RITSU POV
Ya era otro día, era hora de empezarlo de la mejor manera. Me desperté con unas ganas enormes de trabajar después de tanto tiempo de no hacerlo. Bajé para preparar el desayuno, terminé, desperté a Haitani para que fuera a trabajar y no se retrasará, después me duché y me vestí, terminé y fui a la habitación de nuestro pequeño hijito, lo desperté y le ayudé un poco, normalmente no puede hacer nada al despertarse.
Después de que Haitani se fuera y mi hijito también me fui a la estación de trenes a esperar el transporte y por sorpresa me topé con Takano quien muy gustoso decidió acompañarme hasta el trabajo, ya que ambos trabajos en el mismo lugar.
-Ritsu ¡que alegría verte desde tan temprano!- Dijo entusiasmado.
-Je, je, sí- dije tratando de ocultar mis inmensas muestras de afecto.
-Tengo la intención de ir con unos compañeros a cenar, ¿tendrás tiempo?-
-Bueno debo consultar Haitani, ya lo viste anoche, se preocupada demasiado-
-Ritsu, no quiero que ese tipo se acerque a ti, no quiero que hables de él mientras yo esté contigo- Dijo serio.
-Bien, pero no debes olvidar que él es mi marido…-
-Por ahora- Dijo con una voz susurrante y una mirada asesina.
-Vamos, subamos al tren- dije tratando de sacar ese ambiente.
Subimos al tren y nuevamente un viaje bastante divertido platicando acerca de todo el pasado recordando solo lo bueno, dejando por lejos nuestras malas experiencias y recordando todas nuestros bellos momentos de juventud. Ignorando nuestra situación o la vez en la que salimos.
Después de 20 minutos bajamos en nuestra respectiva estación, bajamos y compramos algunos energizantes para no tener trabas en el trabajo. Después cada quien se fue a su lugar de trabajo y comenzaron los cargos.
A la hora de salida Takano me espero afuera de Marukawa acompañado de Hatori, Kisa, Mino, Misaki, y Chiaki.
-Ritsu ¿entonces irás?- Dijo el azabache.
-Tengo que preguntar- Dije tomando el teléfono -¿Hola, Haitani?-
[-Hola ¡Ritsu! ¿ya vienes a casa?-]
-Em… sobre eso, ¿crees que pueda ir a tomar un par de tragos con unos compañeros?-
[-Bueno… pues…-]
-Es que ya llevan un rato invitándome y pues tenía ganas de salir… pero si no quieres…-
[-No, descuida, nos vemos al rato, adiós- *Beep*]
Después nos fuimos a un antro, ordenamos y comenzamos a beber y platicar como normalmente lo hacíamos antes. Después llegaron las parejas de mis respectivos compañeros y los semes invitaron a bailar a los ukes, dejándonos a Takano y a mí solos en la mesa.
-Entonces… Kiitsu es mi hijo ¿no?-
-Sí, creo que eso había estado más que claro- Dije con molestia.
-Bueno… supongo que debo decírselo… ¿no?-
-Ven, vayamos a bailar- Dijo una chica de muy buen ver insinuándose a Takano.
-Lo siento, pero yo ya tengo pareja- Dijo, para después tomarme de la mano –…l es mi pareja-
-¡Takano-san no hagas eso!-
-Bien, haz lo que quieras…- Dijo con molestia la chica, para irse.
-Ritsu ¿quieres bailar?-
-Bueno, hace mucho que no lo hago pero… sí, por qué no- Dije para pararnos y comenzar la pista de baile.
Al ser un lugar para jóvenes como nosotros ponían música movida y muchas luces, después nos dieron unas pulseras y de más fosforescentes para apagar las luces y que solo brillaran un poco. Takano y yo estábamos completamente perdidos en el baile. Takano tocaba mi cadera moviéndola de un lado para otro, pude sentir como mis caderas tocaron su regazo, haciéndome enrojecer y simular que no sabía que estaba sintiendo. Luego bajó un poco más sus manos tocando una parte de mi trasero, bajó más sus manos tocándome por completo y apretándolo, no pude resistirme y solté un leve gemido que creo logró encender a Takano.
-Ritsu… vayamos a algún lugar…- susurró en mi oído, con una voz pervertida, y yo, completamente en mi estado de éxtasis gracias al aliento de Takano, sus manos por todos lados; y el alcohol, acepté su invitación atrevida a una noche desenfrenada.
Llegamos a un hotel, rentamos un cuarto, y llegando comenzamos a besarnos desesperadamente, Takano me recostó en la cama y se subió sobre mí, me siguió besando apasionadamente para después morder mi labio lujuriosamente, metió su lengua en mi cavidad ignorando mis gemidos y ahogando en esos besos unos suspiros que mi cuerpo y el suyo exhalaban.
Bajó hasta mi cuello y empezó a morderlo y besarlo, sintiendo como me iba dejando algunas marquitas pequeñas en esa zona. Llegó a mí pecho, desvistiéndolo rápidamente y lamiendo cada parte de él. Se sentía tan bien, me sentía completamente perdido, supongo que el alcohol puede llegar a hacer lo que sea en el momento menos inesperado.
Lamió uno por uno mis pezones, haciéndome gemir como nunca nadie lo ha hecho, siguió su camino hasta mi abdomen donde se detuvo un momento inspeccionando que tan lejos iba. Me sentía perdido en un mar de éxtasis desenfrenado, puesto que la fragancia de alcohol era deliciosa, solo podía sentir como aquellas marquitas iban cada vez más deliciosas, sin embargo recordé a Haitani y me levante de impacto.
-¿Qué ocurre?- Dice Takano sorprendido ante mi reacción.
-Takano, no puedo…-
-¿Por qué no…?-
-Tengo un marido y un hijo esperándome en casa, no puedo hacer esto, lo siento-
-Comprendo… entonces déjame llevarte hasta tu casa- Después salimos para perdernos entre las calles de la luminosa ciudad, pasamos por un parque, tomamos el tren y por fin llegamos al lugar indicado.
-Ritsu ¿qué rayos pasó?- Preguntó algo frustrado mi esposo.
-Perdona, pero tengo mucho sueño Haitani, iré directo a la cama- Dije con un bostezo y un tono cansado en mi voz.
-Descuida, vamos adentro- Dijo mi esposo sobreprotector.
-Nos vemos luego Takano- Dije implorando con mi mirada su retirada.
-Sí- Contestó frío el azabache.
No sabía que había pasado, tal vez fue el ambienta, el alcohol, los recuerdos, la canción, el baile, el lugar, la atmósfera, o lo que haya sido, pero creo que me estoy empezando a enamorar nuevamente del azabache, pero no debo abandonar a Haitani. …l es mi esposo, el cual siempre ha estado allí para mí… Agh, ya no quiero pensar, mejor me voy a dormir, ya mañana será otro día.
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