Harry continuaba de pie frente a Eric, el chico parecía no querer terminar aún con su diversión, deseaba ver a Harry suplicando, pero algo dentro de él le decía que aquello no sucedería, Eric no comprendía por qué había aceptado dejar fuera de aquello a Malfoy y perder la oportunidad de vengarse del rubio que había arruinado todo, sí porque para Eric el más culpable de su fallo era Malfoy, si no se hubiese entrometido todo sería diferente.
- Bien Harry hice lo que querías, dejé fuera a Malfoy ahora sólo somos tú y yo -
- Te pedí que lo dejaras ir no que lo desmayaras -
- He creado una barrera mágica en torno a nosotros Harry, nadie puede salir y nadie puede entrar, además no voy a dejar ir a Malfoy para que vaya al castillo y le diga a todos que voy a matarte -
- De verdad vas a matarme - dijo Harry tranquilamente
- Harry qué sucede contigo, no comprendes nada a pesar de todo lo que te he contado...
- Sí ya comprendí que debes acabar conmigo para salvar tu propia vida -
- Me alegro que lo comprendas Harry, a pesar de todo nunca te he odiado -
- Es un gran alivio para mi saber que no me odias -
- No es necesario ser irónico Harry, es la verdad no te odio -
- Cómo puedo estar seguro de que no le harás dañó a Draco después de que me mates -
- Te doy mi palabra Harry -
- No me hagas reír tu palabra... crees que confiaría en tí después de todo lo que has hecho... por lo que veo me crees lo suficientemente ingenuo -
- Sí eres muy ingenuo aún, confiado, demasiado inocente, sino como se explica que hayas terminado amando a este que tan mal te trató siempre -
- Sí es inexplicable... como también lo es el hecho de que a pesar de todo lo que sé de tí debería estarte odiando, pero no puedo -
- Sí Harry tienes razón existen demasiadas cosas inexplicables, tampoco entiendo cómo terminó enamorado de tí, tú enviaste a su padre a Azcaban y aún así te ama -
- El amor es así no tiene explicación... pero eso es algo que tú nunca has sentido y no creo que puedas llegar a sentirlo, por lo que jamás podrás comprender -
- Esa es una afirmación muy arrogante Harry... te crees superior a mi porque amas -
- Tal vez lo sea Eric -
- No puedo creerlo... te sientes superior porque amas a este imbécil, tú conoces el amor y yo no, es eso Harry -
- Sí exacto... así es -
Eric guardó silencio un momento, se separó un poco más de Harry y luego de un rápido movimiento de su varita unas cuerdas se enredaron en el cuerpo de Harry impidiéndole moverse, luego le hizo caer de espaldas con otro movimiento de varita, se acercó rápidamente mientras Harry hacia vanos intentos por safarse de las cuerdas que lo aprisionaban.
- Dime ahora... quién es superior a quién - decía Eric mientras se subía encima y aprisionaba el cuerpo de Harry con sus piernas - si algo me gustó de tí siempre Harry era que no tenías una pizca de arrogancia, pero al parecer me equivoqué en eso también -
- ¿Qué es lo qué quieres?... qué te suplique para demostrarte que no soy arrogante, no he suplicado frente a Voldemort y mucho menos lo haré frente a tí -
- Ya veo, sí eres arrogante después de todo, pero sabes qué Harry, voy a quitarte la arrogancia de una vez - dijo Eric mientras se quitaba de encima de Harry para reemplazar el hechizo de las cuerdas por otro de inmovilidad total y volvía a montarse sobre el chico de ojos esmeraldas
- ¿Por qué no me matas de una vez? -
- No Harry esto será más divertido, como dije voy a quitarte esa arrogancia que no sabía que poseías - dijo Eric mientras con una mano sostenía su varita y con la otra comenzaba a desabotonar la camisa del chico que tenía bajo él
- Qué haces... que pretendes - dijo Harry con un marcado tinte de miedo en su voz
- Vaya Harry... ahora sí tienes miedo... ya adivinaste lo qué te haré no - dijo Eric mientras comenzaba a abrir la hebilla de los pantalones de Harry
- No Eric no puedes hacerme esto...
- Claro que puedo y lo haré, quién va a impedirlo tú no puedes moverte, pero no te preocupes voy a ser muy dulce contigo Harry... te juro que vas a disfrutarlo aunque no quieras - dijo Eric mientras comenzaba a bajar los pantalones de Harry
Harry sintió más que miedo, todos los sentimientos que había estado reprimiendo hasta entonces se desbordaron de golpe en un manantial de lagrimas que comenzaron a salir de sus ojos
- Prefiero que me mates ahora...
