El Sr. Taoka se encamino a la habitación de los jugadores, los chicos nuevos estaban por llegar y lo que menos quería era que llegaran y los descubrieran dormidos aún, después de todo este entrenamiento era para que los demás entrenadores se dieran cuenta de lo mucho que se esforzaba en el entrenamiento de su equipo, por eso llego dos semanas antes que los demás para que los dos chicos se entendieran a la perfección, ya que ellos serían los pilares del equipo, sí, de eso estaba seguro. Al principio creyó que despertar a Sendoh era lo más peligroso del mundo, pero cuando intentó despertar por primera vez a Rukawa se dio cuenta de que estaba equivocado, despertarlo a él le llevo a la enfermería por un golpe en la nariz, así que desde entonces despertaba a Sendoh y le dejaba a él despertar al otro.
-Arriba Sendoh, hoy es el día que estábamos esperando.
-¿Qué…?
-Los muchachos llegaran pronto, levántate de una vez y despiértalo, no deben llegar tarde.
Salio de la habitación, era demasiado temprano, tenía que pararse ya, si no lo hacía se dormiría de nuevo y su entrenador lo mataría, así que tomo su toalla y entro al baño.
A los treinta minutos, estaba listo, solo faltaba lo más difícil del día, despertar a Rukawa, era increíble saber que había un muchacho con un sueño más pesado que el suyo, si bien en estos días la voz de su entrenador había funcionado era por los sueños que tenía, cualquier cosa que gritara lo alteraba demasiado, como si cualquiera pudiera entrar en su mente, dejando sus pensamientos de lado se acerco a la cama de su compañero, si uno entrara pensaría que no habría nada debajo de esas colchas, el chico estaba tan profundamente dormido que ni siquiera el ruido de la ducha o el potente grito de su entrenador hicieron que se moviera, ¿cómo despertarlo? De un solo movimiento alejo las mantas, pero el muchacho ni siquiera se movió, seguía en su posición, le quito la almohada con el mismo resultado, le hablo suavemente, le grito, lo movió, intento hacerle cosquillas pero nada, se sentó en la cama con los brazos detrás de la espalda de Rukawa, de pronto este giro, haciendo que los brazos de Sendoh se doblaran y el chico cayera encima de él, Rukawa al sentir un peso de más abrió lo ojos topándose con la mirada de Sendoh directamente.
-Yo, intentaba despertarte.
-Buen intento, echarte encima de mí…
-No era mi intención, pero te grite, te moví, te quite las sabanas, la almohada y no te despertabas.
-¿Por qué sigues encima?
-Lo siento.
Sendoh se levanto, sintiendo esa mirada recorrer su cuerpo, como si pudiera saber que era lo que estaba soñando, respirando hondo y dándose cuenta de lo tonto que eso se escuchaba en su mente, se despidió de él y salió de la habitación. Rukawa estaba extrañado ese no era el Sendoh que se había estado mostrando ante él, ahora parecía que estaba nervioso con su presencia o con su mirada, el Sr. Taoka entró a la habitación. -
Aún en la cama, eso creí, apresúrate chico los miembros restantes están por llegar.
El comentario resonó en su cabeza, los chicos que completaran el equipo se presentarían hoy, con una velocidad sorprendente entro a la ducha, para después ir al comedor. Desayunaron tranquilamente la inquietud aumentaba en ambos jugadores, cambiar de equipo no era fácil, acostumbrados a las miradas de sus compañeros, de calcular la velocidad de cada uno para poder dar un pase y sorprender al enemigo era una técnica que llevaba su tiempo, era como si fueran a empezar de cero, una hora después del desayuno los miembros llegaron. Un señor enorme se acerco a los entrenadores, ignorando a los dos muchachos.
-Es bueno verlos de nuevo, ¿están listos?
-Los muchachos que trajo Taoka son muy hábiles.
-¿De verdad?, vaya que bueno, no esperaba que consiguieras a alguien más, he escuchado que en tu equipo solo un jugador vale la pena.
-Eso solo lo dicen las personas que no saben nada de mi equipo.
-¿Entonces ambos muchachos pertenecen a Ryonan?
-No, pero fue por un favor que me pidió un amigo.
Rukawa se sintió un poco incómodo, pero no le dio importancia después de todo estaba allí, por otro lado Sendoh estaba perdido en su mundo, quería conocer mejor a Rukawa, por sus clases de natación pudo observar que el chico poseía un lado muy tierno, pero al parecer no había tenido oportunidad de demostrárselo a alguien, y él quería ser el afortunado, fijo su mirada en el chico, tenía la cabeza un poco ladeada, sus manos estaban alrededor de una taza, sus ojos no perdían detalle de los entrenadores, se veía encantador con su cabello despeinado, y con ese pants negro era exquisito, una mano paso enfrente de su vista, alzo su mirada y se topo con un par de ojos negros.
-Si lo sigues mirando se va a acabar muy pronto.
-Él tiene razón, y sería una lástima por que esta lindo el chico.
-Lástima, parece que llegas tarde Susaku.
