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¿Mi prometido? (Tsuki x Yamaguchi) por Flory

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Notas del capitulo:

disculpen la demora, ya iniciaron mis clases y me tienen atada con tanto trabajo. 

les dejo el cap. espero que les guste.

Pd: no soy muy buena poniendo nombres. 

Kenma se encontraba tumbado sobre una pila de cojines que había en el piso de su habitación, aun era de madrugada, y a pesar de haber estado despierto hasta muy tarde no tenia sueño. Serraba los ojos y se recordaba recorriendo las calles mientras abrasaba la cintura de Shoyo, aun podía sentir el olor de su perfume, sentía el rose de su suave piel. Se sentó sobre los cojines y miro hacia una repisa de cristal que estaba frente a él, se levanto para acercarse, quedo con la mirada fija en la foto que ahí estaba; se veía un Shoyo, Tadashi y Kenma de apariencia completamente infantil jugando sobre el césped. Recordó lo mucho que se divertían cuando eran niños, ahora habían cambiado sus tardes en el jardín por noches en un bar. Suspiro pesadamente, se quito la ropa y se dirigió su baño, encendió la llave de agua para llenar la bañera y cuando tubo la temperatura adecuada coloco el jabón con olor a rosas, regalo de su madre, se metió en la bañera y se sumergió hasta la barbilla. Shoyo volvió a pasar por su mente, Kenma solo sacudía la cabeza para dejar de pensar en él, pero era inútil, siempre pensaba en él, lo había estado haciendo desde hace 5 años, incluso desde antes de que se fuera a América.

-aun me gusta  –dijo casi en un susurro.

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-hijo, despierta –Tadashi escucho la suave voz de su mamá, sentía como la movió con cuidado para despertarlo.

-mmm mamá, 3… no 5 minutos más –se escucho bajo las sabanas ya que estaba envuelto de pies a cabeza

-nada de eso cariño, tienes clases –su mamá se sentó junto a él –anoche llegaste muy mal, por suerte tu padre ya estaba durmiendo y no te vio.

-¿en serio? –se quito la sabana de la cabeza –¿no sabe nada?

-no, así que cuando bajes a desayunar procura actuar normal y quita esa cara de moribundo –coloco su mano sobre los mechones levantados de la cabeza de su hijo.

-no tengo…

-no puedes irte así.

-siento que vomitare todo –a Tadashi se le revolvía el estomago solo de pensar en comida.

-pediré que te sirvan algo que te ayude a sentirte mejor –se levanto de la cama y se dirigió a la puerta –anda, arréglate y te espero abajo.

-si  mamá.

Tadashi salió de la cama, sintió que la habitación le giraba alrededor, tubo que sostenerse de la pared para no caerse, cuando por fin se controlo, se quito el reloj y lo dejo sobre el buro. Se metió al baño y se dio una ducha con agua fría, su cuerpo temblaba ante el contacto del agua fría en su piel, cerró los ojos y respiro profundamente, como si quisiese liberar toda su desilusión, todo su enojo. El solo pensar en la noche anterior le provocaba el mayor de los enojos, ¿como podía causar eso una persono de cual no sabia ni el nombre? Era eso era lo que mas le molestaba, era él mismo, estaba enojado consigo mismo, se dejaba llevar por su inocencia, por su amabilidad, se sentía tan iluso e ingenuo.

Salió del baño solo con una toalla envuelta en la cintura, se había dado un buen baño, pero sus ojos aun parecían adormilados.  Se vistió con unos jeans negros, una playera blanca de cuello en V,  y sus tenis tipo botines. Se volvió a colocar su reloj y antes de salir de su habitación tomo del buro sus gafas de sol.

 

-buenos días –saludo al llegar al comedor donde ya estaban sus padres.

-buenos días –su padre apartaba la vista del periódico que leía, no le paso desapercibido el mal estado de su hijo.

-siéntate cariño –hiso una señal a una sirvienta para que le llevara el desayuno a Tadashi.

