///Byakuya///
Me bajo de mi caballo viendo que he llegado a un inmenso y enorme bosque, según el mapa la tribu de Renji no queda muy lejos de aquí. Pero realmente estoy demasiado cansado para seguir, será bueno que descanse. Me siento sobre un tronco caído sacando de mis cosas un pedazo de pan y queso más una manzana, lo último que me queda. Me dedico a comer en completa oscuridad tan solo escuchando el cantar de los grillos y las cigarras más algunos de otros animales que desconozco.
Por fin me decido a prender una pequeña fogata agradeciéndole al cielo que me queden un par de fósforos. Miro una y otra vez el pequeño mapa para luego tirarlo al fuego y observar cómo se consume. Ya estoy cerca y no puedo perderme, en todo caso si Renji me rechaza no me atrevería a regresar a la ciudad. Después de todo mi padre se ha ido con Coyote Starrk y yo estaría completamente solo.
Cabeceo sintiendo que el sueño se apodera de mi cuando de repente escucho un ruido bastante extraño entre la maleza por lo que rápidamente giro en busca de algo. Miro que los arbustos se mueven inusualmente asustándome un poco ¿Qué hay ahí? Me asomo un poco cuando de repente siento algo filoso en el cuello y una respiración en la nuca. Tiemblo a la vez que escucho unas palabras que desconozco mirando como salen a mí alrededor un montón de salvajes con lanzas y arcos apuntándome.
-¿Qué haces aquí blanco? ¿No estás muy lejos de la ciudad?
Trago saliva organizando mis ideas y tomando valor ¿Us…ustedes son del clan del fuego?
-¿Cómo nos conoces? ¿Qué quieres?
El hombre musculoso y de cabello gris me empuja agresivamente contra un árbol tomando mi rostro con rudeza.
-¿Qué quiere un tipo cómo tú en estas tierras? ¿Quieres apropiarte de ellas? ¿Deberíamos hacerte desaparecer?
¡No! No...no, yo…yo solo vengo a ver a Renji.
-¿Renji?
Sí, alto…pelirrojo y con tatuajes por todo el cuerpo.
-¿Cómo lo conoces?
En la ciudad, ahí lo conocí.
-Renji definitivamente estuvo en la ciudad ¿Eres su hembra o algo así?
¡No soy una hembra! ¡Soy un hombre!
-Por tu aroma es seguro que eres uno de los que pueden concebir.
Me sonríe a lo que rápidamente me molesto dándole un manotazo apartando su mano de mi rostro. No me toques y si sabes donde esta Renji más te vale que me lo digas.
-Uhh…aun sabiendo que estas en desventaja ¿Te pones a cantar? Vaya pajarito tan más brabucón. Bien, te llevaremos con Renji para que veas que no soy mala persona a comparación de ti…pajarito.
¡No me digas así insolente hombre!
-Pio, pio, pio no te escuchó pajarito, camina ya.
Me empuja con rudeza mientras se ríe de mi al igual que sus compañeros los cuales hacen sonidos de diferentes pájaros con las manos y chiflidos con tal de molestarme hasta que uno de ellos parece adelantarse perdiéndose entre los árboles. Caminamos por varios minutos hasta que nos detenemos ¿Qué hacen? Aquí no hay nada.
-¿Creías que te llevaríamos a la tribu? No entran blancos bueno si lo hacen pero a ti no te conocemos, si quieres ver a Renji lo traeremos aquí. Si resultas no ser su hembra tendremos que tirarte de la cascada, tranquilo no te mataremos solo te darás un chapuzón de gran altura.
Lo miro molesto sin más que esperar y rogarle al cielo que traigan al Renji que yo conozco, los minutos pasan cuando de repente escuchamos pisadas entre la maleza. Una antorcha se acerca a toda velocidad mostrándome algunos cabellos de fuego que hacen mi corazón latir desenfrenado. En cuanto nuestras miradas se encuentran él se queda estático sin poder creerlo.
-Byakuya…tú…¿Por qué?
Vine….vine por ti.
-Uhh…se está poniendo romántico el asunto, será bueno que nos vayamos. Si necesitas ayuda para tirar al pajarito de la cascada avísanos. Adiós pajarito…
-Gracias Kensei-san.
Miro de mala gana a ese hombre Kensei para luego ignorarlo caminando rumbo a Renji parándomele de frente. Renji yo…Antes de decir más me tapa la boca para luego jalarme.
-No sé qué haces aquí pero será bueno que regreses, entre antes lo hagas mejor, no queremos que preocupes a tu padre. Además estás son tierras muy peligrosas para gente inexperta como tú Byakuya ¿En qué estabas pensando al venir? ¿Te volviste loco?
Me suelto empujándolo furioso ¡No me iré!
-Byakuya no te estoy preguntando, te estoy diciendo que te irás a tu mansión en la ciudad de regreso ¿Además como llegaste aquí?
Simplemente supe cómo llegar y no me iré, me quedaré aquí contigo y ya lo decidí, no me importa lo que pienses insolente salvaje.
-¿Yo soy el insolente? ¿Qué te pasa? ¿No habíamos terminado bien?
