Sanada y Renji la estaban pasando muy mal; el campamento para los perdedores estaba siendo muy agotador y el borracho que los entrenaba parecía que no tenía ni idea de lo que hacía. Al avanzar los días, las cosas no se fueron calmando, pero sí se fueron acostumbrando a la dura rutina a la que estaban sometidos.
- Oye, Sanada.
- ¿Qué sucede?
- ¿Crees… Crees que sea posible volver al Campamento U-17?
- No me digas que extrañas a Kirihara, Renji.
- ¿Y tú no extrañas a Yukimura acaso?
- Es diferente. Aunque me venció –como si no me hubiera vencido siempre–, yo no terminé con él.
- Sabes que no quería terminarle, Gen… Pero yo sólo hice que la parte Devil de Akaya surgiera, eso no le hace ningún bien ahora. Espero que Shiraishi lo esté manteniendo a raya…
- ¿Miedo, Ren? ¿Tú?
- Yo… –no pudo continuar, Shishido entró a la cabaña para decirles que se estaban demorando en salir y que el entrenador estaba otra vez con ganas de tomar más sake.
- Bueno, bueno… –empezó el entrenador Nyuudou– ¿quién de ustedes bastardos va a ir por mi sake?
Silencio total. Ryoma simplemente se había largado a pelotear con Kintaro porque él ya había ido una vez y no le agradaba la idea de volver por allá como un pequeño ladrón.
- ¿Nadie? Si nadie quiere ir, entonces harán 5000 movimientos con cada brazo. Soy peor cuando estoy sobrio –anunció.
- Yo voy –dijo Renji.
- Yo también –se unió Shishido.
- Y yo –dijo por último Inui.
- Bien, ahora váyanse y traigan el sake antes de medianoche. Si no pueden hacer esa simple tarea, no regresen y olvídense del campamento. ¡Ya, lárguense!
Eran aproximadamente las 10 de la noche, por lo que tenían 2 horas para cumplir con la tarea. Se demoraron media hora en llegar al campamento aun cuando Kenya les dijo cómo ir, pero la cosa era llegar y ya habían llegado. Todo parecía tranquilo, pero como les había dicho Kenya, había un par de cosas que tenían que tener en cuenta, como las cámaras y los láseres en el pasillo que llevaba a la sala donde estaba la comida y el sake. Pudieron evitar las cámaras, y después de seguir las instrucciones de Kenya “Step step, one two one two, turn e Ina Bauer”, llegaron rápidamente donde estaba el sake.
- ¿Todavía hay tiempo, verdad? –preguntó Shishido
- Sí, ¿pero qué planeas hac…?
- Ya vuelvo –le respondió a Ren, y corrió hacia donde estaban los dormitorios en busca de su querido Choutarou.
- Inui, ¿puedes quedarte? –preguntó Ren. Le habían entrado ganas de ver a Kirihara.
- No hay problema. Mierda, ahora a esperar. Al menos Kaidoh está en la montaña conmigo.
Ni Shishido ni Yanagi sabían dónde quedaban los dormitorios, pero gracias a las señales que había en las paredes pudieron dar con el camino. Sólo tenían que volver a tiempo y no habría problemas.
- ¿Choutarou? –dijo abriendo la puerta de una de las habitaciones.
- ¿Shishido-san? –creyó que era un sueño y se quedó en shock por tenerlo ahí en su puerta– ¡SHISHMMMMM!
- ¡Cállate, Choutarou! –decía en voz baja luego de haber corrido a taparle la boca con la mano– también te extrañé pero baja la voz. Oh vamos, no llores… –no pudo con tanta ternura y lo abrazó. Te extrañé mucho. Ambos entraron a la habitación y cerraron la puerta; Yanagi sólo pudo alcanzar a avisarle que no se demorara mucho.
Vaya suerte que tienen algunos, pensó Renji mientras buscaba la habitación de Kirihara. Cuando la encontró, abrió la puerta pero no había nadie ahí, cosa que le pareció muy extraña. La cama está completamente ordenada, pero está su ropa de diario ahí… ¿Dónde podrá estar? Entró y vio el resto de las cosas de Kirihara, pero de igual forma decidió buscarlo por los pasillos cercanos por si se estaba levantado, abrir algunas puertas más cerca de ahí, tal vez lo habían transferido a esa habitación ese mismo día y se había quedado en su habitación anterior…
Deseó haberse equivocado.