¿Y porque estabas herido? -Preguntó la castaña, sentándose al lado de su esposo, curiosa.
- Oh... Es una larga historia... -Asintió el moreno. -Papá me pidió volver al dos mil cuatro para intentar evitar un hecho que afectará al futuro. Para eso, tuvimos que robarle una máquina del tiempo al rey, y nos metimos en problemas. Y por culpa de un compañero hemos acabado aquí. -Soltó esto último, casi con rabia.
- ¿El rey? -Hiroshi levantó una ceja.
- ¿Y qué hecho teniais que parar? -Misae le ofreció una mirada confusa.
- Woo, woo... Me has defraudado, hijo. -Asintió Shinnosuke, con las manos en las caderas de forma cómica.
- ¿Eh? ¡LO SIENTO, PAPÁ! -Se disculpó Shinto, ignorando a sus abuelos.
- Que era broma, hombre. -Rió el niño, de forma orgullosa.

Visto que no iban a sacarle mucho más a su visitante. Después de cenar, le sacaron un futón, y le dejaron dormir con Shinnosuke esa noche, decidiendo que resolverian todo al día siguiente.
Misae, Hiroshi y Himawari ya estaban dormidos, y Shinto a punto, cuando Shin-Chan le dio un golpe al adolescente con el codo.
- ¿Um? ¿Qué pasa, Papá?
- Oye, Shinto. ¿Entonces mi esposa es guapa? -Preguntó el niño, con ojos brillantes.
- Uh... Ya te he dicho que si. Además ya deberíais haberos conocido, pero... Deberías saber que...
- Ejeeee. ¡Bien! ¡Es guapa!
- Pero papá, escucha... -El chico entrecerró los ojos, pero él ya estaba en su mundo, asi que decidió dormirse, y decepcionar a su padre al día siguiente.
Mientras, Shinnosuke sonrió, pensando en quien podía ser su futura esposa. Shinto le había dicho que se trataba de alguien conocido, asi que comenzó a hacer suposiciones.
Alguien que conocía... Nene o Ai-Chan podían ser las candidatas perfectas, pero Shinnosuke negó fuertemente con la cabeza. Se negaba a casarse con cualquiera de ellas.
Pero luego una opción mucho más evidente se le vino a la mente. ¡Estaba claro desde el principio! ¡Su esposa era Nanako!
- Eje... Por supuesto...
Y con esto en la cabeza el niño cerró los ojos, esperando tener dulces, dulces sueños.
Pasaron algunos minutos, antes de que Shinto soltara un suspiro.
Estaba preocupado por su hermana... Y por la amiga de ella también. Y porque no decirlo, incluso le preocupaba Suotome...
Sólo quería que todos estuviesen a salvo...
Por culpa de los calmantes, estos pensamientos acabaron por disiparse, y consiguió dormir por fin, tranquilamente.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).