¡¿Terminado bien?! Lo estrello rápidamente contra un árbol mirándolo furioso ¿Dejarme ahí como idiota esperando por ti es terminar bien? Me mira sorprendido suspirando un poco y haciendo que lo suelte.
-Byakuya ya te dije que somos de mundos distintos ¿Cierto? Tú…
No tengo nada.
-¿Qué?
No tengo absolutamente nada más que a ti.
-No juegues ¿Tu hogar, tu dinero, tu padre?
Mi padre se fue con Coyote Starrk y me dio su bendición para venir aquí contigo, vendí mi casa y todo mi dinero lo done a un par de hospitales, no tengo nada…nada Renji eres lo único que me queda ¿Realmente me abandonarás? ¿Me dejarás si te digo que estoy esperando un hijo tuyo? Abre los ojos totalmente impactado mientras yo le sostengo la mirada tembloroso.
-Estás mintiendo ¡Mientes! Tú jamás tendrías un hijo mío. Yo…yo te escuche aquella vez, le dijiste a tu padre que todo era un juego que solo me estabas utilizando.
¡Si mentí! Mentí pero era porque…porque tenía miedo de aceptar lo que siento, él que te hayas ido…nada, nada me había lastimado tanto no solo el orgullo sino también el corazón. Lamento realmente mucho lo que te hice Renji pero te juro que no miento, de verdad estoy embarazado, tendremos un hijo.
Se queda estático sin decir nada tan solo para chasquear la boca molesto y tomar mi rostro besándome con pasión. Me aferro a él sintiendo que el alma me ha vuelto al cuerpo después de tanto tiempo. Lo abrazo dejando que me bese y acaricie embriagándome con su aroma que tanto extrañaba.
-Byakuya no vuelvas a mentirme nunca más ¿Te quedó claro?
Asiento sintiendo como me besa mientras yo acaricio su espalda desnuda enterrándole un poco las uñas y gimiendo entre sus labios al sentir tanto calor apoderarse de mi cuerpo.
-¿Te quedarás aquí conmigo cierto? ¿Estás seguro?
Estoy seguro. Me besa comenzando a abrirme la camisa, arrancándome la ropa conforme vamos cayendo de rodillas al piso en donde me empuja recostándome sobre flores y pasto. Ni siquiera espera rápidamente metiéndose entre mis piernas para luego quitarse su única prenda mostrándome su erección en crecimiento.
Renji me mira casi soñando inclinándose para comenzar a besa mi cuello y aspirar el aroma de mí cuerpo, desliza su lengua por toda mi piel desde mi pecho hasta mi abdomen en el cual deposita un par de besos para luego mirarme con ternura.
-No puedo creerlo, estoy tan feliz Byakuya, es como un sueño, estás aquí y aparte me darás un hijo.
Desvío la mirada al sentir mis mejillas arder por el rubor acumulado tan solo jadeando al sentir como su lengua ha llegado hasta mi erección a la cual le da un par de lamidas para luego humedecer sus dedos y llevarlos hasta mi entrada introduciéndolos lentamente. Tiemblo acostumbrándome a la intrusión, gimiendo por la profundidad y la rudeza de sus movimientos.
-Byakuya no puedo…no puedo esperar más, lo siento.
Lo miro sonriendo un poco. Hazlo ya salvaje. Me sonríe emocionado haciendo mi corazón revolotear estúpidamente enamorado, maldición definitivamente este salvaje me tiene. Jamás podría decirle que con el simple hecho de volver a verlo siento que podría morirme de la felicidad. Se inclina colocando sus manos a mis costados dándome un pequeño y dulce beso para luego penetrarme con fuerza haciendo que rápidamente me corra sobre mi abdomen.
Renji se dedica a penetrarme lento pero profundo y con mucha firmeza mientras yo siento que podría derretirme del calor que hace. Mi cuerpo reacciona vibrando ansioso y desesperado ante sus caricias tan letales como familiares. Lo beso y me aferro a su espalda sintiendo que la vida se me va entre cada beso y suspiro. Haahh…Renji…ahhh así.
Tan solo grito enredando mis manos entre su largo cabello rojo como la pasión volviendo a correrme al sentir como él lo hace dentro de mí. Renji me abraza con demasiada fuerza casi quebrándome para luego mirarme fijamente y comenzar a reírse ¿Qué te pasa? ¿Te estás riendo de mí?
-No…bueno sí.
¿Ahh? ¡Explícate salvaje!
-Es solo que si te quedas también serás un salvaje, tendrás que vestirte como yo, comer lo mismo y trabajar como uno. No…no te imagino y me da mucha risa.
Que gracioso Renji, no me causa risa.
-Que amargado.
¡No estoy amargado!
-Claro que sí, bueno ya no tanto desde que me conociste.
Que brillante y sencillo eres.
-No tanto como tú.
¿Podemos fingir que nuevamente no hablas?
-No, me encanta decirte que eres un arrogante amargado, pero así te amo Byakuya.
Le jalo el cabello molesto escuchándolo reír.
