-Kenma, ¿puedo pedirte un favor? –Shoyo miraba por la ventana del auto.
-si dime –responde Kenma quien no apartaba la vista de en frete.
-me puedo quedar contigo, no quiero estar solo.
Shoyo vivía solo, sus padres aun se encontraban en América, por lo tanto siempre estaba solo en casa a excepción de una empleada que iba de vez en cuando a limpiar su apartamento con la cual conversaba.
-esta bien –responde Kenma, mientras tomaba la ruta para ir a su casa.
Cuando llegaron a casa de Kenma, subieron rápidamente a su habitación, era muy tarde y ambos querían descansar.
-¿seguro que no quieres quedarte en la habitación de huéspedes?
-seguro –responde Shoyo –vamos ya, estoy muy cansado.
Ambos se metieron a la cama. Kenma estaba con la persona que le gustaba desde años atrás, pero no estaba feliz. Algo andaba mal, y lo sabía, Shoyo no hablaría de eso por más que insistiera.
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-¿que lugar es este? –pregunta Tsukishima.
Están en una pequeña casa que se encuentra en lo más profundo del inmenso jardín trasero de la mansión Yamaguchi. Solo tiene el baño y una habitación muy amplia con paredes de un color blanco que contrastan con las cortinas azules que cubrían las altas ventanas. Había bastantes cojines tirados en el piso, una mesa bajita muy amplia en el centro la cual tiene una canasta llena de distintos dulces, al fondo en una esquina se encontraba una cama muy amplia.
-es mi lugar de escape, aquí es donde descanso –le sonríe tiernamente.
-es muy tranquilo.
-si
Tsukishima se acerco a Tadashi y lo abrazo por atrás, olio su cabello mientras subía una mano hasta el pecho de Tadashi quien solo podía dejarse llevar por la cálida sensación ante el contacto.
-pero hoy no quiero descansar –Tsukishima hablo al oído de Tadashi de forma muy seductora.
-Tsuki… mañana hay escuela, tenemos que descansar.
-no me importa.
-Tsu… Tsuki –Tadashi se estremeció al sentir el cálido aliento de Tsukishima.
-shhhh –le besa la mejilla y la oreja.
Le da la vuelta a Tadashi quedando ambos de frete para besarlo, ambos profundizaron mas el beso, la inexperiencia de Tadashi había desaparecido por completo. Guio a Tadashi hasta la cama, suavemente lo recostó colocándose sobre él aprisionándolo entre la cama y su cuerpo. Tsukishima se alejo para poder mirar el rostro y pecho de Tadashi; su cabello alborotado, su mirada evadiendo la de él por timidez, sus mejillas sonrojadas. A Tsukishima todo esto le parecía lo más lindo que podía ver en na persona, y no en cualquier persona, solo en él, en su Yamaguchi.
Sus miradas se cruzaron, Tsukishima se relamió los labios de forma provocadora y con una sonrisa picara bajo hasta el cuello de Tadashi para besar esa suave piel que lo incitaba a besar cada vez más.
“creo que el adicto soy yo” piensa Tsukishima cada vez que sus labios rozan la piel de Tadashi mientras este dejaba escapar pequeños gemidos.
Es la primera vez que Tadashi esta de esta manera con alguien, la primera vez que tiene esas sensaciones que lo hacen perderse en los brazos de Tsukishima. Rodeo su espalda con los brazos, lentamente empezó a deslizarlos para acariciarla.
-je me parece que eres muy ansioso.
-ahh… no, es solo que…
-shhhh –le coloca el dedo índice sobre los labios.
Tsukishima se acerco a sus labios para besarlo, pero fue solo un rose de labios haciendo que Tadashi se quedara con ganas de más, Tsukishima noto su gesto y rio divertido mientras se acercaba una vez mas pero esta vez si profundizo el beso, sin perder oportunidad Tadashi introdujo su lengua en la boca de Tsukishima empezando a jugar con la de él. Continuaron así varios segundos, disfrutando el uno del otro.
