Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Shin Chan: El visitante del Futuro por Ecto

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Shinto, y Shinnosuke llegaron a una especie de casa abandonada a las afueras de Kasukabe. En todo el camino, el niño no pronuncio ni una palabra.
El adolescente lo dejó en el suelo, y se sentó enfrente, cara a cara con su padre.
- Probablemente nos han seguido por el detector de Tori... Todos tenemos en casa. -Shin-Chan ni siquiera lo miraba. -Pero yo desactive el mío...
Y de nuevo, silencio. Shinto agachó la mirada, y se quitó una especie de pulsera plateada con un círculo azul en medio, que tenía en el brazo bueno. Se colocó las googles que tenía colgando todo este tiempo del cuello, y empezó a manipular el aparato.
Shinnosuke se le quedó mirando un rato, hasta que el adolescente habló, aun con la vista en la pulsera, que tenia varios cables dentro.
- ¿Estás enfadado?
- Jum. -El niño se giró comicamente. -Por supuesto que estoy enfadado. Has dejado que se lleven a Tori, a Kazama y Masao.
- Lo siento... -Shinto suspiró, y dejó el aparato en el suelo. -Si te sirve de consuelo... No iban a por ellos. Asi que probablemente sólo los utilicen para atraerte a ti.
- ¿Eh? ¿A mi?
El adolescente hizo una mueca, y esperó un poco para responder.
- Según Suotome... Ellos quieren matarte para que no les molestes en el futuro.
- ¿Eeeeh?
- Por eso... No podía perder tiempo con Mamá y los demás. Lo siento, Papá...
- Ih... No pasa nada...

El silencio volvió a invadirlos, hasta que Shinnosuke se acercó moviendo el culo, hasta el lado de su hijo.
- Oye y... ¿Qué estás haciendo?
- Oh. Pues estoy intentando invertir mi transmisor para que detecte el de los demás. Así sabremos donde están.
- Woo, wooo.
El moreno siguió mirando al chico trabajar, hasta que Shinto cerró el aparato. Entonces, apareció un pequeño holograma con la palabra "Cargando".
- Esto llevará un rato... -Comentó el adolescente, divertido.
- Oye, oye, Shinto.
- ¿Um? Dime. -El moreno estiró las piernas, y sentó a su padre encima para hablar, mientras veían el holograma parpadeando.
- ¿Hay alguien que te guste?
La pregunta le pilló por sorpresa, por lo que parpadeó un par de veces, y tardó unos segundos en contestar.
- Alguien que me guste... -Acabó con una pequeña sonrisa, quitandose las googles de la cara. -Umm... Si. Podría decir que si.
- ¡Wooo! No podía esperar menos de mi hijo. Ejeeee. -Shinnosuke volvió a mirarlo. -Oye, oye. ¿Y cómo es?
- Oh pues... -El chico frunció los labios, antes de soltar una risita. -Definitivamente me odia.
- ¿Eeeh? ¿Y eso por qué?
- No lo se la verdad. -Respondió Shinto, frunciendo los labios. -Tiene algo de carácter... Y es de ese tipo de personas que dicen que no te han pedido ayuda para nada.
- ¡Woo, woo! Se nota que tienes mis gustos, Shinto. Ejeee. Ese es el mejor tipo.
El adolescente soltó una sonora carcajada, que se fue apagando poco a poco.
- ¿Sabes...? Nunca tuvimos tiempo para hablar de estas cosas... -Susurró con una pequeña sonrisa nostalgica.
- ¡Tranquilo, Shinto! -Shinnosuke se puso de pie de un salto. -Cuando venzcamos al malo, hablaremos de muchas cosas. Y tendré todo mi tiempo para ti.
El moreno se le quedó mirando unos momentos, antes de sonreír un poco.
- Vale, me parece bien.

Por fin se completó la carga, y varios puntos de colores señalaban un almacén a las afueras, que no les quedaba muy lejos.
Antes que nada, Shinto hizo un par de llamas, específicamente a la policía. Les comunicó que el candidato a presidente, Takano Sousuke había cometido un secuestro. Esto lo eliminaria de la presidencia seguro.
Pero también tenía que encargarse del de su propia época, asi que se preparó para ir al sitio él mismo.
- Toma, Papá. Esto es para ti.
Shinto le dio un boli azul con una especie de cámara en la punta.
- ¿Uh? ¿Qué es?
- Cuando todo haya acabado. Tienes que asegurarte de sacar una foto con esto. ¿Entendido?
- Uh... Vale. ¿Pero como sabré que todo ha acabado?
- Haha. Creeme, lo sabrás. -Sonrió Shinto. -¿Listo?
- ¡En marcha!


