Harry se preocupó cuando no vio regresar pronto a sus amigos a la clase de Encantamientos, se había dado cuenta que Hermione había recibido una nota en el desayuno, pensó Harry que talvez se la había enviado Ron, aunque ese no era el estilo del pelirrojo, pero Harry creía que su amigo había empleado ese medio para hablar con su novia, si las cosas se arreglaban entre ellos él se sentiría más tranquilo y menos culpable, sin importar que su amigo siguiera ignorándolo.
Al termino de la clase cuando Harry estaba ya por salir casi de los primeros del aula para ir en busca de su amiga, Eric lo interceptó en la salida para hablarle, el Gryffindor se sentía algo culpable por su alejamiento, se censuró a sí mismo por su actitud, a pesar de la cual Eric no dejaba de mostrar interés por él, se hizo el propósito de hablar con Eric tal como había hecho con Ron sobre sus nuevos sentimientos por Draco, estaba seguro que el chico lo comprendería mejor de lo que lo había hecho Ron.
Se fue con él a la clase de Transformaciones y antes de llegar al aula ya lo había invitado para que esa tarde presenciara el entrenamiento de Quiddich que el equipo retomaría para el juego que se acercaba, después de eso conversarían sobre un asunto que era importante para Harry y quería compartir con quien consideraba un buen amigo.
Ron y Hermione ya estaban en el aula de Transformaciones cuando Harry llegó en compañía de Eric, por sus rostros Harry pensó que las cosas entre ellos no se habían arreglado, pero lo que más extrañeza le causó al chico fue la actitud de sus amigos al verlo entrar con Eric, Hermione que llevaba un color pálido desde hacia ya dos días, le pareció a Harry que aquello se había acentuado si es que eso era posible, Ron por el contrario al verlo había enrojecido, pero Harry no vio en la actitud de su amigo otra cosa que el enojo que siempre le había causado su amistad con el chico de Slytherin, entraron los demás alumnos y con ellos Draco que había visto salir a Harry del aula de Encantamientos con Eric.
La clase comenzó y terminó con toda la normalidad que podía esperarse sobre todo para Harry que ignoraba todo lo que se agitaba en torno a él. Lo que le extrañó, pero también le alegró muchísimo fue que al salir Ron le habló para preguntarle si ese día habría entrenamiento de Quiddich, aunque no era una conversación muy trascendental, al menos Ron volvía a hablarle y para el chico eso ya era una gran cosa, luego de eso los tres se fueron a la torre para dejar sus cosas y regresar al Gran Comedor para el almuerzo, durante el trayecto no volvieron a decir nada, pero Harry no se preocupó, estaba seguro que él y Ron finalmente hablarían de aquel asunto pendiente que tenía que ver con cierto rubio de ojos grises.
Ron y Hermione no se despegaron del lado de Harry ni un solo momento, parecía que los sucesos de los dos días anteriores no habían ocurrido, volvían a ser el inseparable trío de antes. Harry percibió un cambio en su amigo, ya no parecía molesto por la revelación que le había hecho sólo dos días atrás, esto le produjo una sensación de paz, pero esa paz sería rota aquel mismo día, Harry lo ignoraba pero la persona que en aquel instante planeaba su perdición, sólo en unas cuantas horas derrumbaría toda la alegría que había conseguido volver a sentir desde hacia sólo una semana, desde que había comprendido que amaba y era amado.
Harry finalmente bajó de la torre en compañía de sus amigos, en la entrada al Gran Comedor se topó con Draco que contrario a lo que era habitual iba solo, olvidando toda prudencia no pudieron evitar mirarse a los ojos, ambos parecieron invadidos por el mismo pensamiento, justamente hacia una semana se habían topado en ese lugar donde había comenzado todo, aquella primera mirada desprovista de toda odiosidad por parte de uno y cargada de ternura por parte del otro había sido lo que abrió la posibilidad del amor entre ellos.
El almuerzo resultó agradable para Harry que no tenía ya motivos de preocupación, sus amigos contrario a él, hacían grandes esfuerzos por aparentar tranquilidad; Ron después de ver la mirada que Harry y Draco habían cruzado en la entrada al comedor comprendía que realmente los chicos se amaban, él había dudado de los sentimientos de ambos, aunque fuese por diferentes razones, si en un comienzo había creído que Harry amaba al rubio por la locura que la poción provocaba en su cerebro y que lo de Draco sólo era una trampa, una venganza, ahora ya no tenía dudas de los sentimientos de ambos y no porque se enteró de que la poción no afectaba a Harry, sino porque había puesto atención en aquella mirada, una mirada como la que los chicos habían cruzado no se fingía, él lo sabía porque también amaba.