Tsukishima subió sus manos hasta la cabeza de Tadashi enredando suavemente sus dedos entre los cabellos de este. Después bajo una mano para meterla por debajo de la playera de Tadashi y acariciar su costado. En un movimiento rápido pero con delicadeza hiso que ambos giraran el la cama quedando Tadashi sobre él, lentamente Tsukishima se sentó en la cama haciendo que Tadashi quedara de rodillas sobre él.
-así esta mejor –dice Tsukishima.
Tadashi rodea el cuello de Tsukishima sin dejar de besarlo. Tsukishima difícilmente se aparta de él para poder deshacerse de la playera de Tadashi, cuando logra quitársela la tirándola fuera de la cama, y se lanza nuevamente al cuello de Tadashi besando y lamiendo cada centímetro de el, bajando por la clavícula, besándole parte de los hombros. Tadashi empieza deshacer los botones de su camisa dejando al descubierto su blanco pecho.
-Tsuki… ¿puedo…
-adelante –Tsukishima no tuvo que escuchar más pues sabía a lo que se refería.
Empezó a besar el pecho de Tsukishima, no sabia si lo hacia bien pero aun así no pensaba detenerse, subió lentamente hasta su clavícula con suaves besos que eran mas que suficientes para que Tsukishima cerraras los ojos y se dejara llevar por las caricias de aquellos labios en su piel. Ladeo su cuello cuando Tadashi llego a el, sintió como subía por él un poco mas y mordió suavemente su el lóbulo de su oreja haciendo que se le escapara un pequeño gruñido que trato de contener.
-¿lo hago bien? –pregunta Tadashi en un susurro al oido de Tsukishima.
-bastante bien –dice Tsukishima –pero yo sigo siendo el maestro.
Tsukishima atrapo con sus labios uno de los pezones de Tadashi haciendo que este se arqueara un poco hacia atrás por el placer que sentía, jugaba con el suavemente, lamiéndolo y besándolo, con una mano sujetaba a Tadashi por la espalda y con la otra estimulaba el otro pezón con los dedos, presionándolo, girándolos suavemente.
-ahh… Tsu… nghh –Tadashi dejo un nada disimulado gemido cuando sintió como Tsukishima mordía sin delicadeza uno de sus pezones.
-vamos, dilo… mi nombre entre tus gemidos se escucha muy bien.
Deslizo su lengua de forma muy seductora hasta la clavícula mordiendo suavemente pero sin dejar marcas, aun así Tadashi sentía como le quemaba donde el tocaba. Tsukishima pego mas a Tadashi junto a él para besarlo haciendo que Tadashi quedara completamente sentado sobre él. El movimiento de su cuerpo ante el beso hacia que sus intimidades rosaran una contra la otra.
-Tsuki… -la voz de Tadashi era entrecortada debido a su agitada respiración.
-se siente bien ¿no?
-si…
-te hare sentir mucho mejor.
-espera… Tsuki, no –dijo entre gemidos cuando sintió la mano de Tsukishima deshaciendo el broche de su cinturón.
-tranquilo –trato de calmarlo.
Bajo los pantalones de Tadashi lo suficiente para que no le estorbaran dejando al descubierto su erección.
-parece que estas muy excitado –Tsukishima lo miraba y sonreía detal forma que ponía nervioso a Tadashi.
-nghhh… Tsuki ..ahhh –Tsukishima rodeo su miembro con su amplia mano, acariciándolo de arriba abajo con delicadeza presionando la punta con sus largos dedos, la empezó a mover de arriba abajo sintiendo como sus manos se humedecían.
-ahhh... no –Tadashi se aferraba a los hombros de Tsukishima –no te detengas.
-je como si quisiera hacerlo.
