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Un amor inesperado por zandaleesol

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Harry y Eric regresaron de su paseo por el lago justo a tiempo para ir a la clase de Pociones, Eric había hecho todo lo posible por animar a Harry tal como Hermione se lo había pedido, no había tenido mucho éxito. Bajaron juntos hacia el aula de Pociones, al llegar ahí la docena de alumnos que tomaban el EXTASIS ya estaban apostados frente a la puerta del aula. Hermione no alcanzó a dirigirles la palabra porque justo se abrió la puerta y Snape apareció con típica expresión desagradable, aunque en aquella ocasión dedicó una mirada de mayor desagrado a sus dos más detestados alumnos Harry Potter y Eric Bryce.

 Todos entraron en absoluto silencio al aula, Hermione dirigió una mirada disimulada hacia el grupo de chicos Slytherin buscando a Malfoy, pero el chico rubio estaba decidido a no mirarla, esto la desánimo un poco, pensó que tal vez luego de su conversación Malfoy simplemente había decidido no intentar nada con Harry.


Para mala suerte de Hermione aquella mirada fue captada por su pelirrojo novio que la miró desconfiado, pero la chica estaba demasiado ocupada en sus ideas y no se percató de aquello.  


La clase dio comienzo como siempre, Harry decidió concentrarse en su poción, no sólo para que quedara perfecta, sino también para distraer los funestos pensamientos que le invadían desde el desayuno. Snape por su parte luego de entregar instrucciones y al parecer decidido a ignorar a Harry como lo venía haciendo desde aquella noche en qué le habían quedado totalmente claras las intenciones del chico de fastidiarlo con su arrogancia, se fue a su escritorio sin ningún ánimo de importunar a los alumnos. Muy a pesar suyo su mirada se iba sobre Harry, lo notaba tan cambiado, tan diferente, tan igual a James Potter, que una extraña sensación le sacudía el cuerpo cada vez que miraba al chico, las clases de Pociones se habían convertido en una tortura para él desde hace varios días, la confusión inicial por el comportamiento de Harry había dado paso a un segundo sentimiento, el miedo, sí ahora experimentaba miedo cada vez que estaba a solas con Harry.

Las últimas dos clases particulares que le había dado la semana anterior habían sido un verdadero calvario, lo que tanto había temido que ocurriese si Harry se comportaba exactamente como lo hacia su padre, había sucedido, él había comenzado a perder el control de sí mismo, su rabia y su despecho estaban haciendo estragos en su persona, todo ese pasado que había logrado olvidar con tanto esfuerzo, regresó con la fuerza de un huracán que amenazaba con desatarse de un momento a otro; pero fingía con gran maestría frente a Harry, por lo que el chico no vio en la indiferencia de su profesor ninguna otra cosa que la respuesta al reto que se había atrevido hacerle y no dejaba de disgustarle esta situación, porque no era precisamente lo que él había pretendido cuando inició ese juego. Aquella noche tenía nuevamente clase particular con Snape y Harry no quería abandonar tan pronto su papel de arrogante, creía que si lo hacia, su profesor habría ganado, era cierto que él había puesto las reglas de aquel juego y no quería dejar saber a Snape que ya comenzaba a cansarse de su papel, si lo hacia estaría demostrando una vez más debilidad y sabía que su profesor era precisamente como lo consideraba "débil" se lo había dicho con toda claridad. Durante la clase sólo se concentró en su Poción y agradecía para sus adentros que Snape le ignorase por un rato porque de esa forma tendría tiempo para preparar la clase que debería afrontar más tarde.

  
La clase avanzó sin contratiempos y sin que ninguna casa perdiera puntos cosa que tenía asombrados a todos los alumnos y por lo mismo al final la clase acababa con todo muy relajados, sólo se hizo un poco de alboroto cuando comenzaban a depositar las pociones en el escritorio de Snape que miraba las muestras  y cada alumno con cara desagradable; todos los músculos de Harry se tensaron cuando tuvo que llevar su poción al escritorio, ya no quedaba nadie en el aula, la poción estaba bien hecha, pero temía que Snape quisiese molestarlo. Para su fortuna no ocurrió, el profesor sólo miró la poción que él depositó en la mesa junto a las demás, pero a Harry no le miró ni siquiera cuando le dijo que la clase de aquella noche estaba suspendida, porque tenía otros asuntos que atender, Harry en vez de alegrarse, le miró con rabia y pensó en cómo se atrevía Snape a suspender la clase cuando lo único que él anhelaba era importunarlo con su arrogancia 


