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Encanto por neblinadesol

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Notas del capitulo:

Gracias por leerlo, (30/5/15) No tengo internet DDD:, mis vecinos cortaron las ramas de un arbol y tiraron los cables de tel, (estoy subiendolo por wifi del cel), agradecimientos a todos los que dejaron comentarios, (en la proxima publico todos los nombres y cuando vuelva la conexion o uso el cel ..., contestaré los ultimos reviews del anterior cap. y los de este (siempre que no sea spoiler ;P), si puedo los contestaré hoy XD

Nota: Como veran tanto Sasuke como Naruto tienen 19 y 20   Pero cuando escribí el fic sus apariencias son de 16 años Cuak! (mi retordia mente y sus trucos). Ah, aclaro que reedité algunos capitulos (no es nada, solo agregué como se ven vestidos no es como que anden desnudos por la vida ,baba), no es para decir "Ooh", les dejo algo asi como reseña, usualmete Sasuke usa tunicas tipo romanas pero sin tanto dobladillos, simples y largas y chatitas, Naruto usa camisas, calzas y botas cuando anda informal y traje de gala o formal a su imaginacion- la epoca que quieran -aunque luego cuando tenga más tiempo les dibujaré jeje , si sé dibujar (y bien sin presumir, bue tampoco woaaa XD) sino pasen por mi face -está en mi perfil-aunque está muy olvidado-ya lo retomaré y haré alguna escena de esta historia-, tengo allí  un par de dibujos dedicados a dos fics de Amor Yaoi y un pequeño Sasuchan

Los personajes son de la serie NARUTO de Kishimoto Masashi sensei

Cuando abrió los ojos con pesar y se removió del lecho, se extrañó de estar en un lugar bastante iluminado y fijó la vista hacia la ventana, era mediodía y podía escuchar  voces  a lo lejos, quiso girarse a buscarlas, entonces se percató de una mata dorada a su lado, concentró la vista y vio la cara del rubio dormido muy cerca de la suya. Se levantó apenas descorriendo la sabana que le cubría.

— ¿Eres …Na-Naru…?…

— ¡Sasuke! —El rubio se desperezó al oirlo y se abalanzó sobre el pelinegro envolviéndole con sus brazos morenos.

— ¡Estas conmigo!,… ¡No sabes…lo que tuve que hacer!,… ¡Maldito… bastardo! — con cada palabra un beso en la mejilla, mentón, ojo izquierdo, derecho y  frente del azabache  que se asustó por la brusca reacción del rubio.

— ¡Maldicion,  Sasuke! ¡Casi te pierdo! —La voz se le quebró con esas palabras, el azabache quedó petrificado ¿Casi me pier...? Oh…, y una pequeña corriente de escalofrío recorrió su espina al  recordar  lo vivido.

— ¡Naruto!... ¡Naruto!... ¡Suéltame!—Sasuke le dio un par de golpecitos en la espalda, al saberse ignorado tiró de la chaqueta de cuero naranja sin éxito. El rubio en respuesta lo aprisionó con más fuerza, casi sentía el crujir de algunas costillas.

—Me…due …le…—Naruto aflojó su agarre, le soltó y lo miró anhelante con una sonrisa tan radiante que el pelinegro creyó quedar cegado, su cara era más madura aunque tenía algunos rasgos infantiles, bajo su mirada y le recorrió el cuerpo, traía una chaqueta marrón algo sucia y la camisa amarilla  abierta en el pecho y una calza que sentado  le ajustaba “ahí”, le provocó un jadeo y lo hizo sonrojar, pero al recordar porque estaba enojado y decepcionado con él, se mordió los labios, cerró los ojos,  y al abrirlos  su expresión cambió a una furiosa y herida.

¡PAF!

El rostro de Naruto quedó a un lado por el fuerte golpe a la mejilla izquierda y comenzó a ponerse roja con la forma de una mano pequeña. 

— ¡VETE!—Naruto giró su cara lentamente, hasta quedar de frente a la del azabache, totalmente contrariado.

—Sa…

—¡¡QUE TE LARGUES!!—Acto seguido se apartó de él y le dio un empujón con sus piernas juntas provocando que el rubio cayera sentado al suelo.—¡Auch!

—Sasuke ¿Qué sucede?—Itachi irrumpió en el cuarto al escuchar los gritos de su hermano.

