Ace abrió la puerta cuando oyó los toques que, probablemente, eran de su hermano.
-Hola... ¿¡Ace?! ¿¡Pero...?! ¿¡Es que...?! ¿¡Por qué tan sucio?!
-Tuvimos entrenamiento de fútbol, Crocodile se desquitó con nosotros.
-Tu sabías a qué te arriesgabas al entrar al equipo de la universidad- reprendió a su hermano mientras dejaba la mochila sobre la mesa.
-Si. Por cierto- murmuró serio- tienes un sobre, te ha llegado correspondencia.
-¿A mi? Pero si no me llega nunca nada- tomó el sobre rojo con el grabado en plata y lo abrió. Miró preocupado a su hermano luego de leer el contenido- me van a proteger. Ace, estoy en peligro.
-¿Qué? Pero el abuelo dijo...
-Se lo que dijo, pero este sobre no miente. Tal vez se confundieron y debo ser protector, como dijo el viejo, pero...
-Averigüemos eso- Ace abrió una puerta oculta y entraron directamente a la mansión de plata. Siguieron directamente hasta la oficina de Garp.
-Viejo- musitaron al abrir- explícanos esto.
Garp los miró. Sabía que se los debía.
-Se lo que les dije- comenzó- pero nos mandaron reportes. Sabo, estás en peligro, Doflamingo te busca, quiere el dinero de tu familia.
-Pero ellos no lo son- espetó agrio- dile eso y que me deje en paz.
-No es tan sencillo.
-¿Y yo qué? ¿Protegeré a Sabo?
-Las cosas no son así- Garp se levantó y se sentó luego frente a los chicos en otro sillón- Ace, aun no tienes habilidades. No podemos confiar en ti.
-Entonces soy inútil- comentó malhumorado.
-Créeme, es mejor así.
-¿Qué problema hay con querer seguir los pasos de mi padre?
-No lo sabes- miró al vacío- no lo sabes.
-¿Qué tengo que saber?
-Hay consecuencias de todo. Y hay víctimas. Conocen a una.
-¿Quién?
-Akagami.
-¿Qué pasó?
-Dejemos el tema. Sabo, acepta tu protector. Ace, deja de ser tan obstinado- suspiró- hay algo mas... Luffy será protector.
-¿¡Cómo?!
-Que sea mi nieto influye mucho- bajó la mirada, apenado- no puedo hacer nada, lo eligieron limpiamente y Luffy no es ningún debilucho. Confiemos en él.
Asintieron.
-Ahora vayan a la sala de protegidos, iré a traer al mono ese que falta.
-Si abuelo- suspiraron y se encaminaron al salón que había dicho Garp.
No habían dado ni 10 pasos cuado Ace había sido presa del espontáneo sueño que le atacaba algunas ocasiones.
-¡Ponte de pie, tu imbécil! ¡Ace! ¡Despierta! ¡Ace!- lo tomó por las piernas y lo arrastró hasta la salita. Si antes había estado sucio, ahora era peor.
Entraron por la puerta de los protegidos y saludaron.
-¡Shanks!- gritaron joviales y chocaron puños con el pelirrojo- cuanto tiempo, ¿no?
-Han crecido- respondió riendo. Los otros dos rodaron sus ojos.
-Ya, ya, mucho- cortó la chica.
-Boa Hancock- saludó Ace- ¿aun obsesionada con mi hermanito?
-¡Tu...!- el color del rostro de la chica era un bonito carmín que realzaba su vergüenza.
-No te cansas de hacerlo...- susurró su hermano.
-No- respondió- y admite que tu tampoco.
-Lo admito- rió Sabo.
-Ustedes siguen igual de desesperantes- Smoker exhaló humo y les indicó a los chicos la entrada- compórtense como gente civilizada por lo menos una vez en sus vidas y no asusten al pobre muchacho que va a proteger a Sabo.
-Se siente como una indirecta...- musitó el pecoso.
-Lo digo por algo. Sabo, conoces las reglas, ¿no?