Tsukishima aumento la velocidad de su mano, sintiendo como el miembro de Tadashi palpitaba intensamente. Por su parte Tadashi sentía un cosquilleo en el estomago que jamás había sentido, su vientre le quemaba al igual que las manos de Tsukishima, sintió una oleada de placer venirse desde dentro de él la cual termino estallando en las manos de Tsukishima.
-Tsuki…
Tadashi estaba agitado, se acerco a Tsukishima y lo beso mientras el otro respondió inmediatamente, Tadashi sintió algo duro presionar su vientre.
-bien… parce que ahora tu me ayudaras –le dice con gesto provocativo.
Tadashi nunca había intimado con alguien pero sabia a lo que se refería, desvió su mirada a la pronunciada erección de Tsukishima, con algo de vergüenza se acerco a ella para tocarla.
-no tienes que hacerlo si no quieres –le dice Tsukishima notando la timidez de Tadashi.
-mm… no, quiero hacerlo.
Empuja a Tsukishima haciendo que este se sostenga con las manos hacia atrás para no quedar completamente acostado en la cama. Con algo de torpeza le bajo la cremallera de los pantalones, metió la mano para sacar su miembro prestando mucha atención a lo que vería.
-¿sorprendido? –pregunta Tsukishima con tono de altanería.
-si…
Tadashi hiso lo mismo que sintió que Tsukishima hiso en él, la diferencia era que las manos de Tadashi eran mas suaves, lo que hacia que Tsukishima se sintiera derretirse entre esas sabanas. Tadashi se posiciono sobre Tsukishima sin soltar ni dejar de acariciar su miembro, beso su pecho, con su lengua le acariciaba la piel. Incremento mas la velocidad del sube y baja de su mano sintiendo como el vientre de Tsukishima se contraía bajo él, su miembro palpitaba aceleradamente.
-ahh Yamaguchi… no lo haces mal…
Tsukishima soltó un gemido al mismo instante que Tadashi sentía como un líquido caliente corría por sus manos.
Tadashi se dejo caer junto a Tsukishima, ambos tenían la respiración agitada. Tsukishima se sentó y observo a Tadashi que se le hacia muy sexi mirarlo agitado y sudando sobre la cama, si por el fuese podría continuar mas allá, pero esta vez seria prudente, ya lo había arruinado con lo del primer beso, no quería hacerlo también con su primera vez. Tadashi abrió los ojos y vio como Tsukishima lo miraba, no era una mirada de lujuria o algo así, era más bien una mirada de felicidad, pero por alguna razón cuando Tadashi lo miro este desvió la mirada a la pared de enfrente.
-¿Qué pasa? –pregunta Tadashi.
-¿no te arrepientes?.... es decir, apenas fue tu primer b… beso, y ahora… bueno tu sabes ya…
A Tadashi se le hiso de los lindo ver a Tsukishima hablando con dificultad, parecía un niño tímido expresándose.
-mmm no, porque lo hice con la persona que me gusta.
Tsukishima se sorprendió por la seguridad con la que lo dijo, tanto que el mismo sintió su propio corazón palpitar mas de le normal. Se acostó rápidamente dándole la espalda Tadashi.
-ya puedes descansar –le dice.
Tadashi sintió que estaba conociendo otro lado de Tsukishima. Ahora estaba junto a él. minutos después sintió que Tsukishima lo abrazaba pegándose a él, su respiración era pausada por lo que dedujo que ya estaba dormido.
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-¡suéltalo… él es mío! ¡déjalo!
-sho, sho cálmate –Kenma trataba de calmar a Shoyo que estaba muy agitado y gritando entre sueños.
Se despertó bruscamente asustando a Kenma, estaba sudando que tenia los ojos completamente abiertos, pero al mismo tiempo parecía seguir en sueños. Kenma lo abrazo pegando su cabeza a su pecho para tratar de acurrucarlo a él.
-Kenma…
-sshhh duerme.