— ¡No… quiero… verlo!—Lo dijo con voz quebrada y miró a su hermano  totalmente vestido igual que en la fiesta aunque el traje estaba algo magullado y tenía roturas en algunas partes, y luego a  Naruto que estaba mal sentado en el suelo  con  los ojos húmedos y que no entendía su reacción.

— ¿Sasuke…qué…?

—Embajador del Remolino, por favor retírese. 

— ¡Pero…! —Itachi le miró serio, advirtiéndole con la mirada que no se atreviera a contradecir sus palabras, el aludido se silenció y agachó la cabeza, cerró sus manos clavándose las uñas en sus palmas, suspiró y se levantó lentamente del suelo, se giró y sin ver salió de la habitación arrastrando los pies. Itachi cerró la puerta y volvió la vista hacia Sasuke.

— ¿Por qué hiciste eso?— Pero Sasuke apartó la mirada  que comenzaba a mostrar arrepentimiento y se acomodó nuevamente en la cama, buscó el borde de la sabana, la acomodó y se envolvió con ella como un capullo.

—Déjame  solo.

—Te comportas como un niño… —Silencio —…Bien…, si no dices nada…— El pelilargo observó cansado hacia el exterior de la ventana.

— ¿Sabes?... Padre está muerto.—Sasuke se destapó veloz  y se sentó en la cama sorprendido. Sus ojos aguados abiertos de par en par dejaron caen las lágrimas que contenían.

— ¿Có-cómo… pasó?— Itachi se acercó y se sentó en el borde de la cama a su lado, y luego de suspirar cansado otra vez.

—Una de las flechas le dio en el pecho.— El pequeño azabache cubrió su boca, pero esto no impidió silenciar un sollozo.

—Fue luego de que te ordenara subir a tu habitación.—El menor se limpiaba con la manga de su túnica, Itachi entrecerró sus ojos, se inclinó acercándose a su oído y le susurró malicioso.

—ESA COSA  te nombró…—Sasuke dio un respingo y agachó la cabeza ocultando su mirada. Apretó la tela en sus manos.

—No sé de qué ha…—Itachi le tomo el mentón haciendo que le mirase.

— ¿Qué sucedió?

—Na-nada…—Sintió que le clavó las uñas en las mejillas haciendo que su boca formara una “o” y gimiera de dolor. Cerró los ojos, verle a la cara intentando mentirle no era buena idea.

— ¿Nada? O sea que… ¿la herida en la base de tu cuello no es nada?

—…—Sasuke  se sentía mal, pero no quería agobiar a su hermano con sus problemas. Se mantuvo en silencio.

—Si no me lo dices, le puedo preguntar, ESO… está muy colaborador.—El ojinegro abrió sus ojos asustado y el temor le invadió. ¿Esa cosa estaba aun aquí?

 

Sasuke subía las escaleras siendo arrastrado por uno de los mayordomos de confianza que vestía con el traje obligatorio negro de la servidumbre del castillo y un guardia, tres guardias más le secundaban. No entendía que se proponía su hermano sacándolo de la escena en la que él era el protagonista junto con ese tal Hyuuga que nunca llegó a cruzar palabra y que ni siquiera había visto. ¿No era así como debía ser? ¿Acaso no era su maldita ceremonia de compromiso?

— ¡Déjenme caminar al menos!—Se removió y logró zafarse del agarre del guardia, tomó con su mano libre un de los pliegues del sencillo vestido azul con corsé que llevaba y se lo levantó un poco, al ser largo en forma de tubo con mangas cortas y por la manera en que era llevado se lo pisó varias veces, pero el mayordomo que lucía muy serio con sus anteojos redondos  seguía apurando la marcha.

—Quédense aquí, que no entre nadie—advirtió el mayordomo en el pasillo a los otros y lo llevó a su cuarto casi corriendo, al abrir la enorme puerta labrada lo empujó de mala gana haciendo que Sasuke tropezara con su largo atuendo y cayera al suelo de rodillas.

— ¡Aay! ¿Pero qué te sucede, porque hiciste eso?—Le reprochó mientras se sentaba en el suelo adolorido.

Entonces escucho algunos gritos, y se paralizó. ¡¿Qué estaría pasando allá abajo?! Se asustó, ¿Itachi estará bien? pensó.

