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Encanto por neblinadesol

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Notas del capitulo:

4-10-2015

¡¡Qué onda!! bueno, creo que este capi me resultó más larguito, lo iba a recortar pero mejor no. XD

Gracias por los comentarios fueron respondidos.

 

Si hay errores ortograficos con el tiempo los arreglaré.

 

Los personajes son de Kishimoto Masashi sensei

 

Ay, espero que les guste, como lo escribia de a partes no sé si se perdio un poco el hilo, (ah, no creo) :3

 

 

El almuerzo era grato para su majestad Itachi, no solo por los nuevos cocineros que hacían su trabajo y mucho mejor si eran incentivados, ya tenía un nuevo mayordomo, y hoy tenía una  “importante reunión”, obtendría al fin el dato valioso que por días estuvo esperando. Sonrió internamente y mientras que por fuera parecía estar concentrado en lo que hacía, bebiendo un sorbo de uno de sus vinos finos en una elegante copa de cristal, observó de reojo a su hermano menor sentado a su lado de la gran mesa rectangular del comedor, Sasuke comía silenciosamente, llevaba una túnica de color azul pastel hasta las rodillas y sin mangas, sentado sobre varios cojines le veía jugar con la comida, Hinata  vestida con un importante escote y muchos voladitos en su vestido color café estaba al lado de Naruto, ambos sentados un poco más alejados, intentaba darle conversación al rubio, éste asentía a veces y no le dedicaba más de dos a tres palabras, y le lanzaba miraditas asesinas al trajeado primo paliducho sentado al frente de su hermanito cada vez que éste le preguntaba alguna chulería sin sentido, si, el almuerzo era entretenido a sus ojos negros detrás de los anteojos, era mejor que leer esas “dulces” novelas aburridas de su madre fallecida. Hoy los presentes tendrían malestares estomacales si seguían con sus actitudes de niños.

—…Quisiera ir pasear otra vez por el pueblo, Naruto ¿me acompañaras?

—Pero…—No  terminó de formar la frase.

—No conozco bien la zona y no puedo estar acaparando a Neji, él tiene que atender algunos asuntos con mi tío —y para rematar agregó juntando sus brazos y apretando sus pechos para que parecieran más grandes de lo que ya eran— y no conozco a nadie….—La misma excusa, ayer le resultó e intentaba que sucediera lo mismo, Naruto frunció las cejas y reviró los ojos cielo, se irguió recto en su asiento y  miró serio a la joven a su lado, antes de responder Sasuke habló.

—Hermano, ¿puedo retirarme?—El aludido asintió y siguió degustando esa cosa rica que parecía paté. El pelinegro apartó su plato y se quitó elegantemente el pañuelo de su regazo.

— ¿Le puedo acompañar un momento?—Preguntó el joven Hyuuga al azabache, a lo que Naruto ni bien escuchó las palabras se levantó como resorte de su asiento y casi gritó— ¡¿NO TIENES QUE IR CON TU PADRE-TTEBAYO?!—Los presentes junto con algunos sirvientes que se habían acercado a levantar los platos detuvieron sus quehaceres y le vieron extrañados. Naruto se sonrojó por ser tan descuidado. Un serio Sasuke solo volteó su cara en dirección contraria, Neji levantó una ceja y luego le sonrió burlón, Naruto apretó los dientes y sacó más pecho, solemne miró al primogénito.

—Majestad, ayer me solicitaste para hoy por cuestiones del palacio.— Le dijo formalmente.

—Sí, pero como tengo nuevo empleado ya no me eres necesario. Puedes dar un paseo con la se-ño-ri-ta.—La cara del ojicielo era indescifrable.

—Permiso. —Dijo el azabache levantándose de su asiento y los dos varones antes sentados se levantaron por cortesía. Apenas cruzó miradas con el rubio que se quedó estático en su lugar. Y se mordió la lengua al ver que el joven Hyuuga inclinaba un poco la cabeza hacia el rey y también se alejaba del comedor tras el ojinoche. Se giró a la velocidad del rayo y le dijo a Hinata con voz hastiada.