-¿te sientes bien? –pregunto su padre.

-ahh… solo estuve mucho tiempo frente a la pc -era malo mintiendo así que aparto la mirada para no ser descubierto.

-Ayer llego Hinata ¿cierto? –Tadashi solo asintió, ya que acababa de dar un gran bocado a su pan con mermelada –eso explica que llegaras tarde, dejaste la tarea para después.

-je si, se nos fue el tiempo entre tantas cosas que nos contó –dijo con nerviosismo.

-hijo, si sigues hablando vas a llegar tarde a clases, y tu amor, también ya vas tarde para la oficina.

Tanto padre e hijo solo asintieron y continuaron desayunando en silencio, a ninguno de los dos les gustaba disgustarla, sabían que era demasiado para ellos hacerle eso. Aunque Tadashi sabia el porque del comportamiento de su madre y le estaba totalmente agradecido.  Levanto ligeramente la mirada hacia su madre y le sonrió de todo corazón, y su madre hiso lo mismo.

Al salir de la casa se encontró con Makoto Shimada, el chofer de la familia, este limpiaba su auto mientras tarareaba una canción.

-buenos días Makoto.

-joven, buenos días.

-espero no haberte causado muchos problemas ayer.

-no, ya sabe que es mi deber servirle. A demás usted nunca me causa problemas –había un brillo cálido en los ojos de Makoto que Tadashi podía ver claramente, lo que hacia que se sintiera completamente tranquilo con él. 

-me voy.

-si, su auto ya esta listo. Que tenga un buen día –le abrió la puerta del conductor y Tadashi entro para después salir por el gran portón de hierro que se habría a su paso.

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-¡eyyy Kenma!

Shoyo gritaba desde el estacionamiento haciendo que todos los que estaban a menos de 10 metros de él se taparan los oídos con las manos. Kenma se detuvo unos instantes pero después siguió caminando. Shoyo corrió para poder alcanzarlo, cuando por fin lo logro tubo que sostenerlo de la playera para que se detuviera.

-¿Por qué no te detuviste? –pregunta Shoyo con la respiración agitada por correr.

-ya es tarde, la clase empezar en solo unos minutos –dijo retomando su camino haciendo que Shoyo lo soltara.

-si lo se, vamos.

 

Entraron a su salón, y como siempre el silencio se hiso presente mientras ellos cruzaban, eligieron los lugares de atrás para sentarse y así tener una mejor vista de todo y todos. Poco a poco volvió el ruido de las pláticas de sus compañeros.

-¿crees que Tadashi no venga hoy? –Shoyo pregunta desanimado.

-vendrá –Kenma respondió con mucha seguridad.

El ruido de la puerta abriéndose hiso que todos miraran hacia ella, creían que era el profesor, pero para sorpresa de todos era un chico alto de pelo rubio el que entraba al salón. Shoyo y Kenma se miraron entre si y después volvieron a mirar al rubio. Tsukishima sintió las miradas y se encontró con los dos acompañantes del chico de la noche anterior, tuvo la pequeña esperanza de verlo ahí, pero no estaba. Se dirigió a una mesa que estaba junto a la de Shoyo y Kenma, sin decir nada se sentó, se coloco sus audífonos ignorando las miradas de los demás y la de Shoyo que casi le hacia hoyos en el cuerpo.

-cálmate Shoyo –Kenma no se escuchaba nada preocupado.

-no hare nada, solo que ese tipo no me agrada.

-si no te agrada, por que incitaste a Tadashi a ir con él.

-porque a él si le agrada.

-no te entiendo.

-pues claro, cuando te enamores de alguien lo entenderás –dijo Shoyo colocándole la mano en el hombro.

-no lo creo –dijo Kenma apartando la mano de Shoyo.

-Kenma ¿te gusta alguien?

Aunque no lo pareció, la pregunta le cayó como agua fría, trato de no mostrar reacción alguna ante aquella pregunta.

