Era domingo y Kibum abría sus ojitos a las 10:00a.m. Estaba tranquilo, pues no hubo nada que haya perturbado sus sueños. Quería quedarse un rato más sin hacer nada en su cama. Se sentía realmente cansado. A veces le parecía aburrido estar solo, pero luego escuchaba los gritos o peleas de los vecinos y en definitiva prefería estar solo sin que nadie le jodiera la vida. Pero como quiera nada era imposible así que esa posibilidad de vivir con alguien algun día no le molestaba del todo. Se quedó pensando en la lista de cosas que tenía que hacer el día de hoy.
1. Hacer compra
2. Pagar el celular
3. Comprar unos libros
4. Visitar a sus padres
En lo que repasaba la lista de cosas que tenía que hacer decidía mentalmente el orden en la que las haría.
Como todas las mañanas, repetía su rutina. Caminaba a la cocina y bebía agua. Luego miraba su reloj para luego encender la cafetera. Abriendo su nevera, saca unos huevos y un par de frutas para hacerse un desayuno ligero.
Al terminarse su desayuno y su café, busca su celular para revisar si tiene mensajes o llamadas perdidas. Efectivamente su padre le había dejado uno.
De: Papá <3
Hijo, recuerda la cena a las 4:00p.m. Tú madre y yo deseamos verte. Besos, te esperamos!
Cerró el mensaje y dejó su celular en la mesita del comedor. Se encamina hacia la camina y nota que su basura está casi desbordada. Coge la bolsa de basura y le hace un nudo, camina hacia la puerta de su apartamento se pone las zapatillas y sale a botar la basura en un cuartito al lado del elevador. En el momento en el que sale ve a sus vecinas, probablemente poniendose al día con los nuevos bochinches, todos saben en ese edificio que ellas eran unas cotillas.
-Hola Kibum!- Joder, no quería saludar a nadie. Con una falsa sonrisa volteo.
-Hola! Buenos días señoritas.- Seguía con mi sonrisa falsa esperando a que por lo más que ellas amaban no le hablaran nada más.
-Veo que cada vez te ves más bonito.-Comentó Jessica
Acostumbrado...esa era la palabra que pasaba por la mente de Kibum. Acostumbrado a la mala labia que se tiraban sus vecinas.
-Gracias- Sonrió. Sin más siguió a lo que iba.- Con su permiso.
Abre la puerta de la alcoba que tenían para cualquier tipo de desechos y bota su basura. Sin más caminó hacia su apartamento.
-Pues sí Yuri, te digo que está bueno el condenado. Se ha mudado al edificio de al frente el viernes y hoy es que me entero. Que mal por mí!!!- decía dramáticamente una de sus vecinas.
-Entonces veremos a ese hombre muy seguido. No te preocupes.-
-Tsk- Kibum bufa bajito. Sus vecinas le tiraban a cuanto hombre les pasaba por al frente. Y no...no estaba celoso porque no hablaran de él. Al contrario se aliviaba.
Ya en el interior de su apartamento se dirige al cuarto de baño y alistarse. Tenía cosas que hacer y tenía que llegar a la casa de sus padres para la cena.
Con una camisa blanca con lineas negras, un jacket gris y con los bordes en blanco, rojo y azul, y unos jeans negros se iría. Algo casual pero bonito con unas zapatillas en color rojo.
-Oh! Ésto también.- extendió su mano hasta coger un binnie de color rojo y se lo puso.
-Ahora sí!- Sonríe al verse en el espejo. Ya listo nuevamente recoge su celular y sus llaves saliendo de su apartamento.
******
Sin más decide pagar su celular primero, luego hacer compra y luego buscaría los libros que necesitaba para la universidad.
Y así lo hizo. Primero fue a pagar su celular. Por poco y salía peleando con la chica que lo atendió. Como quería agarrarle las greñas y arrastrarla por todo el lugar.
*Flashback*
-Disculpe, pero la factura decía claramente que tengo que pagar ochenta dólares. - Lo estaba sacando de quicio con su sonrisita de Barbie desfigurada.