- Supongo profesor, que deberé recuperar esa clase después - dijo Harry con aire despreocupado 


- No creo que sea necesario Potter, si la fortuna me favorece con la alegría de no tener que darle clase y no tener que soportarlo, no voy a hacer nada para remediarlo

 - dijo Snape con tono frío sin mirar al chico 


- Comprendo, yo tampoco voy a lamentarlo demasiado profesor se lo aseguro... no me enloquece la idea de pasarme horas al lado de un bicho raro - dijo Harry con tono insolente   


No se quedó a esperar la contestación de Snape, giró rápidamente, pero la mano del profesor se cerró sobre su brazo con inusitada fuerza lastimándolo y obligándolo a quedarse junto al escritorio. Harry se volvió a mirar a su profesor con ojos furiosos y este que se había puesto bruscamente de pie le miraba de idéntica forma 


- Cómo me llamaste Potter - dijo Snape con voz suave y malvada  


Harry en vano trataba de safarse del agarre de profesor, mientras sentía que la furia comenzaba a invadirle el cerebro de forma descontrolada  


- Lo llamé bicho raro - dijo Harry con desprecio - y ahora suélteme, le dije que jamás volvería a ponerme una mano encima


Pero Snape en vez de soltarle le tomó del otro brazo y lo empujó bruscamente contra la pared, Harry abrió los ojos de asombro, mientras enrojecía por completo a causa de la rabia  


- Jamás te vuelvas a referir a mi de esa forma Potter- dijo Snape amenazador mientras seguía sujetando al chico de ambos brazos  


- Ah no profesor - dijo Harry burlón - no le gusta que le diga bicho raro... hmm entonces te llamaré "Quejicus", eso te parece mejor 


Snape abrió los ojos espantado, Harry estaba tuteándolo además de insultarlo otra vez, tenía ganas de abofetearlo una y mil veces para castigar su atrevimiento, pero antes de perder el control por completo lo soltó bruscamente  


- Fuera de aquí - dijo Snape tratando de no perder la calma - y no vuelvas a tratarme de ese modo, soy tu profesor... y aunque no sientas respeto por mí vas a tener que fingirlo Potter, no tienes alternativa  


- Fingir respeto... no pienso hacerlo - dijo Harry desafiante

 - no me asustas Snape, por si no te has enterado ya no tengo once años


- No has sido tan valiente, según he sabido cuando has estado frente al Señor Tenebroso - dijo Snape burlándose   
- Si no niego que he tenido miedo... pero ha diferencia tuya... jamás me he arrastrado a sus pies suplicando –

   
- Lárgate de aquí ahora Potter... por tu propio bien... no sigas tentando tu suerte –   


- Qué vas hacerme... lanzarme un Cruciatus, eso te encantaría verdad... te haría recordar viejos tiempos –  


Eso fue demasiado Snape ya no se controló más, de una sola bofetada le volteó el rostro al chico de ojos esmeraldas cuyas gafas resbalaron un poco y perdió algo de equilibrio, pero no terminó en el suelo como la vez anterior, sabía que él había provocado aquello, se arregló las gafas otra vez, se acercó desafiante a su profesor, ya no pensaba con claridad, Snape le miró receloso, pero no retrocedió  


- Qué vas hacer Potter... lanzarme una maldición – 


- Eso debería hacer, pero no sería suficiente, te mereces más que eso - dijo Harry


Snape sonrió burlón, esto bastó para que Harry perdiera totalmente la cabeza, en un movimiento brusco y sorpresivo, cerró el puño y lo abalanzó sobre el rostro del profesor que cogido por la sorpresa cayó de bruces al suelo mientras la sangre comenzaba a salir de su labio roto y sin siquiera tener tiempo de incorporarse, Harry se lanzó sobre él aprisionando el cuerpo de su profesor con sus piernas y sacando la varita de su túnica la colocó en la garganta de éste en un acto de total irracionalidad, ante lo cual Snape no reaccionó, Harry estaba completamente fuera de si y esto le provocó tal asombro al profesor de Pociones que no atinaba ni siquiera a hablar  


- Una palabra más Snape y te juro que...  