—Ayer tuve que ir al pueblo para despedir a mi padre y por otras cuestiones, no abuses de mi cortesía. —A lo que la aludida abrió tanto sus ojos perlas de asombro como su boca y no supo que responder. Se inclinó hacia el primogénito que solo hizo un además con la manos restándole importancia y salió casi corriendo del comedor.

—Joven Hyuuga.—Hinata miró al rey algo triste.

—No juegue con la paciencia de los demás.—La chica miró el plato sin terminar.

 

 

—…Amistad.—El ojinoche al oírle se volteó a mirarlo y detuvo su andar en el largo pasillo.

— ¿Eh? —Hyuuga levantó los hombros y poniéndose a su lado —Sé que no vale lo nuestro, pero quisiera que me considerara de esa forma, Sasuke  me agradas.

—No me gusta cómo me miras…

—Ah, perdón—Se oyó una risita de parte de pelilargo, Sasuke  le miró extrañado— es solo que provocaba al embajador.

— ¿Provocarlo? ¿Por qué?—Hyuuga ladeó la cabeza un poco.

— ¿Es que no se da cuenta?—Ahora sí que Sasuke no entendía, se cruzó de brazos y le miró con ojos entrecerrados.

—¿De qué?—El ojiperla suspiró sonoramente y luego le miró.

—Que el embajador del Remolino cada vez que puede le “arrastra el ala”, cualquier ciego lo nota a kilómetros de distancia.—Sasuke  se rió al imaginarse a Naruto girando alrededor suyo como lo harían las palomas en su cortejo. Neji también rió y luego aclaró.

—Sólo buscaba asegurarme de que en verdad…bueno…., las acciones del embajador lo confirman una y otra vez.—El pelinegro se destensó y miró hacia una de las ventanas que daban hacia afuera del patio recordando lo sucedido en la mañana y se sonrojó,  le dio la espalda al pelilargo y  volvió a emprender la marcha.

—Solo actúa posesivamente, siempre fue así.—se llevó una mano al pecho, un calorcito comenzaba a anidar allí…Naruto...pensabamientras caminaba a la biblioteca… ¿qué debo hacer?...

—Y por lo que veo, usted, aun duda—el azabache se giró de inmediato y le miró con mala cara, el pelilargo estaba detrás suyo a unos pasos de distancia, entre dientes dijo:

— ¿Dudar?

— ¿A qué le teme? —Sasuke  retrocedió ante las palabras como si hubiera recibido un golpe y su espalda tocó la madera caoba de la puerta de doble hoja de entrada hacia la biblioteca, lentamente agachó la cabeza. Neji se acercó y con su mano cerrada en puño le levantó el mentón, se conmovió al ver la inseguridad en los ojos onix que le rehuían. Pero insistió con el silencio esperando la respuesta que oyó luego de oírle aspirar.

— A no ser suficiente para… Naruto…—dijo en  un susurro  lastimero y le vio morderse los labios que temblaban tras aquellas palabras. Sonrió complacido.

—…A las palabras se las lleva el viento,...—No terminó la frase porque fue brutalmente apartado de un tirón del hombro, apenas dio media vuelta tambaleante y vio al embajador con un rostro ensombrecido y a un puño acercándose velozmente  a su cara. Gracias a las enseñanzas de sus maestros le esquivó por milímetros y pasó con un medio giro de talones por el lado derecho del rubio, éste no le quitó la vista en ningún momento, el pelilargo vio  estrellar el puño en las puertas, dando un gran estruendo y abriéndolas de par en par, Sasuke apoyado en ellas cayó sentado al suelo.

— ¡NARUTO, NO!—gritó desesperado, levantándose adolorido.