— ¡Kabuto, necesito hablar con mi hermano, tenemos que volver!

— ¡Deja de dar órdenes pequeño inútil!—le gritó el mayordomo.

— ¡¿Qué dijiste?!—Pero al instante escuchó ruidos de exclamaciones.

—¡¡¡AAAARG!!!—El azabache pudo ver a uno de los guardias que antes le acompañaba cruzar el pasillo en el aire y golpear contra una pared.

—Hasta que llega…— El peliplateadojuntó sus manos removiéndolas incómodo y sonrió nervioso.

La figura  avanzó veloz traspasando la puerta, el mayordomo se inclinó en señal de respeto haciéndose a un lado, “eso” barrió toda la habitación con sus amarillos ojos y luego los clavó en Sasuke que de inmediato se arrastró hacia atrás hasta golpear su espalda con la pared, levantó las manos e intentó cubrirse la cara pálida, pero apenas pudo hacerlo por el terror y las apoyó en la pared. “Eso”  era mitad humano, pues se podía ver el torso de un hombre de piel cenicienta cuya cara estaba casi oculta por los largos y enredados cabellos negros y mitad serpiente, con una larga cola que se extendía en la habitación,—¿un demonio…?— susurró Sasuke sin dar créditos a sus ojos, la serpiente le examinaba relamiéndose los labios resecos. Las lágrimas se agolparon en sus orbes ónix.

—AAH, UNA BELLEZA…— en un rápido movimiento se arrastró y se plantó cara a cara con el pelinegro, que ahogó un gemido del susto, giró su rostro y cerró sus ojos, la serpiente acercó una mano sucia a su cabello, las uñas largas y rotas se enredaron en los lisos mechones azabaches que le caían a los costados.

—MMM… SON SUAVES…—Le estudió la cara tan cerca que Sasuke sintió la respiración de “eso” en su piel, aguantó la respiración para no moverse y no sentir el fétido aroma pero temblaba tanto que los  brazaletes de adornos en sus muñecas hacían ruido chocando la pared. La serpiente apoyó la nariz en su cuello, logrando un pequeño respingo del azabache y aspiró profundo.

—Por favor… déjeme…ir…—Las lágrimas caían sin cesar.

— AAH,… ALGO ENFERMIZO…—Se relamió los labios resecos.

—INTERESANTE…PUEDO USARTE…—El pelinegro tembló más.

—… ESA COSA  HORRENDA, MOLESTA…—su dedo apenas tocó su vestido.

— ¿Eh…?

—…KABUTO…—Chasqueó y se alejó.

El nombrado en un instante se puso en frente de Sasuke y tomándolo bruscamente le obligó a ponerse de pie, le empujó de cara contra la pared e ignorando el quejido de dolor del joven, extrajo una daga de su traje y le rompió las cintas del sencillo pero bien confeccionado corsé, sintió paralizado como su mayordomo le tiraba y rompía de la tela de los hombros, bajándole el largo vestido azul hasta el suelo, fue nuevamente tomado de su brazo y obligado a girarse, su cara mostraba total vergüenza y pavor en sus ojos, ya que nadie aparte de su madre y su antigua nana lo habían visto desnudo, quedó solo con su ropa interior que consistía en un delicado pantalón bordado que le llegaba hasta los muslos, cerró los ojos y se cubrió el pecho con sus brazos. El miedo de que el monstruo le hiciera algo no le permitía mover su cuerpo.

La serpiente le rodeo arrastrando su largo torso admirando su cuerpo pálido y tembloroso. Sonrió satisfecho. El mayordomo frunció el ceño.

— AAH…SIN DUDA MAGNIFICO…UNA PRECIOSA CRIATURA…

—Señor Orochimaru…—Kabuto lucia nervioso. El aludido se giró y le miró penetrante.

—Cumpla…el trato —Trago saliva.

—AAH, SI…—Kabuto lanzó silencioso un respiro de alivio—… SIN EMBARGO YO NO HICE EL TRATO CONTIGO.—Y  continuación, con su larga cola enredó el cuerpo del mayordomo que sorprendido no pudo reaccionar a tiempo y fue levantado del suelo. La fuerza con que lo estrujaba hizo que gritara de dolor, mientras la monstruosa serpiente observaba divertida como su presa luchaba por escapar Sasuke cayó sentado al suelo aturdido y notó que en su mano había una de las tantas  prendas tiradas por él mismo sobre su recama cuando rebuscaba enojado algo decente para la ceremonia, se lo puso al voleo y aun temblando gateó cruzando la habitación, quería llegar a la pequeña puertilla escondida detrás de una pared falsa.

