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Un amor inesperado por zandaleesol

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Eric Bryce con la confianza que le daba el hecho de pensar que nadie sospechaba de sus planes de acabar con Harry, pensó que ya que la poción no había dado resultado, utilizaría otros medios para cumplir con su tarea, después de cruzar esas breves palabras con Harry se había hecho el firme propósito de vigilar a los chicos, sólo para asegurarse de que entre el famoso Gryffindor y el dorado príncipe de Slytherin realmente había algo concreto, estaba decidido a utilizar aquello en favor de su causa. Algo debía el sacar en provecho de esa relación, ya que había sido justamente eso lo que había estropeado sus planes con la poción, lo primero que debía descubrir era donde Harry y Malfoy se encontraban, sabía que debía estar muy atento, Hogwarts era lo suficientemente grande cómo para poder escabullirse, por lo que decidió vigilar de cerca los pasos de Malfoy, era su compañero de casa y le sería más fácil seguirlo a él que a Harry.



Harry y Hermione estaban cada vez más preocupados por Ron, tampoco había aparecido en el almuerzo, Harry estaba seguro que su amigo no volvería a dirigirle la palabra nunca más; después de terminar el almuerzo tenían sólo Transformaciones y luego por la tarde el equipo de Gryffindor debía retomar sus entrenamientos de Quiddich, porque con lo ocurrido la semana anterior a Harry no habían entrenado y a mediados de noviembre tenían el primer partido contra Ravenclaw, además sería el estreno de Harry como capitán, por lo que sabía debía poner más empeño en su tarea y dedicarle más tiempo al entrenamiento, la tarde estaba bastante fría y ventosa pero Harry realmente deseaba tener unas horas al entrenamiento, porque eso le serviría para distraerse un poco del asunto de Ron.



Draco era lo suficientemente perspicaz como para comprender que algo muy serio ocurría entre Harry y su amigo Ron, el pelirrojo se había apartado de él durante las tres clases de ese día, además no había estado presente ni el desayuno ni el almuerzo. Draco estaba seguro que esta vez el motivo del enojo de Ron no era Bryce, sino él, aún no había hablado con Harry, pero estaba seguro que Weasley ya estaba enterado de lo que pasaba entre él y Harry, porque durante la clase de Transformaciones le había descubierto observándole con un odio imposible de definir y él había comprendido que ya sabía la verdad, por ese motivo Harry había estado tan triste. Draco había tenido la tentación de seguir a Harry hasta el campo de Quiddich, para tratar de hablar con él, pero luego se arrepintió pensó que era arriesgarse demasiado, seguramente habrían unos cuantos Gryffindor pululando por allí además de los integrantes del equipo, por lo que prefirió irse a su habitación y esperar ahí la hora de la cena, aquella sería una tarde demasiado larga.



Eric se pasó la mayor parte de la tarde estudiando en la sala común de Slytherin, cosa que extrañó a sus compañeros, porque normalmente se encerraba en su habitación, pero aquello que parecía tan raro a sus compañeros para él no era más que una excusa para estar atento de los movimientos de Malfoy, lo había visto encerrarse en su cuarto y estaba preparado para convertirse en la sombra del rubio con tal de descubrirlo con Harry, también aquella tarde se le hizo tediosamente larga hasta que por fin los alumnos comenzaron a salir para ir al Gran Comedor; pero el no se movió hasta que vio aparecer a Malfoy seguido de sus eternos guardianes, él se quedó un poco atrás no quería despertar las sospechas de Malfoy, además estaba seguro que no se desviaría hacia otro lado al menos no estando con sus guardianes, aunque tampoco iba a confiarse demasiado porque el día anterior se había dado perfecta cuenta de la ausencia de Malfoy durante la cena y también la ausencia de Harry, pero por supuesto no había sospechado nada en ese momento, nada le hacia pensar que la ausencia de los dos chicos estuviese ligada a la misma razón, sólo en la mañana se había percatado de los cambios y estaba decidido a confirmarlos aquella misma noche.



El entrenamiento en el campo de Quiddich ayudaba a que Harry se olvidara de sus preocupaciones al menos por un buen rato, pero en cuanto volvió a la torre para dejar su equipo y darse una ducha antes de la cena, toda la angustia que traía encima por la lejanía de su amigo volvió a él, Ron lo evitaba cuando él llegaba Ron salía y cuando por fuerza debían permanecer juntos en el mismo lugar el pelirrojo se apartaba todo lo posible. Harry tenía ganas de buscarlo para saber que era lo que estaba pensando sobre el asunto de su amor por Draco, la noche anterior el chico había dicho que necesitaba pensar y poner en orden sus ideas al respecto, pero Harry no soportaba estar en ese compás de espera. Hermione no estaba mejor que él, estaba demasiado triste y Harry no podía dejar de sentirse culpable por la situación en que estaba su amiga.    Luego de una relajante ducha Harry bajó a la sala común a esperar a Hermione para ir al Gran Comedor, no tuvo que esperar demasiado, su amiga bajo del cuarto de chicas poco antes de la hora de la cena, Harry quería decirle algo para levantarle el ánimo, pero sabía que sería inútil, lo que su amiga necesitaba era que Ron no siguiera ignorándolos a ambos, pero Ron no daba ninguna seña de querer terminar con esa actitud. Harry pensó que su amiga estaba en una posición peor que la suya, era la novia de Ron, era más difícil para ella, al menos él tenía a Draco podía refugiarse en los brazos del chico rubio para consolarse, pero Hermione estaba sola en este asunto y todo se debía a que lo había ayudado a él, para que fuera más feliz y dejase un poco atrás esa tristeza que arrastraba como una sombra desde la muerte de Sirius.