-Señor...?? -Ella lo hacia por joder.
-Kibum...Me llamo Kibum. -La chica me miraba sonriendo haciendo parecer que todo estaba tranquilo, en paz.
-Ok pues señor Kibum...como le decía si usted paga sus cuarenta dólares que tenía que pagar, ahora no habría problemas.
-Mire...señorita. Que no entiende usted por Me están cobrando por una factura que se supone ya yo había pagado? Claramente alguien de aquí cogió mi dinero el día que pagué y se los metió al bolsillo. Ahora, no pienso pagar 40 extras por un trabajador sin nada de ética. Entiende? Haga lo que tenga que hacer. - Sin más salió de la tienda. Realmente estas cosas le podían pasar a Kim Kibum? Eso y más.
*Fin Flashback*
Suspirando por la molestia que pasó se encontraba en camino al Mini Marcket tenia que comprar lo básico. Leche, café entre otras cositas. Al llegar coge una canasta junto con un shopper. Buscando lo que necesitaba, de momento escuchaba una voz susurrando su nombre.
-Kibum...Kibum...- Se sorprende pero no le hace caso.
Lo que no sabía Kibum era que el enano/insoportable había pasado por el pasillo del lado contrario al que él estaba y había perdido la oportunidad de decirle..."Pendejo de mierda quien te crees que eres?".
Ya eran las 2:10p.m. de la tarde. Le faltaba ir por sus libros en cualquier librería cercana. Al llegar a una librería buscó dentro de su cartera el papelito donde habia anotado los nombres de los libros que necesitaba y los pidió. La chica le dijo que no tenía uno, el de Arquitectura, joder.
-Está bien, deme los que tenga disponibles.-
La chica le da los libros y paga. Mira su reloj 2:35p.m. Le daría una sorpresa a su madre, llegando temprano.
Nuevamente el pelinegro se monta en su Porsche descapotable, se coloca el cinturón y enciende la radio.
Como siempre que encendía la radio se ponía a cantar y a bailar mientras guiaba, esta vez de camino a la casa de sus padres. Se pondrán contentos.
A la media hora de estar guiando, por fin llegué a la casa de mis padres. Una casa de dos plantas, piscina y jardín muy buen cuidado por mi madre. Estacione mi automóvil y me baje al instante sin tan siquiera haber tocado el timbre mi madre salió a recibirme.
-Bummie cariño, hace mucho no te veía estás mas precioso que nunca- dijo abrazandome.
-Mamá no exageres, hace 2 semanas que no nos vemos y por lo otro muchas gracias- le guiña un ojo.
Cuando entró a su casa su padre estaba viendo un programa en la televisión, lo vio y lo saludo con la cabeza.
-Papá!!! Yo también me alegro al verte, me causa tanta emoción al igual que a ti.- dijo con ironía al ver que su padre no lo había saludado.
-Kibum, sabes que me alegra que te acuerdes cada vez un año que tienes padres que te quieren ver- le contestó su padre levantándose del tan cómodo sillón dándole un abrazo a su hijo.
-Papá, sólo fueron dos semanas- dijo Key abrazando a su padre.
-Ya está el almuerzo, basta de habladurías y vengan a comer!!- dijo Haneul desde la cocina.
-Cariño, cuando vas a traerme a una chica para conocerla?- preguntó Haneul a su hijo, al ver la ceja alzada de su hijo arreglo - O a un chico.
-Mamá dejame comer o me caera mal la comida.
-Kibum, quiero que tengas una relación y seas feliz.
-Mamá no jodas con eso, no necesito de una relacion para ser feliz. Estoy muy feliz ahora mismo por no mencionar lo ocupado que estoy con la universidad que me esta volviendo loco, hablando de eso, no me puedo quedar mucho tiempo, antes de venir para acá fui a comprar un libro que necesitó pero no lo había, tengo que pasar por una librería porque necesito el libro para una clase.
-Lo sé cariño, se que siempre has sido una persona muy independiente, desde que eras un niño y eso me agrada, pero necesitas que te den amor y suplan tus necesidades de joven de 21 años.-dijo su madre guiñandole un ojo.
