La mañana del sábado todo el castillo amaneció revolucionado, todo estaba adorando con motivos alusivos a lo que sería la celebración de esa noche y como todos los alumnos asistirían el ajetreo era en grande. En la torre de Gryffindor la mayoría se había levantado temprano muchos irían de compras a Hogsmeade esa mañana, entre ellos estaba Hermione. La chica se había colado a la habitación de los chicos, aprovechando que Neville, Dean y Seamus se habían levantado muy temprano y se habían ido a desayunar. Ron y Harry aún permanecían en sus camas al parecer sin ningún ánimo de levantarse
- Es que no piensan levantarse para ir a desayunar - preguntó la chica en voz alta desde la puerta
Las cortinas de las camas de Harry y Ron que estaban juntas se separaron al mismo tiempo, ambos parecían estar despiertos desde hacia rato
- Hermy por qué te levantaste tan temprano, es sábado - dijo Ron desde su cama
- A caso olvidaste el baile - le preguntó la chica desde la puerta
- Claro que no, pero eso que tiene que ver con levantarse temprano, el baile es en la noche, me parece que falta bastante - dijo Ron
- Me levanté temprano porque voy a Hogsmeade - contestó Hermione
- Pero para qué - preguntó Ron
- Ginny me pidió que la acompañará a comprar algunas cosas -
- Entiendo... cosas de chicas supongo -
- Exacto cosas de chicas - dijo Hermione
- Que les vaya bien entonces - dijo Ron metiendo la cabeza tras las cortinas de su cama nuevamente
- Y tú Harry, no necesitas alguna cosa, yo puedo traértela si quieres -
- La verdad necesito algo, pero no puedes traérmelo de Hogsmeade - dijo Harry
- Qué cosa -
- No tengo nada que ponerme para ir al baile - dijo Harry con naturalidad
Ron al escuchar esto asomó su cabeza nuevamente fuera de su cama y miró a Harry asombrado
- Harry hablas igual que una chica - dijo el pelirrojo
- No seas idiota Ron - le espeto Hermione que aún permanecía parada en la puerta
- En serio... pues la verdad escuche decir que el baile era de disfraces, pero yo no tengo, ustedes tampoco, pero al menos tienen ropa muggle decente que ponerse yo ni siquiera eso -
- Desde cuando te preocupa tanto la ropa Harry... es un baile como cualquiera - dijo Ron
- Ya lo sé... pero no me hace gracia ir con mis atuendos heredados del idiota de mi primo, voy a parecer un pordiosero - dijo Harry apenado
- Antes no te preocupaba tu apariencia Harry, te daba lo mismo por qué ese cambio - preguntó Ron
- Ya basta Ron... es razonable que Harry quiera verse bien - dijo Hermione entrando a la habitación finalmente, cerrando la puerta
- De verdad, pues me parecer extraño que tú... - pero no terminó la frase y cual si una súbita idea lo iluminara - no me digas que te gusta alguien Harry... sí por qué de pronto quieres verte bien
Harry no dijo nada, pero el color rojo de sus mejillas lo delató en el acto
- Si es eso te gusta una chica, quieres verte bien para ella - dijo Ron riendo
Harry no contestó sólo miró a Hermione fugazmente
- Vamos dime quién es... por qué no me habías contado - dijo Ron riendo
- Ya basta Ron de dónde sacas esa idea, no es necesario que a Harry le guste alguien para que tenga deseos de verse bien para el baile - dijo Hermione
- Hermy tiene razón... no me gusta una chica, sólo quiero verme como todos los demás - dijo Harry seguro
- Harry crees que puedes engañarme te conozco muy bien, sé que te gusta una chica -
- Desde cuando te has vuelto tan suspicaz Ron - preguntó Hermione
- Vamos dime irás al baile con ella...ya sé es una sorpresa - dijo Ron - espero que sea bonita... aunque pensándolo bien las bonitas no siempre resultan ser lo mejor, ya vez lo que pasó con Chan el curso anterior... bueno cualquiera que sea me parecerá bien
- Ron eres increíble - dijo Hermione
- Ron no tengo pareja de baile no invité a ninguna chica - dijo Harry con tono aburrido
- No pero yo pensé que... y cómo irás solo al baile eso será vergonzoso, el gran Harry Potter no pudo conseguir una pareja - dijo Ron
- Ya es suficiente Ron, Harry no irá solo al baile... el ya tiene su pareja - dijo Hermione
Harry abrió los ojos de asombro al oír a su amiga, él no había invitado a nadie y no creía que Hermione se estuviera refiriendo a Draco, eso era imposible
- Pero yo no invité a nadie...