No terminó la frase porque la puerta del aula se abrió violentamente y en ella apareció Albus Dumbledore con el rostro desfigurado   


- HARRY POTTER - gritó el director con voz atronadora  


El sólo escuchar su nombre y dicho por Albus Dumbledore, hicieron que Harry recobrara súbitamente la cordura, se quitó de encima de su profesor mientras dirigía su mirada con ojos desorbitados hacia la puerta, Snape se apartó de él y se levantó aparatosamente mientras Harry permaneció arrodillado en el suelo, sin dejar de mirar al director de Hogwarts que se acercaba con paso firme, cuando estuvo frente a Harry se detuvo  


- Levántate - dijo Dumbledore con voz de furia


Harry no obedeció enseguida giro su vista y miró a Snape que le observaba con ojos de espanto como nunca antes, luego miró la varita que tenía en su mano  


- Dije que te levantaras - dijo Dumbledore con voz amenazadora


En ese momento entraba al aula la jefa de la casa Gryffindor, totalmente agitada y con el moño que llevaba siempre levemente torcido  


- Potter - dijo con voz insegura y mirando al chico que permanecía arrodillado en el suelo con la varita empuñada  


- No volveré a repetirlo... ponte de pie - dijo Dumbledore con voz tranquila esta vez


Harry lentamente se puso de pie quedando frente al director, que le miraba con asombro y enojo al mismo tiempo, pero no esquivo esa mirada  


- Tienes consciencia de lo qué acabas de hacer - preguntó el director sin matices en su voz  


- Sí... y no lo lamento en lo absoluto - dijo Harry mirando desafiante a Dumbledore  


- Potter qué has hecho - preguntó la profesora alarmada

  
- Qué le parece que acabo de atacar a un profesor - dijo Harry burlón   


- ¿Cómo? - preguntó al profesora creyendo haber oído mal  


- Sí profesora, si nuestro director no hubiese llegado a interrumpir Snape estaría ahora donde merece estar desde hace mucho –  


La profesora recién miró a Snape que aún respiraba con dificultad, mientras el labio le sangraba todavía, no pudo evitar ahogar un grito de espanto  


- Esta vez has llegado demasiado lejos y no voy a tolerarlo... me has decepcionado, no puedes imaginar cuánto... ya no podrás permanecer en esta escuela - dijo Dumbledore


Estas palabras causaron más impacto en la profesora McGonagall y en el mismo Snape que en Harry que ya las esperaba, miró a Dumbledore con frialdad 


- No sabe cuánto lamento haberlo decepcionado...señor - dijo Harry con voz tranquila - pero no es el único... usted me decepcionó desde hace mucho... no lamentaré en lo absoluto dejar su escuela hace tiempo que me cansé de todo esto... ya no seré su títere nunca más  


La sala se quedó en completo silencio de las tres personas que le oían ninguna fue capaz de decir nada, Harry giró sobre sus talones y con paso firme salió del aula.  
En cuanto la puerta se cerró Dumbledore se acercó al escritorio de Snape y se derrumbó sobre la silla que había frente a este. La profesora McGonagall miraba al director con asombrada  


- Albus me pueden explicar que a pasado, no era de verdad eso que dijiste a Potter - dijo la profesora pálida de miedo   


- No sé qué haremos, pero Harry ya no puede permanecer en esta escuela - dijo el director con infinita tristeza  


- Eso no puede ser... es cierto que atacó al profesor Snape - preguntó la profesora, mirando a Snape que se había sentado en su escritorio y pasaba un pañuelo por su labio aún sangrante  


- Es cierto, si no hubiese llegado a tiempo, no sé que hubiese pasado - dijo el director  


- Esto no puede estar pasando... - dijo Minerva McGonagall y luego miró a Snape – supongo que ahora está satisfecho, por fin su deseo se ha hecho realidad  


- Minerva no culpes a Severus - dijo Dumbledore más apesadumbrado que antes   


- No entiendo Albus cómo has podido... Potter no tiene a nadie, ni siquiera a su padrino y esa gentes...sus tíos...