—AAH… HARÉ LO QUE ME PLAZCA…—

—¡Mal…di…ta ser…pien…!— Orochimaru sonrió al escuchar los huesos romperse y sin más aventó el cuerpo ya sin vida del mayordomo por el gran ventanal. En otro veloz movimiento agarró con la cola el tobillo de Sasuke y lo arrastró hacia  el medio de la habitación. —Aaah! —El pelinegro recostado boca abajo no se atrevía a levantar la vista. Orochimaru sonrió de lado, con su cola tomo su delgado brazo y lo levanto del suelo violentamente, haciendo que Sasuke se quejara de nuevo.

—…AAH, DE VERDAD…—Siseó y antes de que el pelinegro pudiera reaccionar el cuello de la serpiente se alargó y clavó sus afilados dientes por sobre el hombro de Sasuke, dejándolo paralizado.

— ¡Aaaargh! —El dolor penetró en su cuerpo y sintió que las fuerzas le abandonaban. La serpiente le estaba extrayendo la sangre, comenzó a sentir frio, un frio adormecedor. Las piernas se le aflojaron y Orochimaru dejó de morderle para luego lamerle la herida, le soltó dejándole caer entre algunos desordenados almohadones.

—…ES DELICIOSO…—Sasuke con la respiración entrecortada desde su lugar vio como ese monstruo se arrastraba saliendo veloz de su habitación. No entendía porque le tuvo que pasar esto, de seguro moriría hoy, porque la mordida lo dejo inmóvil, recordó a las arañas que hacían lo mismo con las presas que capturaban, solo era cuestión de tiempo para que volviera y acabara con él. Las lágrimas se escurrían de sus ojos cansados, la inconciencia le envolvía, solo por hoy se permitió repetir nuevamente la súplica que enterró en su corazón…

—Usura…ton…kachi…quiero…ver…te…

 

El pelinegro cerró sus ojos, recordar no era lo mejor, pero tampoco era mentirle a su hermano. Lanzó un sonoro suspiro de derrota, Itachi entonces aflojó su agarre.

—El mayordomo le dejó entrar, e-ellos se conocían…pero luego le mató… me-me mordió, y luego se marchó. Yo…me desmayé. Creí que… me moría— Sasuke deslizó su mano apartando un poco su corto cabello dejando ver su cuello blanco que lucía una venda.

—Mmm…Hay que cambiarte las vendas. Llamaré a la señora Chiyo.

—Itachi…esa…

—No te preocupes por eso. Debes asearte, te traerán ropa y una sirvienta te ayudará. Descansa.

—Hermano…no…—Pero Itachi pareciera que le leía la mente, nuevamente le interrumpió.

—Si te refieres al embajador, le prohibiré la entrada hasta que te mejores. —El primogénito alzó su mano y la depositó en su cabeza  acariciándola, un gesto que ruborizó a su hermano menor y antes de que Sasuke abriera la boca para agradecerle se levantó y se marchó cerrando nuevamente la puerta. El silencio se adueñó de la pequeña habitación, sacudió su cabeza, tantas cosas han pasado en un día, por suerte su hermano no le agobió con preguntas sobre su comportamiento con Naruto, quizás no lo consideraba relevante, o le estaba respetando su espacio, no lo sabía, se permitió suspirar de alivio, pero otros pensamientos  invadieron su mente, se acurrucó y se abrazó a sus rodillas, volvió a llorar. El dolor que pretendía ocultar volvió con la fuerza de los besos sobre su cara y aquella sonrisa que vio de Naruto.

—Ahora  verte…me lastima…

Notas finales:

Me desquité con Kabuto,(no me dejan matar a Sasu -_-) y ya tengo pensado desquitarme con otros más... Jojojojo, todo a su tiempo. ¡¡Nos leemos el proximo sabado!! Ya de antemano agradezco los comentarios saludando, preguntando (nosé: que dia fué el entierro :F, si Itachi duerme con la ropa puesta). Pasen un buen finde y buena semana. :3


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