- Pero yo lo hice por ti Harry... te busqué una pareja ayer, sabía que no habías conseguido a nadie así es que me tomé la libertad de hacerlo por ti, sólo espero que no te molestes cuando sepas de quien se trata -
- Y quién es - preguntó Harry casi con miedo
- Pues... Luna, ella no tenía intención de asistir porque nadie la invitó y cuando le hablé de ti le pareció muy buena idea
- Le conseguiste como pareja de baile a Lunática Lovegood... no puedo creerlo - dijo Ron
- No hables así Ron... Luna es una buena chica, un poco... bueno diferente, pero es buena persona - dijo Harry seriamente
- Entonces estás de acuerdo Harry, no te molesta que le hablara por ti - dijo Hermione aliviada
- No claro que no, es una buena idea te lo agradezco de verdad Hermione - dijo Harry contento
- No puede ser... estás contento por ir con ella al baile - dijo Ron
- Ya te lo dije Luna no tiene nada de malo es una gran chica - dijo Harry cortante
Ron no dijo nada más, definitivamente la idea no le agradaba, salió de su cama sin decir nada más, y se metió al baño. Harry salió de su cama y se acercó a Hermione
- Gracias Hermy tú siempre piensas en todo... bueno eso ya está solucionado no tendré que ir solo al baile... pero el asunto de la ropa no tiene remedio - dijo Harry
- Te prometo que buscaré una solución para eso - dijo la chica
- Eres increíble - dijo Harry dándole un abrazo - fue una idea buena lo de Luna, así Draco no se molestará tanto de verme con una chica
- Realmente lo crees, pues yo pienso que aunque sea Luna tu pareja no dejara de tener celos -
- Lo sé, pero Luna es inofensiva ya sabes a qué me refiero - dijo Harry
- Sí entiendo de que hablas... además no andará por ahí pavoneándose de que "el elegido" la invitó al baile - dijo Hermione
Hermione salió finalmente de la habitación, Harry volvió a tenderse en su cama, contaba las horas que faltaban para ver a Draco. La noche anterior habían vuelto a encontrarse en la biblioteca y en cada encuentro la pasión iba aumentando por grados, sin darse cuenta ambos terminaron en el suelo del lugar, Draco sobre Harry besándolo casi con lujuria, Harry se estremecía recordando ese momento. Algo dentro de él decía que aunque todo estaba sucediendo demasiado rápido el momento de pasar al siguiente nivel era inevitable, en cada uno de esos alborozados encuentros avanzaban a pasos agigantados en los delirios y tormentos del amor, cada beso, cada caricia de Draco lo enloquecía a tal punto que su cuerpo comenzaba a experimentar la urgencia de un encuentro más íntimo, ya no eran suficientes para él los besos y las caricias, quería más, los cuerpos de ambos necesitaban más proximidad a medida que sus almas se acercaban, lo necesitaba con desesperación, lo que había comenzado con un encuentro fortuito en la entrada del Gran Comedor se había transformado sólo en apenas tres días en una incandescente pasión y Harry estaba convencido de que aquel amor desenfrenado no era producto de su imaginación de adolescente, sino que existía como una bendición, el universo entero se convertía en un cristal cuya única finalidad era reflejar los sentimientos de ambos; nadie había amado antes de esa manera, pensaba Harry, el y Draco habían sido señalados para sentir una pasión inimitable y que le concedía la oportunidad de una nueva vida que era lo que más deseaba en lo íntimo de su alma.