-Habrá de escogerte un nombre dependiendo tus cualidades aunque ahora que lo pienso el de pajarito no te va tan mal ¿Qué tal pajarito gruñón?
¿Quieres que te mate?
-Byakuya hablo en serio, si ese no te gusta ¿Qué hay de pajarito malhumorado?
¿Sabes qué? Me regreso a la ciudad, ya veré que hago. Renji se ataca de la risa abrazándome con más fuerza.
-Bien, ya luego veremos lo del nombre por ahora ven, la celebración está por empezar…
¿Qué celebración?
-Ya lo verás, anda vamos… Aunque ahora que lo pienso no creo que sea el mejor momento para presentarte pero de todas formas hoy te esconderé en mi choza y mañana te presentaré con Shiro que es quién se queda a cargo.
¿Ahh? No entiendo. Tan solo me ayuda a levantarme y a cambiarme haciendo lo mismo para luego jalarme totalmente emocionado, conforme nos acercamos al lugar los gritos y cantos de los salvajes no se hacen esperar más una inmensa fogata a mitad de la noche en donde un montón de ellos bailan alrededor ¿A dónde diablos me vine a meter?
//////Grimmjow///////
-Grimmjow hay que bailar.
No carajo. Kurosaki me mira molesto jalándome las mejillas. Basta joder ¿A esa mierda le llamas bailar? Parecen monos brincando.
-Idiota están bailándole a los dioses en espera de que te bendigan.
Ya me bendijeron bastante con tu culo gordo, con que no se te achique no tengo problema.
-Eres un reverendo idiota y te odio.
No decías lo mismo mientras te la metía en la tarde.
-¡Cállate!
Kurosaki me abraza no sin dejar de jalarme el cabello a la vez que nos reímos. Yacemos sentados frente a la inmensa fogata al igual que los demás de la tribu. Al parecer los salvajes se toman demasiado en serio el viaje que haré ya que hasta un tipo de fiesta me han organizado sin importarles que me haya surtido al pendejo de Kokuto por la tarde.
-Toma pantera feroz.
Miro a un grupo de niños darme un par de flechas las cuales tomo sonriendo ¿Para mí?
-Por si tienes que cazar animales en tu viaje.
Gracias. Me abrazan sorprendiéndome para luego irse corriendo, Kurosaki de igual me sonríe y yo a él mientras continuamos viendo el fuego, algunos bailan mientras otros comen y se ríen. Los niños juegan inocentemente y sobre todo sueñan con el maravilloso futuro que les depara. A pesar de todo lo malo que he hecho nunca nadie ha sido grosero conmigo, siempre me respetan y me comparten su buena fortuna. E inclusive me han deseado lo mejor en mi viaje.
Cuando miro a los salvajes pienso que hay una gran barrera que nos separa, no solo por las costumbres y algunas cosas en idioma y cultura sino porque de verdad fuimos criados en mundos diferentes. Sin embargo son gente que se ríe alegre y con el corazón, son seres devotos a su familia y dedicados los unos a los otros. Son humanos con corazones totalmente en armonía.
-¿Seguro que no vienes a bailar?
Joder no, anda ve y mueve ese culote que tienes. Kurosaki se ríe para luego levantarse e irse a bailar alrededor del juego junto a sus demás amigos.
-Hola pantera feroz.
Giro viendo al rubio sentarse a mi lado cargando a dos de sus hijos. Si sabes que el loco de tu marido el rey de los salvajes te busca todos los días como loco ¿Cierto? Si vas a serle infiel por lo menos acopla tus horarios con los de él.
-Jamás le sería infiel a Shiro-sama.
Sí como no ¿Entonces qué haces? Eso de los paseítos ya se te agotó ¿No crees? Sabemos que si vuelves a quedar embarazado no será precisamente del caballito blanco.
-Eso no pasará. Yo soy un salvaje fiel a mi marido.
No eres un salvaje, eres un blanco en cueros es todo.
-Tal vez mi aspecto sea como el de un blanco pantera feroz, pero mi corazón es cien por ciento el de un salvaje.
Que noble sonó eso para ser el más blanco de los blancos que odia a los blancos, Kurosaki ya me habló sobre ti.
-No los odio del todo pero creo que la mayoría no son buenas personas.
Y no te equivocas.
-Lo sé…
Nos sonreímos mientras él me mira fijamente.
-Pantera feroz dime si no hubieras sido un blanco ni un salvaje ¿Qué te hubiera gustado ser?
¿Ahh? ¿Cómo un animal o una flor o algo así?
-También hay gente con otros tonos de piel ¿No? ¡Como los gitanos!
¿Y tú como carajos sabes de los gitanos?
-Isshin-sama nos habló de ellos alguna vez. Son otro grupo de personas no tan hostiles como los blancos.
Si claro, pídeles dinero y ve sino son hostiles los cabrones. Ambos nos reímos hasta que Kurosaki regresa jalándome y poniéndome de pie alejándome de los demás para darme un beso ¿Estás ebrio o algo así?
-No lo suficiente, solo tome un poco de licor de frutos y hiervas fermentados, bastante diría yo…pero ahora dime ¿Qué haces?
Hablando contigo borracho.