-no –sabia que si Shoyo notaba algo extraño no quedaría contento hasta hacerle decir la verdad.

Shojo lo miro a los ojos como si analizara la respuesta a trabes de los ojos de Kenma a quien no le quedaba nada más que soportar esa mirada tan insistente. Para su suerte el profesor entro en ese preciso instante, todos volvieron a su lugar, Tsukiyama se quito los audífonos y centro su mirada al frente. Cuando el profesor estaba por  decir algo apareció Tadashi en la puerta.

-buen día profesor, ¿puedo entrar? –dijo con voz casi sin interés.

-si, dado que es la primera vez lo dejare pasar por hoy –entro y sin mirar a los lados se dirigió al fondo del salón –quítese las gafas joven –añadió el profesor.

Se quito las gafas, levanto la mirada y creyó estar alucinando cuando vio a Tsukishima justo al lado de donde el solía sentarse.  Ambos desviaron la mirada pero Tsukishima logro ver la apagada mirada de Tadashi.

-¿estas bien? – pregunta Shoyo.

-si –responde sin ánimos.

-no lo pareces – dice Kenma.

-mira quien habla –Shoyo responde sarcásticamente.

-chicos, nos llamaran la atención –dice haciendo que sus amigos se callaran.

-jóvenes los de ahí atrás, por favor guarden silencio y pongan atención a la clase –el profesor los señalo haciendo que los demás los miraran.

Tadashi miro a sus amigos con cara de “malditos, se los dije” mientras que Shojo trataba ahogaba una risilla y Kenma los ignoraba a ambos. Tadashi procuraba no mirar hacia Tsukishima pero aun así sentía su mirada sobre él, igual que la noche anterior, eso hacia que se tensara y aunque trataba de disimular no lo lograba del todo.  Tsukishima por su parte seguía confuso, no entendía como ese chico podía ponerlo tan inquieto, pero de algo estaba seguro, tenia que arreglar las cosas con él, lo cual no seria nada fácil, al menos no sin dejar su orgullo de lado.

La clase les parecía eterna tanto a Tadashi como a Tsukishima, ambos  parecían completamente concentrados pero en realidad divagaban por mundos en los que formaban pequeñas historias, Tadashi pensando en la forma más fácil de salir del salón sin parecer tan obvio su escape, y Tsukishima pensando en las distintas formas de disculparse. Cuando por fin termino todos empezaron a salir, el trio de amigos también se dispuso a salir, Tadashi se coloco entre Kenma y Shoyo, de esa forma se sentía más seguro. Tsukishima sintió al instante la evasión de Tadashi, esto solo hiso que se frustrara mas.

-disculpa, necesito hablar contigo un momento –Tadashi escucho a Tsukishima detrás de él.

-vamos Kenma –Shoyo siguió caminando hacia la salida con las manos dentro de los bolsillos, seguido por Kenma que, dejando a Tadashi completamente solo con Tsukishima.

El silencio que reino durante los siguientes segundos fueron de lo más incomodos, lo que Tadashi quería era salir corriendo lo mas rápido que pudiese pero sus piernas estaban paralizadas

-por lo de anoche yo… lo siento

Palabras demasiado fuertes para Tsukishima, normalmente se abría evitado problemas ignorando todo como siempre, pero esta vez no, esta vez prefirió decirle adiós a su orgullo.

-esta bien, no creo que debas disculparte con un niño mimado e insoportable –hiso énfasis en las ultimas palabras.

-dije que lo sie…

-esta bien, dejémoslo así, después de todo no es la gran cosa –Tadashi tuvo que reunir todas sus fuerzas para poder dar esta respuesta.

-si, tienes razón –dijo Tsukishima con la mirada fija en Tadashi quien solo miraba el piso.

-hasta luego –Tadashi salió del salón casi corriendo.

No había salido como lo estuvo planeando durante toda la clase, de echo ni siquiera se acerco un poco a lo que imagino, Yamaguchi Tadashi, una persona sin importancia en la vida de Tsukishima, una persona sin importancia se repetía para si mismo, ¿pero porque pensaba tanto en él?