—...Estás muerto…— Y dicho eso levantó la pierna y la dirigió al pecho del su ahora contrincante, golpeándolo y empujándolo hacia atrás, casi corriendo volvió a emplear sus puños que fueron detenidos hábilmente. Los dos empezaron a darse golpes  de puños que retenían con sus antebrazos, viéndolos eran muy buenos, a pesar de que  los daños parecían ser mínimos por  sus expertos movimientos, vio que el pelilargo comenzaba a retroceder, Sasuke paralizado hipó y apretó dejando blanco los nudillos la falda de la túnica y su corazón se aceleró más, sabía que Naruto no se quedaría satisfecho con solo unos golpes, simplemente no se detendría, la diferencia de complexiones de ambos eran diferentes, miró asustado a su alrededor, no había nadie en los corredores del pasillo. Vio caer sentado al Hyuuga y al ojicielo caminar raudo hacia él, esa era la oportunidad, decidido y con lágrimas ya en sus ojos corrió y  abrazó por la espalda al rubio que se detuvo al sentir los delgados brazos  rodear su cintura.

—¡¡Por favor, por favor, basta, Naruto….!!—suplicó y escondió la cara en la espalda, el rubio tomó  sus manos y las tironeó separándolas de su cuerpo. Se giró y lo que vio el azabache lo inquietó.

— ¡Me duele, me duele, maldita sea! —los ojos cielo con profundo dolor y rabia contenida, la mandíbula tensa, Naruto  prácticamente lo levantó del suelo en un abrazo constrictor.— ¡Tú eres mío, solo mío!

— ¡Ah! —No podía moverse y un calor indescriptible en su estómago por las palabras lo atontaron más, Naruto apoyó sus labios en el cuello, la respiración agitada le provocaba más que cosquillas al azabache.

—No te separes de mí.—Le soltó y lo llevó contra la pared. Las mejillas del azabache se tornaron rosas al sentir la respiración en su faz, al verle a la cara, Naruto le clavaba su profunda y afilada mirada color cielo.

—Cuando te encontré ese día… creí que estabas muerto…—Sasuke abrió los ojos sorprendido. Naruto suavizó un poco su expresión, le acunó la cara  con ambas manos y agachándose tocó la frente  con la suya cerrando sus ojos—Me quise matar para seguirte, ¿sabes? no era justo que te hubieras ido sin despedirte de mí…Tsk ¡Maldición! ¡Por poco me entierro el cuchillo en el cuello!

—Na…Naruto…—sus manos temblorosas por aquella verdad se colgaron torpemente de la camisa desordenada. Las lágrimas de Sasuke  caían en respuesta muda al temor de casi perderlo.Naruto era tan sincero y demostrativo con sus sentimientos que lo desbordaron arrancándole el mismo aliento.

—…Yo…

— ¿Lo ve al fin?, se lo dije su majestad. —La voz del joven Hyuuga que se hallaba parado a tres cuidadosos metros de ambos se escuchó limpiamente, Naruto le fulminó con la peor mirada que pudiera tener

 —…Tú...

—Me retiro. —Con una leve inclinación, saludó— Que tengan buenas tardes, majestad, embajador.—Se dio vuelta y con toda la dignidad que aún tenía se alejó de ellos.

Ambos juntos se quedaron viendo desaparecer al Hyuuga en una vuelta de esquina.

— ¿De qué hablaban?—la voz seria y los ojos clavados en él lo pusieron nervioso. Agachó la cabeza pensando en formular una respuesta clara.

Mmm…que soy un tonto.—susurró esperando que no lo oyera pero si lo hizo.

—¡AH!¡¿UCHIHA SASUKE SE DIJO TONTO A SI MISMO-TTEBAYO?! ¡AY!—Un manotazo pequeño fue a dar a la cabeza.

— ¡Usuratonkachi!—Se soltó como pudo de los brazos trigueños, se limpió el rastro de lágrimas y caminó hacia otro de los corredores seguido  por Naruto. Ya no podría leer en paz con esa mosca rubia a su alrededor.

— ¿No que ibas con esa Hyuuga?—escupió mientras daba grandes zancadas.