-No estoy borracho pero ya vi que estabas coqueteando con Jugram ¿Quieres que te la corte estúpida pantera?
Vete a la mierda ¿Quién carajos va a coquetear con ese idiota cara de mazorca? Kurosaki se ríe revolviéndome el cabello y abrazándose a mi cuello.
-Más te vale tonto, no puedes serme infiel nuestra última noche juntos.
Oee tranquilo tigre no es como que no nos volvamos a ver.
-Con lo idiota que eres seguro que apenas salgas te tropezarás con un puto avispero y hasta ahí quedo mi pantera feroz.
Que pinche graciosito eres. Lo agarro con fuerza por el trasero escuchándolo gemir ¿Debería mostrarte lo idiota que es esta pantera metiéndotela duro? Me sonríe coquetamente besándome un poco.
-Quiero que me lo hagas ya.
Eres insaciable tigre, supongo que no puedo decirte que no ya que la próxima vez que tenga la verga al aire será únicamente para que me la vean los malditos lobos a mitad de la nada.
-Cuidado que muerden.
Yo también muerdo. Volvemos a reírnos mientras yo lo cargo en mi hombro.
-¿Ya se van a dormir?
Miramos a Shiro llegar de frente ¿Qué hay idiota?
-Es tu celebración pantera feroz ¿No deberías quedarte?
¿Para ver tu estúpida cara? No gracias ¿Por qué no mejor te vas a joder a tu esposa que ya está enloqueciendo queriendo ser gitano y la mierda?
-¿Gitano? ¿Qué es eso?
Olvídalo, solo vete a joder a otra parte.
-Pantera feroz creo que ya sabes que no eras bienvenido aquí y si de verdad harás esto no lo hagas a medias. De corazón espero que encuentres lo que estás buscando y que cuando regreses si es que lo haces lo hagas como una nueva persona.
Se va dándonos la espalda hasta que miro como Kurosaki le lanza una pulsera con mucha fuerza dándole directo en la cabeza. Apenas Shiro se gira molesto el tigre me señala ¡Kurosaki cabrón! ¡No, no fui yo! Shiro recoge la pulsera lanzándomela en el rostro también para luego irse ¡Joder!
-¡Idiota!
¡Kurosaki!
-Grimmjow que cosas le dices a mi hermano grosero ¡Imbécil lárgate y no vuelvas! ¡Estúpido Shiro!
¡Joder cállate, el idiota realmente se regresará a golpearme y no quiero más problemas! Kurosaki chasquea la boca para luego reírse.
-No le hagas caso es un imbécil que se quiere hacer el listo, cuando hizo su viaje era un mocoso y termino llorando porque se durmió cerca de un hormiguero y regresó todo picoteado.
Ambos nos reímos yéndonos rumbo a nuestra choza ¿Y a ti qué? ¿Te pico algún alacrán el culo?
-¡No! Pero si me persiguió un oso enorme, me caí y rodé colina abajo por varios metros hasta que un arbusto detuvo mi caída, aún tengo cicatrices de todos los rasguños que me hice aquella vez.
Lo listo viene de familia ¿No es así? Me jala el cabello riéndose mientras yo lo bajo frente a nuestra choza. Apenas entramos tomo a Kurosaki por la cintura para besarlo escuchándolo gemir cuando me quedo estático.
-Grimmjow fóllame ya idiota.
Cierra tu zorra boca.
-¿Ahh? ¿Qué dijiste imbécil?
Shh… Voltea viendo al igual que yo a nuestras panteritas más un hijo del rubio y otros dos niños desconocidos dormidos completamente ¿Y esos quién chingados son?
-Todos somos una familia y no nos cuesta compartir recuérdalo.
Joder tendremos que follar en otro lado.
-Ya sé dónde. Ven…
Me jala y rápidamente salimos perdiéndonos entre los árboles hasta bajar al caudal, me quedo asombrado viendo lo enorme que se encuentra la luna más las estrellas brillantes y resplandecientes en un ambiente limpio y realmente celestial.
-¡Despierta!
Antes de decir algo siento como Kurosaki me empuja tirándome al caudal, apenas salgo a flote gruño de lo fría que esta el agua. Hijo de…te voy a romper por esto tigre. Se ríe terminando de sentarse en la orilla para meterse lentamente a lo que rápidamente lo jalo del tobillo haciéndolo caer.
-Grimmjow cabrón…haahh.
De inmediato me abraza un tanto tembloroso. No está tan fría exagerado.
-Ya sé pero quiero que me abraces.
Qué lindo tigrecito ven aquí. Lo llevo hasta la orilla pegándolo contra la tierra viendo como recarga sus brazos en la orilla disfrutando el agua que corre rápido más no demasiado cubriéndonos hasta el pecho.
-¿Recuerdas las casas de esos ricos con esos hoyos enormes con agua en la ciudad?
¿Hoyos como el tuyo? De inmediato me da un golpe en la cabeza que me hace reír. Ohh…me equivoque ya sé que hoyos ¿Las albercas no?
-¡Eso! Bueno pues nosotros tenemos un río privado y no pagamos nada ¡Tontos blancos!