El día transcurrió con asombrosa lentitud para todos, sin duda la ansiedad por que llegara la noche provocaba esa sensación en la mayoría de los alumnos de Gryffindor, Harry sentado junto a Ron en una butaca de la sala común aguardaba el regreso de Hermione y Ginny, el día había parecido transcurrir más lento para Ron debido a la ausencia de Hermione, aunque había pasado la mayor parte del tiempo junto a Harry este no había resultado una buena compañía, la mayor parte del tiempo estaba distraído con la cabeza en otro lado. De pronto el retrato se abrió y aparecieron las chicas, Ron era el más feliz, no se había dado cuenta hasta ese momento lo aburrida que podía ser su vida sin Hermione, las chicas venían bastante cansadas así que en cuanto entraron se dejaron caer en un sofá.
- Por qué tardaron tanto, son casi las cinco - dijo Ron
- Hogsmeade era una locura, todos los locales atiborrados de alumnos que siempre dejan todo para última hora - dijo Ginny
Los cuatro chicos se miraron y se echaron a reír
- Harry tengo algo para ti... esto solucionará tu problema, sólo espero que no te moleste - dijo Hermione
- Qué cosa - preguntó Harry
Hermione le entregó un paquete envuelto en papel plateado que Harry recibió bastante extrañado
- Qué es esto - dijo el chico
- Bueno algo que conseguí para ti, dentro tiene una nota - dijo Hermione
Harry miró extrañado a Hermione y cuando se disponía a abrirlo la chica lo detuvo
- No espera... creo que debes abrirlo en privado- dijo Hermione misteriosa
- Pero por qué... Ginny ya sabe lo qué es - dijo Harry
- No Harry no lo sé y Hermy no ha querido decirme - dijo Ginny
- Y por qué tanto misterio - dijo Ron
- Harry... sube a tu habitación y ábrelo ahí, cuando leas la nota que trae comprenderás - dijo Hermione
Harry no preguntó más y subió hacia la habitación, al llegar ahí se acomodo en su cama y se dispuso a desenvolver el paquete, abrió los ojos de asombro al ver su contenido. Era ropa y muy elegante, demasiado elegante, una hermosa camisa de seda color turquesa y los pantalones de la misma tela en color negro y zapatos que no se quedaban atrás en elegancia, Harry estaba asombrado, dónde conseguiría Hermione algo así, la explicación estaba en un sobre verde, el chico comenzó a tener una leve sospecha de la procedencia de todo aquello, tomó el sobre sacó un pedazo de pergamino que estaba escrito con un letra muy fina y leyó
Querido Harry:
Tu amiga me habló de tu problema esta mañana y yo he querido contribuir a solucionarlo, sólo espero que no te ofenda, debes saber que lo hago con el mayor gusto y con todo el amor que hay en mi corazón para ti, ojala sea de tu agrado, por favor acéptalo amor te lo ruego.
D.M.
Harry estaba impactado, aquello era de Draco, de su Draco, tomó la camisa con delicadeza y acercó su rostro a ella le parecía que aún tenía el perfume de su amor, olía como él, su corazón latió emocionado de tener entre sus manos algo que era de Draco, no se sintió ofendido en lo absoluto le pareció que aquel gesto era una prueba más de amor de parte del chico que le robaba el sueño y la calma. No supo cuánto tiempo se quedó allí tendido sólo admirando y acariciando las prendas que eran de su amor, la felicidad que lo embargaba no podía describirse con palabras, guardó cuidadosamente el pergamino en el sobre y lo metió bajo su almohada.
La entrada intempestiva de sus compañeros de cuarto incluyendo Ron lo vino a sacar de sus maravillosas meditaciones, los chicos se quedaron asombrados al ver la ropa, nadie en Hogwarts vestía ropa muggle tan elegante a excepción de Draco Malfoy, así se lo hicieron notar a Harry que a duras penas contenía la risa, sus amigos no podían imaginar siquiera que estaban más acertados que nunca, esas prendas eran de Draco, pero Harry se cuido mucho de revelar de dónde provenía esa ropa que Hermione le había proporcionado y Ron se lamentaba de no pedirle a su novia que le consiguiera algo parecido.
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