—Pues mira que no…—Atrás el ojicielo lo seguía sobándose la cabeza.—¿Quieres…. ir ….. a dar un paseo…?—Preguntó ilusionado.—Me comportaré… si quieres…—Sasuke cerró sus ojos y sin ser visto dijo:

—No.—Naruto asintió triste, se detuvo y lo vio alejarse, su pecho se comprimió ante la respuesta tan seca de Sasuke, un nudo le apretaba la garganta y sintió que veía cada vez más borroso, pasó su antebrazo por los ojos a fin de retirar aquella agua acumulada, si hoy no lo quería a su lado no podía estar insistiendo, sin embargo tampoco se rendiría tan fácil, pero dolía su rechazo, lo intentaría otra vez y otra vez y otra vez hasta que le dijera si definitivamente, presentía que las inseguridades respecto a su condición  enfermiza eran los que dominaban su actual actitud,  pero una vez que su padre volviera , una vez que pudieran aclarar todo, nada lo detendría en pedirle matrimonio, pero tenía que asegurarle con hechos que lo amaba a pesar de todo, se iba a dar vuelta y volverse cuando su mano izquierda fue sostenida por las del pelinegro que tenía la cabeza agachada ocultando su cara.

—Ven.—Y tiró de su mano, Naruto se dejó llevar dócilmente preguntándose a donde y para qué. Caminaron por los pasillos solitarios y llegaron a una puerta conocida, la misma de la otra vez en la que lo encerró pidiendo explicaciones. Entraron y Naruto cerró tranquilamente la puerta, vio al pelinegro ir y sentarse en el borde de la cama.

Sasuke tomó todo el aire que sus pulmones pudieran retener, estaba preparándose para lo que iba a decir, pero era muy  vergonzoso.

—…Tengo miedo…—Naruto abrió la boca para pronunciar algo pero no pudo decir ni mu—Pero tampoco puedo estar así…—Sasuke se restregaba las manos en su regazo.—Te daría la oportunidad de volver a elegir.—Levantó la vista y le clavó  sus ojos onix.

— ¿Eh?—el ojicielo quedó estático al escuchar aquello.

—Pero no puedo.—Se levantó de la cama y prácticamente salto en frente del rubio.

—¡Estúpido!, ¡imbécil!,¡idiota!—Le golpeaba con los puños cerrados en el pecho e intentaba darle en la cara pero Naruto le esquivó y le retuvo con sus manos, asombrado aun por la acción no sabía qué decir.

Te amo tanto que no puedo soportar verte…al lado de otra…—susurró y enterró su cara entre los pliegues de la camisa destartalada. La cara indescifrable del rubio no tenía precio. Recuperado de la impresión, sus  dos manos trigueñas  tomaron el mentón del azabache y le alzó para que lo viera a los ojos—Tú… eres todo para mí.

Naruto… —susurró.

—Y sabes que te amo-ttebayo.  —Sasuke cerró los ojos negros pero no se alejó. El bombeo de su corazón resonaba en su cabeza.

Esperaba.

Esperaba que comenzara.

Siempre esperó y ahora ya no quería seguir perdiendo el tiempo con el decoro y las costumbres, ¿qué importaba la opinión de los demás sino la suya propia?, si se amaban, ¿Por qué debía haber barreras en su amor?

El qué dirán, el supuesto desprecio que impartía la clase alta ante el egoísmo y el libido, sensaciones despreciadas por los status, cuánta maldita falsedad había en sus corazones, ellos vivían derrochando orgullo y mezquindad y seguían poblando la tierra con hijos bastardos, amores clandestinos y matrimonios arreglados. Tan inusuales al común de la gente.

Esperaba.

Dejaría que esta vez los instintos lo dominaran, que esta vez fueran los sentimientos de ambos que llenaran todo su ser y después ya pensaría en el futuro incierto.  

En ese qué dirán.

 

El rubio vio en eso la oportunidad de seguir y así lo hizo, ambas narices se tocaron y resopló sobre sus labios sin quitarle la vista al sonrojo que se formaba en las pálidas mejillas contrarias, cerró también sus ojos cielo y junto los labios en un beso casto.