La cena fue silenciosa para Harry y Hermione, aunque Ron si se había presentado en el comedor, su actitud no había cambiado en absoluto, no los miró ni una sola vez, Harry conocía muy bien a su amigo y comprendía que Ron no le perdonaría fácilmente por tener una relación con el rubio príncipe de Slytherin, Harry pensó que debía resignarse a la nueva situación no podía obligar a su amigo que aceptara así nada más que él estuviera enamorado de un chico, Harry se detuvo en este pensamiento y por un breve instante dirigió su vista hacia el lugar que ocupaba Ron, recordó la actitud de Ron cuando él y Eric estaban más unidos, aquello molestaba mucho a Ron, Harry se preguntó qué era lo que molestaba realmente más a su amigo, qué él estuviera enamorado de un chico, por primera vez Harry entrevió la posibilidad de que lo que le sucedía a Ron en realidad era que tenía prejuicios en contra de las personas que se enamoraban de alguien de su mismo sexo, pensó Harry que talvez no importara de quién él se hubiese enamorado, podría no haber sido Draco, podría haber sido Eric u otro cualquiera, el asunto era que su amigo no soportaba la idea de que él amara a un chico, este pensamiento lo decepcionó un poco, siempre había estado seguro de la incondicional amistad de Ron, siempre había confiado en que nada en el mundo podría romper esa amistad, pero ahora estaba comenzando a pensar que él había decepcionado a su amigo y sintió una inmensa tristeza porque él también a su vez comenzaba a sentirse decepcionado de Ron.



Después de acabada la cena Harry se fue a la biblioteca, eligió ir ahí por dos razones, la primera era el lugar donde habían acordado Draco y él sería su punto de encuentro después del horario en que todos los alumnos de Hogwarts regresaban a sus casas respectivas, Draco era Prefecto, por lo tanto, si podía ir por los pasillos después de las nueve de la noche, en cuanto á él, siempre se las arreglaba de alguna forma para saltarse la norma del horario y mucho le ayudaba su capa de invisibilidad que había llevado oculta bajo su túnica cuando había bajado de la torre; lo demás era sencillo, se iba a la biblioteca y permanecía allí hasta las nueve que era el horario permitido a los alumnos de sexto, antes de que alguien se percatara él simplemente desaparecía bajo la capa y Madame Prince cerraba la biblioteca, una vez sólo en el lugar se iba a esperar a Draco en el mismo pasillo donde se habían encontrado ese jueves en que se habían confesado que se amaban.

 
El asunto de Ron tenía muy preocupado a Harry además de triste, en la oscuridad del pasillo de la biblioteca se sentó en el suelo a esperar que Draco llegara, se sentía muy mal y necesitaba más que nunca los abrazos y besos del chico rubio. No fue necesario esperar demasiado al poco rato escuchó que la puerta de la biblioteca se abría y reconoció los pasos que se acercaban presurosos, pero con sigilo la luz de una varita iluminó de pronto la tremenda oscuridad que había en el lugar.



- Harry... qué sucede, qué haces ahí ¿estás bien? - dijo Draco mientras se acercaba precipitadamente a Harry


Harry no contestó sólo se limitó a abrazar a Draco que se había arrodillado junto a él, lo abrazó con tanta fuerza que el chico rubio confirmó las sospechas de la mañana, algo malo le ocurría a Harry, correspondió tratando de no dejar caer la varita que tenía en la mano y gracias a la cual podían verse


- ¿Qué sucede?... desde la mañana te noté muy triste3 - dijo Draco ansioso de confirmar sus sospechas


- Se lo dije... le dije a Ron lo de nosotros - dijo Harry sin dejar de abrazarlo


Las palabras de Harry sólo confirmaron lo que el rubio ya sospechaba desde que descubriera al pelirrojo mirándole con tremendo odio


- Qué dijo...


- Nada... yo esperaba que se pusiera furioso, pero actúo muy extraño, dijo que no podía decir nada al respecto que primero debía pensar -


- ¿Eso dijo? - preguntó Draco tratando de sonar asombrado


No necesitaba saber nada más sobre la actitud del pelirrojo para comprender que lo que a Harry le parecía tan extraño seguramente no sólo era consecuencia del asombro e impacto de la noticia que Harry le daba, lo más probable era que hubiese asociado los sentimientos de Harry hacia él como un efecto de la poción que el chico de ojos esmeraldas había bebido. Pero no dijo nada sólo volvió a abrazar a Harry con más intensidad, deseaba decirle al chico que su amigo acabaría comprendiendo, pero como aquello era algo de lo que no estaba seguro prefirió guardar silencio.

