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Encanto por neblinadesol

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Notas del capitulo:

5-8-2015

Y vamos por el 11, Oh,Yeah!, me costó escribir este capitulo, por eso la tardanza, bueno pero ya lo terminé :DD, agradezco a los que lo leen, :3, gente que pasen una linda lectura.

Los personajes son de NARUTO de Masashi Kishimoto sensei

Espero que no vean muchos errores ortograficos :P

Naruto apretó con tal fuerza sus dientes que sintió el dolor en toda su mandíbula, levantó su rostro sin apartar la vista seria de Itachi y se irguió recto frente a su atacante. El primogénito al notar la actitud  del rubio le devolvió una mirada burlona.

— Tú ni nadie me va a alejar de Sasuke.—El día en que volvió al castillo, enfrentó a varios caballeros cuyos ojos parecían estar vacíos de vida, como hipnotizados. Le costó entrar y avanzar entre los contendientes y tuvo que partirles la cabeza a unos cuantos pues ellos también estaban con la misma determinación, el grito de la única frase que repetían lo enfurecía a cada paso “¡quien me tome, el reino será suyo, dijo el príncipe!” y logró llegar hasta donde la mayoría se amontonaba desesperados por entrar, extrañamente la puerta permanecía cerrada y repelía a todos los que intentaban abrirla, eran empujados por una ráfaga invisible, pero cuando él la empujó se abrió de par en par.

 

—No soy yo el que lo hará, sino tu respuesta.

…Una respuesta, bien…Naruto sonrió con melancolía y dio un paso hacia las espadas sobre su cuello.

Minato cerró sus ojos y  rememoró con pesar el día en que  comenzó.

 

—¡Naruto! ¡Naruto!— llamaba un joven nervioso e inexperto padre, caminaba  dando grandes zancadas sobre el extenso jardín real, mirando a ambos lados de los arbustos floridos en busca de su pequeño y travieso heredero. Todo se veía muy pintoresco, con más vivacidad en los colores producto de la lluvia de horas atrás y una brisa bastante otoñal removía sus cabellos rubios, pero solo recibía como respuesta el sonido de los árboles en el viento.

Minato Namikaze suspiró sonoramente, cansado de dar vueltas  se detuvo a contemplar el paisaje derrotado de no hallar a su mini copia, miró sus zapatos embarrados y se rascó la nuca,  tampoco era una aguja en un pajar pues a pesar de ser  un pequeño de casi siete años era un niño vestido de  traje tipo  marinerito todo naranja chillón  y con una inconfundible cabellera rubia como el sol.

Al ladear la cabeza hacia su derecha se sorprendió de ver a su hijo a no mucha distancia suya mirando hacia arriba de uno de los árboles. Estaba a punto de ir  y gritarle las consecuencias de alejarse tanto tiempo, hasta que se percató de que en una de las ramas  a un poco más de dos metros había una niña de cortos cabellos negros con un largo vestido blanco tratando de bajar, apoyaba uno de sus zapatos algo sucios sobre una rama  y sus bracitos hacían fuerza para evitar caerse sosteniéndose de otras ramas más pequeñas, su hijo seguía atento a los movimientos de la niña y Minato se asustó al ver que la rama bajo su calzado se dobló haciendo que la niña cayera al suelo pero sin tocarlo, ya que su pequeño heredero se lanzó a atraparla entre sus bracitos, aunque tan mal fue su corrida que se tropezó con una raíz y acabó en el suelo siendo un amortiguador de la niña que quedó encima de él. El joven embajador corrió asustado hacia los dos.

—¡¿Naruto estás bien?!—El niño levantó apenas la cabeza viéndolo llegar hasta él, tenía  lágrimas en sus ojos producto del golpe contra el suelo y la cara algo embarrada pero con una sonrisa radiante que intrigó a su padre. Minato  le tendió la mano a la niña que estaba sentada sobre la espalda del rubito un poco aturdida, ella agradeció el gesto con un movimiento de cabeza y un “gracias” bastante cohibido, tomó su mano para levantarse y al verla mejor se dio cuenta de quién era.

— ¿Joven Sa…?

— Señor Minato, yo, yo… lo siento…—rogó en un susurro el susodicho con cara afligida y se abrazó a sí mismo, Minato comprendió y se quitó el saco colocándolo en sus pequeños hombros, Sasuke estaba muy poco abrigado con ese simple atuendo, ¿cómo podía estar afuera con este clima?. Vio a su hijo levantarse algo adolorido y notó que tenía las cejas fruncidas.

— ¡NOO!—gritó y luego hizo un gran puchero en su boca, sus manos se cerraron en puños a ambos lados de su cuerpo y  se acercó a ambos, decidido tiró  el saco de su padre arrojándolo al suelo, tanto Minato como Sasuke se sorprendieron por la acción.