¿Me estás diciendo tonto?
-No, tú eres un medio salvaje.
¿Medio salvaje? ¿Qué mierda es eso?
-Es que apenas vas a la mitad del proceso.
Que pinche listo eres debiste haber sido científico.
-No sé qué es eso pero suena muy fácil para mí.
Si claro. Volvemos a reírnos a la vez que yo me pego más a él comenzando a besarlo con pasión, rápidamente la temperatura de mi cuerpo comienza a subir conforme las manos de Kurosaki me acarician al mismo tiempo que su lengua se roza con la mía de una manera deliciosa y obscena dejando algunos hilos de saliva colgando entre nuestras bocas. Joder tigre voy a follarte durísimo.
-Sí, eso quiero…
/////Ichigo/////
Grimmjow termina de desnudarme para luego girarme haciendo que le dé la espalda, me saca un poco hasta la cintura por lo que recargo mi pecho contra la hierba húmeda. Jadeo excitado sintiendo sus besos sobre mi espalda más pequeñas mordidas y sin fin de marcas que va dejando en su camino. Me hace abrir las piernas para separar mi trasero y llevar su lengua hasta mi entrada para lamerla. Haahhh…no, Grimmjow espera…pantera…ahh.
-Quiero probarte tigre.
Siento mis mejillas arder del placer y la vergüenza al sentir su lengua mojada, suave y caliente penetrarme lentamente. Giro mi rostro para verlo perdiéndome en la mirada lasciva, felina y perversa que me dedica. Empuja su lengua con fuerza en mi interior al mismo tiempo que me introduce un par de dedos. Jadeo sintiendo que pierdo la noción del espacio tan solo disfrutando sus voraces caricias. Ahhh…así, más…pantera más.
Me lame, chupa y succiona con fuerza enloqueciéndome para luego separarse y relamerse los labios lenta y provocativamente. Tiemblo al sentir su enorme y monstruosa erección rozarse contra mi trasero y como rápidamente la toma tallándola entre mis nalgas. Haahh…sí, Grimmjow lo quiero…haaah, lo deseo ahora mismo.
-Suplícame.
Idiota…haahh, fóllame ya, hazlo ahora mismo. Escucho su risa orgullosa sintiendo como me toma con rudeza por la cintura haciéndome gritar a los pocos segundos al sentir como me penetra con fuerza. Jadeo sintiendo que el aire se me escapa a la vez que Grimmjow no espera comenzando a darme duras y bruscas estocadas. Haahh…así, ahhh...pantera más.
Me penetra brutalmente recargando su peso en cada estocada a la vez que enreda su mano entre mi cabello jalándolo y mordiendo mi espalda con demasiada fuerza. Grito sintiéndome totalmente perdido y excitado, disfrutando de lo duro que me folla más el calor del ambiente y el agua que me parece tibia deslizándose por mi cuerpo. Más, Grimmjow más…más duro…ahhh.
Me embiste como si quisiera atravesarme adentrándose cada vez más en mí deliciosamente. Siento su erección dura y rebosante, hincharse y crecer aún más dentro de mi conforme me penetra. Tan solo se escucha el cantar de las cigarras más el de nuestros cuerpos uniéndose sin descanso alguno al igual que nuestras respiraciones agitadas. Grito aferrando mis manos a la tierra corriéndome de lo increíble que se siente tenerlo dentro de mí.
-Haahh…joder tan apretado y caliente, me fascinas tigre, me encantas.
Sonrío girando para verlo encontrando nuestros labios los cuales se unen como si no pudieran vivir separados. Algunas embestidas más dan como resultado el calor espeso y líquido de Grimmjow llenándome hasta el exceso. Ahh…así…así me gusta. Ambos nos quedamos quietos disfrutando nuestros orgasmos por algunos minutos hasta que rápidamente los sentimientos se apoderan de mí. Sin poder soportar más me giro abrazándolo y comenzando a llorar aferrándome a él con fuerza. No te vayas, no quiero que te vayas.
-Tigre…tengo que hacerlo.
No, no tienes que hacerlo. No tienes que probarle nada a nadie, ni a mí, ni a papá, ni a la tribu. Te amo y eso es suficiente.
-Lo sé, lo sé Kurosaki lo sé pero aún así quiero hacerlo, no por ti ni por nadie, sino por mí. Por mi tigre…
Nos miramos fijamente mientras yo continuo llorando sintiendo como lame mis lágrimas.
-Tigre he estado realmente perdido toda mi vida, he ido de un lado para otro vagando por el mundo en busca de algo que desconozco. Pero luego te conocí y tú…tú me has enseñado lo grandiosa que puede ser la vida. Maldición desde que te conocí jamás había estado tan agradecido de poder respirar para verte sonreír. Y quiero seguir viéndote por muchos años más por lo que necesito hacer este viaje ¿Sí? Necesito encontrarlo, necesito encontrarme…
Lo miro lloroso tan solo armándome de valor, respirando hondo y suspirando para luego tomar su rostro y darle un beso. Está bien, te estaré esperando sin importar cuanto tiempo pase pero tampoco te tardes mucho tonto que yo y las panteritas nos sentiremos solos sin ti. Me sonríe abrazándome y besando mi rostro.