El pelinegro sintió que las fuerzas flanqueaban de sus rodillas por un simple roce, sus manos se aferraron a la camisa del rubio y comenzó a abrir su boca  lentamente en un intento por conseguir más, si estar con su rubio era entregarse lo haría y un impaciente Naruto  se aprovechó de eso, una mano bajo hacia la cintura y lo atrajo a su cuerpo, la otra le tomo la nuca y tiró hacia si con desesperación, abrió la boca y adentró la lengua para unirla a la otra en feroces y demandantes movimientos.

— ¡Hgn! — Sasuke frunció la cejas molesto de que Naruto  lo haya hecho con brusquedad, intentó separarse para reclamarle pero el rubio le presionó la cintura alzándolo del suelo, algo duro golpeó en su estómago, quiso buscar aire pero no podía siquiera girar la cabeza, gimió su nombre pero solo logró emitir sonidos inentendibles.

Naruto luego de profanar la cavidad del pelinegro y de dar una última succión robándole el poco aire que tenía se separó y aflojó las prensas que tenía por brazos. Sasuke se desmoronó y si no fuera por Naruto que lo atrapó estaría derretido en el suelo, le tomó de la barbilla y sus ojos se deleitaron: el ojinoche tenía  la respiración agitada, la cara le ardía de calor, sus ojos aguados y entrecerrados, la boca  abierta con restos de saliva buscando el invisible oxígeno, si bajaba un poco más la vista podía ver su pecho tras la tela subir y bajar agitado, todo esto le daba un aspecto más erótico y el rubio ni tonto ni perezoso bajo su faz para lamerle los dulces labios y seguir el camino de la mejilla hasta los ojos...

—Sasuke… ¿me dejas?…—Sasuke solo le miraba silencioso con los labios entreabiertos expulsando el aliento, aguardando escuchar la frase completa que tanto ansiaba oír de su boca.

—…Se mío…—  Se estremeció con cada silaba. Solo escuchaba sus latidos. Él fue el que besó al rubio en respuesta a su petición rodeándole el cuello con sus brazos. Dejaría que Naruto lo hiciera suyo. Lentamente el rubio fue caminando hacia adelante arrastrando al pelinegro sosteniéndole de la cintura.

Sasuke quedó aprisionado entre Naruto y la pared, el ojicielo le tomo de ambos lados de la cara y le besó voraz, el ojinoche  le clavó las uñas en los antebrazos como respuesta.

—¡Ah! —Logró apartar su cara, pero fue porque Naruto aflojó sus manos y las dirigió al borde de la túnica subiéndola y con ellas le abrió las piernas  levantándolo del suelo, quedo casi sentado sobre la cadera del rubio, en frente de su cara trigueña  un pequeño pecho agitado subía y bajaba, apoyó su boca y lamió donde creía estaban sus pezones, mojando la tela y buscándolos desesperado,  Sasuke le ayudó a encontrarlos ya que el mismo le dirigió la cabeza con sus manos, se arqueó completamente excitado echando la cabeza hacia atrás que tocó la pared cuando se las chupó y lamía olvidando por completo toda su lucidez.

—Ahm…

Si Naruto se lo hacía ahí mismo, moriría de dicha. Y sus sentimientos salieron de su boca.

—¡Hazme tuyo por favor…! —Naruto en su desesperación por complacer aquellas palabras bajó su pantalón con bastante dificultad y sacó su miembro erguido, buscó impaciente la entrada y le penetró con fuerza, con voz ronca susurró su nombre mordiéndolo el cuello.

  —¡Aaaarg! —Sasuke le araño los hombros rompiendo la fina tela que Naruto llevaba por camisa, algunas gotas rojas se impregnaron en la tela, otras gotas rojas prueba de que obtuvo su inocencia se deslizaban por el glande del rubio, sintió el temblor y cómo Sasuke se aferraba a su cuello respirando fuertemente, y se arrepintió de someterlo sin haberlo preparado, le abrazó tiernamente.

—Sa…

 —¡Si..sigue! —Las lágrimas de dolor y de felicidad caían por su pálido rostro y tembló nuevamente al saberse suyo.