  
- No he dicho que lo desampararemos - dijo el director 


- Ah no... y cómo crees qué será su vida fuera de esta escuela, cuánto tiempo crees que sobrevivirá sin tu protección –   


Un pesado silencio precedió a estas palabras, Dumbledore era carcomido por la culpa y Snape no podía sentirse feliz a pesar que había logrado sin proponérselo lo que siempre había deseado, Harry Potter había sido expulsado de Hogwarts.  


Harry luego de salir del aula de Pociones, corrió por los pasillos de las mazmorras, tenía la cabeza a punto de estallarle y el corazón completamente destrozado, a causa de su arrebato acababa de perder el derecho a estar en el lugar que siempre había considerado su hogar. El dolor que estaba sintiendo no tenía límites, las lagrimas le corrían incontenibles por las mejillas, no sabía a dónde iba en su desesperada carrera se tropezó con alguien que venía en sentido contrario al suyo y cayó al suelo  

- ¡Harry! - exclamó Eric al verle tan descompuesto y con las lagrimas saliendo a raudales de sus ojos  


Incapaz de decir algo, e incapaz siquiera de levantarse del suelo se tomó la cabeza y comenzó a llorar de manera descontrolada 


- Harry qué sucede... por favor dime qué te pasa - dijo el chico inclinándose sobre Harry y tomándole de los hombros


Harry no podía levantar el rostro y tampoco dejar de llorar

  
- Harry... ven conmigo, no es bueno que alguien te vea así

 - dijo Eric tomándole con fuerza por la cintura y obligándolo a levantarse del suelo 


Lo condujo por los pasillos de las mazmorras vacías, todos se encontraban cenando en el comedor. Harry no levantó la cabeza y no dejó de sollozar hasta que se detuvieron frente a la entrada de los dormitorios de Slytherin. Sin encontrar ninguna resistencia de parte de Harry, Eric lo condujo hasta su habitación, no encontraron a nadie en su camino.  


Entraron a la habitación, Harry aún siendo sujeto con dificultad por Eric lo ayudó a tenderse en la cama, mientras el llanto comenzaba con más fuerza que antes, Eric le miraba asombrado, sabía que algo grave debía ocurrir para tener a Harry en ese estado. Cerró la puerta con un hechizo y puso otro hechizo silenciador, luego fue por un vaso de agua y ayudó a beberlo para que Harry se calmara, no hizo preguntas sólo se quedó sentado junto a su amigo.  


Poco a poco fue llegando la calma para Harry, estando con Eric no sentía vergüenza, su llanto fue cediendo paso la leves hipidos que eran acompañados todavía por lagrimas que resbalaban por sus mejillas.   


- Harry, qué sucedió...alguien te hizo daño- preguntó Eric  
Harry tardó un rato en contestar, enfrentó la mirada curiosa y a la vez ansiosa de su amigo  


- No Eric - dijo por fin con un hilo de voz - el único que se ha hecho daño he sido yo mismo  


- Pero... por qué dices eso - dijo Eric sin comprender las palabras del chico  


- Eric... Dumbledore acaba de expulsarme de Hogwarts... 


- ¿Cómo? - dijo Eric abriendo los ojos de asombro  


- Lo que oyes, ya no soy alumno de esta escuela  


- Pero... Harry eso no puede ser...  


- Es la verdad... ataque a Snape, estuve a punto de lanzarle una maldición... Dumbledore me lo impidió, sino no sé que le habría hecho a ese maldito - dijo Harry con voz temblorosa  


- A Snape... - repitió asombrado Eric  


- Eric necesito tu ayuda -dijo Harry como si una idea repentina le sobresaltara  


- Claro Harry, sabes que cuentas conmigo - dijo Eric seguro  


- No sé que va a pasar conmigo, ahora que ya no soy alumno de esta escuela, seguramente Dumbledore deberá informar al Ministerio y querrán romper mi varita - dijo Harry  


- Oh Harry cuanto lo lamento –   


- Ya no hay tiempo para lamentarlo, está hecho, lo que no puedo permitir es que rompan mi varita, seguramente me enviaran con los Dursleys  


- Tus tíos, pero si son horribles, Dumbledore no puede hacer eso - dijo Eric espantado  


- Dumbledore me ha hecho cosas peores - dijo Harry con desprecio  


- Qué harás Harry –   


- Eric ayúdame, debo salir de Hogwarts ahora mismo-

  
- Pero... Harry no tienes dónde ir –   


- Eso no importa ahora, no puedo permitir que me envíen con mis tíos y menos que rompan mi varita - dijo Harry vehemente   