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-¡wooooouu en serio le dijiste eso! –a Shoyo le brillaban los ojos ante lo que Tadashi les había contado.

-es sorprendente –dijo Kenma sin mostrar mucha sorpresa.

-Kenma, claro que lo es, es genial –Shoyo se pego a Tadashi casi como un pulpo –nuestro amigo ya a crecido –dijo haciéndola como de madre orgullosa.

-me gustaría poder decir lo mismo de ti –dijo Tadashi quien intentaba quitarse a Shoyo de encima.

-entonces ¿todo termina aquí? –la pregunta de Kenma hiso que todos se mirara entre si.

-eso parece –respondió Tadashi un tanto desanimado –pero cambiemos de tema, eso ya no importa.

-escuche de mis padres que te están buscando una esposa –el comentario de Shojo hiso que Tadashi casi callera al piso.

-¿Qué? Imposible, no no eso no –decía aun sin creer lo que había escuchado.

-Shoyo ¿Cómo sabes eso? –pregunto Kenma.

-ya lo dije lo escuche de mis padres, ellos hablaban con un amigo de nuestros padres y comentaron eso.

-¿Qué? Todos lo saben menos yo –Tadashi intentaba no arrancarse los pelos de la cabeza ante lo que escuchaba.

-tranquilo, tal vez solo es rumor –dejo Kenma con su relajada voz.

-chicos saben bien que no me importaría casarme a esta edad, pero… -no termino la frase

-¿no le has dicho a tus padres? –pregunto Shojo poniendo una mano en su barbilla.

-no es tan fácil –Tadashi se hiso un espacio entre Shoyo y Kenma para podre sentarse en la el césped –ni siquiera lo he hablado con mamá.

-deberías hacerlo ya, o de lo contrario de verdad terminaran casándote –dijo Shoyo

-si, esta misma tarde lo hare. Me he esforzado mucho en todo, solo para apaciguar un poco la reacción de ellos cuando les cuente esto.

-te quieren mucho, estoy seguro de que no lo tomaran a mal –Kenma les entregaba unas galletas de chocolate mientras el ya comía una.

-eso espero.

-tendremos clases dentro de dos horas, hagamos algo divertí…

-no –Tadashi se paro y los miro –me voy a casa.

-¿tú… vas a saltarte las clases? –pregunto Kenma sorprendido.

-je je creo que quiero sentir lo que se siente –dijo sonriendo.

-amigo, sabes que nos tienes para estar contigo en las buenas y en las malas, en los mejores y en los peores momentos de tu vida, en…

-también quieres saltarte las clases ¿cierto? –Kenma interrumpió a Shoyo.

-ahhh que, no, claro que no. Solo pienso que seria mas divertido en grupo –responde con su voz infantil, desviando la mirada y rascándose la mejilla con un dedo.

-ja  ja ja –Tadashi  reía a carcajadas –vamos todos.

-¡si! –Shoyo salto de emoción -¿Kenma?

-vamos –a Kenma también le pareció divertido.

-bieeen, vamos, Kenma te vas con Tadashi o con conmigo.

-Tadashi –dijo rápidamente.

-ahh tu te lo pierdes – le dijo.

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Después de jugar volibol durante 4 horas en una cancha que estaba en un parque, decidieron que ya era tiempo de cada quien regresara a casa, se despidieron y le desearon suerte a Tadashi para la conversación que tendría con sus padres.

Cuando Tadashi regreso a su casa se encontró a su madre leyendo en el jardín de enfrente. Se acerco sin que ella lo notara.

-¿mamá, que lees?

-cariño, regresaste temprano. Es una novela, Blanco nocturno.

-¿es de romance? –pregunto mientras se sentaba junto a ella.

-no, es mas como de intriga.

-¿intriga sin romance?

-si.

-mmm no lo imagino, pero debe ser interesante.