— ¿Na...? —Su padre se sorprendió aún más al ver que su hijo se quitaba torpemente su pequeño y sucio saco naranja y se lo ponía sobre los hombros del pequeño pelinegro que se sonrojó y agachó la cabeza. Minato entonces dijo:

— ¿Por qué hiciste eso?—contemplando a su rubio heredero y luego a su ropa en el césped mojado.

—Porque es mi ángel.

— ¿EEEeeeh?—dijeron al unísono el pelinegro que se coloreo más y su aturdido padre.

— ¡Yo lo vi primero-ttebayo ! Aunque no le veo las alas.— Se acercó a la cara de Sasuke y le miró  a los ojos, el pelinegro volteo nervioso su rostro  — ¿Cómo te llamas?, ¡ah!, los ángeles no tienen nombre… ¿tengo que ponerte uno?

—Naruto, creo que estás un poco confundido, veras…—Minato puso una mano en el hombro del rubito para llamar su atencion.

— ¡Es mío!, ¡yo lo vi primero!—se soltó de su padre y abrazó al pequeño ojinoche poniéndolo en una situación embarazosa, ya que los bracitos del rubito lo apretaban con fuerza y su cara se pegaba a la del extraño.

—Me-me lastimas… —dijo en murmullos sin poder moverse, pero el ojicielo no le hacía caso.

—Naruto, suéltalo.—puso cara enternecida hacia su hijo que lo miraba retadoramente con los labios fruncidos y restos de barro en la cara.

— ¡Minatooooo!—Una joven pelirroja corría hacia ellos levantándose la larga falda de su vestido lila y un abrigado chal sobre sus hombros que se le caía por los movimientos, con una sonrisa que se ensanchaba aún más a medida que se acercaba al trio.

—Kushina…—respondió resignado su esposo, ya sabía lo que vendría.

—¡¡¡Kyaaaaa, son tan lindos!!!¡Quiero pintarlos así!—la mujer se agachó a ver más de cerca a los dos niños.

— Naruto, ¡qué bien!¡Eres todo un caballero!—El rubito dejó aflorar su sonrisa por el cumplido de su madre —¡ ya has conocido al príncipe Sasuke-ttebane!—el rubito le miró extrañado.

— ¿Príncipe?... ¿Sasuke? —y aflojo sus prensas liberando al pequeño pelinegro.

— ¡Es Sasuke, el príncipe del que te hablé!,  ¡qué lindo es!

— ¿Es un príncipe?—le miró a su padre intrigado buscando respuesta, su madre sonrió aún más asintiendo, el mayor  se encogió de hombros.

—Hijo, lo que trato de decirte es…

— ¡Ah!,¡ lo hiciste llorar, que bruto eres Naruto-ttebane!el rubito miró a Sasuke que tenía un par de lágrimas sobre sus ojitos debido al abrazo e intentaba frotárselos. Kushina  sacó de entre sus ropas un pañuelo, se puso frente al pelinegro y le limpió la cara. El rubito también lo notó y agachó la cabeza apenado dándose cuenta de su error —Perdón…no…, no quería…—murmuró refregando sus manos.

—No… importa…—suspiró Sasuke aun sonrojado. Kushina para romper la tensión preguntó inocentemente.

— ¡Oh!, ¿ya te has presentado Naruto?—el aludido abrió los ojos con sorpresa, la miró y negó con la cabeza, —¿Pues qué esperas?—el ojicielo se puso rígido e infló el pecho poniendo los brazos a un lado.

—¡Me-me llamo Naruto! ,¡mi-mi padre es el embajador del país de-del  Remolino y viajo por toOodo el mundo!—dijo algo nervioso y casi gritando mirando hacia la nada.—Minato casi se ríe: no dijo su apellido, Kushina se levantó y le codeó las costillas.— ¡Uhg!

—Uhm,… soy el segundo príncipe del país de La Hoja, Uchiha Sasuke.—susurró e inclinó un poco la cabeza según le enseñaron y conforme a su status. El rubito respondiendo  dobló toda su espalda algo torpe a modo de saludo.

Kushina se giró y miró sonriendo extrañamente  a su esposo que fruncía  cada vez más las cejas a medida que la pelirroja ensanchaba más la boca. …¡¡¡Nononononono!!...rogó Minato internamente.

— ¡Kushina, no!—la reprendió en un murmullo pero su señora no le hizo caso.

—¡¡SEAN ESPOSOS-TTEBANE!!—el pequeño pelinegro se tensó  todo rojo hasta sus orejas y Naruto asentía como loco con la cabeza—¡¡¡¡SIIIIII-DATTEBAYOOO!!!!.—y  se lanzó a abrazar de nuevo al otro niño que no salía de su asombro.