- ¡Eh! ¡Es Tori! -Masaki tiró de la chaqueta de Suotome para llamar su atención, señalando a un grupo de guardias que llevaban a la chica y dos niños.
- ¿Huh? Shinto estaba con ella...
El pelirrojo frunció el ceño, y se deshizo de dos guardias con la táctica del conejito, pero un tercero lo agarró por la espalda.
- ¡Oh no! -Lloriqueó Nene.
- ¡Haced algo! -Soltó Ai-Chan. La adolescente morena las miró, preocupada, y se acercó al guardia.
- O-oye... Deja de ahogarlo... P-por favor... -Empezó, asustada.
- Urk... M-Masaki... No es momento p-para... Ughh...
Poco a poco, más y más guardias empezaron a rodearlos, y aunque Misae y los niños intentaban detenerlos, ayudados por Tori, cada vez era más imposible.
- O-oye... -Siguió la chica, intentando tirar del tipo. -Le estás haciendo daño.
- Ugh. Pirate, niñata rechoncha. -Soltó el guardia, sonriendo al ver que poco a poco el pelirrojo se iba rindiendo.
- ¿Disculpa? -Masaki entrecerró los ojos, levantando las cejas.
Aine soltó una pequeña risa ahogada.
- ¿Y a ti que te hace tanta gracia, mocoso?
El chico no tuvo oportunidad de responderle, porque en seguida el tipo cayó al suelo inconsciente, librandolo del agarre. Levantó la vista hasta la muchacha morena, que le devolvió el pesado conejo.
- S-siento haberlo usado...
- Descuida. -Rió él. -¿Sabes? Creo haber oído algo de cabeza de melón por ahí. -Señaló con la cabeza a un grupo de guardias.
- ¿Cómo? -La mirada de Masaki volvió a cambiar. -Se van a enterar.
- A por ellos, tigre.

Ainesuke se acercó a Tori, y se deshizo de un par de hombres que la intentaban capturar.
- Oye. ¿Y Shinto?
- Consiguió escapar con mi padre. -La chica dio un golpe a un tipo mientras seguía hablando. -Aunque probablemente no tardará en venir aquí.
- ¿Huh? No será tan idiota... ¿Verdad?
- Oh creeme. Lo es.


- Vale, Papá. Sobre todo recuerda permanecer a mi lado. -Comentó Shinto.
Los dos morenos corrieron por los pasillos, hasta llegar a una sala central. Pero el espectáculo que encontraron fue increíble.
La mayoría de los guardias estaban tirados en el suelo, y los que aun quedaban en pie, peleaban inutilmente contra los "prisioneros".
- ¡Shinnosuke!
- Woo, Kazama. Que bien que no te hayan hecho nada. -El niño se acercó a su amigo. -Ya me tenías preocupado.
- Mira que eres tonto... -Toru no pudo evitar sonreír.
- ¡Nohara! -Los dos niños volvieron su mirada a su hijo. -¿Se puede saber que hacer aquí? Se supone que tendrías que estar huyendo, imbécil.
- ¿Eh? Pero estabais en problemas. -Se excusó el moreno, poniendo morritos. -Además quería ayudarte.
Aine se sonrojó, frunciendo el ceño.
- Yo no te he pedido que me ayudes para nada.
- Wooo, wooo. Asi que es él. -Comentó Shinnosuke, mientras Shinto seguía excusandose.
- ¿Quien es él? -Preguntó Kazama.
- Pues el chico que le gusta a nuestro hijo, Toru querido~
- Oye. Deja de llamarme así. -Soltó el peliazul, algo sonrojado.

Los demás consiguieron deshacerse de los guardias bastante bien, y ya no quedaba casi nadie con quien pelear.
Estaban a punto de salir, cuando un aplauso lento invadió la habitación.
- Vaya... Lo habéis hecho muy bien. -Rió sarcasticamente, un hombre canoso, acompañado por otro más joven. -He de admitir que me habéis sorprendido.
Shinto frunció el ceño. ¿Qué demonios planeaba ese tipo ahora?
- Sin embargo... Todo debe acabar aquí.
El Sousuke de esa época apuntó con una pistola directamente a Shin-Chan, y no dudó ni un segundo en apretar el gatillo.
- ¡Shinnosuke! -Gritó Misae.
El niño se vio incapaz de hacer otra cosa que cerrar con fuerza los ojos.
Se oyó el disparo en toda la sala, y los que estaban en ella tuvieron la mala suerte de ser espectadores de la grotesca escena.
- ¡NO!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).