-No abusar del protector, no enamorarle, no distraerle en una pelea, no ponerlo en evidencia.
-No meterte en mas líos de los usuales- se burló el moreno junto con Shanks. Akagami rió con el chico.
-Muy graciosos.
Entraron y vio a su protector casi morir del susto en el sillón. Intentó ahogar una risa.
-Marco- comenzó Hancock sin inmutarse en la reacción del rubio- este es Sabo, tu protegido- señaló a Sabo y el chico estiró la mano para estrechársela.
-Un placer- musitó.
-Lo mismo- dijo amable. Marco le sonrió y supo que era una buena persona, después de todo, siempre ha tenido buen ojo para los amigos.
-Este es mi hermano, Ace- presentó al muchacho que lo acompañaba, sorprendiéndole. Ace estiró también su mano para estrecharla.
-Un... ¿Placer?- oyó a Marco al saludar a su hermano. ¿Le había hecho Ace algo a Marco y él no se había enterado? Ace bajó la mirada. "¿¡Ace bajó la mirada?! Joder, amor a primera vista... Mierda, se durmió".
-Oye...- murmuró Marco moviendo a Ace por el hombro.
-¡Ace!- golpeó a su hermano en la cabeza para devolverlo a la realidad. Maldito pecoso y maldita su costumbre de caer dormido.
-¿Qué?- Ace levantó la cabeza como si nada hubiese pasado- ah, hola, soy Ace- le estiró la mano a Marco y Sabo sólo pidió al cielo que no hubiera problemas con su atolondrado hermano.
-Marco...- dijo el rubio y Sabo lo observó fijamente. ¿Estaba el otro dudando de lo que decir? Ya se había dado cuenta de la rareza de Ace, estaba claro. Seguramente se estaba reprochando el haber aceptado proteger al hermano de esa extraña criatura de cabellos negros y numerosas pecas.
-Tomen asiento- pidió el pelirrojo para romper la extraña tensión emanada por Sabo- pedimos perdón por Garp, él...
-El abuelo tenía que irse a recoger a Luffy...- se apresuró el pecoso, aunque al final acabó con un bostezo.
-¿Abuelo?- cuestionó Marco.
-Si. Garp es nuestro abuelo- sonrió Sabo. Estaba orgulloso de ser su nieto.
-Ya es suficiente- sentenció Smoker- conociste a tu protegido y a eso- señaló a Ace, quien ni se inmutó- pueden irse a esperar.
-Síganme- pidió Shanks poniéndose de pie. Sabo lo imitó y detrás de él caminaron Ace y Marco.
Siguió a la puerta principal de la habitación y salió al pasillo luego de que Marco lo rebasara. Siguió caminando siguiendo a Shanks y preguntándose qué clase de peligros le acechaban y qué clase de habilidades tendría Marco. No lo admitía, pero le carcomía la curiosidad.
Sacudió la cabeza y vio con el rabillo del ojo un muchacho de pelo verde camino al salón de protectores.
Sacudió su cabeza de nuevo y volteó a ver a su hermano por si había caído dormido de nuevo. Se sintió aliviado cuando vio a Ace caminar, consciente, a su lado.
Se detuvo cuando Akagami lo hizo y entró a la salita que le indicaba el pelirrojo.
-Esperen aquí- dijo y se fue.
De todos los sofás, lo único que se le antojó cómodo era la alfombra, por ello se sentó frente a su protector y Ace le siguió de cerca.
Sintió la mirada penetrante del rubio, pero atrajo su total atención el que Ace se derrumbara dormido sobre la alfombra y no le importara en absoluto la situación.
Había un aire curioso alrededor del muchacho rubio y ojeó un poco, descubriendo la mirada caída de Marco posada en su hermano. Al parecer la atención la acaparaba su pecoso y molesto hermano.
Sonrió.
Alguien (¡al fin!) se había fijado en Ace. Marco se veía buena persona y le agradaba. Ahora había que aguardar a que el moreno despertara y se fijara en el rubio chico sentado frente a ellos.
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