-Lo juro. Maldición ya te echo de menos, te amo tanto tigre.
Y yo a ti pantera. No sé cómo le haré para dormir sin ti, nunca más podré dormir ni soñar con alguien que no seas tú.
-Díselo al tonto que dormirá a la intemperie sin ni un trapo para taparse tan solo pensando en su amado tigre y sus hijos.
Nos reímos mientras yo lo acaricio recorriendo con mis dedos cada parte de su rostro guardándolo en mi memoria. Grimmjow tienes que regresar, tienes que hacerlo porque si no matarás mi corazón pero como estás dentro de él, también si lo matas mueres.
-Lo prometo tigre.
Toma mis manos besándolas para luego darme un beso y otro abrazo que me reconforte para terminar de salir del agua.
-Bien ahora lo interesante será que no nos vean el culo en lo que llegamos.
Fue tu culpa, tú dejaste que el agua se llevará nuestras prendas.
-Que desgracia la nuestra.
Tonto. Tan solo sonreímos caminando tomados de la mano con bastante precaución logrando llegar a la choza sin ningún percance. Una vez ahí le paso a Grimmjow unos pantalones y una especie de zapatos de gamuza que toma emocionado.
-¡Son de verdad!
Shh, despertarás a los niños.
-Maldición creo que lloraré, son pantalones y zapatos ¡No me lo creo!
Tonto todos los usamos pero solo en invierno, es que antes no sabía que así se llamaban.
-Estas de joda pinche Kurosaki ¿Me has hecho utilizar un pedacito de cuero que apenas si me cubre el culo y me has hecho andar descalzo todo porque solo se usan en invierno? No te pases de cabrón.
Que llorón eres, debes seguir las reglas.
-Lo que sea.
Me abraza y besa mostrándome que también guarda su cuchillo de obsidiana haciéndome sonreír. Te irá bien pantera.
-Lo sé.
Sonreímos recostándonos y dejando a nuestros hijos en medio. Grimmjow de inmediato los tapa a la vez que los abraza y besa tiernamente acariciando levemente mi rostro. Los miramos dormir en silencio sin decirnos nada ya que no es realmente necesario. Grimmjow me regala una pequeña sonrisa para luego estirarse y darme un pequeño beso en la frente. Te amo.
-Te amo.
Lo miro fijamente tanto como puedo hasta que siento que el sueño se apodera lentamente de mí quedándome completamente dormido. Me despierto escuchando el cantar de las aves más el pequeño llanto de mis hijos que me anuncian que tienen hambre. Apenas comprendo me levanto de golpe viendo que Grimmjow ya no está. Cargo a mis hijos y tomo su manta saliendo a prisa buscando a los lados para luego correr con cuidado hasta salir del clan sin verlo.
-Si buscas a tu marido se fue con Isshin-sama desde antes de que amaneciera.
Apenas escucho esa voz giro con precaución mirando a Kokuto todo golpeado por el día anterior sonreírme. Creí que estarías reposando.
-Quería asegurarme de que tu pantera feroz se fuera con cuidado a su viaje.
Le sonrío a la vez que tomo mi manta alargada amarrándome a mis hijos en la espalda para luego acercarme a él tomándolo por los hombros. Kokuto…
-Ichigo…
Me mira casi enamorado apunto de tocar mi rostro a lo que yo sonrío empujándolo y haciéndolo tropezar con una roca por lo que cae al suelo. No quiero tenerte cerca de mí nunca más, ni siquiera me hables ¿Te quedó claro? No querrás que les cuente a todos lo que intentaste hacerme.
-Ya me perdonaron al haber pasado la prueba.
¿Realmente crees que alguien te perdonaría que hayas querido abusar de mí? Cuidado Kokuto, antes te tenía miedo pero ahora por mi bien y el tuyo será bueno que ni siquiera me mires.
-Sí que te ha cambiado ese hombre Ichigo. Pero si él no vuelve debes saber que necesitarás un hombre para casarte con él y que te cuide a ti y a tus hijos.
Grimmjow va a volver definitivamente y cuando lo haga te dará tu merecido. Y en todo caso preferiría irme del clan antes de tener que casarme con alguien como tú.
-Que cruel eres Ichigo…
Ya te lo advertí Kokuto. Me sonríe sombríamente mientras yo comienzo a alejarme escuchando como comienza a reírse bastante macabramente.
-¡Ichigo…Ichigo me encantas, me gustas más que nunca y eso jamás cambiará! ¡¿Me oíste?! Sabes que tarde que temprano volverás a mí, lo sabes…¡Lo sabes!
Maldito loco. Tan solo me alejo un tanto triste pero con el espíritu en alto, mi pantera feroz definitivamente volverá por nosotros hijos y seremos más felices que nunca. Voy a alimentarlos cuando de repente miro a Jugram despedirse de Shiro ya que apenas es hora de que se vayan los cazadores. Me doy unas palmadas en el rostro despertándome totalmente, Grimmjow dará lo mejor de sí mismo así que yo también tengo que hacerlo.