Terminado al almuerzo fueron a su clase de DCAO, Harry tal cual le ocurría desde hacia una semana sólo tenía cabeza para pensar en Draco, pero súbitamente volvió el recuerdo de lo ocurrido la noche anterior en la biblioteca, quería preguntarle a Hermione si había pensado algo respecto a aquel suceso, pero no quería hacerlo delante de Ron, no quería tentar su fortuna su amigo parecía más predispuesto a tolerar su amor por Draco y él no quería echar todo a perder por alguna indiscreción que podía molestar al pelirrojo, sabía que no debía forzar las cosas por lo que buscaría otro momento para hablar con la chica sobre lo sucedido con toda seguridad ella encontraría alguna explicación a lo ocurrido.
Cuando terminó la clase los chicos se fueron directo a la torre, pensaban ir con Harry al entrenamiento de Quiddich, no lo dejarían solo ni un momento; si todo resultaba como Dumbledore lo había previsto aquella misma noche Harry sabría la verdad sobre Eric, después de terminada la cena ellos debían llevar a Harry al despacho de Dumbledore, a esas alturas el chico ya habría bebido Veritaserum, por lo tanto, Harry presenciaría la conversación entre el chico y Dumbledore donde saldría a la luz toda la verdad sobre su verdadero motivo para entrar a Hogwarts.
Harry se entretuvo como nunca en el entrenamiento de aquella tarde, hacia más de una semana que no volaba su escoba y se sintió completamente feliz haciéndolo, parecía que volando olvidaba todo, excepto a Draco por supuesto, lo que sí le pareció muy extraño fue que Eric no apareció en el entrenamiento a pesar de la invitación que él le había hecho, quería aprovechar esa ocasión para contarle lo de Draco, pero el chico no llegó. Harry no pensó demasiado en eso, seguramente algo le había sucedido ya lo buscaría más tarde para hablar con él.
Cuando regresaron al castillo luego de terminado el entrenamiento ya comenzaba a oscurecer, pero faltaba tiempo para la hora de la cena, cuando comenzaban a subir las escaleras que llevaban a la torre Harry se sorprendió muchísimo al ver que era llamado por Draco desde la escalera que llevaba a las mazmorras, Ron y Hermione se quedaron también sorprendidos al ver que el chico rubio llamaba a Harry olvidando toda prudencia, Harry miró asustado a todos lados esperando que nadie viera aquello y rápidamente se acercó a Draco, el rubio tras dirigirle breves palabras le entregó un pedazo de pergamino muy doblado y luego volvió a bajar hacia las mazmorra, Harry guardó la nota en su túnica y se unió a sus amigos que le miraban extrañados, pero no dijeron nada y silenciosamente subieron a la torre.
Ron y Hermione se acomodaron en un sillón, mientras Harry subía a dejar su equipo para luego bajar a cenar, no podían evitar estar nerviosos aquella noche era crucial para Harry, ellos eran los encargados de llevar a su amigo al despacho del director, estaban preocupados por el curso que podían tomar las cosas esa noche. Harry en cuanto llegó a su habitación sacó la nota que le había entregado Draco, se asombró mucho al leerla en ella el chico rubio le pedía que se reunieran cerca del bosque prohibido media hora antes de la cena, tenía algo muy importante que decirle, Harry pensó que talvez el chico rubio había averiguado algo acerca de lo sucedido en la biblioteca la noche anterior, miró su reloj, tenía un poco más de diez minutos para llegar, no lo pensó demasiado, Ron y Hermione estaban esperándolo en la sala común seguramente querrían acompañarlo, buscó en su baúl la capa de invisibilidad y envuelto en ella salió, Ron y Hermione seguían sentados en el sofá, Harry se acercó al retrato esperando que alguien entrara o saliera para poder ir a encontrarse con Draco, justo en ese momento entraba un grupo de chicas y él aprovechó para salir, se fue apresuradamente bajando escaleras tratando de esquivar a los alumnos que se topaba en su camino, finalmente llegó al vestíbulo y salió a los jardines, ya había caído la noche por completo.
Harry caminó con toda la prisa que le era posible en medio de esa oscuridad por el borde del lago hasta llegar cerca de donde comenzaba el bosque, pero no divisó a Draco por ningún lugar, se quitó la capa finalmente y con su varita iluminó para ver su reloj, faltaban quince minutos para las siete, comenzó a sentirse nervioso de pronto escuchó pasos en la hierba, era Draco que se había retrasado, estaba tan oscuro que apenas pudo distinguir a la figura del chico que había salido de entre los árboles cercanos, de pronto la luz de otra varita iluminó la oscuridad que había quedado tras apagar la suya y pudo ver recién al chico que estaba frente a él, no era Draco
- Hola Harry - dijo con calma Eric
- Eric... ¿qué haces tú aquí? - preguntó Harry con asombro
- Te esperaba -
- Me esperabas... no entiendo de qué hablas... yo...
- Sí... sí Harry no tienes que explicármelo sé que venías esperando encontrar a Malfoy, pero ya vez me encontraste a mí - dijo Eric con toda tranquilidad
- Pero cómo... no entiendo... cómo sabes...
- Ah cómo sé que te encontrarías con Malfoy en este lugar, pues simplemente yo hice que te escribiera esa nota que te dio -
- Que tú... pero de qué hablas... Eric qué pasa no estoy entendiendo...