-cariño, hoy vendrá  a cenar un socio de tu padre.

-¿socio?

-más que socio, es un amigo. Vendrá  con su familia, así que procura estar listo para cena.

-debe ser muy buen amigo, ya que papá rara vez trae a alguien a la casa.

-si, lo es.

-voy a mi habitación –le dio un beso a su madre y entro a la casa.

 

En su habitación pensaba que algo en el universo no quería que tuviese esa conversación con sus padres, ahora que se había decidido esta cena se le interpone. Se resigno a posponer su charla para el siguiente día. Se recostó sobre su cama y sintió la mirada cansada, si se quedaba ahí terminaría por dormirse así que se levanto y fue hacia su mesa de estudio donde encendió su laptop, decidió que escribiría por un rato, era uno de sus pasatiempos favoritos.

Siempre dando lo mejor, esforzándonos al máximo,

Todo con tal de poder superarnos,

Con tal de ser buenos hijos, buenos esposos, buenos padres, buenas personas.

Todo con un fin que tenemos claro.

Pero en ocasiones nos perdemos a nosotros mismos en ese camino,

Confundimos lo que queremos, con lo que los demás quieren para nosotros.

¿Cómo podemos seguir en el camino correcto?

Siempre siendo uno mismo,

Siempre recordándonos que yo soy yo,

Y los otros son los otros.

 

-ser yo miso.

Se miro al espejo, sonrió y podría decirse que vio la belleza de sus propios ojos. Regreso a su mesa y se puso terminar sus trabajos pendientes. Estuvo trabajando durante casi 3 horas, las cuales le parecieron minutos, su concentración era sorprendente. Faltaban como 3 horas para la cena y sintió que por alguna razón no quería estar presente, pero no podía hacerle eso a su padre, así que prácticamente estaba obligado a estar ahí.

Regreso a su cama y esta vez decidió dormir una pequeña siesta. Se quedo profundamente dormido en menos de 3 minutos. Las horas pasaron muy rápido y de no ser por la empleada que lo despertó para avisarle que se preparara para la llegada del amigo de su padre, no habría logrado  despertarse el solo.

Fue el baño a lavase la cara, cambio su ropa por oras; pantalones negros un poco ajustados, una camisa azul con mangas a medio brazo y zapatos tipo botines negros.  Arreglo su peinado y salió de su habitación para bajar a la sala de espera donde si tenia suerte aun no habrían llegado los invitados de su padre.

 

-buenas noches, bienvenidos –saludo Lissa.

-buenas noches –respondieron los invitados.

-Roy ¿Cuánto tiempo sin vernos? –Toshi  le dio la mano a su amigo.

-Toshi, amigo mío. Me alegra que sigas tan bien como siempre –le respondió Roy  (padre de Tsukishima)

-sus hijos han crecido mucho –Lissa mira a los hermanos Tsukishima quienes le sonríen amablemente –Kiyoko te ves muy hermosa –la toma de las manos.

-gracias señora –responde Kiyoko al algo de Lissa.

-¿Dónde esta tu hijo? –pregunto Lean (madre de Kei)

-él bajara en un momento.

Como atraídos por la una fuerza invisible Tsukishima miro hacia las escaleras en el justo momento que Tadashi apareció, la sorpresa de ambos fue mas que grande, Tadashi no pudo ocultarlo su rostro era como un libro abierto, mientras que Tsukishima se mostro con mas control sobre su expresión. Tadashi bajo lentamente por las escaleras haciendo que los demás voltearan a verlo lo cual lo ponía un tanto nervioso.

-buenas noches –saludo mientras llegaba con los demás.

Los invitados le devolvieron el saludo cortésmente, Tadashi vio el gran parecido entre Tsukishima y su padre, por otro lado su hermana era una chica muy hermosa y muy parecida a su madre, nada que ver con la apariencia de Tsukishima.

-pasemos al comedor –dijo la mamá de Tadashi.