- Dime cómo puedo ayudarte –   


- Acompáñame a la torre a buscar mi capa así podré salir del castillo sin ser visto –  


- Pero Harry, no puedes olvidas los hechizos mágicos-  - No claro que no, pero conozco otras salidas del castillo, me ayudarás –   


- Claro que sí vamos enseguida antes de que termine la cena - dijo Eric mirando su reloj 


Salieron rápidamente de la habitación, Eric fue delante para vigilar que nadie los viera, sin contratiempos llegaron a la torre y una vez frente al retrato Harry dijo la contraseña haciendo a Eric pasar delante, en la sala común ardía el fuego, pero estaba vacía, Harry hizo que su amigo le esperase ahí mientras él corría escaleras arriba hacia su habitación; rebusco en su baúl, sacó la capa y otras cosas que puso en su bolsillo, antes de salir hecho una mirada triste a la habitación; volvió a bajar rápidamente y enseguida salieron por le retrato, Eric estaba nervioso, temía encontrarse con alguien, estaba sospechosamente lejos de las mazamorras. No supieron como estuvieron otra vez en el vestíbulo con un pequeño hechizo Harry abrió la puerta principal y juntos salieron a la oscuridad, iluminándose sólo con la varita de Harry. De pronto Harry de detuvo, levantó la varita para iluminarse mejor, estaban a unos metros del sauce boxeador.  


- Harry... ese es el sauce, pero qué hacemos aquí es muy peligroso –  


- Ahí está una de las salidas de Hogwarts, hay una pequeña entrada en el hueco del tronco que conduce a la casa de los gritos - explicó Harry  


- La casa de los gritos, esa es la que está es Hogsmeade - dijo Eric asombrado  


- Sí la misma, pero tengo que pasar sin que el sauce me golpee - dijo Harry  


- Me parece difícil - dijo Eric mirando el violento árbol con recelo  


- No tanto... mira ahí - dijo Harry apuntando su varita para iluminar el tronco del árbol  


- Qué pasa, es el tronco del árbol - dijo Eric  


- Si golpeas ese nudo, el árbol se queda estático y puedes pasar - dijo Harry   


- Bien... entiendo yo lo tocaré - dijo Eric  


- No... no te preocupes lo haré yo mismo, tú sólo ilumíname con tu varita - dijo Harry   


- Bien... a la cuenta de tres - dijo Eric - ¡Lumus!


Harry corrió al término de contar tres, tuvo éxito para tocar el nudo del árbol que hacia que este se quedara estático 


- Tenías razón es increíble... bien es hora de irnos - dijo Eric   


- Cómo que horas de irnos - dijo Harry  


- No voy a dejarte solo iré contigo - dijo Eric 


- Estás loco no puedes - dijo Harry alarmado  


- Pero... Harry –   


- Pero nada, no puedes dejar el castillo, soy yo el que debe huir no tú –  


- Pero cómo sabré si estás bien –   


- No te preocupes buscaré la forma de comunicarme contigo –  


- Qué harás, es de noche dónde vas a quedarte –   


- En la casa de los gritos ya te lo dije –  


- Maldición Harry, no quiero dejarte –  


- No puedes hacer nada más... si te preguntan, seguro lo harán cuando vean que desaparecí, tú no sabes nada - advirtió Harry   


- Esta bien... no te preocupes por mí –   


- Gracias - dijo Harry  


- Harry... quiero darte esto - dijo Eric sacando una pequeña botella de su túnica  


- Qué es esto - dijo Harry recibiendo la pequeña botella y mirando las pequeñas letras de la etiqueta  


- Es una poción especial, tómala cuando tengas ganas de dormir, te hará sentir mejor, no tendrás pesadillas y despertarás sintiéndote mejor –   


- Gracias - dijo Harry guardando la pequeña botella dentro de su túnica - debo irme, tardaré en llegar a la casa de los gritos, y el árbol volverá a moverse en cualquier momento   


- Mucha suerte, estaré esperando saber de ti - dijo Eric dándole un fuerte abrazo


Harry se escabullo hasta el pie del árbol y dando un rodeo buscó la entrada por dónde había visto desaparecer a Ron tres años atrás arrastrado por un inmenso perro negro.


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