Joseok el padre de Key que hasta el momento había permanecido comiendo gruñó a su mujer y luego siguió comiendo.
-HANEUL! Por Dios, mis necesidades como acabas de decir son mias no tienen porque preocuparte en lo mas mínimo.-contesto un Kibum abochornado.
Después de aquélla charla desagradable tanto para Joseok como para Key y por lo contrario divertida para su madre Kibum decidió que era hora de irse.
-Bueno, papá, mamá ya me voy.
-Hijo, me alegras que hayas venido, por favor la próxima vez no demores tanto, y si te hace falta algo no dudes en llamarme, te amo.- dijo su padre mirándolo con ternura.
Kim Joseok era una persona de apariencia ruda pero con su hijo era todo lo contrario.
- Lo intentaré papá, pero la universidad me consume, te amo más y no lo haré, si me hace falta algo vere como me las arreglo.
Su padre al saber lo terco que era su hijo, carácter que obtuvo de el solo asintió sonriendo y lo abrazó.
-Precioso, me llamas cuándo llegues para saber que llegastes bien, y no olvides lo que te dije en la cena.-dijo su madre burlona.
-Si, si mamá, te amo.
Se montó en su automóvil encendió el radio como siempre y partió de casa de sus padres con una sonrisa divertida su mamá era tremenda!. Si había algo a Key que le gustara de su madre era lo abierta que era para esos temas y que siempre desde que les informó sobre su sexualidad ella lo habia apoyado.
Cuando llegó a la librería esta vez si consiguió el libro que necesitaba y agradeció a todos los dioses porque estaba muriendo por llegar a su casa y darse un baño de agua tibia.
Llegó a su casa y se dio su tan anhelado baño tibio con aromas, despues de treinta minutos salió y se puso ropa cómoda.
Buscó su móvil en su bolso y cuando lo vio tenía varias llamadas pérdidas de su amigo Taemin.
-Dímelo Tae.
-Key!! Por fin me llamas, pensé que habías olvidado que tienes un mejor amigo.-dramatizo el menor
-Tae, lo siento, estaba en casa de mis padres y no me había fijado en el móvil.- Mientras hablaba, Key se metía una paleta que había comprado. Le encantaban!
-Ah, pues te perdono, Key conseguistes el libro?
-Si, gracias a Dios ya estaba preocupado.- en eso va a abrir un poco las cortinas de su cuarto para que entrará un poco la claridad, cuando vio algo extraño.
-Tae, sabes el apartamento que queda frente a el mío?
-El que vivía el señor Andy?
-Si Taemin, oh por dios!!!!! Definitivamente ese no es el señor Andy, eso..e.. eso es un puto dios griego!!!- Se le cae la paleta que tanía en la boca. No creía lo que estaban viendo sus ojos. Una perfecta espalda de piel morena con perfectos músculos marcados. En definitiva ese sujeto no es el señor Andy, esta retaguardia era más fresca de un joven mas o menos de su edad podia decir.
-COMO?? KIBUM!! Voy para tu casa, por favor déjame quedarme allá hoy contigo.
-Está un chico de espaldas haciendo ejercicios Tae, está muy bueno para ser verdad, tiene la espalda llena de músculos y sudados, quiero lamerselos y NO no vas a quedarte aquí luego me tengo que levantar medía hora antes a prepararte el desayuno, otro día lo veras no seas curioso.
-Key!! Eres el peor amigo, te odio!!.
-Yo también te amo Tae, por cierto mañana me acompañas a comprar unos buenos binoculares!.- le colgo antes de escuchar la respuesta del menor. Y se despegó de la ventana con mucho, mucho pesar, esto era algo que definitivamente no se veia todos los días, ya mañana compraría unos binoculares y vería esa delicia mas de cerca. Definitivamente ese era el sujeto del cual hablaban sus vecinas y que suertudo era él, que justamente ese bombón coincida con su piso y su ventana. Sus días ya no serían tan aburridos como pensaba esa mañana.