- Voy a matarte de todas formas Harry - dijo Eric mirando al chico bajo él con ojos malvados y apagando la luz de su varita la dejó a un lado - o talvez no... quizá me enloquezcas tanto como enloqueciste a Malfoy, quizá descubra algo tan extraordinario en ti Harry que ya no quiera matarte, quizá después de hacerte el amor ya no me importe nada, ni siquiera morir
- No vas hacerme el amor... vas a violarme -
- Oh Harry que palabra tan fea... yo jamás te haría eso eres mi amigo -
- Si eres mi amigo no lo hagas...
- Harry... ya te lo dije vas a disfrutarlo mucho - dijo Eric mientras comenzaba a besar el cuello de Harry
- No por favor Eric... yo te quiero a pesar de todo y tú también a mi...
Eric se detuvo al escuchar esas palabras, levantó la cabeza y acercó su rostro al de Harry, volvió a tomar la varita que estaba a un costado de la cabeza de Harry e iluminó con ella, vio los ojos esmeraldas llenos de lagrimas
- Dices que me quieres... aún sabiendo todo lo que hice... me quieres -
- Sí Eric y sé que tú también me quieres, me basta recordar todos los momentos que compartimos para saberlo -
Eric no dijo nada sólo se quedó mirando fijamente los ojos esmeraldas de Harry, a través de ellos recordó todos los momentos que había vivido con el chico desde su llegada a la escuela, él y Harry juntos bajo un árbol frente a la casa de los gritos, Harry abrazándolo en la biblioteca, Harry y él en el campo de Quiddich, Harry corriendo tras él, Harry y él junto al lago estudiando Pociones, Harry en su habitación sentado en su cama, Harry junto al sauce abrazándolo; ahora lo comprendía, Harry sólo en dos meses se había convertido en todo su mundo, llenaba toda su vida, si cumplía con su tarea y lo mataba él también moriría porque no podría seguir con su vida sabiendo que Harry no estaba en el mundo, que ya no existía, que ya no respiraba
- Sabes Harry no estaba equivocado... sabía que si descubría algo extraordinario en ti ya no podría matarte... tienes razón te quiero - dijo Eric con voz que sonaba muy diferente y lentamente se fue inclinando hasta rozar los labios de Harry, que pese a su asombro respondió a ese beso como jamás imaginó que podría hacerlo, sintió que el hechizo que lo había inmovilizado terminaba, sin poder evitarlo rodeo con sus brazos a Eric que lo besó más intensamente hasta que le faltó el aire, el chico de ojos azules lentamente se fue apartando, se quitó de encima de Harry y lo ayudó a levantarse del suelo, todo sin decir una palabra.
- Eric... sé que si hablas con Dumbledore él podrá ayudarte...
- Ayudarme en qué Harry -
- Bueno... cuando Voldemort sepa que no...
- Tom no sabrá nada Harry... porque yo sé lo que debo hacer -
Harry ni siquiera alcanzó a reaccionar cuando vio que una luz verde salía de la varita de Eric, lo había hecho, había pronunciado la maldición que termina con la vida de un mago, cerró los ojos esperando saber por fin qué habían sentido sus padres al morir, qué había sentido Cedric, qué había sentido Sirius, estaba seguro que sería tan rápido que ni siquiera sería doloroso, pero jamás llegaría a saberlo, un cuerpo caía en la hierba, pero no era el suyo, abrió los ojos, Eric yacía boca arriba con los ojos cerrados, corrió junto al chico a pesar de saber que todo había acabado para él, tomó el cuerpo inerte de Eric y lo abrazó con fuerza, otra vida se sumaba a la lista de los que se habían sacrificado por él, no pudo evitar llorar desconsoladamente. Pronto comenzó a oír voces que le llamaban con desespero, reconoció aquellas voces que eran cada vez más cercanas, escuchó la voz de Draco que lo llamaba débilmente, dejó el cuerpo de Eric y se acercó al chico rubio que seguía tumbado, confundido a causa de los hechizos que había recibido; las voces estaban ya a su espalda, se puso de pie y miró las oscuras figuras que se acercaban, la luz de una varita volvió a iluminarlo todo
- Harry... gracias a Merlín, estás bien - dijo Remus Lupin con voz trémula y abrazándolo precipitadamente
Harry lo abrazó con fuerza, agradecía que fuera Remus la primera persona a la que podía abrazar después de todos los horribles sucesos que había tenido que vivir, reconoció las demás voces, Snape había corrido junto a Draco preguntándole en forma incesante si estaba bien, los demás que llegaban eran Dumbledore, la profesora McGonagall, todos miraban impactados el cuerpo de Eric Bryce, Harry seguía abrazado a Remus, de pronto la voz de Dumbledore rompió el silencio
- Harry qué ocurrió -
Harry se soltó de Remus y se volvió a mirar a Dumbledore, pero no le respondió, en aquel momento volvió a él ese recuerdo que la poción había borrado, Dumbledore diciéndole cuanto lo había decepcionado, diciéndole que ya no podría estar en Hogwarts, Dumbledore apoyado a Snape como siempre, pensó que tal vez era injusto, pero en ese momento sólo podía sentir rabia en contra de Dumbledore; no respondió nada volvió a mirar el cuerpo de Eric y se volvió a abrazar de Remus, era demasiado , lo único que lo consolaba era que sólo él sabía la verdad de lo que había ocurrido, sólo él sabía que Eric había preferido morir para no tener que matarlo, sólo él sabía cuanto lo había querido Eric, sólo él había tenido que lidiar con un cúmulo de sentimientos, decepción, angustia, miedo, alivio y pesar, todo junto, mezclado en un todo, la decepción la había sentido al descubrir que el chico que había aprendido a querer como amigo sólo había deseado hacerle daño, angustia al pensar que Eric antes de matarlo a él asesinaría a Draco, miedo al entender las perversas intenciones de su amigo, alivio al comprender que pese a todo e incluso en contra de si mismo Eric lo quería, pesar al ver que otra persona sacrificaba su vida por él, aunque antes intentara matarlo.
