Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Shin Chan: El visitante del Futuro por Ecto

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Ainesuke se pasó una mano por la frente, causando un sonido metálico en las cadenas de sus muñecas.
- ¿Ah, siii? Pues quiero el divorcio. -Soltó Ai-Chan, volviendo la cabeza.
- Uy no, bonita. No si te lo pido yo primero.
- ¡Y que sepas! Que mi hijo habría salido mil veces más guapo si lo hubiese tenido con el Principe Shin.
- Permiteme que lo dude... -Murmuró el aludido, rodando los ojos.
- Por cierto, Aine. ¿Cómo son los hijos de Shin-Chan? ¿Y con quien se acaba casando él?
De pronto, la chica morena decidió dejar de replicar, y asentir a la pregunta que acaba de realizar Nene.
- Oh... Pues Shinto se parece bastante a su padre... Pero Tori es más como su madre. -Asintió el pelirrojo. -Es extraño... No sabría describirlo exactamente.
- Claro. -Sonrió, orgullosa la morena. -Es normal que le guste Shinto. Si se parece al Principe Shin tiene que ser un encanto.
- ¡No me gusta! -Se quejó el adolescente, sacando una risita a Nene. -Y la verdad es que es todo lo contrario a un encanto...
- Oh. Y no nos lo has dicho... ¿Quién es su madre?
- Ah. El señor Toru, por supuesto.
- ¿Eeeeh?


Shinto, Kazama, Tori y Masao en esos momentos comían tallarines fritos con cara de satisfacción. Los dos más mayores habían puesto la puerta como pudieron, y taparon las ventanas con cortinas para que nadie viese el destrozo que habían causado, mientras que los niños ponían la mesa.
- Vaya, Shinto. Cocinas muy bien. -Sonrió Kazama ampliamente.
- Oh... Gracias. -Rió, orgulloso el moreno. -La verdad es que no se me da mal, ¿eh?
- Ummm... Yo también cocino muy bien. -Soltó Tori, levantando la nariz elegantemente.
- Uh... Claro... -Shinto hizo una mueca, y luego negó con la cabeza comicamente. Masao y Kazama soltaron una risita.
Entonces, alguien llamó al timbre de forma repetitiva. Los cuatro se quedaron en completo silencio, intentando ni siquiera respirar, pero los timbrazos seguían resonando por toda la casa.
El moreno le hizo un gesto con la cabeza a Tori, y la chica se metió debajo de la mesa con los dos niños en brazos.
Lentamente caminó hasta la puerta, que seguía timbrando de forma molesta, y la abrió de un golpe preparado para enfrentarse con quien sea. Pero... No había nadie al otro lado.
- ¡Hey! -Shin-Chan bajó de la pared con una sonrisa. -¡Shinto! Me alegro de que estés bien.
- ¡Papá!

Los dos morenos entraron en la casa, y el primero que salió corriendo fue Kazama.
- ¡Shinnosuke! ¿Se puede saber dónde estabas? Ya pensaba que te habían capturado. -Soltó molesto, pero claramente preocupado.
- Toru~ No tenías que preocuparte por mi. -Contestó el niño de forma melosa.
- ¡Ugh! ¡Para!
Entonces del salón salieron Masao, y una chica con el pelo azul, flequillo rizado, y trenzas.
- Vaya, y tu debes ser Tori. -Sonrió Shin-Chan, soltando un "ejeeee". -La verdad es que te pareces mucho a...
De pronto, se quedó callado. Miró a la adolescente. Luego a Kazama. Después posó su vista en Shinto, y de nuevo en su amigo.
- O-oye Shinto...
- Dime, Papá. -Sonrió el chico, entrecerrando los ojos con expresión divertida. El niño escaló hasta su hombro y procedió a soplarle en la oreja a su hijo. Como era de esperar, el chico soltó un "Iiiih", mientras sus mejillas de sonrojaban, y cubría su oreja con fuerza.
Un interruptor hizo click en el cerebro de Shinnosuke.
- ¡EEEEEH! ¡CON KAZAMA!
- Ah. Si... -Susurró Toru entrecerrando los ojos. Los dos adolescentes observaban a sus padres con cinco años, bastante emocionados. Aunque Kazama comenzaba a sentirse algo incómodo. -Por cierto, quería preguntaros... ¿Cómo es que hemos tenido hijos si los dos somos chicos? Mi mamá dice que sólo pueden tenerlos las niñas con los niños.
Shinto dejó de sujetarse la oreja, y sonrió ampliamente.
- Ah es muy fácil. Primero tienes q-
Pero antes de decir nada, Tori le tapó la boca con su mano.
- Aun sois muy pequeños para eso. Cuando crezcais os enterareis... -Rió la chica de forma nerviosa.


Ainesuke miraba en esos momentos a dos hombres, muy parecidos el uno al otro. Lo único que los diferenciaba era la edad. El primero era aún joven, mientras el segundo estaba claramente deteriorado.
El chico, aun seguía encadenado, incluso peor ahora, con las manos esposadas detrás de la espalda. El hombre más anciano habló primero.
- Ainesuke... Tu familia siempre ha estado en nuestro partido. -Suspiró el señor canoso. -¿Desde cuando has sido tú un niño rebelde? Si he sido como un abuelo para ti.
El niño pelirrojo apretó los dientes, furioso.
- Desde que asesinaste a los padres de Shinto. -Soltó fríamente.
- Ahhh... Pero incumplian una ley... Se casaron ilegalmente, y tuvieron dos hijos. -Takano Sousuke se acercó con una sonrisa horrible. -Y una sociedad sin normas se derrumba. Ya lo sabes.
El adolescente se quedó callado unos minutos.
- ¿Y mis madres qué? -Preguntó repentinamente.
- No te preocupes por eso. He decidido anular esa ley tan problemática. ¿Ves? Soy un buen líder. Hago lo mejor para el pueblo. -Ainesuke frunció el ceño, pero se quedó en silencio. -Aunque... Habrá que cortar el problema de raíz.
El hombre miró a su yo pasado, que sonrió también, y ambos volvieron la vista a la foto de un grupo de niños de cinco años, donde uno de ellos con grandes cejas estaba rodeado con un gran círculo rojo.
- ¡O-oye! -El adolescente pareció alterarse de pronto. -¡No puedes hacer eso! Si lo haces... Shinto...
- Ese niñato es tan molesto como sus padres. Tiene que desaparecer.
Se removió un poco furioso, pero no consiguió nada más que aumentar la fuerza de las esposas.
- No voy a dejar que le hagas nada, ¿te enteras?
- Tranquilo... Pronto te olvidarás de él por completo. -Y con un movimiento de manos, mandó a un guardia para que devolviera al chico a su celda.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).