En el comedor el ambiente era muy animado, no era un cena como otras, esta era mas como de unos buenos amigos reencontrándose, si ignoramos lo nervioso que estaba Tadashi sentado frente a Tsukishima quien en ocasiones lo miraba como si quisiera leer su mente para saber lo que pensaba en esos momentos.  Después de un tiempo cuando ya casi estaban por terminar ocurrió lo que nadie esperaba, mejor dicho lo que Tadashi, Tsukishima y Kiyoko nunca abrían imaginado.

-muchachos –empezó a hablar el padre de Tsukishima  –saben que la amistad es muy importante para reforzar los lazos entre grandes empresas pero en ocasiones eso no basta.

-al grano –dijo Tsukishima haciendo notar su falta de paciencia.

-lo que Roy quiere decir es que en ocaciones… bueno…  hay que atar los lazos aun mas fuerte de lo normal, para poder mantener las empresas en su máximo apogeo.

-¿de que forma planean hacer eso? –pregunta Tadashi, a lo cual los mayores se miran entre si.

 -hablen –dice Tsukishima ante el silencio a la pregunta de Tadashi.

-Kei –dice su padre –tu hermana y Tadashi… SE TIENEN QUE CASAR.

“se tienen que casar”, Tadashi, Tsukishima y Kiyoko quedaron helados ante aquella frase que resonaba una y otra vez en sus cabezas. Tsukishima fue el primero en salir de aquel estado, miro a su hermana que aun estaba estática con la vista abajo moviendo los ojos como tratando de asimilar lo que acababa de escuchar. Desvió su mirada a Tadashi que estaba en peor estado, tenia el rostro completamente agachado, lo que no le permitía ver su expresión, se sintió frustrado al no poder saber lo que pensaba Tadashi en esos momentos, se sentía extraño.

Tadashi por su parte, estaba completamente perdido en el vacío de su mente, “esto no” se decía “no quiero esto”, ahora que por fin se había decidido a hablar con sus padres, le salen con esto. Siempre era lo mismo, por no decir las cosas, por quedarse callado, siempre terminaba haciendo cosas que no quería.

-esto es…

-Kei, esto esta decidido –dijo su padre con tono autoritario.

Tsukishima apretó los puños sobre la mesa ante esa actitud de su padre.

-¿desde cuando? ¿desde que… 

-Kei, cálmate hijo –se madre coloco su mano sobre la de él.

-Tadashi… -Lissa miro a su hijo que aun no mostraba signos de reacción alguna en su ser.

Tadashi escucho el murmullo de su madre, levanto la mirada pasándola por todos y la detuvo ante Kiyoko quien también lo miraba a él, los ojos de ella eran tan hermosos como los de su hermano, pero su mirada parecía gritar lo mismo que él.

-n..o , no…–temblaba al hablar, apretó sus puños y se levanto de la silla –no quiero .

-Tadashi, se que es inesperado pero tienes que entender –Toshi se dirigió a su hijo con una voz llena de calma.

-Tadashi, Kiyoko es hermosísima, y Kiyoko –Lissa miro a la chica –Tadashi es un hombre increíble.

-yo tampoco quiero –dijo Kiyoko.

-¿Qué? –Roy volteo hacia su hija –¿que dijiste?

-dije que yo tampoco estoy de acuerdo.

-esta claro que esto no se realizara –dijo Tsukishima.

-pueden al menos tratarse –Lean trato de llevar la conversación por un rumbo mas tranquila.

-no –Tadashi hablo firmemente sorprendiendo a su padre.

-¿Por qué no? –Toshi seguía con su calmada voz.

Tadashi apretó los dientes, intento hablar pero la voz no le salía, su garganta estaba cerrada, pero tenia que hablar ahora, tenia que ser sincero y decir la verdad.

-a mi… a mí, no me atraen las mujeres…

 

Notas finales:

La confeción de Tadashi dejo a todos ipactados, ¿que haran para solucionar este asunto?

Dentro de un dia o maximo 2 estara listo el siguiente ca.


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