—Pero…

—¡Te golpearé si paras! —El rubio sonrió tiernamente y comenzó a moverse. Sentia el dolor pero se mordió los labios a fin de evitar salir los fuertes y lastimosos jadeos de su boca.

Las embestidas eran lentas y profundas, lo tenía aprisionado contra la pared, escondiendo sus quejidos en la blanca clavícula, la cual comenzaba a enrojecer de tantas mordidas, los gemidos en aumento de Sasuke lo volvió más loco, aumentó los movimientos, lo amaba tanto que quería fundirse con su cuerpo, unir sus almas, sintió que sus corazones palpitaban unidos con cada vaivén  provocando que una lagrima se escapara de sus ojos cielos, Sasuke quería que nunca acabara, le arañó la nuca y se arqueaba en sintonía con las estocadas, estar entre sus brazos que le apretaban cada vez más la cintura lo hacían sentir pequeño y realmente amado ….cuanto esperé este momento…

—¡Ah!.. ¡Na!… sentía que una fuerza le invadía, una zona sensible a la que Naruto rozó  dentro le provocó pequeñas corrientes atravesando su ser. —¡AH!-¡AAh!

 —¡Sa…su! —lo sentía, la estrechez que le exprimía su miembro con cada subida y bajada de su cadera penetrándole, indicio de que su pareja estaba disfrutándolo. Apuró con golpes certeros, los jadeos eran casi gritos de placer, desde aquel inocente beso, Sasuke soñaba estar así, entregarse al completo a su amado, porque lo amó desde el día en que se vieron por primera vez y estaba seguro de que a Naruto le sucedió lo mismo. El rubio buscó su boca desesperado por tener todo lo que le ofrecía. Su ser. Si tuviera que elegir de nuevo este absurdo destino para llegar a estar con él, lo haría, y se arrepentía de haber pensado en olvidarle, en negarle, porque desde que se vieron quedaron encantados el uno del otro. Y las lágrimas eran la muestra de sus sentimientos más profundos, los de dos almas enamoradas. La saliva escurriendo de un lado al separar sus labios, gemidos y sudor completaban la ya caótica y sensual escena.

Maleable en sus manos trigueñas se deshacía gustoso contra la pared debido al febril frenesí de deleite. Naruto,  se sintió ahogarse con la presión en su propio falo, ahondó un poco más y jadeó.

—¡Me vengo!

—¡Aah! ¡Naa…!— algo se escurría en su interior y una corriente le inundó las entrañas, el miembro del rubio descargó su semilla.

— ¡Sasuke! —Lo estrechó entre sus brazos al percatarse de que el delgado cuerpo se volvía  flojo, el pelinegro entrecerró los ojos de cansancio, su cuerpo le pesaba y un calor extraño le invadió,  sintió que chorreaba líquido  de entre sus piernas, adolorido, más que agotado y con la respiración entrecortada solo atinó a intentar agarrarse de los hombros del ojicielo. Pero no pudo más y se desmayó. Naruto se sorprendió e  intentó sacudirle.

 —¿Sasuke?... ¡Hey, Sasuke!

 

 

 

Las velas iluminaban torpemente su silueta, sentado elegantemente con su traje azul marino, con los brazos y piernas cruzadas su majestad Itachi lucia impecable, incluso con el pañuelo que tapaba su boca y nariz, al lado de su pie  izquierdo  descansaba una bolsita de cuero cerrada. El aire enrarecido por los inciensos colocados estratégicamente en varios lugares daba un aspecto lúgubre a esa zona de los calabozos. En frente suyo  a unos metros detrás de gruesos barrotes su prisionero le miraba molesto.

—AAAH… QUÉ IMPACIENCIA…. —siseó de mala gana, sus largos y huesudos brazos estaban extendidos de lado  y atados con varias cadenas al igual que su extremidad inferior. El primogénito solo lo observaba silenciosamente.

—…DAMELO….— Alzó su vista ámbar para ver la respuesta del otro, sus largos y enmarañados cabellos caían por casi todo su rostro.

—Habla entonces.—ordenó el rey.