 
Draco finalmente apagó su varita y la dejó en el piso, la oscuridad del lugar le venia de maravilla para hacerle a Harry todo lo que sus deseos le pedían a gritos. En la oscuridad buscó apasionado los labios del chico que adoraba cada vez más y fue acogido con igual intensidad, no necesitaban de luz para amarse, sus cuerpos ya se conocían de memoria, Harry de inmediato se entregó a las caricias del rubio que con sus besos lo enloquecía por completo, pronto comenzaron a quitarse la ropa a tientas; entre besos y gemidos se repetían una y otra vez que se amaban, pero esa pasión que los inundaba se congeló de golpe, un ruido de libros cayendo los sobresaltó en extremo, se quedaron escuchando, temieron lo peor, una sola idea cruzó el cerebro de ambos, en la biblioteca había alguien más, era imposible que los libros cayesen por si solos, tratando de no hacer ruido comenzaron a poner la ropa en su lugar otra vez.    Draco buscó a tientas su varita que había quedado tirada en el piso, iba a iluminar el lugar, pero Harry lo detuvo, pensó que si efectivamente había alguien más en la biblioteca a parte de ellos, era mejor permanecer callados y en penumbras, tratando de hacer el menor ruido posible se levantaron del piso finalmente, sólo esperaron en silencio, todo estaba quieto sus corazones latían de forma alarmante, sabían que debía salir de allí lo antes posible, Harry no aguantó más y sacó su varita e iluminó el lugar, caminó hacia la salida y Draco detrás de él permanecía mudo, todo parecía estar en orden, pero al llegar a la esquina del pasillo vieron los libros que habían oído caer tirados en el piso, eran libros gruesos y pesados era imposible que hubiesen caído solos, se miraron con temor

 
- Definitivamente alguien estaba aquí - dijo Harry sin dejar de mirar los libros

 
- Pero no escuchamos la puerta ni pasos - dijo Draco medio desesperado

 
- Eso no es difícil de explicar cualquiera puede hechizar sus zapatos para que no hagan ruido -

 
- Harry crees que el que estuvo aquí se dio cuenta de que..

 
- De que éramos nosotros los que estaban a punto de hacer el amor - dijo Harry mirando preocupado al rubio

  - Harry... talvez pudo haber sido Weasley - dijo Draco - quizá te siguió a ti o a mí para aAsegurarse de que lo que confesaste anoche fuera verdad

 
- ¡Ron! - exclamó Harry - sí... podría ser, pero y si no fuera Ron y si alguien más se dio cuenta -

 
- Pero hemos sido cuidadosos -

 
- Tal vez no... Quizá alguien nos vio ayer cuando tú me seguiste -

 
- ¡Maldición! esta escuela es una peste... siempre tiene alguien que andar husmeando por ahí - dijo Draco dando con el puño en una estantería

 
- Creo que debemos regresar lo antes posible - dijo Harry guardando su varita dentro de la túnica - vete tú primero

 
- Esta bien... lo siento - dijo el rubio mirando a Harry con tristeza

 
- No digas tonterías esto no es tu culpa - dijo Harry apoderándose de los labios del rubio - vamos ya vete antes de que me hagas perder la condura otra vez

 
Draco sonrió ante estas palabras, a pesar del peligro en que podían estar si el que había estado en la biblioteca se había dado cuenta de que eran ellos quienes estaban ahí, la serenidad con que Harry había pronunciado la última frase lo tranquilizaba al menos un poco, secretamente rogaba porque su teoría de que Weasley era quien los había seguido fuera cierta. Finalmente salió de la biblioteca y trató de adoptar su aspecto sereno e inmutable de siempre, aunque por dentro estaba realmente temeroso, se fue por los pasillos caminando presuroso hasta que llegó al vestíbulo, todo estaba como debía totalmente desierto, se pasó la mano por el cabello y de pronto una idea le cruzó el cerebro, debía hablar con Snape para contarle lo que había sucedido, sabía de antemano que su profesor se pondría furioso, pero le asustaba tanto la idea de que al día siguiente toda la escuela estuviese enterada de que él y Harry se amaban que se sintió con valor para afrontar el enojo seguro del jefe de su casa, pero estaba seguro que Snape haría todo lo posible por ayudarlo de eso no tenía ninguna duda. Con toda velocidad tomó las escaleras que llevaban a las mazmorras, caminó nervioso por los pasillos oscuros y fríos hasta que finalmente llegó frente a la puerta del despacho del profesor, golpeó la puerta con cierta vehemencia, esta no tardó demasiado en abrirse y apareció la figura de Snape que le miró preocupado y receloso, seguramente su rostro algo delataba la preocupación y el miedo que sentía, Snape silenciosamente sin preguntar nada se hizo a un lado para darle la entrada.  

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