Draco ya había sido levantado del suelo por Snape y miraba impactado el cuerpo de Eric, Harry sólo quería salir de ahí, no seguir viendo el cuerpo del que había sido su amigo, del que un momento antes le había mirado intensamente a los ojos y le había dicho que lo quería, del que lo había besado, del que había descubierto en él algo tan extraordinario que no le había importado morir.
- Potter... fuiste tú... tú lanzaste la maldición - preguntó asustada la profesora McGonagall
- Si lo hizo fue en defensa propia -
- Sácame de aquí por favor... no quiero seguir viéndolo - dijo Harry abrazando a Remus otra vez
Remus no se hizo repetir, Harry apoyándose en él comenzó a caminar pesadamente, cada paso le costaba una enormidad, un temblor incontrolable comenzaba a apoderarse de su cuerpo, pasó junto a Dumbledore que continuaba sosteniendo su varita en alto, iluminando la oscuridad del bosque, no quiso mirarlo, aunque sintió la penetrante mirada del anciano director, sabía que algo se había roto dentro de él, ese cariño agradecido que siempre había sentido por Dumbledore había terminado por apagarse, jamás volverían a él los nobles sentimientos de gratitud que había tenido en el pasado hacia el director.
Harry no supó cuánto tiempo tardó en salir con Remus del bosque, no supo si los demás venían tras ellos, una sensación de doloroso vació le llenaba el corazón mientras que su mente seguía cargada con los recuerdos de cada momento que había vivido desde que llegara a la entrada del bosque esperando encontrar a Draco. Caminó junto a Remus hacia el castillo, cuando comenzaban a subir la escalinata de piedra Harry miró instintivamente hacia atrás, a considerable distancia venía Draco apoyándose en Snape, detrás de ellos la profesora McGonagall, tras ella un bulto flotaba horizontalmente cubierto por una sábana blanca, más atrás Dumbledore cerraba la marcha. Harry después de esa rápida mirada inspección volvió a dejar su cansada cabeza caer en el hombro de Remus que lo abrazó con fuerza. Las puertas del castillo permanecían abiertas, un grupo de gente se asomó y al verlos rápidamente se precipitaron sobre ellos
- Harry estás bien qué sucedió -
- Remus... qué sucedió dónde estaba -
Harry oía las preguntas y reconocía las voces de quienes preguntaban, era Hermione y Ron, no quería que nadie le preguntara nada, no quería hablar con nadie, no quería dar explicaciones de lo sucedido, otras personas se sumaban a las anteriores con más preguntas, Harry simplemente se bloqueo no oía nada, no veía nada, no miraba a nadie. Finalmente entró con Remus al castillo todo estaba silencioso, asumió que los alumnos ya estaban en su respectivas casas, como sucedía siempre aunque el mundo estuviera cayéndose, la rutina de Hogwarts no se detenía, todos los que no llevaban el nombre de Harry Potter, seguían viviendo sus vidas tranquilas y anónimas, sin miedo y sin preocupaciones.
Remus llevó a Harry directo a la enfermería, después de pasar el exhaustivo examen de Madame Promfey para asegurarse de que no había sufrido mayor daño físico, pudo Harry ocupar una cama, en cuanto pudo apoyar su cabeza en la almohada, sus ojos se volvieron un surtidor de lagrimas incontenibles pero silenciosas, Remus permaneció incondicional a su lado, sin preguntar nada, sólo entregándole su valiosa compañía en un momento tan difícil.
Remus mientras observaba silencioso a Harry y le veía derramar tantas lagrimas se preguntaba que cosas abría tenido que enfrentar el chico en ese bosque, aquello tan doloroso que Harry callaba sería que había tenido que elegir asesinar para salvarse a si mismo y a Draco; Remus sabía que Harry había afrontado con valentía muchas cosas que otros magos jamás habrían sido capaces, pero causarle al muerte a otro ser por vez primera era la cosa más difícil y para la que estaba seguro el chico a pesar de todo lo vivido no estaba preparado.