Shoyo cerró los ojos aferrándose a Kenma quien sentía como clavaba lo dedos en sus brazos, a Kenma se le hiso un nudo en la garganta por ver la forma en la estaba su amigo, le dolía verlo así, le dolía que no le contara nada, y le dolía mas darse cuenta de que Shoyo estaba sufriendo por alguien que ya tenia su corazón.
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-al parecer algunos alumnos no durmieron muy bien.
El profesor sonó más que molesto ante la descortesía de ver a sus alumnos soñolientos. Tadashi, Shoyo y Kenma tenían pequeñas ojeras, y ni siquiera disimulaban su falta de sueño, estaban con la cabeza completamente sobre la mesa ignorando al profesor.
-bue… bueno creo que continuaremos la clase –el profesor se inmuto ante el desinterés de sus alumnos.
No solo esa clase, en las siguientes 3 clases estuvieron igual, los alumnos mismos se sorprendieron, por Tadashi y Kenma claro, ya que de Shoyo no era sorpresa. Llevaban menos de una semana que habían iniciado la universidad y al parecer sus compañeros parecían menos distantes. Todos se despidieron de los adormilados amigos cuando termino la última clase.
-Tsukishima no vino hoy.
-no lo habíamos notado –dijo Kenma con sarcasmo.
Tadashi no dijo nada, solo recordaba lo que unas horas atrás estuvo haciendo con Tsukishima, se le puso la cara roja, sus amigos lo miraban extrañados casi podían ver humo salir de su cabeza.
-Tadashi, ¿estas bien? –pregunta Shoyo.
-s… si –solo responde son un monosílabo fue todo lo que salió de él.
-tengo que ir por mi moto –Shoyo se rascaba la cabeza indicando que no quería hacerlo.
-te acompañaría, pero quede de comer con mi madre –Tadashi hace una señal de adiós subiéndose a su auto y saliendo del estacionamiento.
-yo te llevo –dice Kenma con una débil sonrisa.
Kuroo se encontraba mirando a Kenma y a Shoyo desde el interior de su auto. No sabia si era su imaginación o si se había vuelto un experto en leer a las demás personas, pero le pareció que Kenma no estaba del todo bien, lo notaba a simple vista.
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-¿quieres que te espere?
-no, te puedes ir a casa –responde Shojo bajando del auto.
-bien, nos vemos mañana –puso en marcha su auto y salió de ahí mientras lo veía por el retrovisor haciéndole señal de adiós.
Shoyo miro el lugar, era muy diferente a como lucia de noche, se veía más amplio de día, no había autos ni se escuchaba en escandalo de siempre. Vio su moto aparcada en una esquina, cuando se acerco noto que tenia una cadena de seguridad puesta. Encontró a una empleada y le pregunto por las llaves, ella le indico que su jefe las tenia, así que tenia que subir a su oficina. Shoyo siguió las indicaciones de la empleada, llego al segundo piso, giro a la izquierda y volvió a subir llegando al tercer piso, la decoración era muy distinta a la des los dos pisos inferiores. Se detuvo frente a una gran puerta, estaba a punto de tocar pero la puerta se abrió automáticamente.
-disculpe –Shoyo hablo para verificar si había alguien ya que la oficina parecía vacía.
Escucho como la puerta se cerró pero no le presto atención, camino un poco acercándose al escritorio asquerosamente ordenado para su gusto.
-vine por las llaves de la cadena de seguridad -dijo mientras se giraba cuando sintió la presencia de alguien tras él.
Sus ojos se encontraron con esa profunda mirada que helaba la sangre, se quedo inmóvil, de todas las personas en el mundo tenia que ser él el dueño del bar que tanto le había gustado.
-Hinata…
-planeaba comprar otra moto, quédatela –dijo mientras se dirigía a la salida.
Kageyama lo detuvo sosteniéndolo del brazo, Shoyo se zafó fácilmente, pero no pudo abrir la puerta.
-déjame salir -dijo molesto.
-no hasta que hablemos.
-no tenemos nada de que hablar.
-si, si tenemos y mucho.
-pues entonces no quiero hablar y no quiero escucharte.