—¡KUSHINA NO DIGAS COSAS SIN SENTIDO!—gritó Minato desesperado.

—Pero se ven tan lindos, y Naruto es posesivo con lo que encuentra.

—Mujer, Sasuke no es una cosa, además son niños, y recuerda que Naruto ya…—Pero su querida esposa le restó importancia a las palabras moviendo su mano como tratando de quitarse una mosca.

—Nadie debería decidir sobre sus vidas y lo que quieren, como dijiste aún son  niños y quien sabe, tal vez sean el uno para el otro.—se quitó el chal  y se lo acomodó a Sasuke sobre el saco naranja.

— ¡Qué bien te queda!—Dijo la pelirroja y Naruto asentía, Minato se frotó la sien y miró a los dos niños, concentrándose en el principito.

—Joven Sasuke, no debería estar afuera con este frio. ¿Por qué estaba aquí?

—Es solo que…—Minato asintió para que continuara, Sasuke abrió su blanca mano dejando ver una cinta dorada.—Se desprendió de mi cabello por el viento cuando estaba cerca de una ventana y se enredó en las ramas de ese árbol.

 — ¡Oh!—Dijo Kushina y lo tomó entre sus dedos, era una cinta con varios grabados— ¡Es muy bonito-ttebane!¡Déjame  ponértelo!—No esperó la  respuesta y se apresuró a peinar con sus manos el cabello azabache, luego tomó un  mechón arriba de su oreja y lo ató con la cinta.

—Naruto, ¿ves? Así se hace.—Naruto asentía. El niño de ojos cielo estaba embelesado mirando al niño de cabellos azabaches con el reflejo dorado sobre su pelo. Minato suspiró derrotado, su amada esposa estaba encaprichada con unir a los dos niños.

—Debemos volver…—todos asintieron. Minato levantó su saco  y se lo puso en el hombro. Hizo una mueca al ver a su hijo tomar de la mano al segundo príncipe que agachó la cabeza, su amada solo sonreía satisfecha.

Caminaban en silencio hacia una de las grandes entradas laterales del castillo de La Hoja hasta que Naruto habló.

— ¿Padre…?—Minato le miró caminando a su lado.

— ¿Hijo?

— ¿Qué son esposos?—el distinguido embajador se tropezó y cayó de rodillas apoyando las palmas de sus manos sobre la suave y mojada hierba. Su esposa se echó a reír y el pequeño Sasuke se sonrojó fuertemente.

Su querida Kushina al oír  que el segundo príncipe del país de La Hoja era especial además de que tenía casi la misma edad  que su hijo, insistía día y noche en conocerlo y luego de verlo se empecinó en hacer que su hijo entable amistad, si, el primer paso ya estaba dado, solo que esto no debía ser.

Y desde ese día, el estar juntos los unió más, primero como amigos, aunque Minato sospechaba que su hijo estaba más que encantado con la amistad que le ofrecía el segundo príncipe, y estaba casi seguro que al pequeño pelinegro no le era indiferente la cercanía del rubito que siempre estaba a su lado, acompañándolo en sus interminables días de encierro. Fue un gran alivio saber que gracias a Sasuke, Naruto volvió a sonreír  después de la muerte de su esposa, fue como el pilar del rubio ante tal pérdida, dolor que a él aún lo carcomía.

 

Minato  abrió repentinamente sus ojos cielo y en un parpadeo empujó con la palma de su mano el pecho de Kakashi, el cual se sorprendió por la acción desesperada del exembajador y retrocedió unos pasos hacia atrás dejando libre a Naruto, Itachi levantó las cejas algo impresionado de que el señor Minato  hiciera frente a su guerrero más fuerte, jamás fue alguien impulsivo y la rapidez en que hizo tal movimiento le recordó a un rayo amarillo.

—Si alguien tiene que morir seré yo, pues es mi culpa que todo resultada de esta manera, mi descuido al firmar tal contrato, mi torpeza al no ponerle límites a mi hijo y luego intentar separarlos—suspiró fuertemente  —mi esposa tenía razón,  tal vez sean el uno para el otro, fue su capricho juntarlos. Y quisiera que esto siga así como su último deseo.

Naruto se sonrojó por lo dicho por su progenitor, se alegró de tenerlo nuevamente como apoyo. Hatake se giró y miró a su señor.

— ¿La verdad, majestad?, ya me estaba cansando de estar en esa posición. Y su “respuesta” me ha dejado más que satisfecho, ¿Y a usted?—Itachi reviró los ojos y chasqueó la lengua.