—AAAH….¿Y EL CAMBIO?—susurró con la boca reseca.

—Cuando me digas la respuesta te lo daré.—se escuchó un chasquido. El primogénito frunció sus cejas, miró fijamente a ese repulsivo ser que tenía en su pecho clavado la espada de hoja escarlata que le impedía moverse libremente. Creyó que con ella podía matarle pero solo logró inmovilizarle. Esperó unos minutos, y al ver que no obtenía respuesta se agachó y tomó del suelo la pequeña bolsita, se levantó lentamente de la silla y se dispuso a irse.

—¡ESPERA!—las palabras lo detuvieron, se giró a ver de nuevo a su prisionero.

—AAAH…EL CANTO ES PODEROSO CON LA LUNA ROJA…—Tenía al fin la respuesta. Alzó su mano derecha y arrojó hábilmente la bolsita en dirección a la serpiente. El monstruo inmovilizado en todo su cuerpo solo pudo estirar su lengua y la atrapó en el aire llevándosela a la boca, mordiéndola con desesperación, el líquido purpura que caía de sus labios resecos le devolvieron  la vida.

—AAAH…DELICIOSO….

 

 

Su cuerpo no le respondía, algo frio estaba en su frente y luego nada, dio un gemido cansado y lentamente abrió los ojos, se encontró con el rostro preocupado de Naruto.

—¡No me hagas esto, bastardo!—No pudo siquiera mover la boca reseca.

—No te muevas…—le ordenó. —Tienes fiebre. —le vio que sacaba un paño mojado de una bandeja y se la colocaba en la frente.

—Na...

—Tampoco hables… ¡Rayos, que susto-ttebayo!.—Naruto estaba vestido con otras ropas, se preguntó si las había sacado de algún lado.

 —Estamos en tu habitación. Era mejor traerte aquí  que estar en alguna de las habitaciones, además tenemos lo necesario.—entonces viró los ojos negros y pudo ver las cortinas claras de su recámara.—Fue todo un reto no encontrarme con algún guardia cuando venía hacia aquí, uf, temía que tu hermano apareciera a darte las buenas noches pero, no…—… ¡Itachi.!... Abrió más  los ojos, asustado de que su hermano lo sorprendiera con Naruto.

—Oh, sí teme, dormiste bastante y ya es muy entrada la noche.—Le miró a la cara trigueña, lucia bastante cansado,… ¿en verdad me estuvo cuidando?...

—Tengo… sed...su propio sonido le lastimó la garganta y se acarició el cuello. Naruto se acercó y le retiró la tela de su frente, le ayudó a incorporarse colocando tras su espalda unos cuantos almohadones, el pelinegro hizo un gesto de molestia, sentarse no fue buena idea y menos después de aquello, aunque ya había pasado mucho tiempo, dolía,  el rubio se giró y le mostró un vaso con el preciado líquido que llevó a su boca, Sasuke bebió de a pequeños sorbos. Luego de eso ambos se miraron y se ruborizaron, el pelinegro se llevó la mano al pecho percatándose de que llevaba su camisón de dormir, le preguntó con la mirada al ojicielo que sonrió algo avergonzado.

 —Bu-bueno. Ya nos conocemos, además tú me rompiste mi linda camisa,—le acusó— ¡eres un gato, me dejaste marcas-ttebayo!—Sasuke abrió sus ojos sorprendido y luego se llevó las manos a la cara cubriéndoselas avergonzado recordando lo que hizo y dijo, Naruto observó feliz las ojeras rojas del azabache

—¡I-Idiota!,¡ no digas eso!—El rubio le rodeo la cintura en un suave abrazo y se recostó en su regazo.

—Nee, ¿puedo dormir contigo hoy?, es muy tarde-ttebayo.—Bajó sus manos y le miró  a los ojos cielo, Naruto  le miraba desde abajo con una expresión tranquila y sincera. Luego  miró al exterior recordando las palabras del rubio.

