Por fin el día esperado por los dos jugadores, iban en un taxi, nadie hablaba a excepción del taxista pero nadie le ponía atención. El trayecto no fue muy largo así que en menos de quince minutos bajaron delante de un centro deportivo, era enorme, una vez dentro un señor grande y corpulento los recibió
-Así que, son los mejores jugadores que Taoka pudo encontrar, solo espero que sean fuertes, ya que este pequeño entrenamiento va a ser duro, de momento les mostraran su habitación, no hay problema si comparten una ¿verdad?
-No, no lo hay.
Cuando ingresaron a la habitación empezaron a desempacar sus cosas.
-Oye Rukawa…
-¿Mmm…?
-¿Sabes nadar?
-No. ¿Por qué?
-Hay piscina, y había pensado en ir a divertirnos un rato.
-Mmm…
-Pero ahora podríamos ir y te enseño a nadar, ¿qué dices?
-No.
-¿Por qué no?
-No quiero.
-Vamos, antes de que inicie el entrenamiento.
A regañadientes Rukawa fue con él, nunca le había llamado la atención nadar, sus padres habían insistido mucho pero él no quería, para él el básquet era lo único que llamaba su atención. Pero con Sendoh era diferente, no sabía por que pero sería interesante ver si perdía la paciencia con él. Tomaron unos bañadores que había en su habitación, cuando llegaron a los vestidores se cambiaron, Sendoh le dijo que se diera un regaderazo de agua fría antes de entrar a la piscina, así lo hizo y vaya que estaba fría, cuando salio Sendoh se aventaba a ella.
-El agua esta buena, ven Kaede.
Como todos aquellos que no saben nadar, Kaede se sentó al borde de la piscina y cuando se disponía a entrar, sintió un jalón fuerte y las aguas lo tenían prisionero, como pudo salio a la superficie y se agarro tan fuerte como pudo de la orilla de la piscina, tomando el aire del que había sido desprovisto, a lo lejos escuchaba una carcajada.
-Eres muy gracioso, Kaede, pero esta es la primera lección, debes perder el miedo al agua.
Rukawa sólo le envió una mirada que decía “¿y jalarme sin avisar lo va a conseguir?”, lo único que provocó fue más risas de Sendoh.
-¡Oh! Eso era para quitarte la tensión.
Él no estaba tensó, estaba nervioso, nunca había entrado a una piscina, a pesar de todo, para él el mundo estaba pegado al suelo, por así decirlo.
-Vamos ven a mí, Kaede.
Como si fuera tan fácil, bien no estaba muy lejos de él pero no había nada de que agarrarse, intento poner los pies en el suelo, pero cuando se hundió un poco se dio cuenta de que la piscina era más honda de lo que creyó.
-No lo hagas, 2.30m de hondo Kaede, no puedes poner tus pies en el suelo sin meter por completo tu cuerpo. Anda ven a mí, yo te sostendré.
Al escuchar sus palabras se sonrojo, ¿por qué demonios tenía que usar ese tono con él?, armándose de valor, apoyo uno de sus pies en la pared y se impulso hacía Sendoh, quien lo sujeto por la cintura cuando sintió como se sujetaba de él con todas sus fuerzas, la cabeza de Rukawa estaba en su pecho.
-¿Ya vez como no es tan difícil?
¿Qué no era difícil?, él ya sabía nadar, maldita la hora en que acepto venir aquí.
-Vamos, deja de sujetarme tan fuerte, vamos no tengas miedo, no te soltaré.
Rukawa se alejo de él, pero mantuvo sus manos en sus hombros.
-Veamos, tienes que quitarte el miedo al agua, para flotar lo necesitas por que mientras más miedo le tengas más buscarás el suelo, así que vamos a movernos por toda la piscina.
Sendoh le agarro las manos y empezaron a deslizarse poco a poco por toda la extensión de la piscina, muy despacio pero ahí iban.
-Despacio Kaede, no creo que en una sola lección te pueda enseñar que te parece si venimos cada vez que podamos para seguir ¿quieres?
Por Dios, ¿estar así más días con él?, ¿poder tocarlo sin nada puesto?, sólo tenía una contestación para eso.
-Sí.
-Que bueno, ahora estas más relajado. Voy a soltarte, intenta venir hacía mí una vez más.
No escucho nada, sólo vio como Sendoh soltaba sus manos y se alejaba de él, sin notarlo fue tras él, quería estar cerca de él, quería aferrar sus manos con las suyas como hace unos momentos, llego hasta él y echó sus brazos a su cuello, en ese momento el Sr. Taoka les llamó.
-¡Muchachos el entrenamiento esta por comenzar!
-Enseguida vamos entrenador. Vamos Kaede.
Sendoh lo llevo hasta las escaleras, se fueron a los vestidores, se secaron y se pusieron sus camisetas, después fueron a su habitación donde se ducharon y se cambiaron para el entrenamiento. Ya en la cancha el Sr. Taoka los esperaba junto a otro señor.
-Bueno muchachos el itinerario esta así, estas dos primeras semanas entrenaran ustedes dos solos, en las dos que siguen unos muchachos vendrán a completar el equipo así que ese será el tiempo que tendrán para que se conviertan en un equipo y el último mes, será solo para encuentros con otros equipos, ¿queda claro?, tienen que aprovechar todo lo que se les va a dar, no lo desperdicien.
-Sí.
Después del discurso el señor se sentó, dejando al Sr. Taoka y a otro muchacho para que dieran las órdenes.
-Bien, empiecen con el calentamiento.
Después del calentamiento, les hicieron hacer pases, los pusieron a driblar, encestar, tiro sencillo, clavada, de tres puntos, los alley-up, etc. Después de esto les dejaron jugar un uno a uno, pero el Sr. Taoka dijo, “¿Quieren un uno a uno?, bien pero… será de toda la cancha” Eso era más pesado, pues sus habilidades les hacían hacer jugadas increíbles, en una de ellas, Rukawa llevaba el balón, se había quitado de encima a Sendoh se disponía a hacer una clavada cuando Sendoh de quien sabe donde, lo bloqueo de una manera digna de verse, barrio el balón, no lo manoteo, le dio una dirección, cuando ambos cayeron, corrieron con todo por ir tras el, Sendoh lo ganó, le sonrió y salto, Rukawa también, pero no pudo impedirlo, simplemente no salto tan alto como Sendoh, había quedado corto, eso se lo hizo saber Taoka cuando finalizó el partido.