///Jugram///
Que le vaya bien el día de hoy en su caza Shiro-sama. Me mira curioso tomando mi rostro y dándome un pequeño beso.
-Hoy cuando vuelva te quiero ver aquí. Te lo he pasado por alto pero ya se te está haciendo costumbre el desaparecer todos los días ¿Debería encerrarte Jugram?
Rápidamente niego con la cabeza ¿Esta celoso?
-¿Celoso? Más bien preocupado.
En ese caso no se preocupe que estoy bien ni estoy haciendo nada malo, ahora será bueno que se vaya que ya todos lo esperan. Me sonríe arrogantemente montándose en su caballo y yéndose. Apenas miro como desaparece en el horizonte corro a prisa a mi choza tomando a mi hijo más pequeño y dejando a los más grandes con algunos conocidos para luego tomar algunas cosas y también irme en mi caballo.
Cabalgo por un largo rato adentrándome en el área de los enormes cañones y el área semidesértica hasta llegar a una cueva un tanto escondida. Entro con mucho cuidado viéndolo sentado bebiendo un poco de agua. Hola…
-Jugram, creí que no vendrías hoy.
Siempre vengo. Me sonríe asintiendo, de inmediato dejo la bolsa que traigo acercándome y dejando que acaricie mi rostro ¿A quién cree que traje hoy?
-¿En serio?
Asiento quitándome a mi hijo de mi espalda mostrándoselo. Es mío, mi bebé ¿Recuerda que le conté?
-Claro que lo recuerdo, diario no haces más que presumirme de tus pequeños. Así que él es el menor ¿Cierto?
Así es. Se lo paso dejando que lo cargue, de inmediato lo abraza con ternura depositando un par de besos sobre su cabecita y cabellito blanco. También traje comida ¿Cómo se siente? ¿Las hierbas que le puse ayer sirvieron?
-¿Más comida? Aún no me termino la que ya me diste y me siento realmente bien aunque aún no puedo sostenerme de pie del todo.
No se esfuerce ya se lo dije y claro que se tiene que comer todo ¿Entendido? El hombre asiente recibiendo un par de frutas y verduras que le doy más un poco de carne que conserve de ayer. Ambos comemos un poco platicando sobre mí para luego cambiarle sus vendajes. Conocí, más bien encontré a este hombre hace ya bastante tiempo cuando salí de exploración por algunas hierbas que necesitaba. Lo encontré tirado en medio del desierto junto a su caballo que al parecer lo tiró.
Al ver el color de su piel supe que no era exactamente un blanco por lo que decidí ayudarlo además de que venía seriamente lastimado, con varios golpes, cortes y algunas quemaduras más ciertas heridas de bala. Me fui difícil atenderlo ya que solo podía quedarme apenas unas cuantas horas para no levantar sospechas. Ya bastante era con que Ichigo haya llevado a Grimmjow a nuestra tribu como para que yo ahora llevará a este hombre.
Pensé en dejarlo pero algo en mí simplemente no pudo hacerlo además de que Isshin-sama nos ha enseñado a ayudar a quién sea sin importar su procedencia. Cuando despertó lo primero que hizo fue gritar el nombre del mismo hombre que mencionaba durante sus pesadillas. Sin embargo resultó ser una persona sumamente amable y hasta un tanto divertido. Aunque al principio no lo entendía del todo ahora me cuenta historias increíbles y fantásticas sin mencionar sus bromas torpes.
Sé que cuando la herida de su pierna sane por completo y pueda caminar por el mismo se irá pero por mientras quisiera quedarme con él. Hay algo que me reconforta y que no me deja despegarme de su lado. Kyoraku-san quiero que sepas que me da gusto haberte conocido, no sé cuándo te irás pero estoy feliz de que estés aquí. Me mira totalmente sorprendido sonriéndome rápidamente.
-Es la primera vez que dices mi nombre y a mí también me da gusto haberte conocido y sobre todo estar aquí contigo.
Ambos sonreímos mientras yo me acerco más a él tomando su mano.
-Así que dime ¿Hoy quieres una historia feliz o una triste?
No todo es felicidad en la vida así que una triste estará bien. Me sonríe volviendo a acariciar mi rostro haciéndome sonrojar.
-Bien, veamos ¿Recuerdas esta gente los gitanos sobre los que te hable?
¡Sí! Me sonríe comenzando a relatarme una linda y un tanto trágica historia sobre un niño que quería crecer y ser tan grande como su padre. Aquel niño amaba tanto a su papá que estaba dispuesto a seguirlo hasta el fin del mundo. Sonrío emocionado como nunca escuchando sus hazañas juntos.
Pero así como es la vida el tiempo transcurre y el niño fue creciendo convirtiéndose en un hombre recordando las enseñanzas que le dejó el hombre más importante en su vida antes de morir. No puedo evitar derramar algunas lágrimas sintiendo como a los pocos segundos Kyoraku-san las limpia de mi rostro.
-¿Qué pasa Jugram? ¿Te recordó a tu padre? ¿Eres como aquel niño de la historia?
No tuve uno.
-Ni yo tengo un hijo.