- Harry... me estás decepcionando creía que eras más listo - dijo Eric sonriendo - has sido muy listo para ocultarle a todo el mundo tu romance con Malfoy
Harry no pudo contestar estaba demasiado aturdido tratando de comprender lo que sucedía, cómo podía saber Eric lo suyo con Draco
- Sí Harry... anoche era yo el que estaba en la biblioteca -
Otra vez Harry sintió que las palabras se atoraban en su garganta
- Ay Harry... debo reconocer que fuiste muy astuto, realmente me tenías convencido de que odiabas a Malfoy -
- Yo... Eric puedo explicarlo... quería contarte...
- De verdad Harry pensabas contarme... ya comprendí que no confías en mí tanto como yo creía -
- No Eric... yo confió en ti de verdad iba a decírtelo -
- Confías en mí - repitió Eric dejando de sonreír - de verdad no sé que pensar Harry o eres demasiado ingenuo o demasiado estúpido
- Eric me quieres explicar qué sucede... por qué me dices todo esto -
- Esta bien no daremos más rodeos ven conmigo y lo comprenderás -
- Ir contigo a dónde -
- Ahí Harry - dijo Eric señalando con la cabeza hacia el interior del bosque
- ¿Quieres entrar ahí ahora? -
- Exacto... y tú vendrás conmigo... si quieres volver a ver a tu amor - dijo Eric con un tono frío que Harry jamás le había conocido
- Estás diciendo que Draco está ahí dentro - dijo Harry con miedo
- Por fin -
- Qué hace ahí dentro - dijo Harry con la voz alterada
- Esperando por ti Harry... esperando que tú vayas a salvarlo, esa es tu especialidad... te encanta el papel de héroe -
- Qué le hiciste a Draco -
- Aún nada Harry te lo juro... él sólo es la excusa para atraerte mi objetivo siempre has sido tú -
- Yo... qué es lo que quieres de mí -
- Pues simplemente quiero cumplir con la tarea que me encomendaron, cumplir con el objetivo por el cual vine a Hogwarts -
- Ya veo... y esa tarea es...
- Pues matarte Harry -
- Dijiste te encomendaron ¿quién? -
- No lo adivinas... voy a ayudarte, me envió Tom o más conocido por tí como Lord Voldemort -
Harry recordó que antes ya había oído en dos ocasiones a Eric decir el nombre de Voldemort sin mostrar el miedo que mostraban la mayoría de los magos
- Te envió Voldemort... eres un Mortífago... pero ellos...
- No, te equivocas Harry... no soy uno de esos idiotas - dijo Eric levantándose la manga izquierda de su túnica para mostrar que no llevaba la marca tenebrosa que Harry tan bien conocía
- Si no eres uno de ellos entonces ¿quién eres? -
- Ya lo sabrás... ahora iremos con tu noviecito, pero antes entrégame tu varita -
Harry empezaba a sentir una mezcla de rabia y decepción terribles, ese chico al que había tomado tanto cariño lo había engañado de la forma más miserable, había sido enviado por Voldemort a Hogwarts para matarlo, cómo era posible se preguntaba Harry una y otra vez, no pudo evitar recordar su cuarto curso cuando había convivido casi un año con un Mortífago que finalmente había intentado matarlo, este sería el mismo caso, había entregado su confianza y amistad a una persona que no era realmente quien decía ser. Harry dudó en entregarle su varita ¿y si todo era una trampa? ¿Y sí Eric quería hacerle creer que Draco estaba en el bosque y no era así?, en junio había sido llevado a una trampa similar y eso le había costado la vida a Sirius y además había puesto en peligro la vida de sus amigos.
- Qué sucede Harry... ah creo que ya comprendo, seguramente estás dudando de si tu amorcito está ahí dentro no, estás recordando la trampa a la que te llevó Tom en junio verdad... puedo entender que dudes, es lógico, voy a darte una prueba de que Malfoy está ahí dentro - dijo Eric sacando del otro bolsillo de su túnica una varita que Harry pudo reconocer enseguida, era la de Draco
- Aquí está... sabrás que como regla elemental de seguridad Harry un mago jamás entrega voluntariamente su varita - dijo Eric moviendo la varita que tenía entre sus manos
Harry no necesitó más prueba que esa, realmente Draco estaba en el bosque prohibido y sin decir nada sacó su varita que había vuelto a guardar en el bolsillo de su túnica y se la arrojó a Eric que con increíble destreza la pesco en el aire, luego la guardó junto con la de Draco y apagó la suya, todo quedo en tinieblas, sólo veía a Eric como una figura oscura ya no podía distinguir su rostro, el corazón le golpeaba en el pecho como un martillo, el miedo se apoderaba de él, otra vez se encontraba en una situación que no controlaba y el que estaba en peligro era Draco, ahora sólo le quedaba hacer lo que Eric dijera, no podía arriesgarse a que lastimara a Draco, otra vez tendría que recurrir a su ingenio y valor para salir de esa situación.
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