—U-Uhm…—Y ambos se recostaron juntos, lentamente Sasuke se arrimó al ojicielo buscando refugiarse más entre sus brazos y el rubio lo atrajo hacia sí, tocó con sus labios la frente del azabache, aun la sentía caliente pero ya no era como antes, suspiró aliviado, el susto que se pegó al verle desvanecerse le hizo pensar en ese día.

 

Naruto corría dando vueltas en la amplia habitación, vestido con una remera naranja y pantalones cortos de igual color saltaba por encima de los juguetes que estaban esparcidos por doquier, Sasuke con un largo camisón gris y pantalones cortos negros solo atinaba a levantar lo que encontraba a su alrededor y lanzárselo para darle de lleno en el cuerpo, pero el ojicielo era demasiado rápido y lograba esquivarlos con piruetas y giros. El rubio le miró y le sacó la lengua.

— ¡IMBECIL! ¡VETE!—Gritaba el pequeño azabache, exaltado, sonrojado y frustrado de no poder darle — ¡…Te odio!

— ¡Nena… Nena, no sales, no sales! ¡Miedosita-ttebayo!—Había discutido con Naruto, él quería salir a dar una vuelta por los jardines y jugar con los niños que le habían invitado, hijos de algunos sirvientes  del palacio, pero Sasuke se oponía, decía que hacer eso no era de su status, él no era como los demás. Y cierta razón tenía. Naruto le hacía gestos tontos con las manos y se mofaba de su delicadeza.

—Una nena como tu llorara si se rompe una uña-ttebayo!  —Sasuke se miró las manos y si, tenía algunas rotas pero era por estar tratando de darle a ese blanco de cabeza amarilla,  las cerró en pequeños puños.

   —Te mato…—y echó a correr tras el ojicielo que al verle perseguirle se dirigió a la puerta, salió de la recamara y comenzó a saltar los escalones de la escalera. Se giró a ver que el azabache le seguía y si, a varios peldaños atrás lo veía bajar enojado, sonrió complacido su pequeño plan estaba dando resultado.

— ¡A que no me alcanzas-ttebayo!—y siguió con su veloz carrera hasta llegar al final de las escaleras, saltó la última grada y chocó con Itachi que estaba parado delante del comienzo.

—¡Ay, perdón-ttebayo!.

—Naruto ¿qué..?

—¡Sasuke viene detrás mio–ttebayo!. ¿Ves? ¡Te dije que bajaría!—el joven príncipe solo miró al pequeño rubito y luego a las escaleras. Paso un tiempo y nada, Naruto frunció sus doradas cejas, y se cruzó de brazos.

— ¡Pero qué lento es-ttebayo! ¡Nenaaaa, baja ya!—Pero nada se oía, Itachi empujó a Naruto y comenzó a subir a paso veloz, el ojicielo  le siguió risueño.—¡Jajaja, de seguro se rompió otra uña-ttebayo!—En un momento el príncipe se detuvo.

— ¡Naruto, llama al médico!—el rubito se paralizó por la voz firme del príncipe. Itachi se agachó y luego se levantó, se dio vuelta y Naruto pudo ver  que en sus brazos Sasuke estaba inconsciente, se asustó  más al verle sangre en su nariz.

—¿Q-qué..?—solo pudo balbucear, Itachi le dio un patada apartándolo de su vista y bajó raudo dejando solo a  Naruto que no salía de la impresión.

 

Naruto  miró hacia el techo recordando que ese susto  del pasado le dio a entender de niño que Sasuke era especial, se había desmayado por la agitación y al hacerlo se golpeó con la pared, fue una suerte que no cayera por las escaleras o habría muerto de seguro, lo habría perdido, escondió su rostro en el cuello del azabache, quería respirar su aroma, Sasuke buscó la mano del rubio y entrelazó sus dedos a los contrarios, Naruto comenzó a dar pequeños besos en su cuello, pero los ojos cansados de Sasuke se cerraron y susurró antes de perderse en la insconciencia.

—Duerme, usuraton…

 

 

Notas finales:

Anda, ¿ya estan aqui?

¿que les parecio mi lemon? Waaaaaa....¡¡¡lo estampó contra la pared!!!

 


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