Sendoh, volteo a ver a los chicos, parecían agradables, hasta que se acercaron a Rukawa y ese tal Susaku pasó uno de sus brazos por sus hombros.
-Hola chico, deberías decirle a tu novio que no te viera con esos ojos, en cualquier instante te va a comer por completo.
Rukawa reacciono un poco lento, en primera por que era la primera vez que alguien se acercaba a él con tanta confianza y frescura, y en segunda por que ni siquiera sabía de que estaban hablando.
-Bueno, yo soy Susaku, él es Kotaro y por último Takuto.
Los tres chicos parecían simpáticos, pero al no estar acostumbrado a ese trato, Rukawa intento separarse de Susaku.
-Tranquilo chico, no muerdo y menos con novios presentes.
-No somos novios-Murmuro Rukawa un poco sonrojado.
-Aún- Agrego Sendoh al ver como el brazo de Susaku pasaba por la espalda de Rukawa de nuevo.
-¡Ah! Cuidadito Su, que este lindo chico se nos pone hecho una fiera- Susurró Kotaro.
-Y deja de sobar al otro- Dijo Takuto.
-Ya, ya lo dejo, pero que protector resulto tu… pretendiente.
-Le prometí a mi entrenador que me haría cargo de él, y eso voy a hacer.
Rukawa al escuchar eso, se tensó, cosa que Susaku sintió al instante.
-Vamos, pero no solo es por eso ¿cierto?, o ¿me estas dando la oportunidad de quedarme con él?
En ese momento los entrenadores se acercaron.
-Parece que ya se conocen muchachos…
-En realidad ellos ya nos conocen pero nosotros no hemos tenido el placer de saber como se llaman entrenador.
Taoka les dirigió una mirada de reproche, así que en tono calmado y juguetón Sendoh los presento.
-Una disculpa pero tuvimos ciertas prioridades, me llamó Sendoh Akira y él es Rukawa Kaede.
Kaede solo movió la cabeza en forma de saludo.
-Bueno, ahora que ya saben sus nombres, podemos empezar con el entrenamiento.
Así comenzó el entrenamiento de los cinco chicos, si bien las habilidades de los nuevos reclutas eran buenas no alcanzaban el nivel de Rukawa y mucho menos el de Sendoh, así que los entrenadores tuvieron que realizar diversas jugadas de resistencia, asistencia, pase corto o largo, que les hicieron sentir que el verdadero entrenamiento era el infierno. Cuando al fin terminaron de entrenar, todos se fueron a sus habitaciones.
-¿Qué te parece compartir habitación conmigo Rukawa?
Ninguno de los nuevos se atrevía a llamarlo por su nombre, la única vez que Susaku lo intentó le envió una mirada de muerte y asunto arreglado, o eso pensó.
-No, ya tengo habitación.
-Así que duermen en la misma habitación, que crueldad, no solo en la cancha sino que también en los tiempos libres Sendoh va a estar contigo, eso es injusto.
-Kaede, ¿me puedo duchar primero?
Sendoh se asomaba por la puerta de su habitación, sin playera y con una sonrisa en los labios, Rukawa solo asintió con la cabeza, Sendoh cerró la puerta pero no fue a la ducha precisamente, se quedo para escuchar lo que Susaku diría en 5, 4, 3, 2, 1…
-¿Te dijo Kaede?, ¿él te llama por tu nombre?-
Al ver que no le contestaba volteó para verlo, pero los ojos de Rukawa eran de fastidio.
-¿Te gusta Akira?- Pregunto Susaku de manera seria.
Rukawa considero la idea de encerrarse en su habitación sin decir una palabra, pero como humano necesitaba decírselo a alguien y si ese alguien no vivía en su ciudad y era probable que no se vieran con frecuencia mejor para él.
-Sí.- Susaku lo observo por un minuto, parecía estar evaluándolo o juzgándolo, se quedo quieto sin saber que hacer.
-Pues bien al parecer a él también le gustas deberías de atreverte a decírselo.
-No puedo.
-¿Por qué no?
-Yo…
-Ya sé que me vas a decir, “aquí nos llevamos bien pero en realidad somos enemigos a muerte en la cancha, es mi primer amigo y no quiero desperdiciarlo, a pesar de parecer que le gusto que tal si en realidad es mentira y solo me usa un rato”, bueno amigo, la primera, créeme la vida es más que una cancha de básquet, es tu mejor amigo y eso no va a cambiar así andes con él, y lo último, el que no arriesga no gana así que apresúrate, a menos que…
-¿Qué?
-Esperes que él dé el primer paso, bueno eso se soluciona fácil, pero déjamelo a mí. Ya verás haré que Akira dé ese paso.
Susaku se fue riendo por el pasillo para llegar a su habitación ya que al quedarse charlando con Rukawa había tenido que quedarse solo, dio un hondo suspiro y se propuso pensarlo en su baño, al fin tenia tiempo para eso. Sendoh se despego de la puerta al escuchar como Susaku se iba, esto empezaba a ponerse divertido, ¿qué pretendería Susaku?