Severus Snape se paseó mucho tiempo por su despacho luego de que los chicos salieran de allí, la extraña situación realmente lo disgustaba, jamás se le hubiese pasado por la cabeza que algo semejante pudiera ocurrir, su alumno favorito, al único que en realidad estimaba, resultaba que se había enamorado del alumno que el más detestaba; aunque ahora recordaba que en una ocasión había tenido dudas con respecto a las verdaderas razones que tenía Draco para odiar tanto a su compañero de casa Bryce, celos, esos eran los motivos de su tremendo disgusto cada vez que lo veía con el insoportable Potter, Snape apenas podía creer en aquello, Draco que había odiado a Potter desde el primer día que se habían topado en el expreso de Hogwarts, acababa de confesarle sin ningún pudor que amaba a Potter Snape aún no se recuperaba del impacto que semejante situación le causaba, el orgulloso Draco totalmente enamorado del engreído niño favorito de Dumbledore, todo aquello le parecía una broma de muy mal gusto y quizá lo que más asombro causaba al profesor de Pociones era que Potter le correspondiera, después de todos los insultos, burlas y malos ratos que Draco le había hecho pasar resultaba que también lo amaba, para Snape esto era lo más incomprensible del asunto, si el no hubiese estado completamente seguro de los efectos que provocaba la poción que había bebido Potter, hubiese creído que ya comenzaba a enloquecer, pero el sabía que la poción provocaba obsesión no enamoramiento, aunque también sabía que la mente de Potter no funcionaba de la forma común como lo hacían la de los demás.
Por un momento dejó de pensar en el disgusto que semejante descubrimiento le causaba y comenzó a pensar en las ventajas que la situación podía traer para el, si bien consideraba a Potter mediocre y no muy inteligente y que no estaba a la altura de Draco, este descubrimiento podía significar la salvación de Potter y la suya propia, aún pesaba sobre el la amenaza que Lupin se atreviera a hacerle al culparlo de la situación en la que estaba metido "el elegido", ahora sólo le quedaba tratar de averiguar y tener la certeza de en que momento había comenzado el amor de Potter por Draco, si este había iniciado antes de que bebiera la poción esta no tendría ningún efecto sobre él, si al contrario todo había comenzado después de beberla, Potter no tendría salvación y el tampoco.
Pensó que como el asunto revestía verdadera urgencia, lo más sensato era ir donde Dumbledore e informarle de lo que estaba sucediendo, nada alegraría más al director que oír que existía la posibilidad de que su alumno favorito no estuviese siendo afectado por la poción.
Aunque era domingo el asunto era importante, debía poner a Dumbledore al tanto de la nueva situación de forma inmediata. Salió de su despacho y con paso firme se dirigió al despacho del director, por supuesto que lo encontró levantado a pesar de que eran sólo las ocho de la mañana, Dumbledore se asombró bastante al verlo ahí un domingo y tan temprano, lo acogió con inquietud
- Severus tan temprano levantado y viniendo a mi despacho, qué sucede - dijo Dumbledore mirando seriamente a Snape
- Bueno señor vengo a darle una noticia que seguramente le asombrará -
- Qué noticia es esa -
- Esta mañana me he llevado una desagradable sorpresa, pero tal vez para usted no lo sea, por el contrario estoy seguro que se sentirá feliz -
- Qué sorpresa es esa Severus -
- Bien... a cabo de encontrar a Potter en las mazmorras, naturalmente venía del dormitorio de Slytherin… otra vez - dijo Snape con voz maliciosa
- Pero no puede ser... Harry otra vez en compañía de ese chico Bryce, eso es demasiado peligroso... con las sospechas que tenemos de él...
- No señor... Potter no estaba en compañía de Bryce esta vez -
- Ah no... y entonces... no comprendo qué hacia allí solo -
- No estaba solo... estaba con el señor Malfoy - dijo Snape conteniendo la rabia
- Eh oído bien... has dicho con el señor Malfoy - dijo Dumbledore incrédulo
- Así es con el señor Malfoy - repitió Snape
- Pero cómo es posible... los descubriste teniendo algún enfrentamiento -
- Bueno... no estaban teniendo un enfrentamiento, al menos no del tipo que les conocemos señor -
- Quisieras ser más claro Severus no estoy comprendiendo -
- Bueno señor los encontré justo en el momento en que el señor Malfoy besaba apasionadamente el cuello de Potter, y le aseguro que Potter no oponía la más mínima resistencia - dijo Snape secamente
Dumbledore quedó tan impactado ante la revelación que no dijo una sola palabra, sólo fue a sentarse tras su escritorio en completo silencio y así permaneció largo rato, sólo meditando sobre lo que acababa de oír.