 —Aún estoy molesto, pero como dijo el señor Minato, —suspiró —me gustaría que esto siga así —Naruto casi se cae del asombro, ¿acaso Itachi le estaba probando?, pues… ¡qué hijo de su pu-puritana madre!... Apenas hizo una inclinación de cabeza y salió disparado hacia el jardín. Minato miró al primogénito que le devolvió la mirada.

—Aaah, será difícil convencer a mi rey del país del Remolino…

—…Pero no imposible.—su majestad terminó la frase.

 

—¡Sasuke!—el aludido se tensó y se agachó como queriendo esconderse. Neji se giró y vio al joven embajador parado detrás suyo, en toda su cara trigueña decía “te mato si lo tocaste”  tragó grueso y se levantó lentamente, pues  la forma en que el rubio lo miraba se asemejaba a la de un  animal a punto de saltarle al cuello, hasta casi podía ver salir de sus narices el vapor de la irritación,…mejor no seguir incomodándolo… se dijo mentalmente. Quería llegar a viejo, así que pasó a su lado a una prudente distancia e hizo una inclinación de cabeza a modo de despedida, el rubio aflojó su semblante y le vio marcharse. Dejó salir el aire alejando la tensión y rodeó la banca quedando delante del pelinegro que no lo miraba.

—Sasuke…—pero no tuvo reacción del otro, el rubio se puso de rodillas y lentamente apoyó ambas manos sobre las blancas que estaban juntas retorciendo un pañuelo sobre su regazo.

—Aunque seas… aunque estés…aunque no puedas…te sigo eligiendo.—apretó sus manos y acercó sus labios para besarlas, se quedó en esa posición escuchándole llorar suavemente. Lo había elegido a él, a alguien que cargaba con ese “estigma” en su cuerpo. Tal vez con el tiempo Naruto buscará en otras u otros lo que no pudiera darle.

— ¿Sa-sabes lo que estás… diciendo? No podré… snif…hijos.

—Por supuesto…. y aquí estoy… contigo. Siempre estaré contigo ¿Te lo prometí, no? —Entonces Sasuke se soltó y apoyó  las manos sobre el cuello de Naruto, atrayéndolo más hacia él, quería creer en sus palabras pero el dolor de ese “tal vez” lo atormentaba, debería esperar y quizás aceptar lo que Naruto le ofrecía y con el paso de los años ese dolor de “no poder” seria tolerable, sintió que  el cuerpo del ojicielo se aproximó a él, la cabeza  rubia se recostó sobre sus muslos, sus fuertes brazos rodearon la delgada cintura y cerró los ojos cielo, Naruto estaba feliz de estar así. El pelinegro se inclinó dándole un beso en la nuca y aspiró el aroma de los cabellos dorados. Solo debía creer más.

Itachi se acercó lentamente junto a Minato quedando detrás de la pareja, Sasuke los escuchó venir y se giró a verlos sobre su hombro.

El primogénito quedó bastante aturdido internamente por esa vista, su hermano  menor a pesar de tener lágrimas recorriéndole ambas mejillas, lucía una hermosa sonrisa. ¿Qué es lo que su hermano trataba de darle a entender? ¿Sufrir y ser feliz a la vez?¿Eso era amor? Solo hizo un suave movimiento de cabeza a modo de saludo y se giró para regresar al castillo, Minato lo imitó y lo siguió a algunos  pasos  atrás, también lucia algo feliz aunque nervioso por tener que ir y enfrentarse  su propio rey. Itachi chasqueó la lengua, aún tenía que atender a un invitado y esperaba que la señorita no lo irritara con su bastante falta de respeto hacia su hermano, tendría que poner de antemano algunos puntos en la “íes”,  porque si no se desquitaría con ella.

 

 

La noche era para muchos el descansar de sus labores del dia y para otros tramar protegidos bajo las sombras.

Escuchó el sonido de pasos acercarse hacia su celda y se quedó tieso en su camastro dándole la espalda a los barrotes. solo vio en la pared una sombra iluminada por la vela que siguió de largo y desapareció, con precaución de no ser escuchado se levantó y se aproximó en puntas de pies al pedazo de tela doblado sobre el suelo que apenas podía verse por la tibia luz lunar que iluminaba su encierro, lo tomó y sacó de allí unas llaves y cuatro piedritas, su pronta libertad estaba asegurada.

 

Notas finales:

Ah, ¿ya estan aqui?,Aaaah, la calma antes de la tormenta jujujujuju.... bueno el sabado  si hay actualizacion de mi OTRO fic, por suerte logré escribir un capi, en cuanto a ÉSTE fic cuando termine otro capi lo subo, pero trataré de que sean los fines de semana o los miercoles si lo saco antes, muchas gracias por leerlo. Que pasen una buena semana. Sean pacientes.¡Nos leemos gente! :3


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