-¡¿Por qué eres así?! –Kageyama molesto levanto más la voz –te comportas como un niño.
-¡me comporto como quiero y eso que a ti te valga…!
Shoyo vio en el escritorio el control de seguridad de la puerta, corrió lo más rápido que pudo para alcanzarlo, pero al darse la vuelta quedo aprisionado entre el escritorio y el cuerpo de Kageyama.
-¡no te me acerques, quítate! –gritaba mientras trataba de empujarlo.
-no lo hare.
Aprisiono a Shoyo en un fuerte abrazo inmovilizándolo por completo.
-¿Qué haces? Te dije que…
Kageyama lo beso, a pesar del forcejeo del otro, pudo controlarlo para que no se moviera, Shoyo termino por morderle el labio inferior haciendo que Kageyama se retirara a causa del dolor y la sangre pero aun así no lo soltó.
-parece que tendré que dominarte de nuevo –dijo mientras limpiaba su labio.
No dio tiempo de responder a Shoyo, inmediatamente como poseído por una adicción empezó a besarle el cuello de forma desesperada.
-deten…te
Kageyama no lo escuchaba, hacia mucho que extrañaba tenerlo así, claro no eral del todo correcto pero aun así no se detendría. Se recargo mas a él dejándolo sobre el escritorio, beso sus labios, bajo por su cuello batallando un poco con los bruscos movimientos de Shoyo. Deslizo una mano bajo la playera de Shoyo que forcejeo aun mas al sentirlo tocar su abdomen.
-¡ya basta!
Logro quitarse a Kageyama y correr a la puerta la cual ya había abierto, noto unas llaves colgadas en la pared, no sabia si eran las correctas pero al menos lo intentaría, las tomo velozmente antes de salir de la oficina. Kageyama corrió tras él pero Shoyo era más rápido.
Al salir del bar fue directo a su moto, sabia que Kageyama no lo dejaría ir si lo alcanzaba, para su fortuna las llaves eran las correctas, quito la cadena, se subió a su moto pero en el instante en que estaba por encenderla Kageyama ya esta junto a él impidiéndole introducir la llave.
-no escaparas, no de nuevo –dijo con voz fría.
-no lo entiendes, no quiero nada contigo, ya déjame.
-¡no te creo!
-¡deja de ser tan obstinado, crees que eres el único en el mundo… hay millones de personas y no pienso desperdiciar mi tiempo contigo! –Shoyo sintió como su garganta le dolía, las palabras fluyeron como la corriente de un rio que al final termino estallando sobre rocas al final de una cascada, Kageyama.
-suficiente –Kageyama más que molesto estaba destrozado –mírame y dime que no me quieres.
-no te quiero.
Kageyama vio la falta de brillo en su mirada, sus labios lo decían, pero su corazón gritaba otra cosa.
-ya te dije que no te creo, y peor aun es que tú tampoco te lo crees –Kageyama se acerco a Shoyo y lo beso, pero esta vez fue mas delicado. Shoyo no se opuso, su cuerpo temblaba y no le respondía –lo vez, tu mismo cuerpo lo sabe –se aparto de él para así perderse en el interior del bar.
Shoyo aun temblaba, lo que era peor aun sentía el sabor de sus labios en los suyos, trato de contener las lagrimas pero al final brotaron de sus ojos, cubrió su boca con sus manos para ahogar el sonido de su llanto en llanto en ellas. Al fin se controlo y salió a toda velocidad de ahí.
-¿es él…? La persona que tiene tu corazón.
Kenma presiono se encontraba en el interior de su auto, vio todo. Se recargo en su asiento sintiendo como el corazón le dolía, el nudo en la garganta le hacia respirar pesadamente al punto de oír sollozos y al final las lagrimas en las que derramaba los sentimientos e ilusiones de su amor no correspondido.