Ambos sonreímos mientras él no deja de acariciar mi rostro ¿Te gusta mucho mi cara no es así?
-¿Recuerdas que te hable sobre el hombre que amo?
Rápidamente asiento. Jushiro-san ¿Cierto?
-Algo de ti me recuerda a él, en el buen sentido claro. Además su madre tenía un cabello tan rubio y ojos azules como los tuyos.
Ya veo. Kyoraku-san ¿El niño de la historia eras tú no es así? Por momentos comenzaste a hablar de ti.
-¿Lo hice? Tal vez así sea…
¿Querías mucho a tu padre?
-Lo amaba, él era un hombre único, fuerte y muy inteligente. Soy lo que soy el día de hoy gracias a él, viven en mi interior cada pequeño recuerdo sobre él. Pero para su desgracia yo era un busca pleitos brabucón y rebelde que siempre ignoraba sus consejos. Su cabello se volvió del color de la nieve antes de tiempo debido a que siempre lo hacía pasar corajes. Para cuando me di cuenta su rostro ya estaba lleno de arrugas y su cuerpo estaba cansado, demasiado cansado…
Cuando él enfermó fue el momento en el que me di cuenta que debí de haber hecho tantas cosas por él y debí seguir sus consejos. Pero ya era tarde porque aunque le rogué al cielo, el tiempo jamás se detuvo ni los años dejaron de pasar. Pude pedirle perdón por tantas tonterías que cometí cuando era joven sin embargo aún sigo pensando que hay cosas que debí de no haber hecho. Le jure algo que no cumplí pero aun así soy optimista y pienso que donde quiera que esté él está orgulloso de mí.
Sonrío abrazando mis rodillas viendo como Kyoraku-san acaricia a mi hijo con ternura. Me hubiera gustado tener un padre como él. Las personas que me dejaron en la tribu solían tratarme muy mal pero lo bueno fue que Isshin-san cuidó de mí. Pero aun así no es lo mismo…
-¿Por qué?
Pues porque todos los demás niños tenían padres menos yo, no solo era un recogido sino que era diferente. Aunque Shiro-sama me defendía yo quería…yo quería tener alguien en quien confiar, a alguien a quién contarle cuando estaba triste, alguien que diera la cara por mí. Quería tener un padre que me abrazara y me dijera qué estaba bien y qué estaba mal. Deseaba tener a alguien que me dijera que se sentía orgulloso de tener la misma sangre que yo y que era una alegría él que yo haya nacido.
Me hubiera gustado recibir consejos y también muchos regaños, abrazos, besos, caricias, regalos, momentos importantes que marcaran mi vida. Definitivamente deseaba una familia propia… Me mira con pena por lo que rápidamente le sonrío. Pero ya estoy bien, ahora soy un adulto y lo mejor de todo es que tengo mis propios hijos. Ellos tendrán todo y más de lo que a mí me faltó, siempre podrán llorar en mis brazos cuando sientan la necesidad de hacerlo ya que su papá los abrazará con fuerza.
-Ven aquí…
Kyoraku-san recuesta a mi hijo a un lado con sumo cuidado sobre un par de pieles para luego extender sus brazos hacía mi haciéndome temblar y derramar algunas lágrimas más. No tienes que hacer esto.
-Quiero hacerlo.
Sonrío yendo hasta él dejando que me abrace con fuerza. Lloro en su pecho aferrándome a su espalda sintiendo como me acaricia con cariño sintiéndome totalmente reconfortado después de tantos años. Tenía miedo…
-Sí…
Tenía mucho, tanto miedo.
-Lo sé.
Nadie me aceptaba.
-Pero ahora tienes una familia que te ama ¿No es así?
Asiento sin poder dejar de abrazar a este hombre que aunque no es del todo un extraño realmente me brinda el calor de un ser querido. Los minutos pasan y ninguno de los dos nos despegamos hasta que yo me tranquilizo haciéndolo y terminando de secar mis lágrimas para luego tomar sus manos. Si tuviera un papá, definitivamente me gustaría que hubieras sido como tú. Se ríe mirándome conmovido sonriéndome con el corazón.
-Estoy seguro de que tú también serías el mejor hijo que podría tener.
Un padre no debería ponerse a llorar sabes, creo que no somos tan geniales como aparentamos. Ambos nos reímos mientras yo me levanto. Es hora de irme, realmente es tarde y si Shiro-sama vuelve y no me encuentra se preocupará.
-Que te vaya bien hijo.
Sonrío cargando a mi hijo, inclinándome y dándole un beso a Kyoraku-san en la mejilla para luego comenzar a salir no sin antes detenerme y voltear ¿Mañana también me contarás una historia?
-Mañana te contaré la historia de mi vida.
Ya era hora… Volvemos a sonreír mientras yo sigo mi camino
-¡Estoy muy orgulloso de ti Jugram!
Me rio escuchando su grito hasta afuera de la cueva sin poder dejar de sonreír tan solo subiéndome a mi caballo y emprendiendo mi viaje de regreso a mi hogar. Tal vez la vida no me dejó tener unos padres porque luego conocería a Kyoraku-san…