- Severus estas diciendo que Harry y el señor Malfoy tienen una relación, qué están enamorados - dijo Dumbledore con toda calma
- Tuve una pequeña charla con ambos en mi despacho y me confesaron sin ningún pudor que se aman -
- Pero cómo es posible si se han odiado desde siempre...cuándo comenzó a ocurrir esto - dijo Dumbledore - nunca he estado en contra de que las personas se amen, pero en el caso de ellos puede ser muy peligroso para ambos
- Es lo mismo que pensé yo señor... es mucho lo que arriesgan, pero creo que en este caso no sea tan malo después de todo -
- No comprendo Severus... si esto llegara a descubrirse sabes perfectamente que Voldemort no dudaría ni un instante en usar los sentimientos de esos chicos para destruir a Harry como es su deseo desde hace mucho -
- Yo sé eso perfectamente señor... es lo mismo que les dije, además me permití recordarle a Draco que tal vez muy pronto sea llamado a formar parte de las filas del Señor Tenebroso en reemplazo de su padre -
- Sí esa es otra cosa que naturalmente sucederá sin que podamos evitarlo - dijo Dumbledore
- Pero por lo que dijo Draco al parecer sus intereses han cambiado y Potter es el responsable de ese cambio -
- Vaya es realmente increíble... el amor puede hacer grandes cosas -
- Creo que esa es la parte más importante al menos ahora -
- ¿A qué te refieres? -
- Señor la poción que bebió Potter no tiene ningún efecto sobre la persona si ésta se encuentra enamorada al momento de beberla -
- Estás diciendo que tal vez haya una esperanza para Harry - dijo Dumbledore poniéndose de pie bruscamente
- Así es señor, sólo debemos averiguar si Potter ya estaba enamorado de Draco antes de beber la poción -
- Eso no resultará fácil... pero lo que importa ahora es que podemos abrigar una esperanza de que Harry se salve, Severus mañana traerás al señor Malfoy a primera hora de la mañana a mi despacho, será necesario explicarle muchas cosas - dijo Dumbledore
- Creo que Draco ya está enterado de algunas cosas señor -
- Ah si -
- Sí señor, en la conversación que tuvimos hace un rato, le recordé cierta regla de Hogwarts relacionada con romances en menores de edad del mismo sexo, me dijo que no temía la expulsión, pero que a Potter usted no podía expulsarlo… otra vez -
- ¿Eso dijo?... bueno eso significa que el señor Malfoy está en conocimiento de algunos hechos ocurridos que se relacionan con Harry con mayor razón debemos investigar en que momento comenzó a tener sentimientos por Harry y éste en qué momento comenzó a corresponderle -
Dumbledore luego de la salida de Snape de su despacho se quedó mucho tiempo pensando en este nuevo asunto que se presentaba, él no estaba en contra del amor, de eso estaba totalmente seguro, pero reconocía que a pesar de alegrarle la idea de que ese amor que Harry sentía, abría una esperanza para él, por otra parte reconocía que la elección del chico no había sido de lo más afortunada, ese no sería un amor fácil, sabía Dumbledore que Draco por ser hijo de Lucius, uno de lo más fieles seguidores de Voldemort, sería llamado a formar parte del grupo de Mortífagos muy pronto, se preguntaba si el amor que el chico había confesado sentir por Harry sería lo suficientemente fuerte para no caer en las manos de Voldemort, esta nueva situación complicaba aún más el panorama al que debería enfrentarse Harry, pero la verdad era que él no se sentía con derecho a prohibirle nada, y no porque fuera su alumno más querido, sino porque aún se sentía muy culpable por la situación de peligro en la que se encontraba Harry, si él no lo hubiese expulsado de Hogwarts, muchas cosas serían diferentes, pero ya no podía borrar su errores y sólo le quedaba intentar seguir protegiendo a Harry y no cometer más errores de los que ya había cometido con el chico desde que había pisado la escuela por vez primera.
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