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Ocho de la noche y Tsukishima no mostraba señales de vida, cuando se despertó en la mañana ya no lo encontró junto a él. Tadashi estaba impacientado, quería estar con él. No quería llamarlo, ganas no le faltaban, pero no quería hostigarlo con llamadas. Rodaba en su cama, caminaba por su habitación, trataba de escribir pero nada le llegaba a la mente. Escucho sonar su celular.
-¿hola?
-hey… dime, acaso no piensas llamarme –una voz de reproche pero al mismo tiempo infantil se escucho al otro lado.
-¿ehh?... disculpa Tsuki pensé…
-pues no pienses, solo llámame ¿o crees que seré yo quien tenga que hacerlo?
-no…
-olvídalo. Mañana, a las 6 de la mañana paso por ti.
-¿Qué, a donde va…?
-hasta mañana –Tsukishima cortó la llamada.
Tadashi quedo mas que confundido, pero estaba feliz, ahora sabia que Tsukishima no estaba molesto.
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Kenma, por primera vez en su vida entro solo a un bar, necesitaba algo, alcohol. No era típico de él, pero escucho que así el dolor se olvida, al menos por un momento, y so le bastaba. Pidió una botella y se sentó en la mesa mas apartada del lugar.
-¿Quién fue el tonto que invento el amor? –dijo para si mismo -malditas leyes de amistad, ¿por que tiene que existir la friendzone?
Tenía media hora en el bar y ya casi terminaba la botella que pidió. Al principio le molesto el ardor que bajaba por su garganta, pero después fue desapareciendo.
-tonto yo –dijo mientras tomaba directamente de la botella.
-¿y… ahora cambiaste el refresco por alcohol?
Kenma voltea a donde escucho la voz familiar. Kuroo se encontraba detrás de él, estaba sentado con la silla inversa recargando sus manos en la espaldera de esta, tenia una sonrisa un tanto divertida.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí? –pregunta Kenma.
-sabes… también odio la friendzone –le dice con algo de burla.
-…
-bien, desde antes que tú, solo que no me notaste.
-ahh disculpa.
-regularmente no notamos a otras personas cuando estamos aferrados en mirar siempre a la misma –se levanto de su silla y se sentó junto a Tadashi.
-eso parece.
-¿sabes? También estoy mal, que te parece si bebemos juntos, así nuestro dolor se divide.
-si quieres.
Kuroo pidió otra botella. Al principio no tenia tema, pero no era incomodo. Kenma poco a poco fue haciendo conversación que Kuroo solo escuchaba, le parecía divertido lo diferente que Kenma era cuando estaba ebrio. Su cara roja por el alcohol, sus ojos mas perdidos que de costumbre.
-ya veo… me empieza a gustar –dijo
-¿Qué? ¿Quién te gusta? ¿estamos hablando del prometido de mi amigo? ya déjalo por la paz y por ti –dijo Kenma como amenaza.
-je je no hablaba de él.
-mmm eres alguien que tan rápido cambia de sentimientos.
-no, no es así.
-¿entonces? –Kenma se lo miro por varios segundos –dime, ¿Por qué todo esta girando a mi alrededor?
-jajaja niño borracho –dice burlonamente tocándole la cabeza –vamos, ya es hora de que los niños vuelvan a la cama.
Tomo a Kenma del brazo para rodear su cintura y así poder salir con él, Para sorpresa de Kuroo Kenma podía caminar bien, bueno casi bien.
-¿donde esta tu auto? –pregunta Kuroo.
-no lo traje.
-¿Qué? Bien te llevare a tu casa en mi auto
Llegaron al auto de Kuroo y subieron en el, Kenma estaba en el asiento del copiloto, tenia los ojos serrados, Kuroo estaba por encender el auto pero se perdió en el lindo rostro del chico, no pudo resistir la tentación. Se acerco a él para besarlo pero en ese instante Kenma abrió los ojos quedando atrapados en la mirada uno del otro.
-mmjj esto, ponte el cinturón –dijo tratando de disimular.
-si…